Cuando dos bandas que de alguna manera difieren, pero congenian, pueden generar un tumulto. Uno de explosiones, uno de eventos humanos. Eso es lo que podrá suceder este 4 de agosto cuando Cielos de Plomo y Bolsa de Naylon en la Rama de un Árbol compartan escenario en la Sala Camacuá. Después de un tiempo de esperarlo, de una pandemia, de compartir el mismo sello discográfico (Feel de Agua), de “patearlo hace pila”. Después de entrelazar sus similitudes y diferencias, pasará.

Una de ellas encuentra la belleza en la oscuridad y nostalgia, se asemeja a la “sensación” de levantar el puñito ante la adversidad y decir: “Estamos sintiendo lo mismo”. Es, también, una banda de canciones que transmite a través de palabras, que tiene que ver con “la condición humana”, con la interacción en el mundo adulto después de la infancia y “todo lo que eso significa”. Cielos de Plomo es, por momentos, una contradicción entre la melancolía y la dulzura. 

La otra amalgama estados mentales inquietos que devienen de integrantes con mentes que no paran. Eso es lo que les lleva a encontrar lugares nuevos. Aunque hay veces en las que esa inquietud “lleva a problemas” y otras se encarga de resolverlos. Puede ser divertida, lúdica y suelta, pero también pesada porque “lo inquieto pega para molestar”. Podría decirse que el viaje de Bolsa de Naylon en la Rama de un Árbol tiene como punto de partida la inquietud y, desde ahí, los destinos son marcados por “todos sus posibles desenlaces”.

Esa fusión entre la nostalgia y la inquietud será la base del concierto que llevarán a cabo Cielos de Naylon y Bolsas de Plomo, donde habrá colaboraciones, vientos, cuerdas, teclas, multiinstrumentistas, un combo “único”, en lo que será una noche que sacará a las bandas de sus “lugares comunes”. Además, presentarán canciones de sus próximos lanzamientos. 

Para Diego Cotelo, compositor, productor y guitarrista de Bolsa de Naylon en la Rama de un Árbol, “el toque de bandas compartidas tiene premisas más comunes de afinidad, compartir público”. También de “aprovechar eso para hacer cosas entre ambos grupos o, inclusive, más de dos”. 

Esta fecha compartida tendrá la norma de los toques tradicionales: primero tocará una banda y después la otra. Sin embargo, también habrá colaboraciones, serán “Bolsas en Cielos y Cielos en Bolsas”, como dice Cotelo.

Así como las bandas tienen sus diferencias, las tiene su público. Aunque sucede lo mismo: en algún punto encuentran sus similitudes. Según Francisco Trujillo, compositor, cantante y guitarrista de Cielos de Plomo, “es un poco misterioso”. Las bandas del sello Feel de Agua, en la visión de Cotelo, no tienen que ver “estilísticamente”, pero sí comparten “algún tipo de excentricidad o rareza”, eso es lo que hace que el público sea abierto y bien dispuesto a cosas estrafalarias. 

Bolsa de Naylon en la Rama de un Árbol. Foto: Camila Caballero

Bolsa de Naylon en la Rama de un Árbol. Foto: Camila Caballero

Corría el 2017 cuando Bolsa de Naylon en la Rama de un Árbol, la banda que además de Cotelo integran Emiliano Pereira, Inés Agosto, Elena Ciavaglia, Juan Chilindrón y Juanma Cayota, salía a la luz. Un año después grabaron su primer disco homónimo que se editó en 2019. A ese le siguieron otros tres lanzamientos: Solís EP (2020), Humor Amor (2020) y Canciones (2021). Del próximo se sabe que, al menos la primera mitad, es lo “más tranquilo” que han hecho hasta el momento, consecuencia de una previa que era “más alocada”, y, ese inicio “es la respuesta”. Sin embargo, luego de la calma Cotelo se “acomodó” y el movimiento reapareció.

“La música de Bolsa está llena de dudas, decisiones tomadas a partir de errores, cosas pautadas e improvisación”, escribió la banda alguna vez. Es música instrumental con “alguna intervención vocal donde el candombe convive con el drum n’bass, la plena con el free jazz, las raíces con el glitch, el humor con el amor”. 

Por otro lado, Cielos de Plomo, un proyecto en "mutación", se originió cerca del océano Atlántico, en Maldonado. Lo integran Laura Gaspari, Javier Cuadro, Ignacio de los Campos, Leandro Dansilio, Darío Barrios y Francisco Trujillo. En este momento, en 2022, está basado en Montevideo. Su primer disco fue Despedida (2015) y tres años después llegó Entre Luces, que se grabó entre setiembre de 2018 y diciembre de 2019, en estudios y en la casa de Trujillo. 

Cielos de Plomo. Foto: Carolina Acosta Marino

Cielos de Plomo. Foto: Carolina Acosta Marino

Al igual que Bolsa, el 4 de agosto, Cielos de Plomo también tocará canciones que serán parte de su próximo álbum.  

En Cielos, las canciones sobrevuelan en climas que la banda intenta armar para que "no sean tan directas", explica Trujillo. Además, según él, en Bolsa hay algo "similar, pero que no es tan evidente" porque "siempre hay una canción adentro". Además, hay "momentos emotivos" que no necesitan "una voz humana para lograrlos". Por eso, para Trujillo, lo que más une a ambas bandas, además de la fuerte influencia de Radiohead, son las "explosiones" y esa búsqueda para encontrarlas.

"Nosotros también pensamos en canciones a pesar de que no haya letra. Pero hay algo en cómo dar una base sólida, un poco más tradicional en ese sentido y bañarla en textura y capas de cosas para que se den esas explosiones. Y un gusto por la oscuridad", dice Cotelo. 

Asimismo, está eso que llaman "el disfrute plástico del sonido", que va en afectarlo, en encontrar ruidos que, de alguna forma, pueden resultar estimulantes. Se trata de llevar la música al límite y alcanzar algún tipo de "sensación estática sonora", agrega Trujillo. 

Entre el tumulto, la nostalgia, la inquietud y el excentricismo, los dos proyectos musicales proponen un show que hará "bailar por dentro". Entre versiones extrañas, material para "pispear", "pila de información", "buenas butacas" y "pasajes musicales que emocionan".

El toque de Bolsas en Cielos y Cielos en Bolsas es esa materialización que las dos bandas sienten "como una noche bastante especial de música".

Las entradas pueden adquirirse en RedTickets.