¿Puntero? ¿Qué nombre? ¿Qué coño significa? Cada uno puede interpretar lo que le plazca. Esa es la gracia. Aunque nada es casualidad en esta vida. Lo que está claro es que dejar pasar el tiempo bajo el puente no es una opción. Al menos, no para Gonzalo Zipitría, que no se conforma con esconderse atrás de un actor de reparto, sino que encarna un personaje de acción que busca siempre renacer y no quiere dejar títere con cabeza. Y las canciones lo dejan claro. Este disco, o este vómito, deberíamos decir, es una declaración de principios. A la amistad, a la belleza y a la suerte de estar vivos. Parecerá pánfilo, pero de eso no tiene un ápice. Lo que sí lo sería es no animarse a escucharlo. Podés amarlo u odiarlo. Nunca quedar indiferente. Porque es inminente: sube la marea y no hay forma de pararla. Solo resta hacerle frente. Saltar al vacío y abrazar los designios que nos reserva el destino. A todos los valientes, bienvenidos al viaje.

Vio luz "Marea", el último single del disco que marca un sonido y una forma de pararse en el mundo. ¡Escuchalo!