La historia comienza en Strand, una de las librerías míticas de Nueva York. El resto es un flashback hacia América Latina, específicamente Río de Janeiro y Buenos Aires.

Javier Mariscal (1950), diseñador y dibujante, y Fernando Trueba (1955), director con gran trayectoria en el cine español, ya habían incursionado en el cine de animación con Chico y Rita (2010).

Trueba, además, reconocido por haber dirigido Belle Epoque (1992), la segunda película ganadora del Óscar para España, El baile de la victoria (2009), La niña de tus ojos (1998) o El sueño del mono loco (1989).

Pero la diferencia entre Dispararon al pianista (2023) y todo lo anterior es el límite de la ficción.

La historia sigue a Jeff, un periodista de Nueva York que investiga la desaparición misteriosa de un músico brasileño después de un concierto en el Teatro Gran Rex en Buenos Aires, en 1976. El pianista Francisco Tenório Júnior había tocado con los conocidos Toquinho y Vinícius de Moraes.

Toda la historia es, prácticamente, documental. Mezcla los encuadres ficticios, esenciales de la animación (aún más la dibujada a mano), con el material documental recopilado por Trueba durante un período de casi 15 años. Todos los personajes que hablan con el protagonista son entrevistas del propio Trueba.

Traducida al inglés (versión en la que cuenta con la voz del actor y músico americano Jeff Goldblum), portugués y español, Dispararon al pianista ya se proyectó en los festivales internacionales de cine de Telluride, Toronto, BFI de Londres y San Sebastián de 2023. Se estrenará en Nueva York y Los Ángeles durante una semana por Sony Pictures Classics el 24 de noviembre, seguido de un lanzamiento internacional en 2024.