Arte, arte, arte. Marta Minujín lo repite hasta el cansancio. Como un mantra. Con la confianza de que esa palabra puede hablar más fuerte que cualquier otra. Con la misma fuerza que el gesto que le hizo David Johansen a la aparición que lo destinó como un mesías -en nuestra ficción, claro-. Con la misma dedicación que James Joyce armó un rompecabezas de 1000 páginas. El mismo que lo catapultó a la fama y lo dejó grabado en las hojas doradas de la historia de la literatura.

En cada final de semana, nos encontramos con lo mismo. Personajes que dedicaron su vida entera a las artes, a dejar algo en el mundo que los demás pudieran disfrutar. Lo que cambia es la composición, los matices, las formas. Pero la esencia es la misma: una búsqueda interminable en el laberinto expresivo. 

El Frankenstein femenino de Lanthimos, cargado de estética barroca. Las letras de Dillom que hablan de H.P. Lovecraft y Allan Poe. La obra de teatro que crea una vida nueva entera a partir del sentimiento de culpa de Barrabás. Lo viejo dentro de lo nuevo. La red de conexiones en las que no hay un solo tiempo, ni lugar, solo arte. Es esa búsqueda la que, cada semana, Latido BEAT se empeña por honrar. 

Una playlist semanal, donde se recopilan las canciones que acompañan nuestros textos, al compartir las historias en Instagram. Una curaduría. 

El nacimiento de la garganta con arena 

Un 29 de enero, pero de 1926, nacía Roberto Goyeneche. También conocido como El Polaco Goyeneche, nació en el barrio de Saavedra en Buenos Aires y, tras dedicarse a diversos oficios, comenzó a ser la garganta con arena –aquella a la que Cacho Castaña le pedía un tango más– que narraba relatos situados en las calles bonaerenses. Colega y admirador de Anibal Troilo, aquel que lo animó a lanzarse a cantar solo con una orquesta. Con Astor Piazzola –un disruptivo del género per se– colaboró múltiples veces, tal vez siendo Balada Para Un Loco la más recordada. Una pieza que colaboró en el proceso de la creación de la nueva canción argentina y cuya letra fue escrita por el uruguayo Horacio Ferrer.

Con su canto bonaerense recorrió el mundo y se consagró como un ídolo popular. Falleció en 1994 por una neumonía. Apodado así por su pelo rubio, El Polaco es referenciado en cantos de la hinchada del Club Atlético Platense, tiene una avenida con su nombre en su querido barrio de Saavedra y una estatua frente al Parque Sarmiento. 
Sonó "Balada para un loco" de Roberto Goyeneche y Astor Piazzolla.