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Música
Dame algo esta noche

Él Mató a un Policía Motorizado vuelve a Uruguay: “Son tiempos raros para la música”

El arte se “está perdiendo en la inmediatez de nuestros teléfonos”, asegura Santiago Motorizado, vocalista y líder de la banda.

14.03.2022 20:12

Lectura: 18'

2022-03-14T20:12:00-03:00
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Por Sebastián Astorga

Él Mató a un Policía Motorizado, esa banda que se convirtió en la principal referente del indie en medio de un período especial para el rock argentino —y en español en general—, vuelve a los escenarios tras un largo letargo en el que no hubo shows de manera continuada. Entre las primeras fechas para este regreso, la banda liderada por el vocalista Santiago Motorizado pasará por Montevideo y tocará este miércoles 16 de marzo en el Teatro de Verano.

Santiago viene de dar una breve gira más por diversión que otra cosa por la costa uruguaya con amigos. En esa ocasión,  quien escribe tuvo la suerte de sentarse con el músico y charlar antes de un toque acústico en solitario ante la puesta de sol en una playa de La Paloma, en Rocha. En la mesa del parador donde acababa de probar sonido, contaba que la pandemia fue una excusa para tomarse un mes de descanso, hasta que la preocupación creció con los meses.

Sin embargo, cuarentena obligatoria en Argentina, música para una serie de Netflix (Okupas) y mucha música y arte consumido mediante, Él mató se preparó para una nueva gira en la que se vivirá la previa a un nuevo disco en el que se encuentran trabajando.

“Es como un jugador de fútbol. ¿Viste? Uno que arranca la temporada y arranca medio frío y después va entrando en su estado óptimo. Estamos como Messi”, dijo el artista que se declara futbolero de corazón y tiene delante junto con su banda una agenda que incluye desde el festival Lollapalooza argentino hasta fechas en América Latina y Europa.

“Son tiempos raros para la música en general, no solo para el indie ni para el trap ni para el rock”, contó Santiago en una nueva entrevista para Montevideo Portal, en la que habló tanto del show en Montevideo con toda la banda, las nuevas cosas que surgirán de Él mató, sus influencias, el arte y la posmodernidad en la que vivimos que nos obliga a consumir la música de una forma diferente.  

El frontman de la banda también habló de Niña Lobo, la agrupación indie de nuestro país conformada por cinco mujeres que reflexiona sobre ciertos estigmas que se les imponen en una época de transformación y los discutieron en una entrevista con Montevideo Portal. La banda uruguaya, que tocará en el show del próximo miércoles, viene tocando desde hace unos pocos años y “le da una vida muy potente a la escena no solo uruguaya, sino latinoamericana”, según Santiago.

Algo remarcable del (re)encuentro con el público será la posibilidad de vivir la experiencia, la aventura, la recorrida y el salir a descubrir lo misterioso y desconocido que refleja el arte y será un elemento clave en el show en vivo de la banda. Santiago es un romántico empedernido del arte consumido de manera analógica, tanto que él mismo se pone a escuchar un disco traduciendo su letra (si está en inglés) más de una vez, tratando de sumergirse un poco más en aquello que describe como “lo más importante de nuestra breve existencia en este planeta”, la experiencia de lo desconocido que ve materializado a través del arte y la música.

¿Que nos vamos a encontrar el 16 de marzo con Él mató?

Basicamente esta gira es una gira de reencuentro. Arrancó en diciembre del año pasado en Buenos Aires después de dos años sin tocar. Fue muy intenso, muy feliz, muy genial todo. Vinieron 5 mil personas y nunca había venido tanta gente a vernos en un show propio y fue como el reencuentro con el público. El fin de semana pasado tocamos en Cosquín Rock, que también fue un reencuentro con el formato festival, que tambiñen es algo que extrañabamos, y un poco Montevideo es eso. Es como volver a entrar en calor con esto que fueron dos años de no tocar, con el plus de tener como una especie de algo que se genera siempre cuando estás sin tocar un tiempo –que históricamente 'sin tocar un tiempo' era un mes, un mes y medio–, dos meses como mucho. Es como si tuvieras una emoción, unas ganas solo comparable cuando volvés a jugar al fútbol después de mucho tiempo, ¿viste? Estás como más motivado, más contento, más despierto. Y eso me copa. En cada ciudad que vamos a empezar a visitar ahora, van a ser ciudades que hace dos años que no tocamos ahí. Y eso me motiva mucho. El show tiene ese plus en el que venimos a presentar un poco el regreso de Él mató y este año, entre las giras, entre los viajes está el plan de empezar a pensar y a grabar un nuevo disco.

Me habías contado que esto que salió para Okupas se salía del registro de Él mató, que era como probar con cosas raras, ¿es una nueva etapa esto que surge de Él mató después del nuevo disco? ¿Es algo que se va a reflejar en el show?

Mira, lo que pasa es que la música de Okupas tiene dos partes. Una son las canciones que se usaron de Él mató, 'Unas vacaciones raras', que son reversiones de canciones viejas y una canción nueva hecha para la serie (La otra ciudad), que eso no se corre tanto del registro de la banda. Quizá La otra ciudad tenga algo como muy atmosférico que sí lo hicimos en vivo muchas veces pero que nunca lo registramos. Por otro lado, están mis canciones en solitario, que ahí sí me voy un poco por las ramas y hago cumbia y hago folclore y hago tango. Eso queda para mis shows en solitario, no entra en el universo de Él mató. Sin embargo, a partir de 'La Síntesis O'konor' y después, cuando sacamos 'La otra dimensión' que son como lados B de ese álbum, y cuando encaramos la producción de La otra ciudad si tenemos en claro que estamos como en una nueva etapa por lo menos en cómo encaramos las producciones, en como armamos un disco. Es algo que nos motiva y sí se ve reflejado en el vivo porque evidentemente el show de Él mató en vivo tuvo que adaptarse a estos cambios y nos divierte que así sea. Entonces nada, un poco la idea de Él mató y el pulso de la banda tiene que ver con eso. Pero para que tenga un nuevo giro hay que esperar estas nuevas canciones que estamos a punto de empezar a darles forma.

Santiago en acústico el pasado 7 de enero en La Paloma. Foto: Sebastián Astorga / Montevideo Portal

Santiago en acústico el pasado 7 de enero en La Paloma. Foto: Sebastián Astorga / Montevideo Portal

¿Esto tiene que ver un poco con las versiones de Unas vacaciones raras? ¿O es algo como Él mató antes de la pandemia?

Nunca se sabe. Uno empieza a trabajar las canciones y se va para cualquier lado, pero creería que no, que va a ser más como una continuidad de lo que fue La síntesis O'Konor. No queremos que sea como ese disco, pero sí entendemos que el punto de partida es más La síntesis que estas canciones de la pandemia. La verdad que con las canciones de la pandemia había algo que había que cumplir que era acompañar musicalmente a la serie Okupas, entonces estas reversiones tienen cosas de esta nueva etapa de Él mató, pero a la vez tratamos de respetar bastante la versión original. Bruno Stagnaro, el director y creador de la serie, había elegido sus versiones originales. Nosotros le propusimos regrabarlas, entonces en esa mezcla de las dos propuestas la idea fue como mantener la esencia de sus versiones clásica (y por ahí tiene algo desde la producción un poco más de esta nueva etapa). Lo más novedoso es La otra ciudad, la canción nueva al 100 %. Sí tiene una cosa de clima, de trabajo de ese lado y después tiene un trabajo a nivel clima que nunca habíamos desarrollado tanto así en una grabación. Y eso sí quizás tenga una continuidad para lo nuevo que se viene, pero la verdad que tengo algunas canciones ahí que quiero empezar a darle forma con los chicos que están más terminadas, que es bastante diferente a todo. A esto que te hablé recién y a La síntesis también. Y me motiva para donde van a terminar. Yo sé que de arranque tienen una impronta muy diferente, pero bueno. Después nunca se sabe como va a terminar.

¿Hay fecha estimada?

Me gustaría que antes de marzo que arranca esta gira que tocamos en Montevideo, luego en Lollapalooza y después empezamos a subir, a Paraguay, Colombia, México... Entonces antes de empezar me gustaría tener planteado eso, la grabación de algunas canciones. Ese es el plan, porque sabemos que encarar un álbum en medio de esta gira intensa que va a significar 2022, plantear un álbum de lleno, de cero, va a ser difícil. Entonces para no quedarnos ahí en la espera vamos a pensarlo de a poco. Con canciones sueltas, que después van a formar parte de un álbum, pero así. Porque sino, hacer todo a la vez no va a ser posible. Eso me gustaría empezar a grabarlo ahora en marzo.

¿Hay nombre para el álbum?

No, por ahora hay nombres de canciones pero que... no. Tampoco te las voy a decir [risas].

¿Cómo te preparas tu y la banda para giras como esta?

Es parecido a lo que veníamos haciendo antes de la pandemia, fuimos sumando más gente al equipo de trabajo porque se va complejizando todo y está bueno, es más divertido, hace que todo sea más fluido y cómodo. Pero tenemos otro tipo de preparación. Una es cuando encaramos un festival y otra cuando encaramos un show propio. Viste que el festival tiene la cosa que es más breve, más urgente, y eso tiene otro tipo de preparación. Hablando de la preparación, disfrutamos un poco más la de los shows propios. Después, arriba de los escenarios disfrutamos todo medio que por igual, aunque sean diferentes experiencias, pero encarar un show propio es más divertido, uno hace una recorrida un poco más personal, más relajada y más completa. Eso es lo que vamos a empezar a hacer en esta gira. Vamos a tener un par de toques antes de Montevideo y está bueno que para Uruguay vamos a llegar más aceitados en eso. Es como un jugador de fútbol. ¿Viste? Uno que arranca la temporada y arranca medio frío y después va entrando en su estado físico óptimo. Estamos como [Lionel] Messi, que estamos ahí más o menos. Pero ya vamos a entrar en forma y vamos a estar bien.

Niña Lobo será la telonera de Él mató en Montevideo. ¿Cómo ves la escena indie hoy?

Yo me hice muy fan de Niña Lobo en la pandemia. Tuve el honor de cantar con ellas en una canción, Fin de año, que salió en 2020. Ya solo la aparición de Niña Lobo, para mí le da una vida muy potente a la escena no solo uruguaya, sino latinoamericana. Lo que ellas tienen, la propuesta de ellas, las canciones, el talento que tienen, la forma en cómo encaran los proyectos, el cómo son ellas, porque ellas tienen humor, tienen profundidad, tienen dramatismo y tienen toda esa recorrida con grandes canciones y eso a mi me motiva mucho. Me inspira, me pone contento, me parece que le da vitalidad a eso puntual: a lo que tiene que ver con el rock, con las guitarras, con otra cosa en paralelo a lo que está pasando en el mundo de la música nueva que tiene que ver con la música urbana. Niña Lobo viene a darle como un nuevo giro a eso otro que estaba más en el centro en otro momento, pero que se puede hablar de música independiente o alternativa, eso que nunca estuvo en el centro, centro y estaba bien así. La idea era esa. La música alternativa es eso, ser una alternativa a lo central, a lo mainstream, a lo que copa las radios y la televisión.

Yo lo veo bien [al indie]. En Argentina tambien hay nuevos artistas que están haciendo cosas increíbles, que están buenas, que están inspirados. Ahora es difícil hacer un análisis porque bueno, hubo dos años de un vacío de shows en vivo que es donde realmente se nutre la música. Hubo lanzamientos y todo pero ese movimiento se ve en la vida real, esa es la verdad y no cambia. Eso es lo que me interesa con esta reactivación de ver qué pasa.

La verdad que son tiempos raros para la música; para la música en general, no para el indie ni para el trap ni para el rock. Se habla mucho sobre qué pasa con el rock, que no se qué. Yo iría más allá: diría que la música en general está atravesando una etapa muy extraña, muy volátil, muy urgente donde las canciones nuevas al mes ya no son nuevas. Donde hay una falta de experiencia alrededor de lo que es conectarte con un artista, conectarte con una banda. Estamos muy en un plano virtual que nos aleja de la experiencia, de la experiencia que es esa aventura, esa conexión con otra persona, esa conexión con alguien que te recomienda, esa aventura de descubrir algo misterioso, de sorprenderte, de tener una recorrida antes de vivir la experiencia musical, ya sea escuchando un disco o escuchando un show. Hay toda una recorrida que hay alrededor de eso que se está perdiendo en la inmediatez de nuestros teléfonos celulares. Eso repercute en el arte, repercute en nosotros como consumidores de arte, de música. Para mí, el panorama no es bueno. Se rompe algo que era muy importante no solo para nuestra conexión con la música, sino para con nuestra vida. Creo que la experiencia, la aventura, la recorrida, el salir a descubrir y sumergirse a donde está el peligro, lo misterioso, lo desconocido es lo más importante de nuestra breve existencia en este planeta. Entonces, alejarnos de eso, alejarnos de esa conexión con el arte, que el arte venía a mostrarnos ese lugar misterioso, diferente y peligroso realmente hace que se vuelva todo un poco más superficial, más chato y descartable. Lo peor es que no solo le sucede al rock, le sucede a todo. Por eso el análisis va un poco más allá. ¿Qué pasa con esta sobreinformación que nos invade todo el tiempo y que no nos deja concentrarnos? No nos deja tener ese momento de conexión realmente un poco más profundo y espiritual con estas cosas que eran sagradas y que lo siguen siendo como es la música y como es el arte en general. Entonces es como para alertarnos, analizarlo y ver qué pasa con eso, ver cómo el arte mismo puede contestarle a eso. 

Hace poco me contaron que hay una escena hardcore nueva en Buenos Aires que decidieron no editar nada. No editar nada en Spotify y no subir nada a YouTube. Si te interesa tenés que ir a verlos. Si te interesan tenés que ir a verlos. Tiene que ver con esto, con cómo el arte contesta a esta nueva forma de consumo que a veces nos tiene muy atrapados en nuestro teléfono y muy alejados de la experiencia.

¿Qué música venís escuchando últimamente? ¿Hay alguna influencia nueva para la banda?

Tengo etapas en las que me alejo un poco, de repente soy como mucho y nada. Por fuera de esto, a veces un problema a veces en la vida. En el arte no pasa nada, digamos. Últimamente estuve muy copado, durante la etapa de Okupas, con un montón de cosas nuevas para mí, que era sumergirme en estos géneros diferentes. Necesitaba empaparme en toda esa cultura que era un poco ajena a mí y en eso me copé. Descubrí muchas cosas nuevas. Ahora más acá en el tiempo fui a visitar viejos clásicos que tenían materiales o canciones que no había escuchado. Estuve escuchando mucho [Stephen] Malkmus y su discografía solista que había una parte que le había pasado medio por arriba y estuve escuchándolo mucho, traduciendo sus letras y sumergiéndome un poco más. Como no sé mucho inglés, tengo que hacer todo ese ejercicio pero que me copa porque tiene que ver con la experiencia también, por lo que hablábamos antes. Está la canción, hay algo que te motiva, que te entra, quizás alguna palabra suelta en inglés alguna sugerencia te da. Después ir a buscar la letra, traducirla, escucharla de vuelta con la letra traducida, que era como el viejo ejercicio de cuando uno compraba un disco y leía la letra mientras se escuchaba el disco, algo que también se fue perdiendo un poquito. Todo ese momento volvió a conectarme con todo esa aventura y también volvió a conectarme con un artista como Malkmus. Estoy contento también porque él vuelve a Pavement y vamos a tocar con ellos en el festival Primavera Sound [en junio en España] el mismo día. Medio como que estoy revisitando eso porque también sin negar el mundo actual, en el que no dejan de salir cosas increíbles todo el tiempo, no olvidar otro mundo que había y que tiene todavía mucho para dar. Hay un montón de música por ahí dando vueltas. En lo inmediato tenemos un poco que el tiempo se rompe en lo lineal y en nuestros teléfonos tenemos como un tiempo circular, donde tenemos la música de todas las épocas, de todo el mundo. Entonces revisitar eso, revisitar esa música que vivía en otro contexto, en otro mundo también es inspirador.

¿Con la banda tenés una sinergia de lo que van escuchando?

En los ensayos estuvimos hablando mucho de Get Back, el documental de los Beatles, que también tiene esta cosa rara de que es muy diferente a lo que se vive ahora, que es mucho más el trabajo como las máquinas y ver ahí cómo era con los instrumentos enchufados y probando cosas a ver qué salía. Esa cosa, ese ejercicio de estar con los instrumentos tocando no es algo que no exista, pero hoy el centro está tan puesto en la computadora y en el trabajo que se hace directamente con las máquinas que eso todavía quedó más antiguo de lo que es. Pero tiene una cosa especial, cuando algo te descoloca, tu cerebro se va a costumbrando a una realidad y de repente de acordás que el mundo también podría ser de otra manera, es inspirador también. Estuvimos hablando de eso con los chicos y siempre tratamos de compartir música y estar un poco al tanto de con qué nos estamos copando cada uno. 

¿En ese sentido Él mató sigue siendo algo alternativo o con lo de esta época es algo que se haya institucionalizado como banda?

No, yo creo que Él mató sigue siendo alternativo. Evidentemente con el paso de los años nuestro público creció mucho, eso es indudable y lentamente se ubica en una zona quizá intermedia. Pero la mirada de ser raros siempre la tengo presente. Me gusta, me gusta que sea así. Hacemos las cosas igual porque nos sale así. No es que queremos ser raros o impostar la rareza. Nos sale esto, nuestra música recorre estéticas que nos motivaron de chicos y bueno, tiene nuestra impronta, nuestra propia experiencia arriba y nos sale esto. Nos gusta que venga mucha gente, nos gusta que lentamente eso fue sucediendo y los shows de Él mató son populares porque viene mucha gente, pero siempre estamos en un lugar raro, que no termina de encajar. Eso a mí me divierte. 

Después del nuevo disco, ¿van a evolucionar musicalmente hacia otro lado? ¿Tú te ves tocando con Él mató? 

Mi plan es tocar con Él mató hasta que no me de el cuerpo o me de algo que no pueda por alguna condición. Pero sí, mi plan es disfrutar de esto que es lo que más me gusta lo máximo posible, así que nada, acá estaremos hasta que mi voz aguante.

¿Cómo ves la energía en los toques en vivo, sobre todo en Argentina o Uruguay?

Nosotros nos acostumbramos mucho a que sea todo muy festejado. Con pogo, con baile, con salto. Cuando no sucede, sentimos que algo malo está pasando (que está mal pensar eso. Hay publico que lo vive de otra manera y está buenísimo). Me encanta porque Él mató, para mucha gente que por ahí no nos vio en vivo, siente que tiene una vibra muy melancólica, que hay una melancolía que recorre las canciones y después se sorprenden mucho cuando esa misma melancolía se transforma en celebración. Para nosotros no es sorprendente porque estamos acostumbrados desde siempre que así fue y nos cuesta ver, sin negar la parte melancólica de Él mató, que es una banda melancólica. Porque yo, en el día a día cuando toco en vivo, veo que es celebración total entonces para mí esa es la impronta de Él mató. Y me gusta que la gente que no vino nunca se sorprenda, que conecte con eso y entienda que eso no sucede forzadamente. Las canciones en vivo toman otra dimensión, otro carácter y contagian eso. Me gusta que siga sucediendo a pesar de los años, los nuevos públicos, y las diferentes ciudades que vamos recorriendo. 

Por Sebastián Astorga


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