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Contenido creado por Federica Bordaberry
Música
Romance con el grunge

Américo, el referente de la cumbia chilena que siente un "placer culpable" con el rock

Cantante de música tropical chilena, habló de una carrera marcada por su padre, por el rock y luego por el hit del single “Te vas”.

19.12.2023 10:20

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2023-12-19T10:20:00-03:00
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Por José Luis Calvete

Domingo Johnny Vega Urzúa, para el registro civil de Chile. Mingo, para los amigos. Américo, para un continente que baila al ritmo de su cumbia hace 15 años.

El cantante que inmortalizó “Te vas” en 2008, cuando impulsó una carrera solista que lo encuentra en su mejor momento a los 45, no tiene recuerdos sin la música a su alrededor. En su Arica natal, cuando él llegó al mundo, su padre ya era una figura entre boleros cantineros y música tropical. A su lado se crió y gestó una trayectoria que, a partir de los 30, pasó a transitar un camino independiente.

Claro que esas raíces musicales, contrariamente a lo que podría creerse, generaron cierta distancia. Es que el propio Américo llegó a sentir que su progenitor era más mentor musical y colega que padre. Así lo reconoció en el libro biográfico que lanzó en junio de 2018, y en el que dejó expuesta una relación que osciló entre dulces episodios alegres y momentos de extrema amargura. Hoy, tiene una visión diferente y valora el hecho de haberlo tenido “siempre cerca”.

En diálogo con LatidoBEAT, recordó que a los siete años se subió por primera vez a un escenario, impulsado por él, y quedó “encantado”. “Tuvimos un clan familiar que se llamaba ‘El Clan Américo’ y adopté el nombre de Américo Junior porque canté con él desde muy chiquito. Crecí, hice mi carrera en solitario y el Junior del nombre a cierta edad me estaba sobrando, por lo que me quedé con el nombre artístico Américo. Así fue cómo nació. Toda mi vida acompañé a mi papá y estuve acompañado por la música popular. Me quedé defendiendo este estilo, la cumbia, que me ha dado todas las satisfacciones que hoy puedo contar”, explicó.

En su etapa liceal, era fanático del grunge y formó una banda de corta duración con algunos compañeros, con los que compartía el gusto por bandas como Soundgarden, Pearl Jam y Nirvana. Él quería ser baterista y recuerda haber tenido una evolución desde el rock más pesado al más alternativo, al punto que su banda preferida es Megadeth.

“El rock fue muy contemporáneo también conmigo y sigue siendo una de mis pasiones. Es de esos placeres culpables que uno tiene. Me encanta, de cuando en cuando, escuchar a mis bandas favoritas, pero en la música sigo conectado con la cumbia y con la música más popular. Estoy más conectado con el idioma español. No sé si en algún momento tendré el tiempo de volver con los amigos o alguna banda para volver a esa pasión que es el rock”, contó.

El hecho de quedarse a “defender la cumbia” tuvo, en su momento, más que ver con su padre que con una decisión que persiguiera sueños propios.

“Yo venía a ser un poco la extensión y la proyección de él. Ahí es difícil separar a la hora de la comunicación, los consejos y hasta el cariño de la parte afectiva en dos dominios distintos: uno en la parte personal y familiar, y otro en la artística, sobre todo cuando compartimos mucho tiempo juntos. Se dio muchas veces esto y siento que lo más importante es haberlo tenido siempre al lado echándole ganas y dándome consejos desde lo más profundo de su cariño, con las mejores intenciones. Con sus mejores herramientas, mi viejo hizo y me entregó lo mejor que pudo, y lo sigue haciendo. Estoy súper agradecido de poder conversar y diferenciar estas experiencias personales y artísticas. Hoy tengo una mirada más lejana y contemplativa de cómo han sido nuestras vidas, y afortunadamente siempre he podido contar con él”, destacó.

De aquel gusto rockero no quedaron rastros en sus canciones, que fusionan distintos estilos sudamericanos y lo han hecho un referente artístico indiscutible en su país. No obstante, es consciente de esa mirada casi acusadora que cae sobre el género.

“Hoy, afortunadamente, la cumbia ya está instalada. Es tremendamente transversal, etariamente, socioeconómicamente. Tuvo muchos estigmas y fue mal vista y relegada a una sola parte de la población. Tocó defenderla, proponerla y decir ‘esto es lo mío’. Más allá de ser un ritmo tropical y bailable, también se puede llevar al espectáculo y ponerle, como en el caso mío, una temática e historias románticas de amor o desamor. Ahí se fue ganando espacios. Ya no era necesario pertenecer a una línea editorial de medios de comunicación. Se abrió un lugar en radios, televisión y la prensa escrita. Hoy está en todas las plataformas digitales, pero hubo un tiempo en que tocó proponerla y defenderla con harta fuerza”, narró Américo, quien tres veces brilló en el afamado festival de Viña del Mar.

Consultado por la cumbia chilena y las características que la diferencian de las de otros países, consideró que “cada región tiene su propio swing”. “Es una cosa que está en la sangre y tiene que ver con los impulsos propios de cada país. Si escuchamos la cumbia argentina tiene su swing, y un acento más villero y popular. La peruana se acerca bastante a la mexicana, con un poco más de arreglos, pero muy parecida en su ritmo. La boliviana está dominada por la vuelta armónica andina, por el folclore. Y la chilena tiene un swing bien especial que la acerca a nuestro propio folclore, donde pertenece la cueca, los ritmos chilotes y los norteños. Se siente y a veces cuesta explicarlo. Se hace más fácil escucharlo, y al escucharlo uno puede diferenciar rápidamente de dónde proviene esta cumbia”, agregó quien llegó a colaborar con distintos artistas del continente como Orquesta Candela y Maricarmen Marín de Perú, Jessi Uribe y Silvestre Dandong de Colombia, Los Ángeles Azules de México y Ángela Leiva de Argentina.

Hoy sus días transcurren entre Chile y Miami, una ciudad que “da un plus desde la construcción de las carreras y de la música misma”. “Lo que antes existía con mucha fuerza en la otra costa de Estados Unidos, en Californa y Los Ángeles, con sus estudios de grabación, los productores y las oficinas de representación, ahora se trasladó a Miami. Hoy día los artistas vienen y tienen una especie de ciudad habitación donde descansan, se alojan y construyen el trabajo que después se presenta en los distintos lugares. Muchos vienen por aquí y después vuelven a sus países, a las presentaciones de fin de semana y a las más importantes. Cuando un artista viene, representa el desafío que ha tomado, más que esa cosa pomposa o llamativa de decir ‘vivo en Miami’. Es decir: ‘Tomé la decisión de venir a este lugar y desde este escenario presento mi trabajo’. Sea en el baile, en la música o en cualquier representación artística, tiene un plus. Y la gente y el medio lo recibe de esa manera. Todos los que estamos en este desafío nos sentimos identificados cuando contamos que venimos a Miami a desarrollar nuestro trabajo”, narró orgulloso.

Miami es ese lugar que reúne las condiciones ideales para trabajar creando, independientemente de que se trate de jingles o discos. Existen grandes diferencias entre una u otra opción, pero siempre en el sureste de Florida.

“Un disco representa un concepto, un momento especial que uno está viviendo. Puede tener una carga súper amorosa, romántica, pero si estás viviendo otra situación va a tener esa carga de dolor o desamor, y sus canciones irán por esa línea. Además uno escoge un equipo de trabajo, un productor, un estudio de grabación, los músicos que participan y hasta la microfonía. Un sencillo tiene que ver con un trabajo más singular, más único”, explicó Américo, cuya discografía incluye 12 discos y muchos hits, para los que cree que “hay recetas” pero ninguna asegura el éxito.

“Para que una canción sea un hit necesita que el público la acepte. Al final dependerá de eso. Es el público el que le pone el like y el dedito para arriba. Por supuesto que hay fórmulas y productores que están muy conectados con lo que está pasando a nivel musical latino. Hay músicos y compositores que hoy día están de moda y han logrado identificar las formas, palabras y estructuras en las canciones. Desde ahí todos en conjunto pueden construir una canción que muy posiblemente se puede convertir en un hit. Por eso existen las compañías, las editoriales y los agregadores de música, porque hay un mundo que uno puede explorar y al que puede echar mano para luego cruzar los dedos y que el público reciba con cariño el trabajo que has hecho”, dijo, aunque aclaró que “no porque haya una fórmula, la canción está exenta de cariño”. A su entender, “tiene que ver con el compromiso y con que uno fue a buscar lo que uno quiere para el público”.

Entre la lista de hits, “Te vas” tiene un lugar de privilegio que todavía lo sigue marcando a fuego. Fue la canción de mayor impacto y la que le permitió traspasar las fronteras de su país. “Esa canción tiene algo especial, una cosa que indudablemente la convierte en un hit. Le tengo mucho cariño y agradezco mucho al compositor. Es una canción muy potente que ha estado en distintos lugares, no solo en escenarios musicales. ¡Logró entrar a las hinchadas en las canchas! Le han dado la importancia que hoy tiene”, contó Américo, cuyo estribillo llegó a ser gritado a coro en el estadio de Racing de Avellaneda para celebrar el descenso de Independiente. El “Te vas” explotó y se fue metiendo en el cancionero de tribuna con distintas versiones.

Su “Te vas” encontró un hermano menor casi una década y media después del otro lado de la Cordillera de Los Andes en la voz de Emanuel Noir, de Ke Personajes. El “te vas” del estribillo de Pobre Corazón hace recordar al de Américo, quien compartió escenario con la banda argentina que nació en Concepción del Uruguay en 2016.

“Son dos canciones que nacen en lugares distintos y seguramente con intenciones distintas, pero coinciden en esto del ‘te vas, te vas’, y seguramente a la gente le remueve la memoria emotiva y popular. Lo vi a Emanuel en alguna publicación cantando el ‘Te vas’ mío, lo que provocó la simpatía que nos permitió hace poco compartir escenario y amistad. Estamos ansiosos para que se vuelva a repetir, y tirando ideas para poder capitalizarlo en una canción. Presentar algo juntos en 2024 sería maravilloso. Ambos ‘Te vas’ se conectan”, afirmó.

Emanuel Noir de Ke Personajes con Américo

Emanuel Noir de Ke Personajes con Américo

Otro artista rioplatense con el que compartió escenario fue Lucas Sugo. En la fiesta de la Patria Gaucha de 2020, una semana antes de que la pandemia de covid-19 empezara a cobrarse vidas en todo el continente, se presentó en los pagos del tacuaremboense y tocaron juntos ante más de 25.000 personas, en lo que fue su estreno en Uruguay.

“Había posibilidades de volver porque fue muy bonito y emocionante para mí y para todo mi equipo”, recordó Américo, quien sigue “a varios de los exponentes de la música uruguaya”. “Con quien tengo más relación y una referencia más cercana es con Lucas, con quien hemos cantado juntos. Sé que es un país donde gusta mucho la cumbia y disfrutan de este estilo. Me ilusiona un montón estar allá. He visto a muchos artistas cantando mis éxitos y recibiéndolos con mucho cariño. Eso me pone contento y me da muchas ganas de estar allá”, comentó con visible entusiasmo.

Hoy, mientras sus éxitos del álbum Cumbia despechada, lanzado este año, resuenan en todo Chile en lo más alto de los rankings y con efecto expansivo hacia el resto del continente, dice estar en su “mejor momento desde lo personal” y con ganas de más.

“Estoy trabajando después de la pandemia, que no es poco. Uno salió nuevamente al mundo con todas las ganas, con los agradecimientos y a cumplir todas las promesas que se hizo mientras estuvo encerrado con los temores y miedos que la pandemia nos provocó. Hoy hay una claridad, un plan y una certidumbre que por un tiempo no nos acompañó. Me siento contento, súper concentrado y conectado con mi presente personal y artístico. Una muestra es estar hablando contigo hoy día. Me ilusiona un montón poder volver a Uruguay y sumar actividades en otro país. Estoy organizándome e ilusionándome mucho con 2024”, concluyó Américo.

Por José Luis Calvete