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Contenido creado por Agustina Lombardi
Literatura
Los libros y sus autores

Álvaro Ojeda: “Hay demasiado para leer de enorme calidad”

El escritor publicó “Misantropía”, una novela que revive su propia literatura y alude a personajes de “Congoja”, otra de sus novelas.

15.12.2022 16:04

Lectura: 4'

2022-12-15T16:04:00-03:00
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Álvaro Ojeda es poeta, narrador, periodista y crítico, ha colaborado y colabora con distintos medios periodísticos gráficos y radiales. Obtuvo varios reconocimientos importantes nacionales por su obra en poesía y narrativa, como el Premio Morosoli de 2017. Varios de sus libros han sido publicados en Argentina, México, Holanda y EE. UU. Entre su vasta poesía publicada, Ojeda es autor de Ofrecidos al mago sueño (EBO, 1987), Luz de cualquiera de los doce meses (Civiles iletrados, 2003) y Maratón de series (Yaugurú, 2022). Además, Estuario Editora publicó anteriormente sus novelas La mula (2016) y Congoja (2007).

Foto: Javier Noceti

Foto: Javier Noceti

¿Cuándo empezaste a escribir?

A los doce años, en verano.

¿Cuál fue el primer libro que te marcó?

Los tres mosqueteros, a escala de esos años, luego Papillón, algún otro best seller, la ineluctable colección Robin Hood.

¿Dejar de leer o dejar de escribir? ¿Por qué?

Dejar de escribir, hay demasiado para leer de enorme calidad, no es necesario agrandar la nómina. Pero, por ahora, ninguna de las dos alternativas.

¿Qué estás leyendo ahora?

Una historia de Bizancio, de Louis Bréhier, en Uteha, una colección de los 50. La poesía completa de Jaime Gill de Biedma, Las personas del verbo

¿Cuáles son tus escritores uruguayos favoritos? ¿Identificás influencias? ¿Cuáles?

Hugo Fontana, Alfredo Fressia, Circe Maia, Amanda Bernguer, en las cercanías del ahora. En las lejanías: Quiroga, Onetti, Ricardo Paseyro, Orfila Bardesio, Marosa, Idea, Nancy Bacelo. En fin, listas largas, faltan nombres. Todos me han influido. La vastedad de Amanda, su idea del desafío, de lo que vendrá.

¿Alguno que te guste recomendar?

Cuatro que no están en la lista: Ida Vitale, Sylvia Lago, Hugo Achugar, Mercedes Estramil.

¿Sos de releer? ¿A qué libro solés volver?

Releo a T. S. Eliot, a Borges, a Cenuda, a los romanos.

Recomendanos un libro, un disco y una película para este fin de semana.

Desde dentro, de Martin Amis. Exile on Main Street, de los Stones. Satiricón, de Fellini.

Contanos sobre esa vez que un lector te reconoció en la vía pública.

En un 142 una compañera de viaje de todas las mañanas, desconocida para mí, me mostró mi fotografía en un diario y me levantó el pulgar. Nos sonreímos.

Tu autobiografía en una frase.

Intentándolo.

Tenés que convivir un mes con una autora o un autor: ¿a quién elegís?

A mi amiga Mercedes Estramil.

Un lugar para volver.

Arequita.

El primer verso que te viene a la mente.

“Abril es el mes más cruel”.

¿Para qué literatura en el tiempo del desamparo?

Por el desamparo, justamente.

Lo último que comiste va a ser el menú para toda tu vida ¿qué es?

Milanesa a la napolitana.

Tu idea de felicidad y tu idea de miseria.

Mi familia y mis amigos, todos, vivos y muertos, conmigo. La miseria: no volverlos a ver.

Sobre Misantropía.

Martín Gaínza, profesor jubilado —y protagonista de la novela Congoja—, se ha mudado a Araminda, un balneario no muy alejado de Montevideo, junto a su perro Larkin.

La vida que tuvo y la que ha decidido tener pueden leerse como aventuras unitarias: la nueva escenografía de balneario, sus relaciones amorosas y sus nuevos vecinos son una continuación natural de su vida. El narrador decide que su personaje le sobreviva, no por afán realista o mimético: Ojeda construye una simultaneidad de quien ha sido Martín Gaínza, del que es y del que será.

Cuando la última página de la novela haya sido leída, el lector continuará con sus asuntos. Y lo mismo el narrador, aunque un poco antes que el lector y también un poco después que él, lo hará de manera idéntica y a la vez diferente; como la pulsión de un asesino en serie, como la necesidad de la supervivencia, como la búsqueda de la inmortalidad posible, grandiosa y renga. Un paseo por las dunas que van y viene, eso es Misantropía.