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Literatura
El genio incomprendido

Entre Vincent y Antonin, el misterio de Artaud que Fidel Sclavo pretende descubrir

Fidel Sclavo busca explicaciones a la existencia de “Artaud”, el disco icónico de Pescado Rabioso, en su libro homónimo.

10.01.2024 17:39

Lectura: 6'

2024-01-10T17:39:00-03:00
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Por Sofía Durand Fernández
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“¿Acaso no son el verde y el amarillo cada uno de los colores opuestos a la muerte? El verde, para la resurrección y el amarillo para la descomposición, ¿la decadencia?” .

Esta cita de Antonin Artaud se repite a lo largo del libro de Fidel Sclavo. Al igual que otros conceptos, discos y autores que resurgen y enfatizan lo que el autor se propone descubrir. ¿Qué es Artaud? ¿Por qué Artaud? “Hay discos que parecen ser un disco, pero son otra cosa”, plantea al principio, como si se tratara de un ritual de iniciación.  

Sclavo se embarca en un viaje. Un salto de fe. El mismo que Luis Alberto Spinetta tuvo cuando le dio vida a Artaud (1973), un disco que el pasado 2023 cumplió 50 años de existencia. Un disco que continúa atravesando la sensibilidad de generaciones que no existían, ni siquiera, hace cincuenta años. Que no existían hace cuarenta, treinta e, incluso, veinte. 

No hay lugar para la objetividad porque la relación que el autor tiene con el disco no lo permite. Porque remite a aquel adolescente de Tacuarembó, donde llegaban discos de Argentina y Brasil, que conoció y se enamoró de Spinetta.  

“Artaud” se lanzó en 2023 y forma parte de la colección Discos de la editorial uruguaya Estuario. Está inspirada en la serie 33 1/3, iniciada por el inglés David Barker. Las dos tienen en común el espíritu de que cada libro sea corto, hable de un disco y tenga un tono propio.  

Hasta el momento, han publicado ejemplares sobre Fines (1993) de Fernando Cabrera, Guitarra negra (1977) de Alfredo Zitarrosa y Oktubre (1986) de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, entre otros. 

No es la primera colaboración de Fidel Sclavo en esta colección. En 2021, publicó Zurcidor, del disco homónimo de Eduardo Darnachauns. Además de escritor, es artista plástico y diseñador gráfico. Reside hace más de quince años en Buenos Aires.  

HUM

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Es un proceso inductivo. Un análisis a una obra cuya complejidad no solo se debe a la portada, sino también a las capas de contexto histórico, biográfico y emocional detrás. Un análisis que comienza enumerando objetos verdes y emociones que se asemejen a Artaud, pero que rápidamente denotan que no son suficientes para llegar a conclusiones.  

Para entender el porqué del octógono irregular y verde, hay que saber que portadas como la de Sticky Fingers de The Rolling Stones, con un cierre real que se abría y se cerraba, o Thick as a Brick de Jethro Tull, que se asemejaba a un periódico, andaban por la vuelta. Hay que tener presentes las ideas disruptivas de Spinetta en aquel momento.  

Se habla de él, y no de Pescado Rabioso, porque la banda es propietaria del disco solo de manera simbólica. Otro dato en el que Sclavo hace hincapié numerosas veces. Se menciona porque la soledad para explicar Artaud es fundamental, más que cualquier otro acontecimiento histórico.  

“La idea del genio incomprendido que no es todo lo reconocido que debería ser, suicidado por la sociedad”.  

Esto dijo Fidel Sclavo en la presentación del libro sobre la idea madre del disco. Además de resaltar que Spinetta tenía 23 años en ese momento, “una edad donde el nihilismo, la oscuridad y el suicidio parecen tener un espíritu romántico y una cosa atractiva”. Y, con ello, se filtran los dos personajes centrales del proceso creativo del álbum.

Antonin Artaud y Vincent Van Gogh. Artistas, genios incomprendidos, suicidados por la sociedad. En un universo paralelo, Artaud no es Artaud ni tampoco es verde. Se llama Van Gogh y es amarillo. Pero la decisión estuvo fundamentada bajo el misterio. El halo que recubre a la figura del poeta francés y que cautivó al músico.  

A través de citas de los tres, los paralelismos se van transparentando cada vez más conforme avanza la lectura. “Yo estaba buscando sufrir como un loco, e ingresar al terreno del sufrimiento total”, afirmaba Spinetta.

Hay un hilo que conecta a Van Gogh con Artaud, y a este con Spinetta, y es la admiración, la indignación por lo que la sociedad hizo con ellos. Un destino que el último, en arrebatos romanticistas, añoraba y del cual eligió finalmente escapar.  

Henry Miller, Rimbaud, Melville. Sclavo se entromete en la cabeza del músico a través de las partes resaltadas en sus libros, las referencias y alusiones. “Artaud es como Hendrix sin guitarra”, declaró el argentino alguna vez.  

Ricardo Alfieri, Jr.

Ricardo Alfieri, Jr.

En 1973 también se lanzaron “Confesiones de Invierno” de Sui Generis y “En el país de la libertad” de León Gieco. La narración intercala lo que ocurría en el mundo externo y en el mundo interno del artista. Ya había pasado Almendra, Pescado Rabioso parecía haber alcanzado el auge.  

Pero Spinetta quería más. Un comportamiento a contracorriente, porque parecía abandonar los proyectos en su mejor momento y porque la mesura de “desenchufar la guitarra eléctrica” se habían convertido en su arma predilecta. A Sclavo le cuesta entenderlo, por momentos se lo reprocha, como fanático incondicional lo perdona.  

La constante es la idiosincrasia del artista. La revolución que se inicia primero desde uno. El amor como bandera. Algo que mantendría hasta sus últimos días, pero por ese entonces, recién estaba descubriendo. 

Las letras de las canciones que integran el álbum ayudan al escritor a dilucidar, a interpolar los elementos. No hay tiempo ni espacio definidos, Sclavo navega a través de la línea cronológica y por momentos su historia y la del músico que tanto admira parecen tener puntos en común.  

Artaud es también un disco que escuchas cuando necesitas volver a casa”, se lee en un pasaje del libro. El escritor recuerda momentos de su vida en los que el disco estuvo presente, sonando de fondo.

Enamorado, con el corazón roto, en un taxi. Incluso, por momentos, sintiéndose perseguido por el "verde Artaud", que compara con el "rojo Ferrari". Fidel Sclavo divide el mundo entre los que escuchan Spinetta y los que no. 

Como un fin que se pierde en los medios, el misterio que Sclavo pretende develar parece quedar difuso en el viaje que emprende. Tal vez, porque a veces las historias son lo suficientemente buenas como para distraerse en responder preguntas. 

Por Sofía Durand Fernández
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