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Contenido creado por Catalina Zabala
Literatura
Los libros y sus autores

Diego Rocha: “Mi cruzada es la conservación y protección de nuestro patrimonio”

El autor publicó "Uruguayan locos" por Estuario Editora.

05.12.2024 13:30

Lectura: 11'

2024-12-05T13:30:00-03:00
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Uruguayan locos (2024) es un homenaje. Una especie de agradecimiento a aquellos "locos" de nuestro país que se animaron a incursionar en el mundo del rap de los noventa. Un mundo que se llevaba todos los halagos a nivel internacional, pero cuya producción no era bien vista en el Uruguay.

En la obra, Diego Rocha realiza un exhaustivo estudio sobre los comienzos del rap en este territorio, desde la experimentación de su prehistoria. Destaca a aquellos pioneros que lo hicieron posible, como el primer rapero mediático del Río de la Plata, Jazzy Mel, Rap Attack o Fun You Stupid!, pasando por los inicios de La Teja Pride e Infierno Latino. 

La obra retrata la labor de figuras autodidactas, y de alguna manera, su autor también lo fue. Diego Rocha fue melómano toda su vida. Si bien tuvo sus coqueteos con la universidad, abandonó los estudios formales para dedicarse a lo que amaba: trabajar en una disquería. Hoy, es parte de la nómina estable de jurados del Premio Graffiti. También es curador en Buenos Aires y escribió Amanecer Búho (2019), obra basada en el disco homónimo de la banda Buenos Muchachos. 

Foto: Javier Noceti

Foto: Javier Noceti

¿Preferirías viajar al futuro o al pasado? 

Al pasado, siempre. Ser una mosca sobrevolando la historia. Ver las grandes transformaciones, los grandes acontecimientos, sin terceras personas que te cuenten su versión. Me pasaría la eternidad navegando por el ayer. También pasaría a visitar al joven Diego Rocha para susurrarle unas cuantas cosas al oído... ¿El futuro? Vendrá solo. Conmigo o sin mí.

¿Qué libro de otro autor/a te afectó de tal manera que te gustaría generar ese mismo efecto en tus lectores?

 El palacio de la Luna (1989), de Paul Auster.

Top 3 de libros que más regalaste/recomendaste. 

 Memorias de un loco (1901),de Gustave Flaubert; El palacio de la Luna (1989), de Paul Auster, y Las transformaciones de Lou Reed (1998), de Victor Bockris. 

¿Qué cinco cosas guardarías en una cápsula del tiempo? 

Lo llevo al terreno de la música y me tomo el atrevimiento de repreguntar. ¿Qué cinco discos salvarías de un holocausto nuclear? Velvet Underground & Nico (1970), de The Velvet Underground; New York (1989), de Lou Reed; Ragged Glory (1990), de Neil Young & Crazy Horse; Teenager of The Year (1994), de Frank Black, y Sticky Fingers (1971), de The Rolling Stones. 

Si pudieras coescribir un libro con cualquier autor/a, vivo o muerto, ¿con quién sería y por qué? 

Con Paul Auster… básicamente para robarle todos los secretos de su escritura. 

Si estuvieras en la Biblioteca Nacional de Uruguay y te pudieras robar un libro sin que nadie lo supiera, ¿cuál sería?

¡Sacrilegio! No sacaría ni una hoja de la Biblioteca Nacional. Como archivista que soy, creo que todo archivo es sagrado. Mi cruzada es la conservación y protección de nuestro patrimonio (en mi caso el musical) para que perdure hasta el fin de los tiempos.

Tu autobiografía en una frase. 

Un hombre que vivió por y para la música.

Contanos qué estás leyendo ahora.

Acabo de terminar dos. Loaded: The Life (And Afterlife) of The Velvet Underground (2023), de Dylan Jones (cuando uno piensa que lo leyó todo sobre los Velvets aparece la visión inglesa. Interesante); Set The Night on Fire (2021), la autobiografía del guitarrista de The Doors, Robbie Krieger. También estoy por empezar Las criaturas del pantano (2024), de Nelson Barceló.

Si pudieras tener una conversación de una hora con cualquier escritor famoso, pero después nunca más pudieras leer ninguna de sus obras, ¿a quién elegirías para tener esa conversación? 

Edgar Allan Poe. 

Foto: Javier Noceti

Foto: Javier Noceti

El primer verso que te viene a la mente. 

Mirando el edificio que tengo enfrente, me pregunto. ¿Quiénes viven ahí? ¿Qué hacen? ¿Son buenas personas? ¿Están mirando la televisión, o en la cama? El reflejo no me permite saciar mis dudas, así que imagino.

¿Qué libro prestaste de tu biblioteca y hasta el día de hoy no fue devuelto? ¿Y al revés? 

Lou Reed. Catalogo irracional (2015), de Ignacio Julià, nunca volvió a mi biblioteca. Pero lo tiene un hermano de la vida, así que puedo vivir con eso. Aparte yo tengo muchos libros suyos, y sobre todo, nunca le devolví el juego de mesa War, y eso que se lo pedí prestado en la adolescencia. ¡Que espere!

Como lector, ¿qué te gusta encontrar en un cuento? 

Que el clímax no llegue en las últimas hojas. Que llegue antes y luego sea la calma. Además, un gran giro en la trama, que me deje diciendo: “Qué mierda”. 

Tu idea de felicidad y tu idea de miseria. 

La felicidad para mí siempre está en las pequeñas cosas: un gesto, una caricia, una brisa, un paisaje, una canción transportadora, un momento… en fin. Cosas que, muchas veces, por lo insignificantes y corrientes que son, se convierten en monumentales fuentes de felicidad. ¿La miseria? No ser fiel a uno mismo. La falsedad, la mentira.

¿Qué libro nunca te aburrís de releer? 

No soy de releer, siempre estoy pasando al siguiente. Si puedo, voy a algunos párrafos de tal o cual libro por diferentes motivos, por investigación o por simple placer.

Si pudieras invitar a tres personajes literarios a cenar, ¿quiénes serían y por qué?

Uno siempre tiende a imaginarse las conversaciones que se darían entre personalidades influyentes de la historia, y por supuesto piensa que resolverían ahí, en esa mesa, los misterios del universo. Pero yo me quedo más con la idea de Jim Jarmusch en Coffee and Cigarettes: Somewhere in California (1993), cuando junta en la mesa de un bar a Iggy Pop y Tom Waits. Pero respondiendo a la pregunta, juntaría a Rodión Raskólnikov, de Crimen y castigo (1866), Ignatius J. Reilly, de La conjura de los necios (1980), y a Marco Stanley "M.S." Fogg, de El palacio de la Luna (1989) . ¿Por qué? ¡Para ver qué resulta!

Foto: Javier Noceti

Foto: Javier Noceti

¿Por qué Uruguayan locos

“Uruguayan locos” es una canción de Fun You Stupid!. Creo que define muy bien a esos pioneros uruguayos que se animaron a rapear en Uruguay en aquellos tiempos nada tolerantes. El rap a principios de los noventa estaba bien visto si era extranjero. ¿Pero uruguayo? Por suerte, estos locos hicieron caso omiso y siguieron sus inquietudes artísticas.

¿Cuánto tiempo te llevó escribir este libro, desde la concepción de la idea hasta la publicación final? 

Empecé con las primeras entrevistas a mitad de 2020 y vio la luz en octubre de 2024.

Si tuvieras que describir tu libro en una sola frase, ¿cómo la formularías? 

Es un libro sobre los comienzos del rap en Uruguay. Un recorrido por las carreras de aquellos que eligieron al rap como opción artística en los años noventa, aquellos pioneros que abrieron las puertas para las generaciones futuras.

¿Qué consejo o frase inspiradora darías a otros escritores que estén buscando su voz y estilo literario? 

No hay un "no se puede", "no tengo talento", "no sé cómo hacerlo", "no puedo escribir". No existe nada de eso. Todo el mundo puede escribir un libro, es solo ponerse en tarea con pasión y determinación. Si el prisionero más famoso de la historia, Henri Charrière (Papillon) pudo escribir un best seller, claramente no hay un imposible. Todos tenemos algo para contar, y estaría muy bueno que todos lo hiciéramos. Al menos de manera terapéutica.

Si de la noche a la mañana pudieras hablar de manera fluida cualquier idioma, ¿cuál sería y a qué lugar viajarías para probarlo? 

Hablo inglés, pero me gustaría hacerlo mejor, o sea que tomo esa opción y hacia Los Ángeles voy. 

Escribir para ...

Compartir, difundir, explicar… para dejar constancia de que existí.

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Fragmento de Uruguayan locos 

A medida que pasaron los años fui notando que la historia del rap en nuestro país, vaya uno a saber por qué, no se contaba en su totalidad, dejando en la mayoría de las ocasiones a los pioneros tan solo como un párrafo o un pie de nota. Siempre estaba esperando que alguien les hiciera justicia a todos esos primeros raperos que lucharon contra la indiferencia y las burlas y abrieron las puertas para las nuevas generaciones, pero o nunca llegaba, o cuando lo hacían, sentía que se contaba muy parcialmente, aunque reconozco que es mejor que haya una historia con sus ausencias a no historia en lo absoluto. No hay que hacer mucha investigación de campo para darse cuenta que la «historia oficial del rap» que más se repite es la que reparte sus papeles estelares a La Teja Pride, Peyote Asesino y Plátano Macho. ¿Merecidos? Sin ninguna duda. La Teja Pride es la única banda que siguió ininterrumpidamente desde aquellos días y se la reconoce como uno de los fundadores del movimiento y Peyote y Plátano aparte de ser las más populares en nuestro país, fueron las que traspasaron fronteras editando sus discos con sellos multinacionales.

Este libro no pretende imponer a unos por encima de otros ni mucho menos generar inútiles e interminables debates sobre quién fue el primero, quién es el que tiene la chapa de auténtico rapero. Todos los que se nombran en este libro son pioneros en su modo, y estas palabras las van a encontrar varias veces en estas páginas, porque si hay algo en que fueron todos es justamente en eso, en ser pioneros, en ser los primeros en escoger al rap como su opción artística en un ambiente que, a priori, se mostraba hostil ante la falta de conocimiento. Más en Uruguay en donde por esa época apostar por la novedad era ser blanco fácil de las más feroces críticas.

Escogí una narrativa histórica lo más lineal históricamente posible, salvo para el caso de la irrupción del Rock-Rap con Plátano Macho y Peyote Asesino a quienes creí conveniente separarlos un poco de los que comenzaron con una computadora en vez de instrumentos tradicionales. Como estas dos bandas fueron las más exitosas y comparten coordenadas estilísticas, me pareció oportuno dedicarles un espacio diferenciado, pero nunca jamás por ser más o menos rap que los demás.

Evité caer en el libro enciclopedia e intenté construir un relato que fluya como una historia biográfica donde los diferentes personajes van entrando, saliendo y volviendo. Las historias de vida son tan importantes como las grabaciones y los toques, tanto como la forma en que cada personaje de este libro llegó a interesarse por el rap. Son historias con las que muchos de los lectores quizás se sientan identificados.

¿Por qué es un libro sobre los comienzos del rap y no sobre los comienzos del hip hop? Porque el rap es un estilo vocal que usa uno de los elementos del hip hop: los MC’s, los que rapean. Master of Ceremonies, “Maestro de ceremonias” es la traducción literal del término. Ese elemento fue a través de la música el que más penetró en un principio en nuestro país y no se circunscribe necesariamente a un estilo musical estricto.

Los otros tres elementos que componen la cultura hip hop son el DJ’s, el B-Boy (o sea el que baila haciendo breaking, también conocido como break dance) y el graffitero. El principal promotor de esta idea fue Afrika Bambaataa aunque hay personas que no piensan igual y consideran al graffiti por fuera del hip hop o, raperos como KRS One, que consideran que son nueve los elementos o hasta el propio Bambaataa que agrega al conocimiento como un quinto elemento.

En Uruguay, como se verá, estos elementos no llegaron juntos, y no se puede decir que a principios de los noventa aquí en Uruguay existiera una movida de hip hop. Es más, si hay un movimiento que estaba más cerca de estos primeros raperos uruguayos era el de los skaters y lugar donde había raperos había skaters y viceversa. Si había raperos y que algunos hasta grafiteaban pero donde había rap, no había break dance, parecía que los elementos jamás se cruzarían hasta que se unifican finalmente en una noche de junio de 1998, donde los cuatro se desarrollan en un mismo lugar marcando el punto 0 de la cultura hip hop uruguaya. Este libro se va a basar casi exclusivamente en la parte musical de la cultura hip hop desde que llega a nuestro país hasta los finales de 1998.

Ante la escasa presencia del rap en las páginas de diarios y revistas, principalmente en la primera mitad de la década de los noventa, la mayoría de los testimonios de esta historia fueron recogidos de las decenas de entrevistas que realicé a los protagonistas. Por ser fiel a sus palabras es que las transcribí tal como me las dijeron. Si alguien se encuentra excluido de estas páginas y fue partícipe, por favor háganmelo saber, agoté todos los medios gráficos que estuvieron a mi alcance para contar esta historia de la forma más fidedigna posible. Una historia que merece ser contada para que desde la perspectiva del hoy se reconozcan y se valoren los logros del pasado.

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