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Literatura
Volver de la bruma

“Las criaturas del pantano”: una reconstrucción musical a partir de un casete perdido

Nelson Barceló, autor del libro, repasa la investigación que realizó para llegar a escribir sobre la escena musical de los años 90.

16.01.2025 14:58

Lectura: 17'

2025-01-16T14:58:00-03:00
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Por Gerónimo Pose | @geronimo.pose

Las criaturas del pantano fue un casete. Una ensalada de seis bandas que por los años noventa sonaban en Montevideo. En un momento bastante particular, en el que primaba el gusto por la distorsión y la generación pasada de rock post dictadura estaba mermando. Chicos Eléctricos, Neanderthal, Buenos Muchachos, Trotsky Vengarán, La Hermana Menor y Cadáveres Ilustres.

Con la anuencia de Ángel Atienza y Gerardo Michelin se materializó este compilado que hoy en día no se encuentra ni en plataformas ni en formato físico, salvo para aquellos aventureros que quieran hacerse de uno en la famosa tienda online amarilla donde se puede adquirir uno por unos 100 dólares. Solo salió en casete. Quizás por complicaciones económicas jamás se editó en CD. En la actualidad, varias de las bandas que formaron parte de ese compilado son reconocidas y distan mucho de ese sonido primigenio.

Nelson Barceló se dispuso a contar la historia de este casete —un tanto maldito— que se presentó en Amarillo ante la bizarra presencia de Eduardo Galeano, entre otros. Con prólogos, imágenes y material inédito, luego cobró aún más vida en una exposición realizada en el Museo Gurvich, a modo de presentación del libro.

Amparado en las leyes no escritas de la biografía coral, Barceló entrevista a los protagonistas, a periodistas, personalidades contemporáneas y otras no tanto. Revisitando a una generación de la cual particularmente no hay demasiado escrito, como la de los 80, por ejemplo. Bandas que formaron parte de un imaginario generacional y colectivo, que se desmarcaron de su predecesores y constituyen un periodo histórico musical al que vale la pena revisitar.

Las criaturas del pantano 

Las criaturas del pantano 

Nelson Barceló (N.B.): Y te decían que sí, que era en serio. Esto fue en el 99. Igual Chicos Eléctricos volvió a tocar una noche cuando cerró Perdidos. Fue la última vez que tocó Chicos Eléctricos realmente. Y me acuerdo que estaba Andy Adler, y de un show que habría sido más de media hora que tocaban ellos, Los Buenos Muchachos. Y posiblemente haya una banda más que tocó esa noche. Pero no me quiero confundir.

No le funcionaba la guitarra a Andy. Entonces empezó, no sé por qué había llevado una pistola de agua, a tirarle con la pistola de agua a la gente mientras tocaba. O sea, varios minutos. Y lo único que podía hacer era eso arriba del escenario. Esa fue la última vez que tocaron. El suicidio de Chicos Eléctricos. Yo hice una nota para Brecha después. Y puse, después, tipo 10 años, que le había titulado en función de ese correo.

A 10 años del suicidio, "Los Chicos Eléctricos a 10 años del suicidio". Que lo cambiaron.

Sí, sí, a autoinmolación. Estuvo bien, sí. En realidad, es como fuerte siempre la palabra suicidio, son cosas que se dicen con un susurro en un pasillo. Y me acuerdo de ese show que estaba, que lo más triste fue que después fueron, lo afanaron al dueño de Perdidos y se llevaron toda la recaudación de esa noche.

El dueño que era un alemán.

Tomás y Karen eran la pareja. Karen era uruguaya y Tomás alemán. En una época hubo dos etapas de Perdidos. Una etapa que era súper ortodoxa. Boliche de mitad de los 90 en Uruguay, tocaba Exilio Psíquico. No había lugar como para la distorsión. Ni para que toquen bandas grandes. Ni para que toquen bandas como estas del Pantano. Y después cuando agarran ellos, Tomás y Karen. Cambia muchísimo la dinámica. Y empiezan a tocar bandas de rock.

Además ellos le pagaban bien a los músicos. Eso decía Dalton en Rengos con Nike (Estuario, 2014), que Perdidos era uno de los bares en los cuales les salía más rentable tocar porque les pagaban mejor.

Y aparte llenaban, creo que en un momento tuvieron el récord de la barra de venta de alcohol.

Volviendo a las criaturas en sí, ¿cómo es que llegó a vos ese famoso casete?

La primera vez que lo vi fue en una disquería del centro que se llama Rarities. Y me pareció rara la portada, que era como la banda sonora de una película, y una película uruguaya en el 94, El Dirigible. Pero no era muy habitual, o las de Ricardo Islas. Pero no era muy habitual que hubiese cine uruguayo. Me llamó la atención eso. Había visto un video de Trotsky en Ruta 66 del programa de Carbone. Pero no, era muy incipiente. Trotsky había arrancado hacía nada. Chicos Eléctricos tampoco había arrancado hacía tanto. Pero se habían movido en el band Explosion y tocaban muchísimo. O sea, te enterabas que existían. Porque Acción Solidaria toca Chicos Eléctricos con Karibe con K. Estaban en todos lados. Era imposible no verlos. Y lo primero que encontré fue eso.

No lo escuché en el momento. Creo que fue después, en Alfa, que era la radio que hacía la promoción del casete. Había también un programa que lo hacía Figares. Que se llamaba "Montevideo Me Mata". Y en ese programa me acuerdo haber escuchado música de ese casete y que me llamó la atención, porque eran bandas que cantaban en inglés, que tenían una historia ahí con la distorsión, más llamativa que la que uno está acostumbrado al rock uruguayo. Tenía un sonido como muy opaco, para el canon del momento que era mucho más limpio.

En general, el sonido de las bandas, eso y el nombre, fueron como particularidades concretas que me llamaron la atención. Y después fui escuchando en casas de amigos porque algunos lo tenían copiado, o alguno lo tenía original. Pero hasta que me aboqué a escribir acerca de eso, no tuve más información. Y todo lo que supe fue a partir de esta investigación.

Afiche del show

Afiche del show

Vos lo usaste como motor para escribir sobre una generación, que es la generación de los 90 y no es tan visitada como la generación de los 80.

Claro, y ni como la segunda parte de los 90. O sea, yo me detengo entre el 90 y el 94, 95. En el 95 hay un quiebre muy notable en cuanto a qué bandas empiezan a ocupar un lugar de las emergentes, cuáles tienen una llegada, una masividad bastante inmediata. En esa segunda mitad de los 90 hubo bandas con otra visibilidad, suplementos diarios, programas de televisión. Tanto los de Carbone como los de Los Tontos, había como una apuesta desde ese lugar. El diario El Día tenía un suplemento de rock, "El Día Pop" se llamaba. Tenías Últimas Noticias, que si bien era el diario de la secta Moon, sacaba los miércoles un suplemento que se llamaba "Rock de Primera". También lo sacaba Carbone. Entonces había una cobertura. "Sábado Show" también le daba importancia a lo que pasaba en el rock de los 80.

Después se cayó todo eso. Empezaron a separarse aquellas bandas: Traidores, Tontos, Estómagos. Genera como un hiato de algunos años, donde no hay mucha atención al rock. Y creo que es algo que decía el Tussi, que se había pinchado el globo y que a nadie le interesa jugar con un globo pinchado. Y cuando llegan estas bandas de la segunda parte, de los 90, coincide también con lo alternativo. En algún momento se veía al Peyote tocando con Cypress Hill, ponele, en Buenos Aires, del 90 al 94 y con una postura más iconoclasta. La Vela Puerca invitaba a cantar a Tabaré Rivero.

La Trampa invitaba al Darno, a Dino...

En cambio ellos eran más cerrados. Y no te ibas a ver a Gabriel Peluffo cantando con Los Buenos. O a Renzo Teflón con los Chicos Eléctricos. Eran cruzas que no sucedían. Era algo muy concentrado en ellos.

Y, hoy en día, es una odisea encontrar material de los Chicos Eléctricos en plataformas, no hay. 

Es que no hay. Sí hay algunas cosas...

El alcohol se puede llegar a conseguir.

Podés conseguirlo porque Marcos Motosierra lo ripió y se tomó el trabajo de subirlo. Ahora, oficialmente, Chicos Eléctricos no tienen nada salvo la versión del tema de los Mockers, que está en el vinilo de los Mockers, pero entras a Spotify y no hay Chicos Eléctricos. Tampoco Neanderthal, ni los primeros casetes de Cadáveres Ilustres, lo más reciente si lo tienen subido. Uno de los pocos que digitalizó su material fue Barbieri, que digitalizó varios temas de los Chicos y los subió a su canal al igual que la versión de los Mockers.

Y creo que, una de las consecuencias positivas del libro, fue que me he enterado que hay una intención  de algunos sellos, de hacer algo con ese material. Que tiene que pasar, porque generó esa inquietud. Era algo que lamentablemente no había pasado. Es un casete de hace 30 años, y nunca hubo una inquietud por compartirlo en plataformas, está bueno. También me ha pasado que músicos de banda me mandaron la digitalización reciente de ensayos de aquella época, que se los pusieron a buscar a partir del libro, creo que un poco lo redimensionaron a su banda.

Hay bandas que no tienen siquiera una versión en alta de sus discos. Me pasó cuando fue la presentación en el Gurvich, de la exposición, de escribirles a varias bandas preguntándoles si tenían ese material porque no lo quería descargar de YouTube. Y te digo que ninguno de los integrantes de algunas bandas tenían eso en digital.

Los Chicos Eléctricos

Los Chicos Eléctricos

Vos hablabas de una especie de desinterés por parte de esos grupos, que cuando salió el casete les entregaron 20 o 30 copias para cada banda. Y hoy en día no saben dónde están.

No las tienen.

Es como el soldado que va a la guerra y tira las medallas al canal.

"Si hablás con aquel, preguntale a ver si tiene mi casete", ¿entendés? "Pero preguntale vos, yo no me hablo". Tenés ese tipo de situaciones.

La estructura es un poco particular, desde la elección de los prólogos mismo: en el inicio aparece Santacreu, después Patricia Turnes en el capítulo de La Hermana Menor. Es como una especie de biografía coral. ¿Te parecía que era la mejor forma de encarar ese tema? 

Yo tenía 16 años, no puedo hablar. Y no tenía intimidad con todas las bandas. O sea, de esas bandas ponele que hay tres con las que si había tratado, pero con las otras tres no. Me pareció mejor que lo contaran los protagonistas. Y a la vez, estamos hablando de gente que tiene que hacer memoria. Y ahí está el recuerdo de este que es opuesto al recuerdo de este otro. No me voy a jugar a una versión en un contexto así, preferí que hablaran ellos.

Y en cuanto a los prólogos, lo que me pasó fue que tenía gente a lo largo de la vida que había conocido. A María José Santacreu la conozco de la época que estaba de editora de la parte de cultura en Brecha. Y creo que María José, para mí, es de las periodistas más interesantes que tiene este país desde hace muchísimo, y te puede hablar de una señalización del tránsito a la vuelta de la casa de los viejos, o de una película, o de un disco, y a todo me parece que le aporta un nivel de lucidez que no encuentro generalmente. En el caso de Patricia, sabía de ella y que en distintos momentos de su vida había estado copada con La Hermana Menor. Manuel Nieto, que también aparece en uno de los prólogos, sabía que le gustaba especialmente Buenos Muchachos, incluso en las películas de él hay un lugar para la psicodelia. En La Perrera (2006) digo, en el momento de los hongos sobre el final. Y para mi es como de lo mejor que fue filmado con cabeza lisérgica en este país, el momento del pegue de hongos en La Perrera. Me acuerdo que Buenos Muchachos en ese momento era esa psicodelia, esa cosa, esa estructura circular y yo dije, "quiero que lo cuente él", me interesaba saberlo. Y además.

Siento admiración, por cómo escriben, por todas las personas que aparecen. Y, por un lado, en algunos casos tenías la interna de esas bandas, como Jorge Bonomi sobre Cadáveres Ilustres. Patricia y su historia, esa mirada de cómo era en el 94. No enterarte, "oh, mirá, se murió. ¿Cómo te enteraste?", ese tipo de situaciones. Era muy difícil, tenías que estar curioso, tenías que hacer alguna pesquisa. Lo sentí como algo muy generacional.  Mariana Mactas también, con la interna de Neanderthal. O sea, Mariana la conocía por sus trabajos, pero yo no sabía que estaba involucrada con estas bandas en aquel momento. Y después es la persona por la cual Eduardo Galeano termina viendo el show de las criaturas del Pantano. Es ese tipo de cosas que decís, "pá, esto es un delirio", es un delirio elegir así seis bandas para hacer una ensalada.

Buenos Muchachos

Buenos Muchachos

Había salido solo en casete, no salió en CD, y había sido una decisión de dos personas. ¿Quiénes son los que estaban detrás de ese casete?

Son Gerardo Michelin, la producción artística, y Ángel Atienza, que hizo todo el background para ediciones, editaba casetes, y eso para mí fue como algo súper interesante. Parte de la curiosidad inicial se satisfizo entendiendo cómo lo había pensado. En ese momento había una tendencia que pasaba en Granada, en Seattle, en Manchester, hacia el ruido como parte de la música y no como un defecto de la amplificación.

Y grupos como Neanderthal, Buenos Muchachos, Chicos Eléctricos, lo usaban de una manera psicodélica en algunos casos, buscando el trance como los Stooges, en algún momento. Buscando, a partir de la repetición, un determinado cuelgue, algo hipnótico, y Michelin entendió eso. Había hablado con la gente de Zona de Obras, en España, para incluirlo en un compilado que yo tengo, que se llama Rojaijú, que es un compilado que tiene años.

Es un compilado dedicado al amor, por parte de la revista Zona de Obras, y está buenísimo, lo tengo y tiene temas de Suárez, Pequeña Orquesta Reincidentes, tiene "Años", de Calamaro y Luca, tiene el tema de Chicos Eléctricos, ¿Qué fue que le pidió Michelín? Que graben ellos. Bueno, y lo que hizo Michelín fue estar atento a cuál era la tendencia musical y cómo hacer, si no iban a vender su disco, para llegar a hacerlo viable. Y está eso,  "hago 500 casetes. ¿Cuánta gente entra a Amarillo? 500 personas", una entrada por casete y a partir de ahí la barra se va a mover. Entonces, Amarillo, que además es un lugar al que le va a servir, le gusta ese tipo de propuestas disruptivas, le va a dar cierta acogida.

¿Vos qué sentís que la generación de los 90 exploró a diferencia de la generación de los 80? Más allá de los contextos sociopolíticos que ya conocemos.

Creo que hubo un cambio de eje para esa generación. No miraron a Inglaterra, ni a España. Miraron a Nueva York y terminaron por un camino que, como dice Dalton, "I Wanna Be Your Dog" es el "Zamba para mi esperanza" para nosotros. Y creo que tuvo que ver mucho Andy Adler ahí, creo que el gusto de Andy incidió especialmente para que varias de esas bandas arrancaran para ahí.

Era un momento super postmoderno respecto a esa heterogeneidad de estilos. Lo que pasó fue que agarraron para otro lado, se encontraron con los Pixies, con un tipo de música que no conocían hasta entonces y enfilaron hacia ahí. Hay un quiebre musical y ellos se intentaron distanciar de esa generación de los 80, consciente o inconsciente. Nico Barcia le decía a Andy que no le interesaba que escribiera con qué bandas había tocado de los 80 en su curriculum, no le sumaba sino que le restaba. Había un espíritu de época, una sintonía generacional.

El libro está dedicado al Tussi y a Andy, entre otros. Incluso en el libro hay una carta que Andy te mandó a vos. También accediste a mucho material de Andy.

Mucho, mucho de eso se llegó a ver en la exposición en el Gurvich. Tenías desde denuncias por ruidos molestos de vecinos de Andy, hasta un texto que escribió el primero de enero del año 1990 que me pareció simbólico y lo incluí. La letra de "Querido vivido", un tema inédito. Sucedió algo extraño en la exposición y es que un seguridad me contó, cuando fui a buscar las cosa,s que un pibe se había puesto delante y empezó a cantar la letra a los gritos y tuvieron que llamar al orden. Él sufrió mucho la falta de reconocimiento a su trayectoria.

La Hermana Menor

La Hermana Menor

Parte de toda esa generación fue culpa de él.

Sí, Guillermo Peluffo lo dice. Destaca a Andy y eso que no eran personas que habían tratado tanto. Fue el mentor de muchos. Armaba una banda de la nada con un artista plástico, un poeta y un batero y tocaban en Juntacadáveres. Armaban una performance con un actor que estaba todo atado, entraba Andy fumando a escena, el actor decía algo y ellos empezaban a tocar mientras uno pintaba al lado. Todo eso lo trajo seguramente del CBGB.

Traía todo ese caudal de información

Y los equipos de Juntacadáveres. Él vivía ahí en un momento, se encargaba de amplificar los toques los viernes, sábados y algún domingo. Lo ves hasta hoy, el disco de versiones de Andy termina siendo un esfuerzo que hace Ángel Atienza con amigos de Andy para editarlo en vinilo. Sin ambición de sacarle guita, solo para que eso exista.

A él le dolía la falta de valorización de su música. Muchas veces hubo, yo creo, temas de autoboicot con estas bandas. Como cuando Barcia le decía a Pedro, "che, ¿cuándo van a sacar un disco?, ¿están esperando a hacer una obra maestra?". Arrancaron los Buenos en el 91 y Nunca Fui Yo salió en el 96, cinco años me parece mucho.

Hablábamos del desinterés, por ejemplo, con el tema del casete, ¿decís que hay un tema de autoboicot entonces también?

Por sus propios casetes, no solo el de las criaturas, los propios, no tenerlos en digital. Es parte de eso. Por esto mismo que hablamos recuerdo que aquella última vez que hablé con Tussi, cuando lo invité a tocar temas de Lou Reed en el Club del Pan, le pregunté si tenía una versión mejorada del primer disco inédito de La Hermana Menor y me comentó que ni siquiera guardaba sus discos siguientes y oficiales. Creo que está bueno que, a partir del libro, empezó a haber un ánimo por digitalizar mucho material que andaba suelto, perdido.

Mi intención con la muestra, por ejemplo, fue la de compartir cosas que de repente me parecen interesantes. Fueron dos años de trabajo, pero cuando salió el libro me empezó a caer más material que el que tenía. Magdalena Raineri por la parte de Andy, las bandas mismo entonces tenía todo eso y quería compartirlo. Sé que hay otra gente que puede disfrutarlo. También era fundamental poner en valor patrimonio musical de este país.