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Entrevistas
Viajando en un tiempo fugaz

Buenos Muchachos y un show donde la música se mezcla con la ciencia, de la mano del IIBCE

La banda realizará un toque que conjugará el sonido con la estética de imágenes generadas por investigadores del Instituto Clemente Estable.

07.07.2022 09:31

Lectura: 8'

2022-07-07T09:31:00-03:00
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Por Santiago Magni

Por sus 95 años, el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable (IIBCE) realiza varias actividades que están relacionadas con la cultura, como la participación en espectáculos musicales. La ciencia se puede manifestar en la música, y los Buenos Muchachos preparan un show en el que ambos campos se cruzarán.

José Nozar, baterista de la banda, y Claudia Piccini, investigadora del Departamento de Microbiología del IIBCE, son pareja, formaron una familia, y de sus charlas de entrecasa surge la conexión de “dos áreas que están íntimamente ligadas”. Previo a “Misal Parvo”, nombre de los shows que serán el 25 y 26 de julio en el Auditorio Nacional del Sodre, hablaron con Montevideo Portal sobre este espectáculo, sus particularidades, pero también de música y ciencia.

¿Cómo surge la conexión entre la música de Buenos Muchachos y las investigaciones del IIBCE?

Claudia Piccini: En el marco de los 95 años del Clemente Estable intentamos pensar actividades que por afinidades creativas tenemos los científicos y los artistas.  Son actividades que dependen de la imaginación y la creatividad; van desde origamis con cuestiones biológicas hasta espectáculos musicales, entre otras cosas. Una noche conversábamos sobre el show de Buenos Muchachos y la posibilidad de conjugarlo con los 95 años del instituto y hacer algo donde haya algunas manifestaciones de la ciencia, como son las imágenes que han aparecido en los afiches, en el show.

Las imágenes tienen un valor estético precioso. Cuando planteé la posibilidad al consejo directivo del instituto de conjugar el año del Clemente con el show de Buenos Muchachos, mucha gente se ofreció a ayudar. Tenemos material que nos dieron de al menos siete grupos de investigación. Los investigadores que participaron son Federico Battistoni, Cecilia Taulé (Departamento de Microbiología) e Inés Ponce de León (Departamento de Biología Molecular) y también tenemos material generado por el instituto hace décadas. A todos les encantó la idea de mostrar la estética de las imágenes con las que nosotros trabajamos, que a veces quedan simplemente en el ámbito académico.

Juan Nozar: Empezamos a trabajar sobre la estética que nos interesaba para el show y ahí Claudia sugirió cuáles eran los investigadores que trabajaban en esas líneas, para nosotros creativas y para ellos académicas. Hay una narrativa propia del show, que en esta ocasión está planteado desde el punto de vista musical y lírico. La idea es una especie de cooperación que se da con el ámbito biológico y con un show, más aditivos sensoriales sumados a eso. El desarrollo de la música está ligado al desarrollo de la ciencia históricamente. La ciencia y la música son parte del bagaje cultural de un pueblo. La música es una secuencia de proporciones matemáticas y físicas; desde Pitágoras ya se hablaba de que la armonía no servía solo para el beneplácito personal, sino para dar una explicación al mundo. Una explicación de la naturaleza a partir de la armonía y de la armonía a partir de los números. Ciencia y música están íntimamente ligados, y en casa están ligados todos los días (risas).

¿Qué significa para el instituto esta cooperación?

CP: Para el instituto, interactuar y hacer ese enlace con el arte es lo más natural y es la cooperación ideal. Tenés la educación, la ciencia, la cultura (música y artes plásticas), todo es parte de la cultura y la soberanía de un pueblo. Es natural que todo eso esté colaborando para generar algo que se pueda disfrutar y hacer algo nuevo. De la interacción de muchas variables tenés algo que emerge, que es el show. El show tiene mucho de combinar distintas partes para generar algo nuevo.

Foto: Javier Noceti/Montevideo Portal

Foto: Javier Noceti/Montevideo Portal

¿Este vínculo con la ciencia ya existía en shows de Buenos Muchachos?

JN: Esta es una nueva creación que parte de esta cooperación y de lo que va a pasar ahí, que creemos va a ser algo nuevo para cada espectador. Creemos será un momento emocional donde estamos todos dentro de la misma platea, inclusive los músicos. Cuando hicimos la presentación de nuestro disco sin nombre, mal llamado #8, teníamos en el Teatro de Verano un video de unas bacterias en movimiento y eso lo utilizamos junto a un background sonoro durante unos minutos. Eso fue una parte de unión de dos sets de nuestro show, y luego en 2019 hicimos seis salas Hugo Balzo, con conciertos peculiares desde lo conceptual y escenográfico. Utilizamos la intro de ese show y la unimos a unas imágenes que filmamos en el Clemente Estable con Claudia, Martín y Gabriela, amigos que forman parte de la estética de Buenos Muchachos. Ahí subimos un pequeño video a redes para el Día del Patrimonio.

El vínculo ya existía con la ciencia y si lo querés ver más atrás, el tercer disco de Buenos Muchachos -que se considera el segundo oficial-, Dentritas contra el bicho feo (2001), tiene canciones en las que se musicalizan momentos ligados a la biología y la ciencia. No es algo nuevo para la banda, tal vez es una mutación de eso.

CP: El hecho que convivamos ayudó a que eso se gestara. Este año se va a dar muchas veces ese tipo de interacción; muchos investigadores del instituto tienen una expresión artística detrás o una intención de hacer algo del estilo. Es bueno que haya una visión más holística del mundo y de la cultura.

Foto: Javier Noceti/Montevideo Portal

Foto: Javier Noceti/Montevideo Portal

¿Qué análisis hacen del vínculo entre músicos e investigadores?

JN: El vínculo músicos e investigadores es difuso; después la academia va hacia un lado u otro, pero todos estamos en un barco similar. El show pone el foco en prestar atención a lo ínfimo, que es el macro mundo. 

CP: Hay un campo de investigación sobre el efecto de la música y la frecuencia de las ondas musicales sobre las células, bacterias, patógenos o el cerebro humano. Se está extendiendo al efecto de la música a otros seres más chicos. La idea es cooperar entre distintas ramas del mundo creativo: así es como funciona la vida. Hoy está reconocido que todos los seres vivos funcionamos a fuerza de cooperar. La vida es cooperación a pesar de que fue competencia por muchos siglos. Hubo un cambio de paradigma y es más útil la cooperación.

JN: La cooperación es evolución y viceversa. El resultado final es mucho más que la suma de las partes, y eso solo se puede dar si las partes cooperan entre sí. En el show tenemos interés en mostrar cómo la cooperación puede lograr evolución, mucho más que la competencia, que en este momento es un paradigma político. El show tiene esa visión de forma implícita.

¿Qué balance hace la banda de la respuesta del público desde que anunciaron los conciertos?

JN: No esperábamos tanta repercusión para el show. Es una sala grande, y si bien la banda ha vendido muchas veces muchos tickets, no esperábamos que en la primera semana fuera tan voraz la venta. Nos impactó y por eso salimos con una segunda fecha. La segunda fecha estaba reservada, pero como la reserva fue en un momento pandémico no sabíamos si iba a salir o no. La respuesta de la gente es la comprobación de que sirve siempre estar intentando hacer nuevos espectáculos, cambiar constantemente e intentar otras facetas. Quizás también nos iría bárbaro si no hiciéramos nada de esto, pero a nosotros no nos parecería interesante y no creeríamos que estamos generando algo que realmente tiene un valor agregado para el público.

Foto: Javier Noceti/Montevideo Portal

Foto: Javier Noceti/Montevideo Portal

¿Qué impacto ha tenido para el instituto que se dé a conocer su rol en estos shows?

CP: En el instituto estamos fascinados con colaborar con el mundo artístico, y más en el marco del aniversario número 95. En el instituto estamos todo el tiempo con una espada de Damocles de que se pierden cargos, ya que no se pueden llenar vacantes del Estado, por lo que todo lo que podamos hacer para visibilizar lo que hacemos es importante. Hay una sensación de pertenencia del instituto, es nuestra casa y queremos que le vaya cada vez mejor. Mostrar lo que hacemos y que no nos encasillen como un montón de académicos que están encerrados y que nunca muestran lo que hacen, es bienvenido.

¿Qué sensaciones o experiencias podrán vivir los espectadores en “Misal Parvo”?

JN: La gente está muy dispuesta y abierta a encontrarse con nuevas sensaciones cuando va a un show de los Buenos Muchachos. Muchas veces hacemos cosas que nosotros mismos decimos ¿no será demasiado? Tiramos un poco de la piola y generalmente sale bien porque el público es receptivo. Hay una comunión que creemos que este show, como ha sucedido en algún otro, va a marcar a la gente. Nuestros shows siempre son un poco diferentes, pero cuando es en un teatro de estas características son completamente diferentes. No es el típico show de Buenos Muchachos: es una película que tiene un principio, un epílogo, y se cuenta un cuento de esa manera y no hay más espacio para otras cosas. En esa cápsula, es algo de tiempo y espacio donde habrá una experiencia diferente.

Buenos Muchachos. Foto difusión

Buenos Muchachos. Foto difusión

Por Santiago Magni