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Música
Millones de casas con canciones

Con Stephin Merritt: “Soy una estrella de rock decadente y hago lo que quiero”

The Magnetic Fields, la legendaria banda estadounidense, llega por primera vez a Montevideo y se presentará en La Trastienda.

05.12.2022 22:00

Lectura: 10'

2022-12-05T22:00:00-03:00
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Por Federico Medina

Cuando Stephin tenía 22 años, un día se sentó junto a su madre a la mesa y ambos se dieron cuenta de que habían vivido en treinta y tres lugares distintos.

El cantante, compositor, productor y músico de 57 años dice no querer mudarse más, aunque está a punto de volver a hacerlo. The Magnetic Fields, el grupo que formó junto a su amiga punk Claudia Gonson, salió de Boston, Massachusetts, y desde entonces, en cada casa que vivió —como la que tuvo en Los Ángeles o la que luego consiguió en Nueva York, con un sillón de tres cuerpos desde el que charló cómoda y amablemente con LatidoBEAT— armó un estudio con infinitos instrumentos, protegido por una montaña de libros, discos y películas.

Si viste Strange Powers: Stephin Merritt and the Magnetic Fields (2010), el film que narra la historia de la banda y la de su alma mater, y muestra el tipo de vínculo creativo y afectivo entre Stephin y Claudia (también, la eterna manager del grupo), ya sabés que Merritt solo puede componer sus canciones en bares gays donde acostumbra a tomar un cognac y siempre suena música disco; que ahí puede pasar hasta ocho horas; que en una octava más arriba, o abajo, de una nota del piano de Claudia existe la canción que tiene en su cabeza y por la que podría valer la pena discutir un buen rato, y que la madre budista de Merritt se mata de la risa cuando recuerda la época en la que su hijo estaba obsesionado con la cultura británica.

Si escuchaste el disco 50 song memoir, ahí están todos los hechos trascendentes en la vida de este músico, vueltos canciones-cuentos, dedicadas a cada uno de sus carnavales, desde 1966 hasta 2015. Supongo que para la modestia pretensión de hacerse una idea, el clásico 69 Love Songs, también deja en claro quién es Stephin Merritt y qué tipo de canciones hacen The Magnetic Fields. Incluso, Distorsion, el más atípico de sus trabajos dentro de su obra, sería una gran elección para empezar a escucharlos.

Merritt tiene, tuvo o tendrá otras bandas y proyectos, además de lo que hace en forma solista, como The 6ths, The Gothic Archies y Future Bible Heroes. En 2020, con los Magnetic, lanzó otras 28 canciones nuevas bajo el título —y el concepto—  de Quickies (“rapiditas”, en criollo).

¿El secreto? Su especial talento para componer canciones perfectas, pero no en el sentido mágico, sino en el matemático. Sus versos, nunca muy largos, se van con una palabra simple, o que suena simple, con la ilación de las anteriores, y que solo se le ocurre a él, entre todas las simples para tirar a la basura. La poesía, el sentido del ritmo y la melodía de sus canciones dialogan con un tipo de naturalidad tan extraña que asusta, tan familiar y lejana como la de un musical de la edad dorada del cine norteamericano, nunca antes jamás compuesto.

El jueves 8 de diciembre, The Magnetic Fields llegan a La Trastienda de Montevideo, como parte de su nueva gira mundial. Pero, antes, Stephin Merritt habló con LatidoBEAT.

¿Te gusta salir de tour?

Me gusta estar en lugares en donde no he estado, pero no me gusta la parte de tener que viajar. No estoy interesado en aeropuertos, la verdad.

De todos los lugares que conocés en el mundo, ¿cuál es tu preferido?

Definitivamente, viviría en Barcelona. Es una ciudad increíblemente hermosa. Y un amigo arquitecto me dijo que la ciudad de México es incluso más linda que Barcelona, así que quizás la descubra en este tour.

¿Cuál es el libro que más leíste en tu vida?

Solía leer Ethan From [N. del. R.: novela de la estadounidense Edith Wharton, publicada en 1911] en cada uno de mis cumpleaños.

¿Por qué?

Tiene solo 99 páginas y lo podés leer de un tirón. Y es una buena forma de pasar mi cumpleaños. Me permite salir un poco de mi cabeza; la verdad es que no me gustan los cumpleaños. Creo que leer Ethan From me permite ponerme en contacto con los problemas de otras personas, en una forma en la que tal vez no lo haría con otra cosa, y así puedo alejarme un poco de los míos el día de mi cumpleaños.

¿Te gustan las enciclopedias?

Tengo el volumen 1 de la enciclopedia Funk & Wagnalls Wildilfe de 1977 y nunca he visto ninguno de los otros volúmenes; me gusta el misterio de eso. Pero lo que sí tengo completo es el OED [Oxford English Dictionary]. Son nueve volúmenes muy gruesos, creo, y ocupan toda una estantería.

Tenés muchos libros en tu casa. ¿Cuál es tu más preciado tesoro?

The Psychotronic Encyclopedia of Film. Ese libro tuvo un rol importante en mi educación cinematográfica. Diría que no estuve tan metido en las películas mudas de Rusia, como sí lo estuve en la ciencia ficción más extraña de los cincuentas. En realidad, sí estuve metido en las películas mudas de Rusia, también. Me gustan muchos tipos diferentes de películas, y The Psychotronic Encyclopedia of Film tiene una selección que no está basada en géneros, o en cierta calidad, sino en cuán extraños son esos films que incluye en su lista.

¿Qué te gusta o sabes de la literatura latinoamericana?

Tenía un novio que estaba metido en el teatro en español de Nueva York, donde hacen adaptaciones de muchos escritores como Isabel Allende. A él le gustan las obras de teatro de una hora y media de duración, de libros muy largos. Entonces, la mayor parte de mi experiencia es a través de eso. Luego, he leído todo Borges y lo amo. Y algunas cosas, cercanas a él.

En este momento, la mayoría de mis libros están almacenados, pero me voy a mudar el próximo mes después de la gira, así que espero tener todos mis libros afuera, pronto. Ahora lo que tengo disponible son los de estas dos estanterías (mueve la cámara de su teléfono hacia ese lugar de su casa). Ahí hay muchas revistas, pero la mayoría son libros que ya he leído, y los volvería a leer.

¿Sigues comprando revistas?

Ah, sí, claro. Son más importantes para mí ahora de lo que solían ser. Especialmente, para encontrar música que me interese. Si está en la revista electrónica Sound, probablemente voy a tener un 50% de posibilidades de que me guste. Si está en la revista Wire, probablemente tenga un 30% de posibilidades de que me guste, y eso es todo. A diferencia de si está en Internet, eso no significa que me vaya a gustar, ¿sabes? Pero confío en estas revistas en particular que no tratan de venderme algo.

Vos trabajaste en Spin Magazine. En los noventa era la biblia.

Sí, fui corrector. Trabajé casi un año, en la época en la que murió Kurt Cobain. Había mucho grunge en ese momento, así que había mucho para hacer.

Cuéntame algo sobre esa experiencia

Pasaba lo siguiente: todavía se usaba papel. Yo solo leía en papel. No tenía una computadora. Así que hacía los cambios en papel, y luego Gail O’Hara, la editora, ingresaba los textos en una pantalla negra con letras verdes. El método ya era una antigüedad para ese momento. Eso fue entre el 93 y el 95.

 A propósito de tu canción “'14: I wish I had a picture”, incluida en 50 song memoir, ¿cómo crees que funciona tu memoria?

Mucho mejor después de que me recuperé de la covid-19. Tuve niebla mental por dos años y medio. Por ejemplo, me han preguntado de dónde saqué la idea para el disco Quickies y, la verdad, es que no me puedo acordar. Y no pasó tanto tiempo. Hace unos meses fui a un doctor, que tenía su consultorio en la avenida 77; me pareció una dirección divertida, pero no sabía bien dónde era. Así que decidí salir muy temprano, para quedarme tranquilo de llegar en hora.

Cuando llegué, todos me reconocieron de inmediato, pero yo no conocía a nadie. Me dijeron que había estado ahí, seis semanas atrás, y yo no me acordaba para nada. Así que he tenido serios problemas con la memoria desde lo de la covid.

Otra canción que me gusta mucho de ese disco es “'71: Think I'll Make Another World”. La letra parece hablar de un momento de tu vida muy revelador.

Sí, pero no habla directamente sobre música, sino de los dioramas que yo hacía cuando era chico. Hacía una especie de personajes de cartón y les armaba unos escenarios. Era como hacer otro mundo mucho más literal que el de mis canciones. O a través de un medio diferente.

Aunque la letra dice: “Nadie puede decir que esto está todo mal, porque yo puedo decir ‘esta es mi canción’” (No one can say that’s all wrong, because I can say “Hey, it’s my song”). Como una declaración de principios sobre tu forma de hacer las cosas.

Pero la razón fue que 1971 estaba haciendo estos dioramas.

Está bien.

La canción trata de la creatividad en general y el descubrimiento de eso. La creatividad es divertida.

Sos muy fanático de los años cincuenta, ¿no? De su cultura, su cine.

Creo que prefiero los 60’ a los 50’. Tengo una gran colección de música de los 60’ y la uso para mis noches de bubblegum [N. del R.: género musical derivado del pop] y psicodelia como DJ, aunque hace mucho tiempo que no hago eso. Y lo que realmente me gusta es de 1967 a 1969. Cuando las cosas se pusieron realmente extrañas.

¿Es verdad que tu madre piensa que todas tus canciones hablan de ella?

Es verdad, sí, y todavía no es cierto. Pero, de hecho, algunas sí son sobre ella, pero solo las que dicen que son sobre ella.

¿Estás en contacto con tu madre?

Oh, sí, nos vemos una vez a la semana. Ella vive cerca de un jardín en el Bronx y salimos a caminar y tomamos té en el jardín con vista al río Hudson, y es muy bonito.

¿Qué extrañas cuando te vas de gira?

Bueno, mis perros. Ese es todo un tema. Tengo dos chiweenies y es extraño no tenerlos cerca. Y también extraño el hecho de poder armar mi propia rutina.

¿Cómo es?

Normalmente no tengo una rutina. Me levanto cuando quiero. Soy una estrella de rock decadente y hago lo que quiero hasta que nos vamos de gira y luego no hago nada de lo que quiero.

¿Pones música cuando estás en casa? ¿Tocas música todos los días?

Uh, paso por fases en las que solo quiero tranquilidad y por otras en las que digo: “Pon esos 16 discos de italo disco que compraste”. Cuando estoy escuchando música, soy obsesivo. Creo que es mi trabajo ser obsesivo, pero no escucho música todo el tiempo. Pero cuando lo hago, lo hago durante horas.

The Magnetic Fields, con Stephin Merrit junto a Sam Davol, Shirley Simms, Chris Ewen y Anthony Kaczynski se presentan este jueves 8 de diciembre a las 21h en La Trastienda (Fernández Crespo 1763). Entradas en Abitab.

Por Federico Medina