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Contenido creado por Manuel Serra
Música
Aúllando por existir

Chillan las Bestias, perdedores hermosos y psicóticos o la banda más rioplatense del mundo

Esta banda nace de una porteña y otra uruguaya. Y hoy en día tiene el empuje de lo mejor – y peor – de los dos mundos.

16.11.2022 12:47

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2022-11-16T12:47:00-03:00
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Por Leo Silveira

Decir que llega una vez más la banda argentina Chillan las Bestias para presentarse en Uruguay no sería del todo correcto porque la patria musical de este grupo es la Cuenca del Plata. El origen es en el barrio porteño de Almagro, como los ex Ángela Tullida que luego sumarían al artista uruguayo Pedro Dalton (compositor, cantante, dibujante) a recitar sus versos sobre una música incidental, a José Navarro, el baterista de “Pettinato & The Pessy-Mystic” y, más recientemente, a otro “buen muchacho uruguayo”, Marcelo Fernández.

Comandados por el piano de Franco Varise, Pablo Ferrajuolo en el pulso del bajo y Marcos Camisani al violín, los perfumes de San Telmo se mezclan con el pampero sucio de la costa montevideana y nace un primer disco homónimo grabado en los míticos estudios Ion allá por el 2014. Sus canciones rearman un rock descarnado y gótico criollo, un postpunk lúgubre (cassette pinchadura) donde se cruzan armonías de tango con violín y la arrabalera cadencia se mezcla en la voz ni bella ni convencional, pero inconfundible, de Pedro en la sombra de Nick Cave o Tom Waits. No hay un casillero donde poner el sonido de los “Chillan”: son una mezcla única entre “Ángela Tullida” con los “Buenos Muchachos”, ese es el estilo, la etiqueta original.

Pero esta historia ya había comenzado muchos años atrás con la hermandad entre los Ángela y los Buenos Muchachos. Eran los 90: las influencias, los sonidos se mezclaban y provenían de otras partes del mundo, se mezclaban las ideas y se volvía fuerte una impronta que remitía al tango. En esta escena, crecía cómodamente Ángela Tullida forjando una amistad con los años y varias presentaciones en vivo junto a los Buenos Muchachos en Montevideo y Buenos Aires hasta el comienzo de mutación de la misma en 2011 luego del disco Tripas Corazón.

Foto: Martín DarkSoul

Foto: Martín DarkSoul

Una vez sumergidos en una nueva banda (en cuerpo y alma), se convirtieron, sobre todo, en un grupo de viejos amigos que para no aburrirse los sábados de mañana se juntan a ensayar y avanzar en el nuevo proyecto que Pedro bautizó como Chillan las Bestias. Hoy llevan tres discos en su camino editados aquí por el sello Bizarro en los que el cuidado del arte original siempre está a cargo de Pedro Dalton con dibujos en tinta china de animales o bestias humanizadas al igual que el libro cancionero de su último álbum Casi farsante, una pieza exquisita publicado por editorial Estuario y Piloto de Tormenta en las respectivas orillas, y dedicado a la memoria del guitarrista de la banda Marcelo Chacha Flores Chiachiare, fallecido en 2017.

El Río de la Plata es como un manto de energía común respecto de las emociones y sentimientos, esto a los Chillan les caló muy hondo y frente a las corrientes musicales que se iban poniendo de moda, la banda profundizó en la poesía y la literatura de las dos ciudades capitales.

Al conversar con la banda sobre el sentimiento y la influencia de la geografía en las composiciones dicen hacerlo con una visión muy propia. No se piensa mucho en los públicos, ya sean de una orilla u otra, pero sí hay una fuerte influencia imaginaria, una ficción, una bruma que identifica, según sus fantasías a esta región del mundo.

Las letras de Pedro y la música resaltan el lado más expresivo y no técnico. Y siempre tienen un componente emocional más que racional y fluye según los aires que se respiran.

Eso que no se ve. Que está oculto o solapado. Bajo la alfombra. Lo que viene de adentro de los hombres y sale de repente como un impulso bestial. Es el espíritu que trasuntan sus tres discos que, hasta ahora, forman una especie de saga involuntaria – o no – en un espacio temporal existencialista sin tiempo, una combinación de sonidos y letras profundas, oscuras y cargadas de imágenes de ciudades pesadas, podridas y de la privacidad de un cuarto de hotel en Ciudad Vieja o Constitución donde el ser, el hombre, se trastoca y desfigura en angustia.

Este jueves 17 de noviembre, Chillan las Bestias se presentan en La Trastienda (Fernández Crespo 1763) para deleite de sus seguidores de siempre y un montón de advenedizos que se vienen sumando en cada una de las presentaciones aquí y en Buenos Aires.

El show recorrerá su obra y también será la oportunidad de presentar tres nuevas canciones de su próximo disco (que ya está cerca) y que tiene algo más áspero en cuanto a la intención y el sonido. Un nuevo trabajo que se compuso y se grabó en la sala de ensayo saliendo de la cuarentena y al que se terminaron colando “cosas” sobre ese momento crítico. Nuevas composiciones donde siempre aparecen las historias perdedoras, psicóticas y algo psicotrópicas que, de alguna manera, definen el estilo propio de la banda de rock más rioplatense del mundo.

Por Leo Silveira