Diez canciones que abarcan el principio, desarrollo y final de una fiesta. Aqua di Emma (2023) tiene un concepto marcado que bien podría trasladarse a la carrera de Emmanuel Horvilleur. Sus principios en Illya Kuryaki, junto a Dante Spinetta cuando eran adolescentes. Su carrera solista durante los primeros 2000, con hits como "Soy tu nena!", "Radios" y  "Tu hermana", entre otros. 

La propuesta musical de Horvilleur se sustenta sobre las raíces del funk, soul y R&B. Lo lúdico y la sensualidad como leitmotiv, siendo detallista no solo en términos musicales, sino que también en lo estético y así trayendo a colación claras influencias como la de Prince. Cuestionado por momentos, pero consagrado en la actualidad, el músico argentino se ha mantenido vigente sin perder una pizca de autenticidad. 

"Había una vez", su espectáculo, propone hacer un recorrido por todas sus etapas. Un antecedente es Pitada (2021), un disco en el que reversiona varias de sus canciones y que cuenta con las colaboraciones de Zoe Gotusso, Bandalos Chinos y Chiara Parravicini. 

Horvilleur fue padre por segunda vez recientemente, y define este momento de su vida como uno dedicado al disfrute, en términos generales y musicales. 

"Siempre tengo ganas de tocar en Montevideo. Es un itinerario que me copa hacer, hay amigos, se come rico, todo el plan me encanta", dice, en entrevista con Latido BEAT. El 12 de septiembre en Live Era, presenta "Había una vez". Las entradas se pueden adquirir aquí. 

Foto: Agustín Dusserre

Aqua di Emma comenzó a hacerse antes de que llegara la pandemia y tuvieron que suspender la grabación por el aislamiento. ¿En términos compositivos, cómo te afectó esto? 

Fue una etapa, obviamente, muy loca. Todo lo que nos pasó de tener que estar guardados en nuestras casas, a nivel mundial, fue muy loco. En esa etapa también hice un disco que se llamó Pitada (2021), que fue una respuesta a tener que estar encerrados. En el momento en el que se abrió un poco la cosa hicimos ese disco que fue acústico, en el campo, que estuvo increíble. Nos permitió hacer versiones de canciones que capaz ya tenían un tiempo, junto a Zoe Gotusso, Bandalos Chinos y  Chiara Parravicini. Nuestra idea era hacer un disco que terminó siendo Aqua di Emma y se vio pausado porque no podíamos ir al estudio y no podíamos producir de la manera en la que nos gusta.

Era un plan que se había postergado y ahora ya estamos en esta etapa, bien metidos, con esa cosa de estar tocando un poco más funk, más pop. Más allá de Aqua Di Emma, hicimos el show "Había una vez", que es un poco un recorrido por todo, con Aqua di Emma pero también por mis discos solistas anteriores, e incluso por algunas cosas de Illya Kuryaki de las que soy parte.

Hay una tendencia de hacer reversiones. En algunos casos, han servido como una reivindicación a ciertos artistas que, en su momento, fueron prejuzgados, ya que años atrás el público era un poco más conservador. 

Si, totalmente. Hace unos años era más violento todo y siempre mezclar estilos de música en un festival tenía como resultado que después haya quilombo. Por suerte, de un tiempo para acá, es algo que veo sano, esta cosa de que puedan convivir los estilos y las músicas, y los festivales dieron mucha cuenta de eso. Me acuerdo que una vez fui al Lollapalooza y estaban tocando Duran Duran y la Mona Jímenez. A veces se zarpan un poco, pero lo que decís es así. Tal vez nuestra música ahora es mucho más natural, con esas mezclas de estilo que hemos encarado de jugar con la música, y no se es tan puristas de los géneros.

Illya Kuryaki, en la actualidad, hasta podría considerarse una banda de culto. Sin embargo, supo tener sus detractores. 

Era el estilo de música, y además estaba el apellido Spinetta ahí, se supone que deberíamos haber hecho rock, que también lo hicimos, pero a nuestra manera. Viéndolo con el paso del tiempo, el hecho de encarar una música bien propia es parte también de ese ADN Spinetta, que siempre hizo lo que quiso más allá de las etiquetas. Y creo que Illya Kuryaki fue un poco eso.

¿Hay un reencuentro de Illya Kuryaki cerca?

Justo en estos días nos están preguntando mucho y está un poco latente. Estamos trabajando en un documental que está re bueno, así que de alguna manera hemos estado juntos en estos días, pero no tengo una respuesta final para eso. Yo creo que esa reunión se va a dar pronto, pero no tengo esas fechas.

Foto: Agustín Dusserre

¿Qué aprendiste y cambiaste a lo largo de tu trayectoria que se pueda escuchar en Aqua di Emma? 

No sé si este disco tiene algo diferente a otros, uno siempre está aprendiendo y buscando hacer cosas diferentes. Estoy por cumplir 50, ya creo que lo más notorio, por lo menos en mi sentimiento, es estar relajado con conocer la música que a mí me gusta y no preguntarme tanto las cosas, disfrutar de la música y de juntarme con músicos, de ir a tocar a lugares. Aprovechar esas oportunidades y estar consciente del disfrute como premisa. Siempre es un trabajo, porque hay que meterle el cuerpo y la cabeza, pero en este momento para mí es muy importante gozar.  Disfrutar más allá de que sea música o la vida.

Estoy en una situación acá de la casa que entro, a veces de grabar todo el día, y viene una pequeñita de un añito que te dice "papá" y ya se te cambia todo. Capaz que ser papa de más pendejo tiene otras cosas que están buenas y otras que, bueno, no tenés tanta experiencia. Ahora disfruto y trato de mezclar todo, la música con ser padre de Marion y de Andrés, que tiene 20 años casi.

¿Cómo fue el proceso de grabar Aqua di Emma una vez que pasó el aislamiento y te metiste en el estudio? 

De hecho ya estamos trabajando en un disco nuevo, posiblemente antes de que termine el año salga música. Pero no es una cuestión de que me autoexija, sino que como te contaba antes, la pandemia fue un momento donde también salió y se compuso mucha música. Fue todo un proceso que arrancó con Aqua di Emma, pero siguió, nunca pare de ir al estudio y seguir trabajando. Entonces ya tengo un disco que es como una continuación. En el disco trabajé con músicos con los que me gusta grabar, como Guille Salort, la mayoría del disco está producido junto a Cítrico (Marco Otranto), que es vecino de mi barrio, es un amigo mío con el que empezamos a trabajar en pandemia. Jugar con el funk, con el soul, con el rock. Produje un tema junto a Lucas Martí, alguna cosa también con un mexicano llamado Pablo Cantu, fui a México a grabar algunos instrumentos. Músicos con los que a veces también tocó en vivo. En el próximo disco tengo un tema con toda la familia Rada.

Foto: Agustín Dusserre

Escuchás muchos géneros y artistas, pero se pueden ver influencias de Prince, no solo en lo musical, sino que también en la cuestión del artista integral, con estética marcada. ¿Te gusta mantener una imagen y una estética como un agregado de hacer música? 

Siempre me gustó, Prince es un músico que escuché toda mi vida y lo sigo escuchando. Me sigue gustando y lo sigo redescubriendo, es como un faro. Para mí son palabras mayores, es uno de los músicos más iluminados que tuvo el rock, el pop, el funk, el soul. El otro día veía un tributo póstumo a George Harrison y tocaron un montón de músicos amigos de él, y Prince hizo un solo de guitarra. Creo que ese solo de guitarra es uno de los mejores en vivo que vi alguna vez.

Lo estético, tanto de Prince como de otros artistas, siempre es importante. Se termina de completar un poco todo con la estética. Incluso la música termina de tener una imagen con la estética. Siempre me gusta que haya un correlato visual en lo que hago.

El concepto del disco es el de una fiesta que empieza con la primera canción y termina con la última, ¿esta idea la tenías desde el principio?

Eso se va armando, va apareciendo y uno va encontrándole sentido a las cosas, a diferencia de una película, por ejemplo, que vos tenés un guion y después vas armando las escenas para contar lo que querés contar. En el disco va apareciendo eso de arrancar con "Yo soy la disco" y terminar con "Fin de fiesta", en un momento le encontrás el sentido. Son cosas que tienen que ver con meterte en un disco, con estar trabajando y atento con esa elección de las canciones y el orden. Cuando apareció "Yo soy la disco" dije, "quiero arrancar así el disco, con todo, y después vemos como terminamos de barrer todo, como si fuera fin de fiesta". A eso jugamos.

En Olga, el stream de Migue Granados, se hizo mucha difusión de "Yo soy la disco" y fue un éxito. ¿Cómo llevás con el hecho de que, en la actualidad, las redes sociales y el streaming sean un canal de comunicación más para promocionar tu música?  

Es parte de. En esta era es eso. La difusión que tuvo "Yo soy la disco" con los pibes fue una difusión re orgánica y le vino muy bien a la canción. Porque, a veces, en esta era, por más que hagas un temón, necesitás algo. Si viniera un artista X, desconocido, se sentará a tocar el piano y a cantar "Total Eclipse of The Heart", le dirían que está loco, que es una canción complicada. Esta era requiere un poco de esos golpes de efecto que son parte. Yo no sé si tengo las herramientas para hacerlo solo, de pronto los pibes agarraron "Yo soy la disco", la usaron como guiño y tuvo una difusión inesperada que estuvo re buena.