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Contenido creado por Sofia Durand
Música
Puños en el estudio

A 47 años de Rumours: la obra maestra de Fleetwood Mac nacida a partir de la tempestad

Infidelidades, golpes de puño, consumo abusivo de drogas. Cómo el caos se convirtió en una belleza musical que resiste al tiempo.

05.02.2024 20:05

Lectura: 6'

2024-02-05T20:05:00-03:00
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Por Sofía Durand Fernández
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Es 1997. Están en California, en la presentación oficial en vivo de "Silver Springs", en Warner Bros. En el escenario, Stevie Nicks mira fijamente a Lindsey Buckingham, guitarrista de Fleetwood Mac. También su expareja. Él le sostiene la mirada. Ella canta las letras de "Silver Springs", pero parece estar haciendo un conjuro. “Nunca vas a poder escaparte de la voz de una mujer que te amó”, repite.  

La canción se publicó ese mismo año, pero fue compuesta para publicarse veinte años antes. En un álbum con letras del mismo calibre, cantadas con el mismo dolor. Un álbum de los más vendidos de la historia. El mismo que, según Rolling Stone, es el séptimo en el ranking de los 500 mejores álbumes de todos los tiempos. El que llevó a los cinco integrantes de Fleetwood Mac, y —de yapa— a sus ingenieros de sonido, al límite.  

Una telenovela”, dijo Lindsey Buckingham, al referirse a Rumours (1977) en una entrevista de AXS News. “Drama, Dra-ma", sintetizó Christine McVie en una entrevista de Rolling Stone. Tras 47 años, las excusas para revisitar Rumours, considerada como la mejor pieza de la banda, siguen apareciendo.

En 2020, a través de un TikTok viral en el que sonaba "Dreams". El año pasado, por el lanzamiento de “Daisy Jones & The Six”, la adaptación del libro homónimo que utilizó la historia de Fleetwood Mac como inspiración. La verdadera razón reside en que, no solamente Rumours tiene la calidad musical como para ser escuchado de principio a fin de una sola tirada, sino también en la historia de su armado. 

Hay que partir de la base de que Fleetwood Mac, en realidad, fue dos bandas en una. La primera, fundada por Mick Fleetwood en la batería, John McVie en el bajo y Peter Green junto a Jeremy Spencer en las guitarras. El virtuosismo de Green para tocar las seis cuerdas era lo que resaltaba en esa etapa. Esta “primera banda” estuvo caracterizada por un sonido musical más experimental y con dejos de blues. También por constantes cambios en la formación, incluyendo la salida de Green. Fue en la última etapa, y con Christine McVie tomando decisiones, que el sonido se arrimó al pop.  

El cambio trascendental estaría marcado por una entrada doble. Lindsey Buckingham y Stevie Nicks. Pareja y dúo musical. La condición que Buckingham impuso para entrar a la banda fue que también aceptaran a su novia. Juntos, y con Christine McVie a la par, convirtieron el sonido de Fleetwood Mac en algo diferente. No dejaba de ser rock, pero el pop cobraba más fuerza. Fleetwood Mac (1975), el primer disco de esta nueva banda, que incluía canciones como “Rihannon” y “Say You Love Me”, fue un éxito.  

De puertas para adentro no se podía decir lo mismo, y no solo era por la presión del éxito. John y Christine McVie se habían divorciado. Nicks y Buckingam estaban viendo cómo su relación se arruinaba. Jennie Boyd, hermana de Pattie Boyd y esposa de Mick Fleetwood, lo había engañado con un amigo de él. En el medio de este huracán, la prensa especulaba.  

Stevie Nicks practicaba magia negra y estaba manteniendo un affair con Mick Fleetwood, también con John McVie. No quería seguir en Fleetwood Mac. De hecho, ya había dejado el grupo hace tiempo. Además, Christine McVie estaba atrás de Lindsey Buckingham. Todo esto era solo algo de lo que inventaba, por ese entonces, la prensa. Esto dice Mick Fleetwood en Stevie Nicks: Visions, Dreams & Rumours (2014). 47 años más tarde, es sabido públicamente que la realidad superó a la ficción amarillista y que el álbum, que en un principio iba a llamarse “Yesterday´s Gone”, se había ganado el nombre de “Rumours”.  

1976. Sausalito, California. Los cinco integrantes se meten al estudio de grabación junto a Ken Caillat y Richard Dashnut, ingenieros de sonido. En ese mismo estudio, habría golpes, discusiones y el ingreso de cantidades industriales de cocaína y alcohol.  

Los que estaban a cargo de la composición eran Christine McVie, Nicks y Buckingham. Tres compositores, tres versiones diferentes de lo que es tener el corazón roto. En "Dreams", Nicks hablaba de cómo la lluvia lo haría entrar en razón a Buckingham. En “Go Your Own Way”, Buckingham, furioso, decía que amar a Nicks fue algo equivocado. "Eran el hada y el gnomo. Estaba tratando de ser totalmente filosófica. Y él simplemente estaba enojado", explicó Nicks en una entrevista con Q Magazine. Christine le escribió “Don´t Stop” a su exmarido. Todas las canciones estaban dedicadas a algún integrante de la banda.  

Destruidos emocionalmente y desgastados energéticamente, la fijación por hacer un buen álbum se volvió obsesiva. “Nos volvimos obsesivos con el disco, quizá porque se había convertido en un diario de nuestro dolor”, dijo Fleetwood en Play On (2014). Golpes de puño a los ingenieros de sonido, gritos, hasta un cambio de estudio. Todos sabían lo que había en juego, tal vez, por eso estaban dispuestos a cualquier cosa para que se llevara a cabo. El saldo final fue un año, siete estudios de grabación diferentes y más de un millón de dólares. 

4 de febrero de 1977, un día como ayer. Rumours salió al mundo, bajo el sello Warner Bros. Records. Veinte días después, comenzaría el tour del disco. Los sencillos fueron “Dreams”, “You Make Loving Fun”, “Don´t Stop” y “Go Your Own Way”. "Dreams" llegó al primer lugar de Billboard. La crítica lo recibió como un éxito absoluto. Rumours ganó el Grammy a álbum del año.  

Lo distintivo en Rumours es la pluralidad de relatos. Una montaña rusa que recorre todos los estados de ánimo y las etapas de un duelo amoroso. Desde la rabia hasta la reflexión. No hace agua en términos de riqueza musical, cada sonido parece estar puesto en su lugar por una razón clara. El solo de guitarra y de bajo en “The Chain”, el misticismo de “Gold Dust Woman” —una canción que solo podría pertenecerle a alguien como Stevie Nicks—, la rabia de la voz y la guitarra de Lindsey Buckingham en "Go Your Own Way". Una tesis en la creencia de que, para crear algo, hay que destruir otra cosa. Aunque eso incluya a uno mismo.  

Una portada que puede reconocerse a metros de distancia. Un disco que trasciende generaciones —y probablemente lo siga haciendo—. Rumours transmite un rango de emociones de manera clara y honesta. La voz de Stevie Nicks persistió en el tiempo y se mantiene en la actualidad. Seguramente, en la cabeza de Lindsey Buckingham, también.  

Por Sofía Durand Fernández
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