El tema no es ser mujer artista en Uruguay. El tema es, en realidad, ser mujer artista en cualquier parte. “Es hermoso, pero también es un poco cuesta arriba en el sentido de las oportunidades”, dice Camila Sapin. Y es cierto: como mujer, hay un montón de cosas que “hay que hacer” que a veces dificultan no solo la carrera artística, sino la carrera profesional en general. Sean abogadas, economistas, secretarias, periodistas, escritoras, limpiadoras, contadoras. Sean lo que sean.

El ejemplo más claro, y al que Camila está más cerca últimamente, desde que nació Amalia, es la maternidad. La maternidad pospone. Aunque, dice, ella tiene la suerte de contar con una pareja que la apoya. Aunque, también vuelve a decir, eso no debería ser suerte, debería ser lo normal.

A lo largo de su carrera, Camila conoció a otras mujeres artistas. ¿Cuántas? Muchas. Mujeres que son familia, que son cercanas a su vida, alumnas, ex alumnas. A Ana Prada la tuvo cerca siempre, Mica Sapin es su hermana, Vitu Revello fue alumna suya desde los siete años (ella daba clase con veinte) y se vieron crecer.

A todas ellas (a muchas más que esas) las quiso juntar. Hubo algunas que, aunque apenas las conociera, un instinto o una subjetividad le dijo que también las llamara. Y lo hizo. Juntó treinta mujeres artistas con las que tienen distintos tipos de cercanía.

Lo hizo para ese ciclo de la Sala Zitarrosa llamado Mareas, donde se junta a mujeres y disidentes de la música y el audiovisual. Cuando la invitaron a participar a Camila, le ofrecieron primero una fecha. Luego, le ofrecieron tres. Y ahí fue cuando llegó Una Contigo porque “con tres fechas tenía que hacer algo distinto, un concepto”. El origen del nombre tiene que ver con una canción que hizo con Alfonsina, que lleva ese título.

Y, quizá, lo que suceda con las más adultas sea esto: “uno siempre se nutre de las energías de las demás personas, el concepto de magnetismo, de cómo las energías confluyen en las distintas personas con las cuales vos te vas atrayendo hacia un lado y hacia otro. Y me parece que cuando una está abierta a que eso pase, pasan cosas increíbles. De la energía de una chiquilina de 18 años que está soñando con vivir de la música, vos podés agarrar un montón de su esencia más pura, de sus sueños, de toda esa ilusión que tienen a esa edad”.

El leit motiv del show, ese que unirá a treinta artistas, será el último disco de Camila Sapin, Magnetismos. Este viernes 8 de julio estrena, entonces, Una Contigo, el ciclo de música liderado por Camila junto a su banda. En resumen, reúne a 30 mujeres referentes de la cultura uruguaya en escena, un viernes al mes en la Sala Zitarrosa (también el 12 de agosto y el 9 de setiembre), parte del ciclo Marea.