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Contenido creado por Valentina Temesio
Literatura
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En busca de C.E. Feiling, un escritor argentino extinguido que vuelve por la revancha

Murió en 1997, a los 36, a causa de una leucemia. Sus libros volvieron a editarse y presentaron un documental sobre su vida en el Bafici.

05.05.2023 13:27

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Por Leo Silveira

En la literatura siempre se dan esos misterios con autores que rozan un fugaz éxito o, en otros casos, dejan de ser detectados por los radares de los editores y libreros por años, hasta que un día vuelven a las estanterías de las librerías y a las listas de críticos.

Casos mundialmente conocidos son los del escritor húngaro Sándor Márai, cuyas obras escritas entre los años 30 y 40 renacieron como exitosos bestsellers a principios de los años 2000, o la escritora ucraniana Iréne Némerovsky, que murió en Auschwitz en 1939 y sus libros cosecharon miles de lectores en los últimos años.

El devenir azaroso de la literatura nos hace poner el foco sobre el escritor argentino-inglés: Charles Edward Feiling. Un cierto lord argentino con esa combinación extraña de Florida y Boedo, bohemia porteña y excentricidad. La vitalidad de su obra se manifiesta con las reediciones de sus tres novelas gracias a diferentes sellos editoriales independientes.

Charles Edward Anthony Keith Feiling nació en Rosario, Sante Fe, el 5 de junio de 1961. En el registro cívico se negaron en anotarlo con ese nombre y lo castellanizaron como Carlos Eduardo Antonio Feiling, pero el siempre firmó como C.E. Feiling, y para sus amigos simplemente fue Charlie.

C.E. Feiling fue leído con entusiasmo en la década de los 90, pero luego de su temprana muerte por leucemia en 1997, a los 36 años, sus libros dejaron de conseguirse y toda una generación de lectores desconocen su imprescindible obra. De ser parte de un grupo autores que eran considerados prometedores (Rodrigo Fresán, Sergio Bizzio, Alan Pauls) pasó a ser un silencio prolongado, su obra perecía extinguida.

En 1996, una periodista lo entrevistó para un programa de televisión, pero no salió al aire: Charlie ya estaba enfermo. En esa entrevista, Feiling —con una broma implícita— desarrolló su genealogía : “Mi bisabuelo era perceptor de los hijos de la reina Victoria”, dijo. También, contó que el autor de El viento entre los sauces, Keneth Grahame, era su tío lejano; que Keith Feiling, que escribió una Historia de Inglaterra, era hermano de su abuelo, y que Anthony Hope, escritor de El prisionero de Zenda, fue el famoso escritor de su familia.

Charlie se había propuesto la misión de escribir cuatro novelas, de las que pudo terminar tres. Cada una corresponde a un género: la primera, El agua electrizada (1992), es un policial de mirada múltiple con un improvisado y torpe detective que se aventura en la búsqueda de los responsables de ciertos crímenes en una Argentina que viene del contexto de salida de una dictadura con espionajes, apriete y torturas.

Tapa de

Tapa de "El agua electrizada" de C.E Feiling.

Un poeta nacional (1993) es una novela de aventuras histórica con aromas a G.K.Chesterton y Walter Scott y capítulos de ritmo de lectura frenética. El protagonista es un joven poeta que a principios del 900, en Argentina, recibe el encargo de viajar al sur en barco por orden ministerial. Esta novela tiene inspiración en el viaje del poeta Leopoldo Lugones. La acción de la obra es el viaje del poeta y las intrigas del ministro en su lucha contra el movimiento anarquista argentino.

Tapa de

Tapa de "Un poeta nacional" de C.E Feiling.

El mal menor (1996) está enmarcada dentro del género terror, aunque siempre los límites son difusos. Feiling escribe con crudeza y violencia casi poética la historia de una mujer perseguida por unos seres malignos aparentemente de origen onírico, asediándola hasta el punto de no distinguir entre la realidad y los sueños. Fue adaptada al cine por Natalia Meta en la película El prófugo.

Tapa de

Tapa de "El mal menor" de C.E Feiling

La cuarta era La tierra esmeralda, que no concluyó y sería una fantasía. A parte de estas novelas como poeta, publicó el libro Amor a Roma (1995) y como periodista escribió reseñas y notas en revista Babel, El Porteño, La Nación, Clarín, El Cronista y Página 12.

Además, fue profesor en la Universidad de Buenos Aires de Latín, Lingüística y de Literatura Hispanoamericana en Nottingham (Reino Unido) con 30 años. A principios de los 90 abandonó su carrera académica para dedicarse de lleno a la literatura escribiendo bajo la influencia del escritor Graham Greene.

Feiling fue parte de la última generación de la literatura argentina que ambicionó ascender desde la clase media hasta la burguesía imaginariamente triunfante. César Aira, el escritor que puede imaginarlo todo y además escribirlo, lo acusó de ser uno de los escritores bienpensantes que se ajustan al gusto y las expectativas de los lectores.

El autor argentino, un aristócrata plebeyo y atrevido, ahora, en 2023, vuelve por la revancha gracias a estas reediciones y un cortometraje que se estrenó en la programación del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (Bafici): Mío será otro cuerpo. En busca de C.E.Feiling de Mariano Vespa. Un registro amigable que recorre la biblioteca del excéntrico escritor en busca de las huellas de un autor de culto, un dandy punk que navegó contracorriente por la literatura argentina, pero dejó una obra breve tan sólida como certera.

La película es una especie de biografía de, hasta ahora, un fantasma que habita en la literatura subterránea. Un documento excepcional que cuenta con el testimonio del artista Andrés Calamaro —que en la edición homenaje de la revista Rolling Stone ya se refería a su amistad y la importancia de su amigo Charlie—. El cantante argentino hace de guía en este audiovisual para esbozar un retrato tentativo y presente. A Charlie Feiling, según cuenta su amigo de la juventud, le gustaba ser un bohemio, un borrachín; ser un intelectual tras la búsqueda borgeana, la palabra justa y la oración perfecta. Era buen cocinero, fumaba cigarros negros marca Particulares 30 y tomaba ginebra La Llave.

La voz del recuerdo en la tenacidad del olvido, sus años adolescentes por las calles de San Telmo, sus primeras escrituras, anécdotas exquisitas que atestiguan zonas de su mítica intelectualidad.

Mariano Vespa es periodista y autor de la novela biográfica Inmersión sobre Rafael Pinedo —otro personaje que tuvo una vida corta— y es el responsable de este rodaje a modo de investigador de la vida de Feiling. Un trabajo emotivo y desprovisto de aparataje, al estilo de Roger Corman con la frescura de una charla entre amigos, metiéndose en los libros de Charlie, mostrando las tapas, mirando las dedicatorias y anotaciones en los libros como siguiendo el rastro de su lectura. LatidoBEAT conversó con Mariano Vespa, a propósito del estreno del corto en el festival.

¿Cómo te encontraste con la obra de Feiling y cómo surge la idea del corto?

Todo empieza y se reescribe con la lectura. Me encontré con El mal menor hace mucho tiempo, en una edición perdida encontrada en calle Corrientes. Creo que la obra de Feiling, en muchos sentidos, es fundamental: su mirada, la conjugación de una prosa que es pura invención —el lenguaje y la disposición de las historias— y el vínculo con los géneros populares, algo impensado para su generación.

El corto surge de una compulsión biográfica propia y del vínculo con varios colegas y amigos que hacen de la exhumación literaria una ética y un impulso. Quise evitar el recorrido biográfico clásico —como sucedió con el libro sobre Rafael Pinedo— y me centré en aquello que se imponía. En este caso fue la idea de amistad y memoria: cómo recordamos a nuestros amigos muertos.

¿Cómo surge decantarse por el título del cortometraje Mío será otro cuerpo?

Tiene que ver con recuperar su voz, un fragmento de un poema iniciático, que escribió en la adolescencia, en el que confluye una perspectiva de su propia existencia y del devenir. De algún modo, también es anticipatorio.

¿Encontrás la influencia del espíritu de Charlie en algunos escritores actuales? Me refiero a autores de 40 años o menos.

Me cuesta pensar en nombres particulares porque también la idea de género —terror, por ejemplo— ha cambiado. Un buen lector de C.E. Feiling es Martín Castagnet, sin duda.

Podemos ver el corto mientras dure el 24° Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI) accediendo a: vivamoscultura.buenosaires.gob.ar

Por Leo Silveira