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La Trastienda
Gracias totales #5

Desde Gabriel Oddone hasta Aldo Silva: los “feligreses” menos pensados de La Trastienda

Diversas personalidades públicas lamentan el cierre del local y enumeran lo que lo hacía especial.

25.02.2025 17:06

Lectura: 8'

2025-02-25T17:06:00-03:00
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Por Sofía Durand Fernández
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“Hay un conjunto de gente con la que nos solemos encontrar en La Trastienda, somos como una especie de feligreses”, dice Gabriel Oddone del otro lado del teléfono. 

Son las 9 de la mañana de un sábado, el único horario en el que podía conceder esta nota. El próximo 1 de marzo asumirá como ministro de Economía del gobierno entrante.  

En los ojos de un foráneo debe parecer extraordinario. Es cierto que hay una cuota que se debe a nuestra naturaleza como país. Sin embargo, gran parte de la responsabilidad corre por La Trastienda, que ha acercado a personas de diferentes generaciones y ámbitos a la oportunidad de presenciar diversos espectáculos nacionales e internacionales durante 17 años.  

Oddone utiliza los términos “feligreses” y “templo” para describir la buena convivencia que caracteriza al venue. Annasofía Facello, actriz y personalidad pública, lo explica de esta manera: “No solo era un lugar para ver música que sonaba bien; siempre ibas a encontrar algo que te moviera. Era un espacio que tenía un criterio, una identidad, donde los que amamos la música nos sentíamos en casa. Era una forma de pertenecer”.  

Gabriel Oddone. Foto: Dante Fernández / FocoUy

Gabriel Oddone. Foto: Dante Fernández / FocoUy

También afirma que no puede elegir un solo espectáculo que haya presenciado en el venue como su favorito: “Sería como tratar de acordarme de un solo tema de todos los que escuché ahí. Cada uno dejó algo, desde los artistas internacionales que nunca imaginamos ver tan cerca hasta los locales, la distancia entre el público y el artista desaparecía. Cada concierto me dio algo distinto, necesario. No se trata de un show, se trata de todo lo que vivimos ahí”. 

Leo Silveira, de Pocitos Libros, afirma que, a lo largo de estos 17 años, “el lugar físico pasó a convertirse en una terapia de grupo experimental sostenida por una rica curaduría musical más que ecléctica”. 

Aldo Silva tiene un arraigo en particular con la sala. Antes de ser periodista y comunicador, fue mánager de bandas como Traidores, La Tabaré, La Trampa y Buitres. “Siempre consumí música y fui a recitales. Siempre estoy comprando discos y escuchando cosas nuevas”, dice.  

Si bien recuerda que de chico iba al cine que solía haber allí, su vínculo con La Trastienda deriva del que mantiene con una de las bandas que representó: “Sabía que todos los años íbamos a ir con Buitres y era una cita obligatoria”. Silva lo define como una “cita anual” y un punto de encuentro, ya que era un clásico en su familia. Siendo una banda que toca en países como Argentina y España, además de recorrer el interior de Uruguay, las fechas en el local montevideano eran un buen motivo para festejar con familia y amigos cercanos a la banda.  

Aldo Silva. Fotos Gastón Britos / FocoUy

Aldo Silva. Fotos Gastón Britos / FocoUy

Patricia Wolf, actriz y DJ, vio nacer a La Trastienda. Por ese entonces, estaba en pareja con Danilo Astori, y pudo observar en primera persona cómo todo fue tomando forma, hecho que la hace sentir una “privilegiada”. También tuvo la posibilidad de actuar allí, en una obra junto a Agosto Latino llamada “Ella y él”, por lo que también considera que la sala fue parte de su crecimiento como actriz. “También vi los shows más espectaculares que podría haber visto en mi vida”, agrega.  

Volvió al local hace poco tiempo y por su hijo, que mantiene un vínculo de amistad estrecho con Danilo Astori Sueiro. Este último le prestó las inmediaciones de La Trastienda para grabar escenas de un documental. “Estuvimos en el escenario y por varios lados mirando, porque él quería ver dónde podía hacer las tomas y me vino una emoción de haber estado de alguna manera en el backstage hace tantos años”, recuerda.   

Wolf no es la única en haber estado en los dos lados del mostrador. El primer recuerdo de Annasofia en La Trastienda es haber hecho coros para una amiga que hizo un show. “Lo que me quedó pendiente es no haber sacado mi música a tiempo para presentarla ahí. Siempre me imaginé cantando en ese escenario”, lamenta. 

Oddone destaca espectáculos como el de The Cult y La Trampa, y además afirma que “extrañó que no estuvieran los Buenos Muchachos en la despedida”. Silva define su trayectoria en vivo acompañando a Buitres como un “capítulo aparte”, y dice que sus recuerdos más fuertes vienen de la mano de bandas uruguayas, como la posibilidad de ver tocar a Garo y a Victor Nattero con Alejandro Spuntone. Wolf dice que, si bien tiene memorias mezcladas de Fito Páez, Babasónicos, Trotsky Vengarán y Buitres, quedó “fascinada” con el show de James Blake y también con el de Phoenix, el año pasado.  

"Es un lugar totalmente diferente por la disposición del público, por el camerino, la privacidad y el contacto con el artista. Es casi que perfecto porque podés tener al público sentado, parado, haciendo un pogo, arriba en la galería. Y el espacio para el artista era bueno. Creo que no hay un lugar más cómodo para hacer música en Montevideo. Lo que siempre me gustó de La Trastienda es que era un lugar para hacer música, se pensó para los recitales: toda la parte del hall central, las escaleras. Es un cine adaptado a la música, con todo el parentesco que pueden tener música y cine. Es una tradición cultural brutal la que se mantuvo ahí”, explica Aldo Silva.  

En esa misma sintonía, Oddone expresa que Montevideo siempre tuvo lugares “muy underground y pequeños”, y pone de ejemplo a Juntacadaveres. No obstante, cree que la calidad de sonido y la presencia de bandas no tan masivas eran característicos de La Trastienda en la actualidad. “Montevideo pierde calidad musical, la ciudad pierde un lugar”, concluye.  

En todos los casos, la figura de Astori Sueiro cobra valor. “Me parece que el corazón de La Trastienda es Danilo, va a ser un lugar que vamos a recordar con mucho amor, pero Danilo sigue estando y va a seguir trayendo shows. Eso es lo que me parece reconfortante. En Uruguay somos machetes, nos cuesta reconocer el valor que tenemos como artistas, como productores, como generadores, como creativos. Para mí Danilo nunca fue valorado en su justa medida”, afirma Wolf.  

“Danilo Astori Sueiro entendió que Montevideo necesitaba un escenario que estuviera a la altura. Gracias a él, Uruguay dejó de estar al margen y empezó a ser parte de la escena musical, conectándose con lo que pasaba en el resto del mundo. Siempre le estaré agradecida por eso”,  dice Annasofía. 

Aldo Silva cree que Astori Sueiro “tiene mucha cultura musical, entiende al músico y piensa como él”. “Él entiende que es un negocio, pero para que funcione es necesario que los músicos toquen bien, que estén cómodos. A veces eso no se entiende, no es solamente abrir un local y vender entradas, hay otras cosas que tienen que llevar a sentirse como un local y en La Trastienda se lograron”, profundiza Silva.  

Leo Silveira. Foto: Javier Noceti

Leo Silveira. Foto: Javier Noceti

“En todos los recitales a los que fui, que son muchos, siempre estaba Danilo. Cuando ejecuta un proyecto está ahí”, acota Oddone y cree con certeza que el productor “ya encontrará otro lugar” que sirva como punto de reunión de “los feligreses”.  

El futuro ministro define el cierre como un “duelo”, y considera que va a “hacer que sea más difícil gestionar que vengan ciertas bandas que no son masivas”. “Los artistas locales van a tener más problemas, porque un lugar así permite desarrollar proyectos musicales”, agrega.  

Por otro lado, Facello cree que los lugares así no cierran, sino que “quedan en la memoria”: “No era solo un techo y un escenario. Nos dio identidad, porque la música no es solo algo que escuchás, es algo que te afecta, te sacude, te cambia sin pedir permiso. Nos regaló noches que nos hicieron sentir vivos, artistas que nunca pensamos ver acá y un sonido que nos atravesó para siempre. Eso no se pierde, sigue sonando en nosotros”.  

“Pensar el cierre de La Trastienda Club Montevideo es activar algo muy arraigado en el uruguayo, la nostalgia”, dice Leo Silveira, pero además define estos 17 años como “la más grande crónica musical-narcótica-emocional de este cuarto de siglo XXI en la gris y nostálgica capital de Río de la Plata”.  

Por Sofía Durand Fernández
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