Documento sin título
Contenido creado por Federica Bordaberry
Teatro
Cantera de mitos

"La vis cómica" de Kartún continúa siendo rioplatense, pero desde el lado uruguayo

La Gaviota presenta la última obra del argentino Mauricio Kartún en el Teatro Stella D’Italia, con una mirada inevitablemente uruguaya.

31.10.2023 13:52

Lectura: 9'

2023-10-31T13:52:00-03:00
Compartir en

Por Federica Bordaberry

Una compañía teatral que viene de España se instala en el Buenos Aires de la época del Virreinato. Integran ese grupo un mal comediante, su esposa, un dramaturgo sometido y su perro. Buscan plazas dónde actuar.

Encuentran, en cambio, un puerto decadente. Un puerto (y un pueblo) con hambre, corrupción y la imposibilidad de hacer arte sin someterse al poderoso de turno. Es una historia que, lógicamente, podría ser de Cervantes.

Sin embargo, es “La vis cómica”, una obra que escribió uno de los creadores teatrales más importantes de la actualidad. Es de Mauricio Kartún (1946), argentino, maestro de dramaturgia. El mismo que casi siempre tiene una o más de sus obras siendo representadas. El que se presentó hace poco en el Teatro Solís, en el contexto de la producción del Macondo de la Comedia Nacional, para dar una charla. El que, también en el Solís, dirigió su obra.

El que, en una entrevista con Infobae, respondió a la pregunta de si los clásicos son el futuro, lo siguiente:

Los clásicos son una cantera de mitos; por algo han sobrevivido. El clásico sobrevive porque construye un relato que sigue expresando a la humanidad a pesar del paso del tiempo. Buena parte de "La vis cómica" tiene que ver con el Quijote, porque el personaje de Angulo el Malo —que yo lo tomo originalmente de Las novelas ejemplares— también está el Quijote. Creo que eso es lo que más me entusiasmó. El hecho de que un autor tome dos veces a un personaje aparentemente ficticio, que luego descubrí que no lo era, hablaba en principio de su gusto. Y me parece también que me interesó por la ironía de construir a un cómico al que llaman “el Malo” en comparación con otro, que era “el Bueno”.

Este año llegó a Uruguay "La vis cómica" desde los ojos de su autor, un argentino, pero también llegó (y sigue llegando) desde los ojos del director y actor uruguayo, Sebastián Silvera Perdomo, integrante de La Gaviota desde 2014.

El sábado 21 de octubre la Institución Teatral La Gaviota estrenó “La vis cómica”, ya ganadora de cinco premios ACE en Argentina. Al elenco lo componen intérpretes como Walter Rey, Virginia Méndez, Carlos Sorriba y Daniel Plada.

Entonces, es ese texto de carácter rioplatense, pero con los ojos de un elenco, un director y un equipo técnico uruguayo. Quizá, “el lado b”.

Continúan las funciones durante los domingos 5, 12 y 19 de noviembre en el Teatro Stella D’Italia. La venta de entradas es a través de RedTickets y en boletería de la sala.

¿Cómo llega esta obra a ti?

El año pasado, cuando estábamos viendo la programación de este año, ya teníamos varios títulos y nos quedaba una como para cerrar el año, la frutilla de la torta. Pensamos: Mauricio Kartún. Es un autor que me parece fantástico. En una época, yo me acuerdo que había estado con mi maestro y el director de Chau Misterix (lo primero que hice a nivel profesional) que era Carlitos Aguilera.

Estuvimos en la casa de Mauricio en Buenos Aires y quedó un contacto con él. Le escribí y le dije que estábamos con ganas de hacer una obra tuya y me mandó dos títulos. Me mandó “La vis cómica” y “Terrenal”. Las leí las dos y me parecieron maravillosas las dos, pero "La vis cómica" me ganó por toda esa herencia que trae.

Tiene mucho que ver con el Río de La Plata, tiene mucho que ver con nuestros comienzos, tiene que ver con lo que es el teatro en sí. Esa metateatralidad que tiene la obra… y cómo está jugada. Rompe las convenciones teatrales en todo momento. Así fue que llegó "La vis cómica", a La Gaviota.

Foto: Reinaldo Altamirano

Foto: Reinaldo Altamirano

¿Por qué esta obra? En parte, es porque es una de las que te mandó Kartún, pero también hay otras razones por las que uno decide hacer una obra.

Me mandó esas dos y me gustaron las dos. “Terrenal” es espectacular, también. Pero esta me gustó mucho porque la visualicé plásticamente. Me gustó todo el tema de los personajes. Está muy vinculada, también, a nuestro ámbito, a nuestro medio, que es el teatro. Es sobre una compañía teatral que viene de España al Río de La Plata, pero en la época del Virreinato, donde acá no había nada. Tiene mucha crítica social.

Constantemente está rompiendo la cuarta pared. Hay un personaje que es el perro de Isidoro, el dramaturgo, que se llama Verganza, que está constantemente hablando con el público y explicando lo que se hace, lo que no se hace. Es brutal. Es como una especie de fusión, un híbrido entre lo que puede ser Cervantes y el sainete criollo, que es un género que nació acá en el Río de La Plata.

Me ganó por ese lado y me gusta el contenido, lo que dice, la dinámica de la obra porque dice cosas importantísimas y fuertes, pero desde cierto lugar porque la ironía está presente en toda la obra.

La historia está vinculada a una compañía teatral, española, que viene al Buenos Aires del Virreinato. Esas son situaciones que siempre nos contaron en los libros de historia. ¿Cómo puede ese contexto tan lejano conmover a un público que existe en un Uruguay en 2023?

Aparte de todo lo histórico, también hay una cosa de idiosincracia de los pueblos. Cuando vos lo trasladas a la obra, tiene mucho que ver con el vínculo del arte con el poder, con qué pasa cuando esas dos cosas se mezclan y hasta dónde llega uno para triunfar en la vida, qué hipoteca o a quien aplasta, o cómo se maneja. Lo trasladamos en el tiempo y es una visión de cómo surgimos como pueblo. Me refiero al Río de La Plata, Uruguay y Argentina. De una visión de que seguimos siendo esos personajes, de alguna manera, como sociedad.

Foto: Reinaldo Altamirano

Foto: Reinaldo Altamirano

¿Sería una herencia social que se mantiene hasta hoy?

Sí, brutal. Hay un parlamento maravilloso que dice que en ese río hay más corrupción que zabalos, es terrible. Prendemos la tele hoy en día y…

Hay muchos recursos en el teatro para hacer comedia. También, muchos tipos de comedia. ¿De dónde viene la comedia en esta obra? ¿En dónde se ve?

Una de las cosas que pensé cuando tenía este texto, porque una cosa es leerlo, otra cosa es llevarlo a la materialidad, fue: ¿con quién lo hacemos y cómo? Eso es fundamental, el equipo. Los que están arriba son fundamentales. El año pasado el teatro El Galpón me invitó para participar de Hamlet Studio y, en el elenco, estaba Walter Rey. De charla de camarín con el maestro surgió hacer algo. Apareció “La vis cómica” y automáticamente pensé en él.

En el elenco está otra grande para mí, Virginia Méndez. Otro, que es Carlos Sorriba, compañero de La Gaviota. Con quien venimos trabajando hace muchísimo tiempo es con Daniel Plada. Ese equipazo, arriba del escenario, le da vida a esta obra que es una obra hermosa, pero muy difícil de llevar a escena por lo despojada que es y lo que el autor plantea.

Eso también recontra sostenido por toda la parte técnica que tenemos. Un montón de gente tenemos laburando atrás, es algo increíble. Como es una obra de texto muy vinculada a Cervantes, se tenía que trabajar desde un lugar donde el ritmo tenía que ser protagonista de las situaciones. Logramos mantener un ritmo, logramos mantener un espacio lindo, situaciones, eso está muy bien. Son actores y una actriz con mucha trayectoria. Eso, obviamente, se nota arriba de las tablas, el laburo que hacen. Los cuatro tienen una veta cómica importante. Entonces, la elección del elenco fue donde, en términos futboleros, la clavamos al ángulo.

Gran parte de la comedia del asunto, entonces, ¿se da por las actuaciones de los personajes?

Por un lado tenemos las actuaciones, que son maravillosas, y por otro lado tenemos un texto brutal, lleno de guiños hacia la platea que es una delicia. Es como un tsunami de chistes, uno atrás del otro, es algo increíble.

Foto: Reinaldo Altamirano

Foto: Reinaldo Altamirano

¿Qué desafíos te presentó a ti como director? Los textos de Kartún son súper intensos.

Sí, son intensos. Acá hay una mezcla entre Kartún y Cervantes. Es como un monstruito de varias cabezas. El desafío, por un momento, fue cómo encaro este texto que no es un texto menor, viene de los clásicos españoles y de la mano de un referente de Sudamérica, como es Kartún. Otra cosa era que él la había a la obra y había sido un éxito.

Ahí hay como cierta presión, hasta que empezás a trabajar. Lo que sí tenía clarísimo es que esta obra necesitaba un ritmo importante. Son cinco actos y hay que mantener esa vara siempre arriba, que lleva un desgaste físico importante. Pero creo que a través del intercambio, de la metodología con la que trabajamos, me parece que rindió mucho el tema de la lectura dramatizada como para encontrar los subtextos de la obra, que tiene un montón, y para encontrar la fluidez de ese texto que, si lo dormís, puede llegar a ser contraproducente.

Foto: Reinaldo Altamirano

Foto: Reinaldo Altamirano

La obra se hizo por el propio Kartún en Uruguay, este año. ¿En qué sentís que te diferenciás en la dirección con él?

El año pasado, cuando me decidí por hacerla, hablé con Mauricio, le comenté que yo justo iba a Buenos Aires a ver si nos podíamos juntar a tomar un café, a charlar un poco sobre la obra y justo cuando voy le había surgido una clase y me dejó una invitación para ver "La vis cómica". La fui a ver y me encantó. Tiene una puesta muy despojada y tiene su propio estilo, también muy de argentina. A mí había cosas que me encantaban y otras que no tanto. Tratamos acá de hacer algo diferente.

Después él estuvo acá en el Solís con "La vis cómica". Ahora nos pasó que estrenamos e hicimos dos funciones, y que gente que vino a ver "La vis cómica" de La Gaviota y vio la de Kartún dice que son diferentes. Es diferente. Las actuaciones, más allá de que es el mismo texto, hacen que sea otra versión. Una versión muy rioplatense, pero desde otro lado.

Por Federica Bordaberry