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Cine
Lo culto, lo oscuro

“Frágiles”, la serie argentina que explora el mundo de las sectas y la fragilidad humana

Montevideo Portal viajó a Buenos Aires y participó del lanzamiento de Flow y StoryLab que estrenó este jueves y puede verse por streaming.

01.09.2023 14:55

Lectura: 6'

2023-09-01T14:55:00-03:00
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Por Valentina Temesio

El poder de la palabra, la retórica; por un “mundo mejor”, ganarse un lugar para habitarlo, hacer sacrificios. Desde hace años, las sectas funcionan y coexisten con el resto de la sociedad, pero el término no tuvo siempre la connotación negativa que hoy se le otorga. En un principio, no era más que una para categorizar a quienes compartían ideologías o creencias.

No fue hasta 1969, después de los asesinatos de la familia Manson y la masacre de Jonestown, que las sectas se convirtieron en una amenaza, en algo peligroso. Con el tiempo, la palabra secta se transformó en la definición de grupos oscuros, en algo fuera de la norma.

A lo largo de la historia, investigadores, periodistas, escritores, cineastas, artistas, entre otros, se han dedicado a indagar el mundo de las sectas. Así, las series, películas y libros que atraviesan esta temática han llegado al imaginario colectivo, se han vuelto una realidad; las sectas son una temática que prolifera en las plataformas de streaming.

Con ese bagaje, Frágiles, una coproducción de StoryLab y Flow, llegó a las pantallas de Uruguay y Argentina. Diego Palacios, director de la serie y de StoryLab, dijo a Montevideo Portal que la idea del mundo de las sectas “apareció” después del covid-19. Tanto él como su socio, Nacho Viale, querían que Frágiles tuviera “elementos propios de lo que había sido la salida pospandemia”.

Diego Palacios, director de Frágiles, durante el rodaje de la serie. Foto: cedida a Montevideo Porta

Diego Palacios, director de Frágiles, durante el rodaje de la serie. Foto: cedida a Montevideo Porta

“Veíamos gente con cierta fragilidad emocional, con cierta soledad, replanteos ontológicos de qué quieren ser, por qué vale la pena vivir y ese tipo de cosas. Nos parecía que, si construíamos esos personajes y los poníamos dentro del entorno de una secta, podía ser interesante para la audiencia”, expresó.

A esa fragilidad, a la salida de un sacudón (sobre todo para la sociedad argentina), le sumaron los elementos propios del género policial. En Frágiles hay un crimen, una desaparición, hay pesquisas. Hay una búsqueda del origen y de la identidad.

Elenco de Frágiles en el lanzamiento de la serie en Buenos Aires. Foto cedida a Montevideo Portal

Elenco de Frágiles en el lanzamiento de la serie en Buenos Aires. Foto cedida a Montevideo Portal

La vuelta a un pasado oscuro

En ocho capítulos, Frágiles narra la investigación de un enigmático asesinato que comete el líder mesiánico —Camilo, interpretado por Ludovico di Santo— de la secta El Arca, que surgió en los 90 en un pueblo perdido de la Patagonia argentina.

Veinte años después, Olivia Grecco (Carla Quevedo), que vive en España y es la asistente de un poderoso fiscal, se ve obligada a volver a su pueblo natal. Allí, en otro hemisferio, descubrirá por qué se murió su madre, de dónde viene, quién es.

Quevedo describe a su personaje como “empoderada”. Es joven e investiga un caso, pero, al mismo tiempo, “no deja de ser una persona que tiene un pasado oscuro; y la fragilidad, encontrar ese balance entre su vida profesional y personal era importante”.

En la Patagonia, el camino de Olivia se cruzará con el de Román Macias (interpretado por Andrés Gil), un joven que vive en una comunidad pacifista. Ambos unirán fuerzas y se enfrentarán a la secta y sus fanáticos.

Andrés Gil y Carla Quevedo en el lanzamiento de Frágiles, en Buenos Aires. Foto cedida a Montevideo Portal

Andrés Gil y Carla Quevedo en el lanzamiento de Frágiles, en Buenos Aires. Foto cedida a Montevideo Portal

A Gil le atrajo su personaje porque, al haberse criado en una comunidad pacifista y sustentable, “nunca salió a conocer el mundo real”. A Ramón le contaron cómo eran las cosas, de qué manera afrontar la vida: “Y él, de alguna manera, encuentra verdad y felicidad en todo eso”, dice el actor. Sin embargo, ese mundo sin maldad y utópico comenzará a desmoronarse y Ramón tendrá que lidiar con la realidad.

Lo mismo le pasará a Eugenio Goya (Luciano Cáceres). Su pasado está atado a la sombra de su hermano Camilo. Con el cambio de milenio, su vida también cambió: se puso al frente de una comunidad pacifista y sustentable, la misma en la que se crió el personaje de Gil. Pero todo lo que construyó podría perderse con la vuelta de Olivia: Eugenio se reencontrará con un pasado enterrado, y eso le podrá traer problemas.

Malena Sánchez, Emilia Claudeville y Daryna Butryk. Foto cedida a Montevideo Portal

Malena Sánchez, Emilia Claudeville y Daryna Butryk. Foto cedida a Montevideo Portal

Malena Sánchez (El encargado), Guillermo Arengo (Los ricos no piden permiso), Julián Ceati (La primera vez), la española Alba Iturroioz y la ucraniana Daryna Butryk (El amor después del amor) también son parte del elenco.

Secta, de lo que no se habla

Quevedo, Gil y Cáceres coinciden en que la trama de la serie les llamó la atención. El mundo de las sectas, oscuro, lejano y retorcido, parecía una buena oportunidad para desenvolverse e interpretar personajes con características diferentes de las que están acostumbrados.

Para construir a sus personajes miraron series, películas y leyeron. Los actores tuvieron que entender, de alguna manera, por qué una persona ingresa a este tipo de grupos, por qué elige vivir así, cómo sale, o por qué nunca lo hace.

Cáceres opina que a la hora de hacer un thriller es “clave ser cómplice del género”, porque “a veces, tenés que hacer algo totalmente ambiguo para que la trama vaya a lugares”. Al actor le atrajo la temática de la serie “como un fenómeno histórico”: ¿cómo una persona puede manipular a tantas otras? “Lo frágiles que somos, tan fácilmente manipulados para el beneficio de otro”, reflexionó.

Por otro lado, Quevedo considera que “la fragilidad es una condición humana”. Para ella, dice, frágil es una palabra linda, no tiene una connotación negativa. “Después sí, hay gente que se puede aprovechar de eso, cuando la fragilidad se convierte en vulnerabilidad. Pero, para mí, ser frágil es ser humano; son esas grietas que permiten que entre el otro, que entre la luz, sino seríamos robots”, agrega.

La artista cuenta que lo primero que le atrajo de la propuesta fue el proyecto. Si bien sabía que la habían contactado por un papel protagónico, le interesó explorar el mundo de las sectas. La actriz destaca que no solo implica “las cuestiones vinculares y emocionales de los personajes”, sino “todo un contexto social, político y económico”.

Desde este 31 de agosto Frágiles está disponible en Flow.

Por Valentina Temesio