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Bosnia, Polonia o Uruguay: el Festival de Cinemateca que incluyó 200 películas del mundo

En su 42º edición, el festival internacional de cine organizado por la Cinemateca uruguaya mantuvo la diversidad en su programación.

19.03.2024 14:56

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2024-03-19T14:56:00-03:00
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Por Federica Bordaberry

Una de ellas sucede en Kosovo, en los Balcanes:

Después de exiliado, Remo vuelve a su pueblo de infancia. Es huérfano. Allí, ayuda a Una, su prima adoptiva, con la exhumación de una fosa común que contiene a la mayoría de los miembros de su familia, enterrados durante la guerra. Los cuerpos, que son memoria, revelan secretos familiares que generarán más preguntas que respuestas. 

La película se llama The Land Within (2022), dirigida por Fisnik Maxville. Reconoce, la responsabilidad tanto de Europa Occidental como de la región balcánica en las guerras y en las migraciones, hablando de la posibilidad de la verdad en un lugar que solo conoce la supervivencia.

Otra de ellas sucede en Túnez:

Olfa, tunecina y madre de cuatro hijas. Sus dos hijas mayores desaparecen porque han decidido unirse a ISIS en Libia. Entonces, la reconstrucción de la vida de Olfa, la dura condición de ser mujer en Túnez, los escapes, las historias que se repiten en espiral. La película se titula  Four Daughters (2023), dirigida por Kaouther Ben Hania. 

Hay una que llega a suceder en Polonia:

Hay un lugar al que llaman "frontera verde". Son los bosques pantanosos, traicioneros, entre Bielorrusia y Polonia. Ahí es donde los refugiados de Medio Oriente y África que intentan llegar a la Unión Europea quedan atrapados. En un intento por provocar a Europa, el dictador bielorruso Alexander Lukashenko atrae a los refugiados a la frontera mediante propaganda que promete un paso fácil a la Unión Europea. Julia, una activista joven; Jan, un guardia fronterizo, una familia siria. Todos ellos se entrelazan para ser prueba de lo desgarradora que es la crisis de refugiados en Europa. De eso trata Frontera verde (2023), dirigida por Agnieszka Holland.

Hay otras, varias más, que suceden en todo el mundo. En China, en Ecuador, en Francia, en Dinamarca, en Portugal, en Italia, en Brasil, en Argentina, en Perú, en Uruguay. Son 200 películas en total. Ese número vastísimo de obras audiovisuales es lo que logró recopilar la Cinemateca uruguaya para la 42º edición de su festival de cine internacional. Y no es solo el número, sino la variedad en términos de temática, de origen, de calidad cinematográfica y de tradiciones culturales. 

"En lugar de programarla en el festival, esperamos a hacer la retrospectiva en el año para poner su última película. Así vamos salvando algunas películas para que lleguen al público igual", dice Alejandra Trelles, directora general del Festival, en conversación con LatidoBEAT.

Del 20 al 31 de marzo, este miércoles empieza el festival con la exhibición de la película La práctica (2023) del argentino Martín Rejtman en la sala Fabini del Sodre. Las entradas se pueden conseguir acá

Según Trelles,"a nosotros nos gusta que haya una diversidad de orígenes y de estéticas, que las películas no solo hablen de temas que no son tan comunes, sino que utilicen un lenguaje cinematográfico que le aporte algo al arte cinematográfico. Entonces, eso hace que la programación tenga una diversidad mayor".

Es que también es eso: el Festival no se desarrolla solo en las salas de Cinemateca, sino que también pasa por otras como la Sala Zitarrosa, la Sala B del Sodre, el Complejo Life Cultural Alfabeta, Life Cinemas 21 o el Auditorio del Sodre Adela Reta. 

Lo mismo sucede con el jurado y las categorías. Sucede, por ejemplo, que a la competencia internacional la van a estar jurando personas como Sérgio Tréfaut (1965) que es brasileño, José Luis Losa (1965) que es español, Anke Van Haastrecht (1950) que es de Países Bajos, Laura Ferrés (1989) que es española, Danielle Trottier (1956) que es canadiense y Gustavo Galvão (1976) que también es brasileño. 

Y, aunque hay uruguayos distribuidos en otras categorías de la competencia, además de los que vienen de la Asociación de Críticos de Cine del Uruguay, son varios los extranjeros. "Ya tenemos 42 ediciones, no es tan fácil, porque muchos ya fueron parte del jurado. Este año lo que hicimos fue recurrir a directores de cine o productores, actores, actrices, extranjeros", acota Trelles. 

El año pasado, en la 41º edición del Festival, el jurado lo componían personas como Roger Koza, Alicia Migdal y Manolo Nieto, quienes eligieron como ganadora a Godland (Dinamarca, 2022), dirigida por Hlynur Pálmason.

¿Cómo se llega a recopilar 200 películas? Son muchísimas. 

Es una tarea ardua. Sobre todo, es una tarea que, por un lado, es gratificante y, por otro lado, es muy penosa. Nosotros abrimos una convocatoria y ahí nos llegan obras de todos lados, a través de los distribuidores, los productores y los propios directores de las películas.

Entonces, este año abrimos convocatoria, o una convocatoria breve, que no dura más de un mes, y recibimos 800 obras. Quiere decir que tuvimos que ver 800 películas y, dentro de esas 800 películas, había muchísimas que nos interesaban. Por lo menos la mitad nos parecen películas dignas de ser programadas y que sabemos que van a llegar al público muy bien.

El problema que tenemos es que esa no es la base de la programación del festival. La base de la programación del festival es lo que nosotros vamos a buscar, que lo vamos a buscar en cuanto termina la edición, para la edición del abril próximo. Vamos primero al festival de Buenos Aires, el BAFICI. Luego, nos vamos al Festival de Cannes. De ahí, vamos a Locarno, después a Venecia, San Sebastián y por último a la Berlinale. De modo que, a partir de todos esos festivales en los cuales vemos casi toda la programación, porque las que no vimos en sala vamos pidiendo los links a los distribuidores, ya tenemos las películas que vimos que nos parecen potentes y que nos parecen muy importante que lleguen al público uruguayo.

Entonces, queda muy poco espacio para la convocatoria y esto hace que la tarea esa de selección sea más difícil porque nos gustan las películas. De repente, las estamos discutiendo y nos aferramos a la idea de que tienen que ser programadas. Hay otras que están también sobre la mesa y tenemos que elegir. Eso es lo difícil.

Elegir es un poco arbitrario en el sentido de que, como tenemos secciones, y tenemos competencias, las películas tienen que cumplir con algunos requisitos para entrar en las distintas secciones. Entonces, hay lugar restringido y limitado para las películas. Así es que llegamos a las 200 que hay programadas, resignando otras que de repente nos parecían buenísimas. Lo bueno de Cinemateca es que, como tenemos programación todo el año, vamos viendo películas que pueden servir para completar un ciclo temático que hacemos en algún mes del año, o cuando por ejemplo tenemos la última película de un director con el que estamos pensando una retrospectiva.

Entonces, en lugar de programarlo en el festival, esperamos a hacer la retrospectiva en el año para poner su última película. Así vamos salvando algunas películas para que lleguen al público igual. Pero es un proceso largo y complicado. Hay unas discusiones también entre nosotros que, a veces, son largas. Empiezan en la oficina y después siguen por mail, y después siguen por WhatsApp.

Alejandra Trelles, María José Santacreu, Facundo Ponce de León, María Inés Obaldía y Marcelo Metediera. Conferencia de prensa de presentación de la 42º edición del Festival Internacional de Cinemateca. Cortesía de Cinemateca.

Alejandra Trelles, María José Santacreu, Facundo Ponce de León, María Inés Obaldía y Marcelo Metediera. Conferencia de prensa de presentación de la 42º edición del Festival Internacional de Cinemateca. Cortesía de Cinemateca.

Habiendo películas que se salen tanto de lo que nosotros consideramos cercano a nuestra cultura, ¿qué se busca en una película a la hora de seleccionarla para el festival? 

Primero, lo que tiene que tener una película es calidad cinematográfica. Tiene que cumplir con esas exigencias de la calidad cinematográfica. Luego, de acuerdo a la sección, hay otros elementos que intervienen. A nosotros nos gusta, por ejemplo, que haya una diversidad de orígenes y de estéticas, que las películas no solo hablen de temas que no son tan comunes, sino que utilicen un lenguaje cinematográfico que le aporte algo al arte cinematográfico. Eso hace que la programación tenga una diversidad mayor.

Luego, hay otros temas. Por ejemplo, en la competencia de Derechos Humanos nos interesa poner en el debate temas que son urgentes, temas como la crisis migratoria, que es un tema que parece que afecta solo a Europa, pero que tiene consecuencias globales. De repente, desde una historia personal, o desde un documental que habla más de lo que está pasando, hace que la gente empiece a pensar sobre esos temas y a cuestionarse.

Son películas que, a partir de una anécdota mínima de lo que es eso, lo que te hacen es pensar desde el punto de vista filosófico y, a veces, hacen cuestionamientos morales de lo que está sucediendo y cómo es posible que la historia vuelva a repetirse de una manera tan patente, como en la película de Agnieszka Holland que se llama Frontera verde. Habla de lo que está haciendo el gobierno polaco con esa frontera, por donde tratan de atravesar cientos de inmigrantes semanalmente y lo que sucede ahí, que es realmente inhumano. Ella hace una ficción, pero se documenta muy bien para hacerlo.

Es una película que te rompe el corazón, pero al mismo tiempo me parece que es importante también discutir sobre eso. Es una película que te hace pensar y tiene algunos elementos que muestran que la humanidad todavía existe. Te da un dejo de fe en el hombre, pero son películas que cuestan. 

¿Cuáles son los criterios? La calidad, la pertinencia y tratar de descubrir nuevos realizadores jóvenes que, de repente, están en su ópera prima, o en su segunda película, y que intuimos que van a ser los consagrados del futuro. Entonces, vamos buscando. En esta edición, que tenemos como país invitado a España, quisimos traer lo mejor del cine español del último año. Realmente vimos todo el cine español para elegir veinte películas de largometraje y otras tantas de cortometraje.

Depende de cada edición, lo que estamos haciendo, y las secciones temáticas. "Ojo con el cine" es sobre el cine que habla de sí mismo, sobre actores, actrices, festivales de cine, críticos. Hay películas que son de ficción, de documental, y estamos buscando siempre películas que hablen del mundo del cine, que estén interesantes y que puedan llegar a nuestro público para descubrir o para profundizar más.

Por ejemplo, hay un documental sobre Nelson Pereira Dos Santos, que es un director brasileño que el público de Cinemateca conoce perfectamente y es uno de los mejores directores de cine brasileño, pionero del cinema novo de Brasil. Traemos el documental sobre su trayectoria cinematográfica. Eso, sabemos que a nuestro público le va a encantar y además está brillante el documental, de modo que va a venir la directora a presentarlo.

Vamos buscando lo que hay nuevo y lo vamos poniendo. Hay otra sección que es "Ensayo de orquesta", que es una sección temática sobre cine y música. Esto no es solo documentales sobre músicos o bandas, sino también películas que tienen en la trama algo muy centrado en lo musical. Por ejemplo, en esta edición tenemos una película española que se llama La estrella azul (2023), de Javier Macipe. Es una ficción sobre un músico zaragozano, Aznar, que es un rockabilly, pero en un momento se enamora de la música de Atahualpa Yupanqui y, siguiendo la huella de Atahualpa Yupanqui, hace un viaje y la película se convierte ahí en un road movie a Santiago del Estero. Conoce toda la música folklórica de la región, trata de aprender, bebe de esa música que él ya admiraba y cuenta un poco la historia de este músico. Cuando vuelve a Zaragoza, cómo sigue su trayectoria musical con todo lo aprendido en Argentina.

Quiere decir que no son solo documentales, sino historias que tienen a la música en su centro. Así es que vamos armando la programación. Después, está la sección infantil. Esa es una de las secciones más importantes del festival porque es el público del futuro que viene a ver las películas. Nos parece muy importante que los niños tengan la posibilidad de acceder a títulos de orígenes diversos, que puedan ver cine latinoamericano para niños, que es un cine que no llega a las pantallas y que puede haber también cine europeo.

Es difícil que los niños lleguen a ver cine europeo, está todo muy centrado en Disney y Pixar, o las películas de Marvel, y no es un cine y un lenguaje al que estén acostumbrados. Queremos ofrecerles esa diversidad. La verdad que lo disfrutan mucho. Ahora, los niños de nuestra competencia ya tuvieron su taller de apreciación cinematográfica y trabajaron a partir de las películas que ganaron el año pasado la competencia infantil y fue precioso. Cómo pensaban sobre las películas, la generosidad con la que debatían entre ellos, me pareció precioso lo que escuché. Tenemos películas en eso también de Europa, de Canadá, de Estados Unidos, de Brasil, de México, de España, películas que evidentemente no van a llegar al circuito comercial de cine y que va a ser la única oportunidad que tengan los niños para verlas es el festival, probablemente. 

Conferencia de prensa de presentación de la 42º edición del Festival Internacional de Cinemateca. Cortesía de Cinemateca.

Conferencia de prensa de presentación de la 42º edición del Festival Internacional de Cinemateca. Cortesía de Cinemateca.

¿Cómo se selecciona un jurado que esté disponible para este trabajo?

Eso es un tema, sí. Ya tenemos 42 ediciones, no es tan fácil, porque muchos ya fueron parte del jurado. Este año lo que hicimos fue recurrir a directores de cine o productores, actores, actrices, extranjeros. En todas las competencias son extranjeros, salvo en la competencia infantil, en la competencia juvenil y en "Derechos humanos", que tenemos una productora uruguaya, pero las otras dos son extranjeras. De modo que es mucho más fácil. Y las fechas, Semana de Turismo, que es Semana Santa en el mundo entero, nos beneficia porque, en general, la gente no está haciendo nada en estas fechas, entonces todos los que invitamos a venir como jurados nos han dicho que sí, entusiasmadísimos. En todas las competencias de este año, como España es país invitado, tenemos un español. Tenemos jurado de Canadá, de Holanda, de Brasil, de Portugal y de Argentina. O sea que es un jurado diverso, también. 

¿Qué lugar internacional le da a Cinemateca que su festival tenga este tamaño?

Yo trabajé muchos años en Cinemateca y la primera vez que fui al Festival de Cannes, que fui invitada, cada vez que tenía reuniones y hablaba todo el mundo conocía a la Cinemateca uruguaya. Me hablaban con admiración de Manuel Martínez Carril. Él nunca fue al Festival de Cannes, le rehuía a todo ese mundo de festivales y trabajo de lobby, y networking. Era una cosa que él no hacía realmente.

A pesar de eso, Cinemateca uruguaya, la figura de Manuel, todo eso era súper conocido en el mundo del cine y sigue siendo. La verdad que yo quedé sorprendida en ese momento. Ahora, ya no me sorprende porque son muchos años de encontrarme con gente que yo no conozco, pero que saben qué es Cinemateca, qué hace.

Todo el mundo tiene directores de cine amigos que han venido y que han presentado, que conocen el festival, que saben de la trayectoria de Cinemateca. Cinemateca fue fundada en 1952. Imaginate que en 1952 es la primera cinemateca latinoamericana que entra a la Federación Internacional de Archivos Fílmicos. Es un archivo de 21.000 títulos. Es una Cinemateca muy conocida y tiene un prestigio internacional con el que nos sorprenderíamos. Somos más conocidos fuera que dentro de Uruguay. Ahora a Cinemateca le está yendo un poco mejor, puede ser que estemos en la época de oro de la Cinemateca y por eso nos parece muy importante seguir con este festival que posiciona a la Cinemateca y al Festival en el mapa de festivales internacionales importantes en el mundo.

Siendo Uruguay un país que produce relativamente poco cine, por lo menos en comparación a otros países, ¿qué puede aprender nuestra industria de todo este cine que viene del resto del mundo?

Creo que nuestros productores y directores de cine uruguayo ya han aprendido mucho. Yo creo que se ha hecho un recorrido muy interesante desde el punto de vista del posicionamiento del cine uruguayo a nivel internacional. Las películas uruguayas se estrenan en muchos países, sobre todo en Francia porque es una maravilla lo que tiene de apoyos y la importancia que le da a la cultura en todos sus ámbitos.

Eso hace que la distribución del cine en Francia sea la más importante. De modo que creo que, desde que empezaron las producciones uruguayas a salir del Uruguay, y empezaron a llegar a festivales internacionales y a tener una distribución, ya el cine uruguayo tiene un lugar importante. 25 Watts en 2001 gana el Tiger Award en el Festival de Rotterdam y, a partir de ahí, empiezan a ganar premios los directores uruguayos que todavía hoy siguen haciendo películas y aparecen nuevos.

Son nuevas voces que hablan de temas uruguayos. No solo a Bayona se le ocurrió un tema uruguayo. Cada vez, además, se rueda más. Vienen equipos de rodaje de otros países para hacer coproducciones. Hay coproducciones con España, con Brasil, con Argentina, con Francia. Me parece que todavía es verdad que sigue incipiente, pero se está posicionando mucho. La producción no es tan grande como las de otros países, como Argentina, pero Argentina en cualquier momento va a dejar de producir como producía por todo el problema que están teniendo. En Uruguay, con una voluntad férrea de apoyar sobre todo la producción de cine nacional, también es importante la distribución, también es importante el apoyo a la distribución. Pero con esa voluntad férrea de apoyo yo creo que el cine uruguayo va a ser incluso más y de más calidad. Es algo que estamos viendo. Todavía hay muchas cosas por esperar, me parece, pero yo creo que el camino es el correcto. 

Por Federica Bordaberry