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Música
Las multitudes inquietas

Él Mató a un Policía Motorizado volvió a Uruguay: suave como una noche de verano

La banda argentina se presentó en el Teatro de Verano, tras cuatro años, junto a las uruguayas Niña Lobo y dieron un show memorable.

17.03.2022 11:18

Lectura: 6'

2022-03-17T11:18:00-03:00
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Por Valentina Temesio

Los días de calor están llegando a su fin. La rambla de Montevideo está viva, con personas charlando, tomando mate, cerveza y otras que la caminan. En la entrada del Teatro de Verano hay reencuentros: de amigos, de parejas, de vendedores ambulantes que volvieron para quedarse. Hay un cementerio de restos en el piso: latas y botellas de cerveza, una caja de vino, basura.

Dentro del Teatro se escuchan gritos sincronizados con la voz de Camila Rodríguez, la vocalista de Niña Lobo. El escenario está teñido de violeta y las cinco músicas lo saben disfrutar.

Llegando al fin de su concierto, invitan a Santiago Motorizado, quien en unos minutos volverá con su banda completa, a tocar el single “Fin de Año”, que lanzaron en 2020. Santiago, vestido de negro y con una sonrisa ingenua, deja ver a luz la complicidad que él y las uruguayas comparten. Por último, “Domingo”, canción que Santiago reversionó y compartió en su Instagram durante la cuarentena, se lleva las últimas ovaciones del primer show en el Teatro de Verano de las Niña Lobo.

Montevideo Portal | Sebastián Astorga

Montevideo Portal | Sebastián Astorga

Pasaron casi cuatro años desde la última vez que Él Mató a un Policía Motorizado tocó en Uruguay. Primero, en 2019, iba a ser un festival Río Arriba que no resultó; después el Sodre con las Niña Lobo que se postergó por la pandemia. Cancelaciones entre medio, virus, cepas y protocolos después, llegó el Teatro de Verano, y la espera no fue en vano.

“Por fin estamos acá, bajo esta noche de verano en Montevideo”, dijo el vocalista. Mientras, comienza a sonar “El Magnetismo”, la primera canción del sexto disco de la banda, La Dinastía Scorpio. La gente comienza a pararse, los asientos cambian de ocupa, se pierden. Parece que al Él Mató sólo se lo puede ver de pie. Y quizás tengan razón.

La Síntesis O'konor, el disco que hizo que las radios reproduzcan a la banda indie y que alzó su popularidad, está presente en varias canciones. Su instrumental epónima es la segunda que tocan. La sonrisa del público no se va. Y cuando llega el momento de “La Noche Eterna”, las voces empiezan a acompañar y lo harán hasta el final del final.

Montevideo Portal | Sebastián Astorga

Montevideo Portal | Sebastián Astorga

La cara de la banda poco se ve, sus siluetas, negras y oscuras, son lo más visible. Los integrantes de Él Mató podrían ser cualquier pibe que conozcas, están vestidos desapercibidos, con remeras que hacen alusión a videojuegos y con pantalones de jean. Los juegos de luces opacan su silueta, son blancas, rojas, azules, rosadas. La presencia de los músicos se hace omnipresente. Sólo importan el sonido de la guitarra, del bajo, del teclado, de la batería, la voz de Santiago. Sólo eso.

Él Mató tiene cada vez más alcance en Uruguay. En la platea baja del Teatro hay veinteañeros, treintañeros, cuarentañeros, niños, niñas, integrantes de Niña Lobo, fans de Niña Lobo, fans de Él Mató. Hay una chica seria con una cámara analógica point and shoot, hay otra mujer con el pelo rosado chicle, un niño contra las gradas que mira atento; hay novias, novios, hermanos, amigos, amigas, el público heterogéneo se mimetiza como si ya se hubiera encontrado antes.

Eso queda claro en el pogo, cuando antes de tocar el hit “El Tesoro”, Santiago grita “Vamos las Niña, carajo”. Suenan los primeros acordes y los vasos de cerveza se vuelcan, vuelan y la gente se aprieta, se abraza, salta, como hace un tiempo no lo hacían.

Montevideo Portal | Sebastián Astorga

Montevideo Portal | Sebastián Astorga

El show suave como una noche de verano pasa por un gran repertorio de la banda: “Sábado” de su homónimo de 2004; “Chica Rutera” de Un millón de euros de 2006; “Más o menos bien”, “Yoni B”, “La cobra”, “El fuego que hemos construido”, de La dinastía Scorpio de 2012; “Las luces”, “Alguien que lo merece”, “Destrucción”, “Excalibur”, “El mundo extraño”, de La Síntesis de 2017; “El perro” de La otra dimensión que lanzaron en 2019.

Todo sigue más o menos bien, cada vez más personas se acercan a las gradas que separan el escenario de la tribuna, la felicidad abunda y los saltos también. Santiago dice que “El fuego que hemos construido” marca el final de la noche, pero el público no dejará que eso suceda. La banda desaparece sigilosa y lentamente, como un guiño para intentar avivar al público expectante para que la noche siga. Santiago deja su bajo en su soporte con mucha delicadeza y un delay fantasmal sonando en loop sigue siendo escupido por los parlantes.

Los fanáticos al unísono piden que vuelva Él Mató. Las casi dos horas de show parecen no haber sido suficientes y las personas siguen con sed luego de dos años de espera. Pero el público sabe que la “última” nunca lo es y que volverán.

Montevideo Portal | Sebastián Astorga

Montevideo Portal | Sebastián Astorga

Aparecen una vez más, para el bis que se hizo esperar. Incluyen el tema “La otra ciudad” del disco Unas vacaciones raras que compila la banda sonora de la serie Okupas, “Ahora imagino cosas” y “Fuego”.

Llega Yeni, la "Chica de oro” y el pogo se enciende. Dicen que es la última y el público otra vez no lo quiere permitir. Ahora sí, al final, “Mi próximo movimiento” termina de hacer estallar el Teatro.  Esta vez el público los deja ir, se prenden las luces y marcan el fin.

Un hombre va cantando la última canción y una desconocida se le suma saltando. La gente sale despacio, pero con una sonrisa. Una vez alguien me dijo que siempre que ves a Él Mató salías contenta, y no hay dudas de que tenía razón. Él Mató tiene eso: en sus canciones puedo ver cuentos.

Montevideo Portal | Sebastián Astorga

Montevideo Portal | Sebastián Astorga

Por Valentina Temesio