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Contenido creado por Federica Bordaberry
Cine
A los Óscar

"La sociedad de la nieve": su impacto en Argentina y el punto de vista de los actores

La película fue recientemente nominada a dos categorías de los Premios Óscar: Mejor Película Extranjera y Mejor Maquillaje y Peinado.

23.01.2024 13:05

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2024-01-23T13:05:00-03:00
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Por María Road

El 22 de diciembre de 1972, además de la sociedad uruguaya, millones de argentinos se mantenían en vilo después de conocer la noticia más impensada y el milagro más esperado: se encontraron dos sobrevivientes del accidente sufrido por el vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya en la Cordillera de los Andes. 

Un accidente que se había cobrado la vida de sus 40 pasajeros y 5 tripulantes. Al menos, así se dio por vencida la búsqueda de los restos del avión que duró más de 142 horas y finalizó el 21 de octubre de ese año.

No solo ellos se encontraban con vida, sino que otras 14 personas más habían sobrevivido al azote. Se trataba del pasaje de la muerte a la vida, de la desolación total a la mayor de las esperanzas.

La conmovedora historia fue homenajeada una y otra vez en el ámbito cultural, tanto en cine como teatro y literatura. Pero es el reciente estreno del largometraje “La Sociedad de La Nieve” de Juan Antonio Bayona (Lo Imposible (2012), El Orfanato (2007)) el despertar del asombro y la posibilidad de las nuevas generaciones en el país de conocer una hecho histórico de tal impacto.

Habiéndose nominado hoy mismo para dos categorías de los Premios Óscar (Mejor Película Extranjera y Mejor Maquillaje y Peinado), la película tuvo lugar en cines de todo Argentina. Pero fue a través de Netflix, la plataforma que la produjo, que batió récords de todo tipo y color. Actualmente, es la película número uno en Argentina en la plataforma.

En tan sólo diez días se posicionó en el top 10 de películas de habla no inglesa más vistas allí, con un total global de 51 millones de visualizaciones.

El cartel del film invade las calles de las principales ciudades argentinas. Hoy, los transeúntes del barrio porteño de Palermo se topan con un cartel que remite al versículo de Juan 15:13 que Numa Turcatti, protagonista de la narración de la película, había anotado en un papel como recordatorio a sus compañeros en su lecho de muerte.

El trabajo de Bayona volvió a colocar en el centro de la mesa a este caso que se convirtió en uno de los más conmovedores del continente, el cual tuvo lugar recurrente en los medios de comunicación y en el ámbito del entretenimiento, apareciendo en programas conocidos como los almuerzos de Mirtha Legrand o el show de Susana Giménez.

“En la montaña, ellos lograron conformar una sociedad basada en la solidaridad y el compañerismo. Para mí el mensaje que transmite la película es que la salida es colectiva, que nadie se salva solo”, afirma Valentino Alonso a LatidoBEAT, quien interpretó a Pancho Delgado en la película.

“Es un regalo ser parte de un proyecto como este. La repercusión que está teniendo la película confirma con creces que era necesario volver a contar esta historia (…) Me llegan muchos mensajes de personas que realmente se emocionaron con el trabajo que hicimos y esa es una linda recompensa porque nos entregamos completamente a filmar esta película y fue un proceso hermoso, pero también agotador”.

El auge de Internet como fuerza propulsora de la propagación de contenido hizo de las suyas en este lanzamiento. Un público mucho más joven comenta, sin cesar, en distintas redes sociales sus perspectivas sobre lo ocurrido.

“Ya cuando estábamos grabando, sabíamos que la película iba a generar mucho impacto. Se sentía en el aire. La historia es muy conocida aunque no tanto entre los más jóvenes, pero ahora con todas las plataformas sociales y de streaming era evidente que iba a explotar. Desde el día que se estrenó en Netflix que la gente no habla de otra cosa. Es impresionante”, comenta el uruguayo Federico Aznárez que representa a Enrique Platero en la cinta y, actualmente, vive en Buenos Aires.

“Me gusta ver que los jóvenes estén interesados en conocer un poco más de la historia. Creo que es un gran logro de parte de Jota Bayona como también de su gran equipo (…). El aprendizaje y reflexión que se puede obtener es ser agradecido del simple hecho de estar vivo, la unión del grupo fue la que los mantuvo siempre con fe. La frase ‘No hay amor más grande que el que da la vida por sus amigos’ creo que es muy fuerte y habla por sí sola”, expresa Lucas Mascareña, intérprete de Fernando “Flaco” Vázquez. 

Felipe González, actor de Carlitos Páez

Felipe González, actor de Carlitos Páez

Por su parte, Felipe González Otaño, quien encarna a Carlitos Páez, remarca: “Todo esto le está dando la razón a Bayona de que era necesario contar esta historia de nuevo. Era necesario que se cuente bien, de una forma en la que quienes la vivieron de cerca estén orgullosos. Eso es, para mí, el mayor orgullo”.

“Familias que estaban peleadas, viéndolo ahora con distancia, están pudiendo sanar y entender qué fue lo que pasó en esa montaña. Y actuar en algo que funciona como elemento sanador es lo más lindo. Los jóvenes se ven representados porque los que estamos en la pantalla somos jóvenes, no somos famosos de antes, somos gente común que, como dice Carlitos, esta historia es del ser humano común. La gente percibe al ver la película que, para salir adelante, hay que unirse, hay que estar atento al otro. Y si algo de eso que se ve en la película puede traspasar la pantalla y que la gente lo lleve para sus vidas, es increíble”, agrega.

“Ahora que me mudé a Buenos Aires veo que la historia no era tan comentada como en Uruguay donde, sí o sí, en algún momento de tu vida escuchás algo sobre ella. Pero ahora que se estrenó la película creo que no solo está despertando el interés de muchos jóvenes argentinos, sino el de personas en todas partes del mundo”, agrega Aznárez.

Este interés primero tuvo que atrapar por completo, primero, a los intérpretes. A pesar de su corta edad y, por ende lejanía a la vivencia en tiempo real o cercano del suceso, supieron meterse en la historia de forma impoluta con compromiso y conciencia total.

En algunos casos, hubo acercamientos a sus vidas, como es el caso de Aznárez. “Como todo uruguayo, es una historia que está muy presente. Sobre todo, en la generaciones más grandes, como la de mis padres. Mi padre tenía 10 años cuando se estrelló la avión y vivió la historia muy de cerca ya que su hermano mayor era conocido de varios de los chicos que subieron al avión. En casa estaban todos los libros y cada vez que alguien se quejaba por algo, mi padre nos hacía relatos sobre lo que tuvieron que soportar los chicos en los Andes. Después tuve una época, cuando vi Viven (1993) por primera vez, en la que me obsesioné. Leí los libros, miré los documentales, las entrevistas, conocía cada detalle”, dice.

Lucas Mascareña, actor de Fernando

Lucas Mascareña, actor de Fernando "Flaco" Vázquez

Felipe González también vivenció de manera cercana la tragedia. “Tres años antes de hacer el casting, estando de vacaciones en Punta del Este, en una misma semana arranqué a leer La sociedad de la nieve (Pablo Vierci, 2008) y fui a visitar Casapueblo. Siempre tuve la historia cerca. Desde chico mi madre me la contaba. Mi abuelo materno, Aitor Otaño, lo entrenó a Canessa en un seleccionado sudamericano de rugby. Mi madre sabía la historia, ella fue quien me dio el libro para que lo lea, que está firmado por Nando, en 2009. Y con Carlitos siempre sentí una conexión. El hecho de que sea el más chico de los sobrevivientes, todo lo que cuenta sobre que creció en la montaña, cómo esta historia lo hizo darse cuenta que era útil. Teniendo yo 17 cuando leía el libro, es cercano su relato a lo que uno atraviesa en esa edad en la que hay que tomar las decisiones para el futuro, sin saber bien qué es lo que uno quiere. Esa juventud del grupo, la unión, la importancia del grupo como fuerza motora fue siempre lo que más me estremeció”.

Por su parte, al respecto, Valentino Alonso recalca: “Conocía muy poco de la historia, solo los datos más superficiales. Es un relato fascinante porque dispara muchas reflexiones e interrogantes a nivel filosófico con el agregado de que contamos con muchos puntos de vista: cada sobreviviente tiene su visión de lo que ocurrió en la montaña. Lo que más me impactó de la historia fue su voluntad, su insistencia y convicción en seguir viviendo pese a todo. A medida que me iba adentrando más en la historia no podía dejar de sorprenderme por todo lo que pasaron”.

Encarnar este relato tan crudo no fue tarea fácil. Desde el respeto por la memoria de los fallecidos y sobrevivientes, hasta el entendimiento de presentar el suceso ante un nuevo público que precisa de un reflejo genuino de los hechos.

“El desafío era muy grande. Teníamos que estar a la altura de un proyecto enorme y de una historia muy poderosa. Pero no lo sentía a nivel individual, sino que estaba repartido entre todos nosotros, los actores, cada uno desde su lugar. La compañía de los demás actores fue clave para afrontarlo y también contábamos con un equipo de coaches actorales liderados por María Laura Berch que, junto con Bayona, nos fueron guiando para que diéramos lo máximo de cada uno y más. Tuvimos el lujo de ensayar los dos meses previos a filmar: ese período fue clave para consolidar al grupo y para que podamos apropiarnos de la historia, siempre con respeto y dedicación”, comenta Valentino Alonso.

Valentino Alonso, actor de Pancho Delgado

Valentino Alonso, actor de Pancho Delgado

Lucas Mascareña agrega: “Este proyecto fue uno de los desafíos más grandes que tuve que asumir en mi carrera actoral. Si bien mi momento fue de poco tiempo, lo sentí muy intenso y un gran desafío que tenía por delante. Los detalles y aspectos que más me estremecieron era saber que iba a ser parte de una película que relataba uno de los accidentes más famosos y que su noticia recorrió el mundo entero, además de que iba a tener que interpretar a una de esas 45 personas que subieron a ese trágico vuelo. Otra de las cosas que me involucró mucho más fue conocer a la hermana de mi personaje que falleció y que me vinieran a visitar junto con su hija al set de filmación, donde yo me encontraba realizando de su propio hermano. Viví un momento de muchas emociones al tenerla frente a frente y poder conversar con ella sobre la historia de cómo lo vivió, junto a su hermosa familia, donde hasta el día de hoy me reciben con las puertas abiertas”.

“Me sigue impactando la capacidad que tuvieron para soportar el dolor y los problemas. El choque del avión siempre me puso los pelos de punta; cuando me toco estar en el set, grabando esas escenas, no podía creer lo que estaba viviendo. Mi personaje, Enrique, quedó atrapado entre los asientos cuando estos se agruparon como un acordeón hacia adelante. Se clava un fierro entre el estómago y el esternón, y Gustavo Zerbino se lo arranca de un tirón. Lo vendaron con un par de camisetas y enseguida se puso a ayudar a los demás. Filmar eso fue una locura”, comenta Aznárez sobre cómo vivió adentrarse en su personaje.

“Cuando averiguaba información sobre mi personaje, todos los sobrevivientes coincidían en que Enrique Platero era un estoico. Que aguantaba el dolor sin quejarse. Me puse a leer sobre el estoicismo. No se puede controlar lo que pasa a nuestro alrededor pero sí lo que pensamos al respecto. Los estoicos se guían por la razón, aprenden a controlar sus emociones. Al final me di cuenta de que todos en la historia terminaron siendo estoicos. No les quedaba otra”, agrega.

Federico Aznárez, actor de Enrique Platero

Federico Aznárez, actor de Enrique Platero

Desde espectadores, hasta involucrados, se encuentran revolucionados por lo que La Sociedad de la Nieve está generando en tan poco tiempo. Detrás de los récords y la infinidad de contenido generándose en Internet, las vidas de estos jóvenes actores se encuentra tomando un giro de ante el reconocimiento por su labor.

“Esta película cambió la vida de todos los que tuvimos el honor de poder haber participado y dejado nuestro granito de arena en cada parte que nos tocó. Siempre supe que esta película iba a revolucionar todo, un poco por la gran historia, que mucha gente ya la conoce y sigue de hace bastante tiempo, pero además por otro lado. Al verla, genera algo interno que te hace querer involucrarte más y conocer más de la historia”, dice Mascareña.

“Es algo que quedará más claro con el tiempo, pero sin dudas es un antes y un después en mi vida. Ya por fuera de la repercusión, la experiencia que tuvimos realizando este proyecto es algo que te marca, que te cambia, que te hace crecer mucho. Desde un principio supe que a la peli le iba a ir bien, porque es una historia increíble contada por uno de los mejores directores del mundo, que busca la precisión en el más mínimo detalle. Lo que más me sorprende es el cómo de esta repercusión. Me sorprende todos los días. La gente está siendo muy atravesada y sigue hablando del tema con el pasar de los días. Siento que es el tema de conversación del momento. Me llegan unos mensajes de la gente que me llenan el corazón”, comenta González Otaño.

“Este proyecto me cambio la vida. Es mi primera película y una superproducción de Netflix. Lo que aprendí sobre cine, actuación y la vida misma no tiene nombre. Era como estar en una masterclass constante. Antes de grabar la peli yo estaba en Uruguay, había vuelto hacía poco de vivir en Barcelona durante unos 4 años, en los que hice mi formación como actor, entre otras cosas. Volví expulsado por la pandemia. Estaba medio perdido, viendo qué hacer. Nunca me imaginé que tendría una oportunidad como esta en Uruguay. Cuando me llamaron para confirmarme los detalles del rodaje y me dijeron que tenía que viajar a Barcelona no lo podía creer. Un año después de irme, volvía a hacerme unas pruebas de vestuario para grabar una película de Juan Antonio Bayona. Mis compas de clase no lo podían creer, yo no lo podía creer. Ahora que salió la peli me doy cuenta de lo increíble que es ser parte de esta historia, de haber tenido la experiencia de grabar una película así. Es muy movilizante”, confirma, por su parte, Aznárez.

Foto: @vivesquim

Foto: @vivesquim

“Todo es posible si hay un grupo unido y hay amor. Si hay humor. Si se aprende a compartir, a hacer sin pedir nada a cambio. A dar la mejor versión de uno mismo. Ver a los chicos entrar en sus personajes y aguantar la dieta y el frio era inspirador, motivante. Se necesita una motivación para salir adelante. Algo a lo que aferrarse. Todos lo tenemos, solo hay que encontrarlo. En nuestro caso fue hacer lo mejor que podíamos. Dar lo mejor para hacerle honor a nuestros personajes”, concluye Aznárez.

Por María Road