Mayra Nebril es psicóloga y ejerce como psicoanalista. Coordinó varios talleres de escritura en centros de rehabilitación, y un grupo de escritura que trabajó reinventando las emblemáticas consignas de los OuLiPo, un grupo de experimentación literaria que se creó en 1960 y conformaron, en su mayoría, escritores y matemáticos de habla francesa. Publicó las novelas Rutas cortazarianas: tres versiones de la verdad (2014) e Inédita herencia (Estuario, 2019; Segundo Premio Nacional de Literatura/ MEC, 2016). El ajolote de Althusser recibió el Premio Lussich de Literatura en 2019.

¿Preferirías viajar al futuro o al pasado?

Me gustaría poder viajar a algunos acontecimientos de mi pasado, y ver cuál de las versiones que hay en danza —en los domingos en familia— se acerca más a los hechos. ¡Porque recuerdos encubridores tenemos todxs, y no logramos ponernos de acuerdo!

Si pudieras ser un personaje de tu libro, ¿cuál serías?

Me gustaría ser Althusser Astigarraga. Sería hermoso tener esa relación con los ajolotes, con la metamorfosis, y con la verdad.

Si pudieras cambiar el final de cualquier libro famoso, ¿cuál elegirías y cómo sería el nuevo final?

El señor de las moscas, de William Golding, un libro en el que un grupo de niños que sobreviven a un accidente aéreo y quedan aislados, recomienzan la sociedad y reproducen todos y cada uno los males actuales. Sin lugar a duda le inventaría otro final. No creo que este modo de organización sea la única de nuestras posibilidades, de hecho, creo que es bastante increíble que lo único que hayamos podido hacer sea este estúpido capitalismo que nos somete y aliena.

Si pudieras vivir en el mundo de cualquier libro, ¿cuál elegirías y por qué?

Me gustaría poder hacer una visita al mundo de Alicia en el país de las maravillas, porque es un lugar asombroso, y hermoso.

Si pudieras invitar a tres personajes literarios a cenar, ¿quiénes serían y por qué?

Invitaría a Emmanuel Carrere, a Ricardo Lisias, y a Mario Levrero en su calidad de personajes de sus propios libros, me encantaría hablar con ellos acerca del modo tan distinto y peculiar de autoficcionarse.

¿Cuál es tu técnica más extraña o inusual para superar el bloqueo de escritor?

No creo que sea extraña, pero es la que más utilizo y disfruto. Comienzo a llevar un diario de manera rigurosa, junto con vagabundeos por la ciudad en pura presencia sensible. Generalmente alguna ocurrencia para la escritura, o para la vida, surgen.

Tu autobiografía en una frase

El lunes 21 de febrero de 1972, a las 12:08pm, bajo el signo de Piscis, nació Mayra Nebril Umpiérrez, una persona, que no cuenta en su haber, con capacidad de síntesis.

Contanos qué estás leyendo ahora

Dysphoria mundi de Paul B. Preciado y El reino de Emmanuel Carrere.

 Si pudieras tener una conversación de una hora con cualquier escritor famoso, pero después nunca más podrías leer ninguna de sus obras, ¿a quién elegirías para tener esa conversación?

Ni loca elijo a alguien, si me interesa odiaría dejar de leerle, y si no disfruto leyéndolo ¿para qué perder una hora?

Si tus libros fueran adaptados al cine, ¿a quién te gustaría que interpretara al personaje principal?

Me encantaría que al papel de Julio Borza lo hiciera Ricky Gervais.

El primer verso que te viene a la mente.

El poeta es un fingidor.
Finge tan completamente
Que hasta finge que es dolor
El dolor que de veras siente.

De Fernando Pessoa.

Lo último que comiste va a ser el menú para toda tu vida ¿qué es?

Berenjenas parmesanas, torta de ricota con pasas de arándanos, agua, vino tinto y pan. (Ya les advertí que no tengo capacidad de síntesis en ningún asunto)

Contanos sobre esa vez que un lector te reconoció en la vía pública.

Aún no sucedió.

Tu idea de felicidad y tu idea de miseria

Mi idea de felicidad es que sea viernes en la noche, tenga entradas para el teatro y la compañía de alguna persona amada.

Mi idea de miseria es observar los shoppings en diciembre que parecen hormigueros drogados.

Tapa de El ajolote de Althusser, de Mayra Nebril. Foto: Casa editoral HUM y Estuario editora

Fragmento de El ajolote de Althusser

—Quiero proponerme como candidato para el intercambio de ASUMME.

(Althusser, de pie, junto a la pecera en la que se ve moverse lento a la Paquita, lee la hoja que tiene entre sus manos. Está sonrojado y no despega sus ojos de la letra escrita en lapicera azul.)

—Ayer encontré en el lago de Xochimilco una hoja de diario abrazando el tronco del árbol en el que me recuesto a pescar. Cuando fui a quitarla, para no ensuciar con la tinta mi camiseta, me llamaron la atención tres fotos de personas muy gordas que ocupaban la mitad de la página. Tenía tiempo y me picó la curiosidad; leí y así me enteré de los problemas de esos obesos que salían flacos en cuerpo y mente.

No había imágenes del después, me hubiera gustado verlos delgados.

Leí también que, al mismo tiempo que adelgazaban, le daban la oportunidad a uno como yo —flaco y pobre—. O sea que podía presentarme. Eso fue lo que entendí en esas dos grandes páginas y me gustó la idea, por eso estoy escribiendo.

Tengo que explicar quién soy y cuáles son mis motivos para creer que puedo ser elegido.

Soy Althusser Astigarraga. Soy mexicano. Soy pobre.

De estas tres frases, solo la última es toda verdad.