Documento sin título
Contenido creado por Federica Bordaberry
Música
De su pluma

275 respuestas después: los Red Hand Files de Nick Cave que espejan el dolor humano

El músico australiano continúa con su proyecto digital donde responde a preguntas de personas que le escriben de todo el mundo.

05.03.2024 16:08

Lectura: 11'

2024-03-05T16:08:00-03:00
Compartir en

La primera pregunta de todas, la que estrenó los Red Hand Files en setiembre de 2018, fue esta:

Me encantaría saber cómo te sientes ahora con respecto a tu escritura. ¿Se volvió más fácil después de lo que parecía ser todo un desafío en torno a “Skeleton Tree”? (Creo recordar que dijiste en “One More Time with Feeling” que perdiste el control sobre la escritura de letras por un tiempo). ¿Sientes que estás cambiando ahora como compositor, quizás a la luz de la fuerte comunión con los fans? ¿Cómo es el proceso ahora?

JAKUB, LÓDZ, POLONIA

Nick Cave en el Teatro de Verano, Montevideo. 8 de octubre de 2018.

Nick Cave en el Teatro de Verano, Montevideo. 8 de octubre de 2018.

Allí, Nick Cave, el músico australiano hoy líder de Nick Cave y los Bad Seeds, y de un proyecto solista junto a Warren Ellis llamado Carnage, responde:

Estimado Jakub,

La buena noticia es que durante el último año me he sentido intensamente conectado con mi escritura. Definitivamente algo ha cambiado y he escrito muchas cosas nuevas. No puedo decirte qué alivio es esto. Estoy escribiendo mucho más y, en mi opinión, es fuerte y centrado. Pero tienes razón, durante un año había sido difícil aprender a escribir, porque el centro se había derrumbado y Susie y yo habíamos sido arrojados a los confines de nuestras vidas. Éramos una especie de forasteros flotando en el espacio profundo.

¿Pero qué se había derrumbado? ¿Qué está en el centro de nuestras vidas? En el caso de un artista (y quizás sea igual para todos) diría que es una sensación de asombro. Las personas creativas en general tienen una marcada propensión a maravillarse. Un gran trauma puede privarnos de esto: la capacidad de sentirnos impresionados por las cosas. Todo pierde su brillo y parece fuera de nuestro alcance. Estábamos sobreviviendo, pero sobrevivíamos en el exilio en el perímetro de nuestras vidas, mucho más allá de cualquier cosa que importara.

Entonces, ¿cómo volvemos a nuestras vidas –al asombro por la existencia– y recuperamos una sensación de asombro? Bueno, para mí tenía algo que ver con el trabajo, pero también con la comunidad. Trabajo y comunidad. En cierto modo me di cuenta de que el trabajo era la clave para volver a mi vida, pero también me di cuenta de que no estaba solo en mi dolor y que muchos de ustedes, de una forma u otra, estaban sufriendo sus propias penas, sus propios dolores. Sentí esto en nuestras presentaciones en vivo. Sentí muy intensamente que una sensación de sufrimiento era el tejido conectivo que nos mantenía a todos juntos. Fueron estas dos cosas (comunidad y trabajo) las que nos mostraron a Susie y a mí un camino a seguir. El trabajo se convirtió en el salvavidas que nos arrojaron mientras flotábamos perdidos en el narcisismo y el ensimismamiento. ¡También quedó muy claro para ambos que no estábamos solos! Pudimos ver que había muchos otros ahí fuera, flotando en la oscuridad, fuera de sus vidas. Parecía estar en todas partes donde mirábamos: personas en busca de significado y asombro.

Todos necesitábamos volver a un estado de asombro. Mi manera era escribirme allí. Me senté y escribí y escribí, y al hacerlo encontré un camino de regreso, o al menos un camino a través del velo del dolor, al otro lado. Sentí con mucha fuerza que el sufrimiento comunitario y nuestra capacidad de trascenderlo era lo que nos mantenía unidos. No se trataba de una visión pesimista del mundo, sino todo lo contrario. Quedó claro que como seres humanos tenemos enormes capacidades que nos permiten superar nuestro sufrimiento: que estamos programados para la trascendencia. Esta fue una comprensión profunda que cambió la naturaleza de nuestra relación con todo.

Para responder a tu pregunta sobre si la escritura lírica ha cambiado, diría que ha cambiado fundamentalmente. He encontrado una manera de escribir más allá del trauma, de manera auténtica, que aborda todo tipo de temas, pero sin darle la espalda al tema de la muerte de mi hijo. Descubrí que con algo de práctica la imaginación podía impulsarse más allá de lo personal hacia un estado de asombro. Al hacerlo, el color volvió a las cosas con una intensidad renovada y el mundo parecía claro, brillante y nuevo. Así que estoy muy feliz por esto. Se siente bien volver a tener un cuaderno lleno de palabras.

Aquí hay una letra, llamada Luciérnagas (en inglés, Fireflies), que escribí hace unos meses y que gira en torno a esta idea.

Mucho amor, Nick

Luciérnagas

Jesús acostado en brazos de su madre

¿Es un fotón liberado de una estrella moribunda?

Nos movemos por el bosque de noche.

El cielo está lleno de heridas de salida de luz.

Todo lo que necesitamos está demasiado lejos

Somos luciérnagas que un niño tiene atrapado en un frasco

Yo estoy aquí y tú estás donde estás.

Yo estoy aquí y tú estás donde estás.

Hemos vivido mucho tiempo en el bosque.

Nos tumbamos debajo de los montones de hojas.

Somos parciales a esta luz parcial.

No podemos dormir y tememos a nuestros sueños.

Aquí no hay orden, no se puede planificar nada.

Somos luciérnagas atrapadas en la mano de un niño

Somos fotones liberados de una estrella moribunda.

Yo estoy aquí y tú estás donde estás.

Yo estoy aquí y tú estás donde estás.

Yacemos entre nuestros átomos y te hablo de cosas.

Y espero que a veces tal vez lo entiendas

Aquí no hay orden ni término medio.

Nada se puede predecir y nada se puede planificar

Somos luciérnagas que pulsan débilmente en la oscuridad.

Nosotros estamos aquí y tú estás donde estás.

Nosotros estamos aquí y tú estás donde estás.

La obra de Nick Cave (1957) suele asociarse, con toda justicia, a lo musical. Es cierto, Nick Cave es un músico australiano que lideró bandas punk y rockeras como The Birthday Party y que ahora vive en Brighton, en Inglaterra, casado con Susie Bick. Es ese mismo músico al que se le murieron dos hijos. Uno, que cayó de un acantilado y, otro, que en circunstancias complejas se quitó la vida.

En todo ese tiempo, se convirtió en un referente del rock y de la música extremadamente sensible. Baladas vampíricas, trágicas, el rol de predicador en sus conciertos, su calma, su madurez, su luz inundada en oscuridad. 

En 2017, empezó una serie de shows con mucho discurso. Se paraba en el escenario y hablaba con su público. Hizo una versión online de ese formato y lo llamó The Red Hand Files. Es que todo esto, esta necesidad de hablar, comenzó después de un período de luto intenso por la primera muerte de un hijo, el de quince años llamado Arthur, en 2015.

Así le puso a esa sección de preguntas y respuestas, en honor a una canción que hizo en 1994, llamada "Red Right Hand", que se volvió más que conocida después de ser la canción introductora de la serie Peaky Blinders.

Esa web, que también viene en formato newsletter, permite que las personas del mundo, fanáticas o no, envíen preguntas abiertas que, luego, él responde. Responde esas preguntas con una pluma poética y reflexiva. Con generosidad y tranquilidad. Como si fuera el mar frente a un atardecer color fuego.

Con el tiempo, la mayoría de las preguntas que ha recibido, o quizá a las que le preste más atención, son aquellas vinculadas al dolor de la muerte de un ser querido. A la pérdida de la vida y la realización de que, en el fondo, aunque todos los humanos son mortales, hay un milagro de amor.

Aunque hay de todo. Son sobre todo y sobre su visión del mundo. Desde el rol del humor en su vida, lo que piensa sobre la Navidad, la muerte de sus hijos, su esposa Susie, su mascota llamada Nosferatu.

Hay una espiritualidad, que Cave relaciona con su catolicismo (pero que también escapa completamente a ello), que nos salva a todos de caer en un cinismo aberrante. En definitiva, hay algo de lo que aferrarse.

La obra de Nick Cave, entonces, no es solamente su música, sus letras, ahora sus piezas dedicadas a las artes visuales, sino también lo son su escritura y sus palabras. De hecho, en 2022 se publicó Faith, Hope, and Carnage, un libro que reúne las conversaciones entre Cave y el periodista y crítico irlandés Seán O'Hagan a partir de 2020.

Está virando hacia allí, sin dejar la música de lado: hacia el texto.

Un músico que ha hecho parte de su obra la conversación. Que ha transformado ese arte, el de la charla, en algo muchísimo más tangible.

Los Red Hand Files son una lectura que no tiene nada que ver con el fanatismo de Nick Cave. De hecho, varias de sus opiniones, como la de la cultura de la cancelación siendo la “antítesis de la misericordia”, llegaron a varios diarios internacionales. La lectura de ellas tiene que ver, más bien, con una experiencia de comprensión del ser humano desde posturas a veces un poco extremas, pero sumamente sensibles e inteligentes en su propuesta.

La penúltima, la número 275, que fue respondida en febrero de 2024, dice esto:

Aprecio el hecho de que hayas reconocido a aquellos de nosotros que trabajamos en empleos que son tan necesarios que nadie piensa en ello (Número 274). Trabajé en el sistema de alcantarillado durante más de 35 años limpiando la basura de todos. Los ricos y los pobres. Iba a trabajar todos los días y todas las noches y me perdía muchas cosas de mis hijos para que todos los demás pudieran seguir escupiendo sus tonterías al mundo. Todos en el mundo de Hallmark son escritores, artistas, dueños de tiendas de antigüedades, y eso no es real, así que dame un maldito descanso. Sí, hablo en tiempo pasado y presente, pero eso tampoco me importa una mierda. Se dice mucha tontería, pero en realidad soy una persona muy feliz y me encanta The Red Hand Files.

BRIAN, ROCKAWAY, Nueva York, EE. UU.

Y Nick Cave, que tantas respuestas después es cada vez más brillante, escribe esto:

Querido Brian,

Inspirado por su carta sincera y sin preguntas, me encontré viendo un documental alucinante en YouTube sobre el sistema de alcantarillado de Nueva York, sobre el cual, para mi considerable vergüenza, no sabía nada. A pesar de lo que dices, me parece que un artista y un sanitario tienen mucho en común. Así como el sistema de alcantarillado de Nueva York es un pilar fundamental de la salud pública, también lo es el arte, y aunque el arte puede no proteger literalmente a una ciudad de las plagas y la peste, sí, a su manera, hace que el mundo que habitamos sea un poco menos nocivo. Y sin buscar la comparación con el absurdo, el arte tiene sus pruebas equivalentes: abundan los bloqueos y sombríos 'fatbergs' artísticos obstruyen las tuberías de la inspiración, ¡y aun así recogemos galantemente el agua marrón de la experiencia y la enjuagamos a través de las tinas purificadoras de nuestra imaginación! Es seguro decir que nuestras ocupaciones tienen sus desafíos paralelos, los míos abstractos, los suyos reales.

Brian, si por casualidad te ocupaste de alguno de mis desechos corporales mientras estaba de visita en Nueva York en los años noventa, mientras viajaban junto con los 8,3 mil millones de galones de aguas residuales diarias, corriendo a través de las 7,500 millas de tuberías de alcantarillado, entonces quiero reconocer sus esfuerzos y decir, con el mayor respeto, ¡gracias y que Dios lo bendiga! Porque si Dios existe, entonces existe en las alcantarillas como en las estrellas, y al final, a nuestra manera infernal, cada uno de nosotros estamos a su servicio, ocupados en la sombría tarea de evitar que el mundo se ahogue en sus propios excrementos.

¡Es usted un héroe, señor! ¡Te saludo!

Con amor, Nick