Cruz Cafuné. Fe y amor, respectivamente. Cafuné es una expresión en portugués que se utiliza para referirse a las caricias en el pelo. Carlos Bruñas Zamorín tiene claro cuáles son sus orígenes. Islas Canarias, la familia y la religión. Tres elementos que forman parte, de manera consistente, de su proyecto artístico. 

Maracucho Bueno Muere Chiquito (2018) fue el primer álbum. Quince canciones que cuentan la historia de un joven de Tenerife, como él, que se enfrenta a un dilema universal. Elegir entre el bien y el mal. Además de lidiar con el éxito. 

El segundo fue Moonlight922 (2020), con una portada que hace alusión al volcán El Cuervo en Lanzarote y a la luna llena que, según el artista, solo se puede ver así en las Canarias. 

Me Muevo Con Dios (2023) es el tercer álbum, el último lanzamiento. Una alusión a que, al igual que los tiburones, para sobrevivir hay que mantenerse en movimiento. Contiene más de diez colaboraciones, que incluyen al también español Quevedo y a la artista argentina Chita. 

Para Cruz Cafuné, lo principal no es el negocio, ni el éxito o las estadísticas. El amor a la música gana cualquier discusión, guía el camino. 

Cruz Cafuné se estará presentando este viernes 16 de febrero en Plaza Mateo, las entradas se pueden adquirir aquí. Con esa excusa, estuvo en diálogo con LatidoBEAT sobre su obra, la generosidad de compartir música ajena, la escena artística de las Canarias, su familia y su vínculo con la religión.

Cortesía de la producción

Me Muevo con Dios cuenta con un visualizer para el álbum entero. Se nota que tiene mucho trabajo, ¿de dónde surgió la idea?¿Por qué le diste tanto peso a lo visual? 

Mi opinión es que la música no es solo música, es 360. Los videos, la fotografía, cómo te vistes y cómo te muestras al mundo. Una de las cosas que más me gustan cuando un artista al que admiro saca música, no es escuchar solo el álbum. Es ver el rollout del álbum, cómo lo promocionaron, qué onda tiene, qué ola propone, qué trae de nuevo a la mesa en todo. En diseño de escenario, en comunicaciones y cómo las hacen.

Sé que, desde hace unos años, la gente usa más las plataformas de streaming que YouTube para ver los videoclips, pero a mí me gusta ver los videos. Me gusta tener una referencia visual de cómo ese artista imaginaba que se iba a ver lo que él estaba creando en el estudio.  

No te gusta definirte como un artista conceptual, pero en tu música hay símbolos marcados que se reiteran. Con el visualizer pasás de estar en un desierto a un lugar gélido, acorde a los ritmos. 

Siento que la palabra “conceptual” me queda muy grande. Hay álbumes conceptuales increíbles. En el rap hay muy buenos. No creo que pueda entrar en esa discusión. El tema del cambio de fondo era simplemente por tener visuales que acompañaran el verme solo, en el medio de la nada, en paisajes descontextualizados haciendo música.  

Tenés muchas colaboraciones en este álbum, ¿bajo qué criterio las seleccionaste? 

Los artistas a los que admiro por la música que hacen o por la personalidad que tienen, es con los que me gusta pasar tiempo y compartir cosas. Si tienen las mismas inquietudes que yo, conversar y pasar el día en el estudio. Les escribí, les pregunté si se querían sumar y me dijeron que sí. Me muevo más por feeling, que por otros motivos.

Quizá, en el futuro, debería centrarme en hacer "collabo"  que vengan alimentadas por otra visión, como abrir territorios donde no me conocen o decisiones de este estilo. Pero hasta ahora nunca he hecho featurings por eso, sino simplemente por amor a la música.  

¿Estás al tanto de lo que está pasando en la escena urbana latinoamericana y rioplatense?  

En Argentina sí, en Uruguay tengo que admitir que no tengo mucha idea de quién esta bopping. En concreto, a la escena argentina la sigo desde hace muchísimo tiempo y me llama mucho la atención. Creo que todo el mundo se hizo eco en su momento de cómo en la escena argentina se apoyan tanto los unos a los otros y crean una red tan fuerte y tan sólida.  

Tu objetivo es mover la escena en Canarias, generar un efecto dominó. ¿Sentís que lo estás logrando y están pasando cosas nuevas?  

Yo intenté poner mi grano de arena. Lo sigo intentando, haciendo canciones con gente que yo considero que son buenas, talentosas y que a lo mejor no tienen el seguimiento que creo que se merecen. Quevedo ha seguido haciendo eso. Casi todos los artistas de las islas se juntan entre ellos e intentan ayudarse y apoyarse. No sé si puedo decir, a boca llena, que soy el precursor o el motor de algo, pero lo he intentado. A lo mejor, si no es con featurings, es haciendo pitch de artistas a agencias de booking, a sellos. Lo intento. Me gusta pensar que sí, que alguna diferencia he marcado, aunque sea pequeña.  

¿Lo vivís así porque en tus principios se te hizo cuesta arriba o por una solidaridad hacia el género? 

Creo que no me cuesta nada darle exposición a alguien cuya música me guste y se merezca que la gente lo conozca. Es compartir una historia y hacer una canción juntos. A mí lo que me gusta hacer es música. Si eres buena persona y podemos echar un día agradable en el estudio, vamos a hacerlo. Creo que mis islas tienen una escena interesante, que puede traer cosas nuevas a la mesa. Sería interesante que el mundo la conozca. Gracias a Quevedo, en mayor parte, lo están haciendo.  

Cortesía de la producción

Tu familia tiene un gran peso en tus letras. ¿Por qué está presente ese arraigo familiar?  

Debería escribir más sobre mi familia. En este álbum, por ejemplo, le dediqué una canción a mi hermana y era algo que tenía pendiente desde hace muchos años. Mi familia, gracias a Dios, está siempre ahí. A lo mejor, cuando empece con la música no lo entendían tanto, pero me apoyan y me quieren. No solo mi familia, todos mis amigos, toda la gente con la que trabajo. Intento ser dueño de mi proyecto y tomar las mejores decisiones. Al final del día, soy el precursor de muchas cosas, pero yo solo contra el mundo no puedo. No hubiera llegado hasta aquí sin todos ellos.  

También esta muy presente la religión. ¿Cómo interpretas la fe? ¿Qué es para vos la fe? 

Yo vivo mi espiritualidad y mi conexión con algo a través de símbolos y ritos cristianos porque fui criado en una familia cristiana. Mi madre es muy creyente y eso fue algo que nos inculcó a mi hermana y a mí. Pero yo siempre digo lo mismo, si hubiera nacido en Japón, a lo mejor sería sintoísta. Si hubiera nacido en Marruecos, sería musulmán. Seguiría viviendo mi fe igual, pero con otros ritos.

Cuando digo que soy cristiano, me refiero a que soy seguidor de la figura de Jesucristo, porque la iglesia como institución tiene muchas cosas de las que estoy en contra. Siento que han hecho muy mal las cosas en muchos aspectos desde hace mucho tiempo. Pero creo que Jesucristo es una figura interesante. Dejando de lado la fe, que fuera una persona que existió o no, o que su origen era divino o no. Creo que si te lo tomas como una novela también es una figura guay, porque es un tipo que muere por sus ideales, y su ideal es el amor. Él piensa que hay una cosa que es el amor, que está en todo lo que está vivo y en todos nosotros. Cree en el perdón y cree que todo el mundo puede acceder a ello, los pecadores, los niños y las mujeres. Es un tipo que dice que si yo tengo dos y tú no tienes nada, pues los dos tenemos uno.

Creo que son valores muy actuales, que son poderosos y pueden ayudar a construir una comunidad sana, donde todo el mundo esté bien, dentro de la medida de lo posible. Creo en el amor. Sigue siendo una fe de la que te puedes reír de ella, como te puedes reír de pensar que hay un tipo con barba en el cielo diciendo si eres bueno o malo. Yo no puedo demostrar mi fe, pero es por eso que justamente es fe.  

¿En qué momentos o estados de ánimo te sentís más inspirado?

Yo soy yo, y yo no soy la misma persona todo el tiempo. Hay canciones que hago cuando tengo ganas de fiesta y de pasármelo bien. Es cierto que, a lo mejor, hay más de las últimas que de las otras. Por eso hay una canción en el álbum que es una balada triste, y luego viene una canción diciendo que me voy a comer el mundo, que el mundo es mío y soy el mejor.

Las hago en diferentes puntos de mi vida, a lo mejor entre la canción tres y la canción cuatro, han pasado tres meses. Lo que pasa es que tú las escuchas de seguido. Una se escribió de noche, yo solo, y otra se escribió con seis personas en el estudio, con la música a todo lo que da, bebiendo, fumando y diciendo que somos los mejores. Por eso la disparidad.  

Me Muevo con Dios es un disco muy ecléctico. Es una experiencia que, junto al visualizer, tiene hasta valor sensorial.  

El pacing de un álbum es importante. También que haya una narrativa.  No tiene por qué ser súper explicita, articulada con skits. Pero, al igual que una película, un álbum tiene que tener un ritmo. En una película de acción, por ejemplo, hay una parte en la que el protagonista está jodido, una parte de amor, otra parte de comedia. Los álbumes tienen que ser un poco iguales. Si fueran veintitrés canciones iguales, por muy buenas que sean, te aburre. Tampoco puedes ver una película de hora y media de llanto, o de disparos. Tienen que haber puntos y contrapuntos.  

¿En qué momento estás ahora? ¿Estás totalmente enfocado en girar o preparando algo para el corto o mediano plazo? 

A corto o medio plazo no, pero estoy escuchando música distinta e investigando un poco. Estoy yendo al estudio dos veces por semana para investigar. Probar cosas. Haciendo mucha música que no va a salir nunca, que yo ya sé que no va a salir nunca, pero probando diferentes cadencias y sonido. Quiero que, si vuelvo a sacar música, aporte cosas y no sea lo mismo.  

En tu repertorio hay una gran variedad de géneros, ¿no te gusta encasillarte? 

La música que hago es la música que me gusta escuchar. Si hay un tema de reggaetón, es porque escucho reggaetón. Todas estas canciones que siguen un poco la estela del trapsoul de 2015, de fusionar el trap con el R&B, es porque me gusta. Si hay canciones más cañeras, que solamente hay un bajo y una batería, es porque también me gusta eso. La mayoría de música que escucho es estadounidense, canadiense, también de Londres. Pero ahora estoy escuchando mucha música francesa, italiana. Descubrí hace menos de un año un artista alemán que me encanta que se llama Luciano. Entonces es cuestión de probar.