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Contenido creado por Federica Bordaberry
Música
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Bestia Bebé, la banda del barrio porteño Boedo que no es ni muy de acá, ni muy de allá

La banda argentina lanzó su último disco, Vamos a destruir, mezclando riffs pegadizos y animándose a salir de su sonido habitual.

03.01.2024 17:05

Lectura: 8'

2024-01-03T17:05:00-03:00
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Por María Road

La amistad, las vivencias de la cotidianeidad, el fútbol. Pasiones se entremezclan con riffs pegadizos en el cancionero de Bestia Bebé, una banda oriunda del pintoresco barrio de Boedo (Buenos Aires). Y algunas otras pasiones.

A pesar de ser catalogada como indie y enmarcada dentro de ese circuito de bandas de la última década, nunca fue muy de acá ni muy de allá. Ni se casó con ningún tipo de etiqueta, manteniéndose fieles a sí mismos y a su idea de cómo hacer las cosas con la simpleza y autenticidad como bandera.

Conformada actualmente por Tom Quintans (voz y guitarra), Chicho Guisolfi (bajo), Marcos Canosa (guitarra) y “Polaco” Ocorso (batería) hace más de 10 años que conquistan pequeños, medianos y grandes escenarios del país con un público caracterizado por la fidelidad. Ya llevan cinco discos de estudio bajo el brazo, incluyendo el más reciente Vamos a destruir (2023), considerado uno de los mejores álbumes argentinos del 2023.

En este último material, continúan con esa línea de cercanía al oyente, retratando vivencias y emociones palpables para todos. Se animaron a coquetear mucho más con otros estilos musicales partiendo de una idea inicial alejada de un disco conceptual y dándole forma a medida que surgían las canciones durante los últimos años.

“En este disco, particularmente, no tuvimos la premisa de decir ‘vamos a hacer un disco con equis identidad’, sino que fueron temas que íbamos haciendo y salían. Es un disco bastante heterogéneo desde lo musical, no es muy conceptual, se dio así. En otros álbumes, anteriormente, íbamos pensando que tomaran cierto rumbo específico. Esta vez no lo pensamos tanto. A la hora de grabarlo, igualmente, si queríamos que tome una identidad sonora y partir siempre del deseo de tratar de hacer algo que no hicimos antes. Algunas particularidades de Vamos a destruir es que es el disco más largo en cuanto a duración y a su vez el que tiene menos temas”, dice Quintans sobre la concepción del álbum.

Desde sus inicios, las canciones de Bestia Bebé siempre se caracterizaron por ser pegadizas y efectivas.

Fotos: @panteranoise

Fotos: @panteranoise

Desde The Strokes hasta Guided by Voices, pueden tomarse como referencia a la hora de discernir los orígenes de su sonido. La particularidad en Vamos a destruir es que también toman elementos del hard rock y el rock psicodélico, logrando así un disco ciertamente más pesado, pero que no pierde la esencia amigable al oído de la búsqueda sonora del conjunto.

“Quisimos darle un hilo conductor al sonido gracias a guitarras medio heavy metal, esto une a las canciones que sonaban bastante distintas. Después hay otros temas más space rock. En todos no cabía agregar esas guitarras, pero esto hizo justamente que, a pesar de ser largo el disco, no sea aburrido. En "El humo negro" se escucha una introducción bastante larga que la tenía hace más de diez años. Siempre intenté meterla en algún lado, pero nunca me convencía al ser tan ‘rockero’. En este disco calzó perfecto”, explica.

En contraste al apesadumbrado disco anterior, Gracias por nada (2020), este nuevo material se caracteriza por historias positivas y heroicas en sus letras, tal cual afirma Chicho Guisolfi: “Gracias por nada fue un disco mucho más pesimista y Vamos a destruir es casi lo contrario. Fue muy loco que Gracias por nada haya salido justo antes de la pandemia, tiene una carga negativa que fue sin querer, no sabíamos que iba a haber una pandemia de por medio. Al llegar el encierro pareciera que justificó las letras”.

Tal vez, una de las canciones más conmovedoras y alegres de este último disco sea “Montevideo”, una oda a las buenas vivencias de su narrador en la ciudad uruguaya. Lo curioso es que Tom afirma que no son anécdotas relacionadas a ellos, sino que “no tiene nada que ver con la banda. Habla de otra persona, de hecho. Está inspirado en una persona real, pero tiene mucho inventado también”.

Otra de las andanzas narradas en las letras de este álbum es la de “Las siete banderas”, la cual cuenta la ocasión en la que un grupo de argentinos en 1966 aterrizó en las Islas Malvinas y colocó siete banderas argentinas allí.

Quintans se vio lo suficientemente interesado en el suceso como para dedicarle un tema: “a mí me gusta leer sobre historia argentina y esa historia en particular me llamó mucho la atención, que pibes tan jóvenes tomen un avión y aterrizaran en Malvinas. Me pareció una gran historia para una letra, incluso una película”.

Al permanecer activos desde principios de la década pasada, se puede afirmar que vieron más de un recambio generacional en los circuitos del rock argentino. Desde el underground, hasta el que fue escalando a un alcance mayor.

Fotos: @panteranoise

Fotos: @panteranoise

Por ende, también el crecimiento de la escena urbana que siempre fue motivo de disputa para el público consumidor de música en el país alrededor de un “rock VS trap”, con principal énfasis en que el rock simplemente está muerto por haber perdido el lugar que históricamente tenía en los rankings.

Sobre este pensamiento, que abunda en discusiones de todo tipo en redes sociales, y defendido con uñas y dientes por los rockeros de ley más acérrimos, nace una sátira que se convirtió en single del disco: “El rock and roll pasó de moda”. Casi como un Los viejos vinagres (1986) del nuevo siglo, este tema aborda de la discusión manera sardónica.

Declara Quintana al respecto que “más allá de pensar si el rock murió, justamente, el nombre viene de una realidad y es que el rock pasó de moda, sin esto ser algo necesariamente malo. El personaje que canta la canción es un imbécil, al ver que ya no se escuchan las bandas que le gustan a él, y que la gente no usa la ropa que se acostumbraba antes, se queja. La idea es reírnos un poco de eso. Igual de que el rock and roll pasó de moda hace tantos años ya”.

Dentro de esa renovación generacional que fue pasando el rock alternativo argentino los últimos años, Bestia Bebé se encontró compartiendo escenario y, de esa forma impulsando, a varias de las nuevas bandas emergentes que dan la nota al día de hoy como Buenos Vampiros, Mora y los Metegoles o Winona Riders, quienes copan escenarios con decenas y cientos de oyentes, pero todavía no alcanzan la atención de los medios más tradicionales del país.

“A mí me deprime ir en el auto, escuchar la radio, y que sigan poniendo bandas o artistas tan viejos. Me encantaría que suenen otras bandas, y ni siquiera lo digo por Bestia. Es más bien un deseo de poder escuchar algo que no conozca. Hay muchas bandas con las que se martilla desde que soy chico y siguen sin parar en las radios, y no porque sigan en vigencia. Es un problema cultural porque es la línea que bajan los medios. La manija se la siguen dando a las bandas que escuchábamos cuando éramos chicos” afirma Guisolfi.

“Siempre hubo bandas y siempre hubo gente tocando, el cambio ahora es el público que se interesó en eso. Todas las bandas nuevas agarraron ese público entusiasta y la suerte de que se gestaron muchos lugares nuevos para tocar. Bandas va a haber siempre, lo importante es que haya gente aguantando”, dice Quintana en relación al crecimiento exponencial del underground argentino de los últimos dos años.

Con la autogestión e independencia como pilares, Bestia Bebé recorrió muchísimos escenarios de Argentina, Latinoamérica y Europa, ganando un público internacional que crece con cada visita que realizan y el cual demuestra un interés fidedigno en cada regreso.

Fotos: @panteranoise

Fotos: @panteranoise

Este 2024 lo inician con una gira en España en el marco de la presentación de Vamos a destruir en la cual recorrerán ocho ciudades, como Madrid, Barcelona, Valencia y varias más. Su relación con el país y el circuito musical español se afianza cada día más, formando parte incluso de Primavera Labels, el sello discográfico fundado en 2013 por Primavera Sound y habiendo compartido escenario y giras con bandas como Carolina Durante y Apartamentos Acapulco.

“Habíamos ido anteriormente en 2022. Siempre hacemos más de diez ciudades. El público español es genial. Se consume mucho rock argentino, incluso alternativo, sobre todo. Cuando van bandas argentinas mainstream te das cuenta que van a verlos otros argentinos. En cambio, cuando vamos nosotros hay más españoles que argentinos. Hay un circuito alternativo muy grande y consumen El Mató a un Policía Motorizado, Las Ligas Menores y a nosotros también. Vienen bandas españolas a vernos y se genera algo lindo entre bandas” afirma Quintana.

Lo familiero, lo típicamente argentino, las noches de cervezas con amigos, la incertidumbre, el triunfo amoroso y el abrazo a lo cercano son los pequeños detalles que Bestia Bebé honra de la forma más moderna y dulce, a través de himnos coreados y gritados desde el alma en cada ocasión que suben al escenario. Con la felicidad característica como aquella que siente el protagonista de “Montevideo”, afirmando: “La vida me eligió a mí”.

Por María Road