Documento sin título
Contenido creado por Gerardo Carrasco
Entrevistas
Es usted la amalgama perfecta

Con Buba Espinho: “Mi estilo de fado es una conjunción entre lo antiguo y lo nuevo”

El joven músico portugués dialogó con Montevideo Portal en vísperas de su presentación en Sala Zitarrosa.

25.11.2022 08:49

Lectura: 5'

2022-11-25T08:49:00-03:00
Compartir en

Por Gerardo Carrasco
  gcarrasco@m.uy

“Venho dos lados de Beja / Vou para o meio de Lisboa”, escribió hace casi cien años el poeta lusitano Fernando Pessoa. Tales versos parecen hechos a la medida del joven cantautor portugués Buba Espinho. Nació hace 27 años en Beja, una ciudad de la región del Alentejo, la tierra de humildes campesinos que José Saramago plasmara en su novela Levantado del suelo.

Pese a su juventud, Espinho es un destacado exponente del fado, canción urbana típica de Lisboa, género al que ha sabido sumar ritmos típicos de su patria chica.

Tal como en los versos de Pessoa, Espinho salió de Beja y se fue a Lisboa con su guitarra, su voz y su talento. En el año 2016 dio el batacazo —término muy al uso en estos tiempos mundialistas— al consagrarse ganador en el certamen Grande Noite do Fado. Ese triunfo le confirió gran popularidad y le dio la oportunidad de compartir escena con grandes nombres de la música portuguesa, como Rui Veloso, Ana Moura, António Zambujo, Celina da Piedade, Júlio Resende, Mariza y otros muchos.

En el año 2020 publicó su primer disco, llamado sencillamente Buba Espinho. Sus canciones, originales resultados de mezclas de elementos musicales diversos, tuvieron muy buena acogida.

Luego de presentarse en varios países europeos, Espinho toca tierra latinoamericana en el marco de la 12ª edición del Festival de Fado, espectáculo internacional que llega este año por primera vez a Uruguay. El artista se presentará en formato trío el domingo 27 de noviembre a las 20:00 horas en Sala Zitarrosa.

Todo sucedió muy rápido

En entrevista telemática con Montevideo Portal, el artista luso se expresó con modestia cuando se le preguntó acerca de las razones a las que atribuía su veloz éxito.

“Es una pregunta difícil, creo que no podría responderla directamente, pero el hecho es que desde que empecé a hacer música de forma profesional, ya nunca más paré. Trabajo mucho y me gusta hacer música, entonces las cosas comenzaron a suceder. Naturalmente a las personas les fue gustando lo que yo hacía, especialmente a las de la región de la que soy, el Alentejo. Es un honor para mí representarlas, y representar al fado en el festival”, aseguró.

De puristas y rupturistas

El fado y el tango presentan varios elementos en común: ambos surgieron en el siglo XIX, fruto del mestizaje cultural resultante de emigraciones e inmigraciones, y lo hicieron en barrios pobres y marginales. Con el tiempo, su magia conquistaría todos los estratos sociales. Y como el ritmo rioplatense, el saudoso canto lusitano tiene sus Gardel y sus Piazzola: gente apegada a los cánones más tradicionales y otra dispuesta a innovar con fusiones y elementos ajenos a la receta original.

En su manera de interpretar el fado, Espinho vierte numerosos elementos del cante alentejano, expresión musical que lleva en la sangre y que en 2014 fuera declarada por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

“Siento que mi estilo de fado es una conjunción de lo antiguo y lo nuevo, por lo tanto, tiene cosas de ‘alma vieja’, como acostumbramos a decir, y otras propias de mi generación. Obviamente, nací en una circunstancia diferente a la de los fadistas antiguos, pero siento que soy una mezcla equilibrada entre lo clásico y las nuevas generaciones”, definió.

Orgullo de identidad

Hijo de un eximio pianista, Buba (su verdadero nombre es Bernardo) se vinculó con la música desde pequeño, y tempranamente tocó en dúo con su hermano Eduardo. Esa ósmosis cultural ocurrida en su Beja natal marcaría su rumbo artístico y existencial.

“Lo que aprendí desde pequeño con el cante alentejano, en el Alentejo, antes de materializarse en música, fue a respetar primero los principios y las raíces de nuestra tierra, a tener identidad”, sostuvo.

“Para cualquier artista es muy importante tener identidad. Algunos la hallan tardíamente, felizmente yo la encontré muy joven, y es algo que traslado al fado y a todos los géneros musicales: la música y las influencias del lugar de donde vengo, el Alentejo”, enfatizó.

Por eso, se autodefine con una imagen culinaria. “Soy una olla con muchos ingredientes dentro: fado, cante alentejano, pop, música tradicional... me encanta la música tradicional de América Latina, la de Argentina y Uruguay, por ejemplo, por eso mi olla está cada vez más llena de ingredientes”.

Todo con cuerda

El domingo, Espinho subirá al escenario con su guitarra, su voz y sus canciones. Lo acompañarán sus compatriotas Luís Guerreiro en las cuerdas de la dulce guitarra portuguesa, y Adriano Alves en el bajo acústico.

En cuanto a la tónica del recital, el artista adelanta que “será un recorrido basado en el fado” que incluirá también “música tradicional del Alentejo, composiciones propias y alguna cosita en español”.

Por Gerardo Carrasco
  gcarrasco@m.uy