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Cine
Cannes y el cine

“Kinds of Kindness”: Lanthimos vuelve a explorar las relaciones de poder a través del cine

La nueva película de Yorgos Lanthimos estrenada en el Festival de Cannes explora lo trágico y absurdo de las dinámicas de poder.

24.07.2024 15:56

Lectura: 9'

2024-07-24T15:56:00-03:00
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Por Nicolás Medina
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Si pensamos en Yorgos Lanthimos, naturalmente pensamos en cine de autor.

Si hay algo que reconocerle y agradecerle al griego (la idea de agradecerle por la incomodidad y el desasosiego que nos generan sus narrativas sería una expresión de masoquismo), es ser uno de los pocos directores contemporáneos que defiende, a través de su obra, aquella teoría del autor promovida por los críticos de Cahiers du Cinema en los 50.

Con su absurdismo oscuro y sus narrativas mordaces, Lanthimos nos recuerda atentamente que el cine, como la vida, puede percibirse y expresarse como un festival de perturbación cuidadosamente orquestado. Y es que para Lanthimos, el ser humano es, a fin de cuentas, la pobre criatura definitiva.

Este hilo, oscuro y retorcido, ha tejido cuidadosamente el monstruo de Frankenstein extrañamente armónico que es su filmografía. Pero con la llegada de su nueva película, Kinds of Kindness (o Tipos de gentileza, como se estrenará localmente el próximo 22 de agosto), el autor parece echarnos en cara otro elemento que ha trabajado en todas sus películas y del que poco se habla al tratarse de su cine: las relaciones de poder.

Desde un padre autoritario y maquiavélico en Dogtooth (2009), un adolescente con una moral distorsionada en The Killing of a Sacred Deer (2017), hasta las figuras machistas que, con un descaro casi encantador, intentan someter a nuestra querida Bella Baxter en Poor Things (2023). Las dinámicas de poder siempre han sido un elemento central en el universo de Lanthimos. 

Kind of Kindness - Festival de Cannes

Kind of Kindness - Festival de Cannes

Who am I to disagree?

Kinds of Kindness comparte muchas de las características esperadas en el cine de Lanthimos. Es una comedia negra que, por supuesto, se sitúa justo al borde de lo inapropiado, provocando risas involuntarias que, al reflexionar sobre ellas, nos hacen cuestionar nuestra propia moralidad; retrata el horror subyacente en nuestra humanidad tan decadente como siempre; y, para no variar, tiene a Emma Stone en su nómina.

Por otro lado, difiere en otros aspectos. Estructuralmente se trata de un tríptico compuesto de tres capítulos presentados a modo de antología (los cuales aparte de compartir tema y narración comparten actores); la diégesis nos ubica extrañamente en un entorno sospechosamente “normalito” (tengamos en cuenta que el concepto de "normal", al hablar de Lanthimos, cambia), situado en la actual Estados Unidos, sin reconstrucciones históricas ni incursiones en la fantasía explícita; y, hay que decirlo, se trata de una propuesta extremadamente ligera para lo que se puede esperar del director de The Lobster (2015).

Además, Lanthimos decide prescindir de Tony McNamara, el guionista con quien cosechó un Oscar por The Favourite (2018) y una nominación por Poor Things, y vuelve a colaborar con Efthymis Filippou, el co-guionista que ha estado a su lado en Dogtooth, Alps (2011), The Lobster y The Killing of a Sacred Deer.

Everybody´s looking for something

Los primeros segundos de la película y la presentación del título van musicalizados con "Sweet Dreams (Are Made of This)" de Eurythmics, un tema que hizo que el público presente en el estreno de la película en el pasado Festival de Cannes aplaudiera y acompañara entusiastamente el ritmo de la canción, solo para quedar repentinamente desconcertado por el corte abrupto que da lugar a la primera historia. La canción tiene una función específica a nivel narrativo, más allá de funcionar como un aliciente pop para las masas. Las letras de la canción de Eurythmics podrían servir de prólogo. El acompañamiento musical es un mero adorno prescindible.

“Everybody´s looking for something

Some of them want to use you

Some of them want to get used by you

Some of them want to abuse you

Some of them want to be abused”

Lanthimos propone una película sobre las relaciones de poder, y eso se resume a usar o ser usado, a abusar o ser abusado. Como dice la canción, todo el mundo busca algo. ¿Y qué es lo que se busca? Una prueba de amor. Expresarla o recibirla. Es  indiferente. Estas “gentilezas” que le dan nombre a la película son las que dan forma a las relaciones de poder más complejas.

En resumidas cuentas, una de las interpretaciones, y posiblemente la más obvia, es que recurrir a algún tipo de gentileza en busca de esta aprobación, o para darle forma a la mencionada prueba de amor, posiblemente dé lugar a una exposición que, teniendo en cuenta la naturaleza humana de agarrarle el codo a quien te extiende la mano, terminará dejando a una de las partes del vínculo en una posición de inferioridad.

Kind of Kindness - Festival de Cannes

Kind of Kindness - Festival de Cannes

Cada capítulo se presenta con un título: “The Death of R.M.F”; “R.M.F. is Flying”; y “R.M.F. Eats a Sandwich”, en ese orden. ¿Quién es R.M.F? Un personaje, el único que, por lo visto, aparece en cada una de las historias. Pero la realidad es que el personaje funciona como un elemento fuera de campo que ayuda a conectar las tres historias. El mismo Lanthimos ha expresado que el nombre no aplica a nada en particular. R.M.F cumple su función narrativa a pesar de su ausencia en pantalla.

Todos los capítulos están encabezados en mayor o menor medida por Jesse Plemons (quien se llevó el premio a mejor actor masculino en el Festival de Cannes) y por Emma Stone. Los personajes secundarios alternan, algunos de los actores aparecen en todos los capítulos, otros no, pero lo cierto es que todos logran encajar a la perfección en el universo de Lanthimos. Están Willem Dafoe, Margaret Qualley, Hong Chau, Mamoudou Athie, Joe Alwyn y Hunter Schafer.

La película es sólida en su unidad, y seguramente sea una película mucho más digna que la mayoría de los estrenos actuales, sin embargo, es posiblemente uno de los trabajos más tibios del griego.

Se siente un tanto apresurada, no técnicamente ni a nivel de presentación, sino a nivel de cocción. No es una película totalmente cruda, pero no sabe igual que el resto del menú. En la conferencia de prensa del Festival de Cannes (la cual, dicho sea de paso, fue bastante bochornosa y sin contenido dado que los actores estaban demasiado dispersos y los periodistas muy poco certeros con sus preguntas), Lanthimos y Stone comentaron que la película fue rodada mientras se realizaba la postproducción de Poor Things (lo cual explicaría la cercanía en fechas de estreno y también lo parcialmente trabajada que se siente Kinds of Kindness).

Donde más se expresa en el espectador esta indiferencia en comparación con sus anteriores películas, es en el hecho de que las historias propuestas en cada uno de los capítulos, las cuales se presentan casi como una excusa para hablar de un tema, resultan mucho más interesantes que el tratamiento final del tema, ya sea en cada una o a nivel global.

La primera historia, “The Death of R.M.F”, cuenta la historia de un empleado (Plemons) que vive y respira en base a instrucciones de su jefe (Dafoe), quien le indica qué debe comer, qué debe vestir y hasta con quién debe casarse. Un día, la indicación implica un accidente de tránsito. La propuesta es posiblemente la más atractiva de las tres y funciona muy bien por sí sola.

La segunda, “R.M.F is flying”, comienza con Daniel (Plemons), un hombre afligido por la desaparición de su esposa Liz (Stone). Pero cuando esta aparece, luego de meses desaparecida, en una isla desierta, Daniel teoriza sobre la posibilidad de que Liz sea en verdad un doppelgänger, dados los cambios de actitud y personalidad que presenta en relación a quién era antes de desaparecer. Es así como Daniel empezará a plantearle propuestas cada vez más extremas y cínicas a Liz.

Es en este segundo capítulo donde se hace transparente el principal recurso que el griego intenta aplicar en cada historia: la repetición. Como si el tema y el reparto no fueran suficientes, Lanthimos repite en ejecución y en elementos: en todos los capítulos habrán hospitales, accidentes, sexo, gemelos o clones, comida, y elementos siniestros que bien podrían hacer que esto fueran capítulos de alguna serie del estilo de The Twilight Zone (2019) o Night Gallery (1969).

Kind of Kindness - Festival de Cannes

Kind of Kindness - Festival de Cannes

El último capítulo, “R.M.F. eats a sándwich”, presenta a Plemons y Stone como dos miembros de un culto en un balneario que es liderado por Dafoe y Chau. Al igual que la anterior, esta resalta más por su universo que por su tratamiento.

A fin de cuentas, en Kinds of Kindness, Lanthimos ofrece una sátira que se siente como un experimento que aún no ha encontrado su equilibrio. La película, que debería ser una exploración aguda de las relaciones de poder y el absurdo humano, se queda en una tierra de nadie entre la brillantez y la mediocridad.

Los capítulos, aunque interesantes, parecen más bocetos que obras terminadas. Por un lado, el griego nos deja cuestionando hasta dónde llegan las personas en una relación de dependencia, pero por otro, no cuenta con la mordacidad afilada que ha caracterizado al resto de su filmografía, con la que es imposible no comparar la película por similitudes temáticas.

Kind of Kindness tiene su estreno en Uruguay planeado para el próximo 22 de agosto. Mientras tanto, casi todas las películas de Lanthimos pueden verse en streaming: Poor Things en Disney +, The Favourite también en Disney +, The Lobster en Netflix y The Killing of a Sacreed Deer en Max. A su vez, MUBI alberga tres de sus películas: Dogthoot, Kinetta y Alps. Aparte de uno de sus cortometrajes, Nimic.

Por Nicolás Medina
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