Documento sin título
Contenido creado por Sofia Durand
Música
Entre culturas

Erlend Øye: “No quiero subirme al escenario y repetirme demasiado”

El artista noruego se presenta junto a "La Comitiva" en La Trastienda de Montevideo.

03.12.2024 18:06

Lectura: 6'

2024-12-03T18:06:00-03:00
Compartir en

Por Sofía Durand Fernández
sofdurfer

Erlend Øye nació en Noruega, pero a esta altura es un ciudadano del mundo. Vivió en Londres y luego en Berlín, cuando su interés por la música electrónica aumentó. Unrest (2003), su álbum solista, fue grabado en diez ciudades diferentes. 

En la actualidad, vive en Siracusa, Italia. Un pequeño pueblo en el que conoció a "La Comitiva", la banda con la que se encuentra de gira. Ellos lo llevaron a conocer no solo ritmos y sonidos locales, sino que también latinoamericanos. "En 2016 y 2017, estaba recibiendo un montón de influencias de ellos, entonces no tenía que ir a Brasil, porque esta gente ya había estado ahí y habían aprendido un montón de esa música", explica en entrevista con LatidoBEAT.

Para Øye, es necesario conocer más en orden de mantener la inspiración viva. La búsqueda de nuevos sonidos es lo que lo mantiene constantemente trabajando. También es integrante de Kings of Convenience, pero afirma que son dos proyectos que van en paralelo. 

Erlend Øye & La Comitiva se presentan hoy en La Trastienda. Las entradas se pueden adquirir aquí. 

Tu música está basada en diferentes culturas, a partir de los viajes que has hecho a diferentes partes del mundo. ¿Qué importancia tiene para ti que lo que hacés esté impregnado de pluralismo cultural? 

La razón principal es que, cuando empecé en Noruega escribiendo canciones, fue en gran parte con influencias que recibí al crecer ahí. Pero, en cierto punto, tu inspiración se detiene. Entonces, un nuevo tipo de música que viene de otro lado te puede entusiasmar, y querés saber más sobre la magia que oís. Y mientras haces eso, empezás a escribir otras canciones. Así que, en orden de continuar escribiendo, tenés que conocer otros mundos musicales.

En teoría parece fácil, pero al entrar en contacto con otro tipo de sonidos, puede ser difícil adaptarse. ¿Cómo te mantenés abierto a recibirlos? 

La banda con la que estoy girando, La Comitiva, no empezó como un proyecto profesional, sino como un proyecto entre amigos en el que muchos músicos se conocieron en las piazzas de la ciudad italiana en la que vivo, Siracusa, compartiendo música, canciones y con gente tratando de seguirles el ritmo. Básicamente eran un montón de canciones que pertenecen a un cancionero latinoamericano, música de Cuba, México, Brasil. Y yo fui parte de eso, pero no tenía tanto para ofrecer, yo solo aprendía. En 2016 y 2017, estaba recibiendo un montón de influencias de ellos, entonces no tenía que ir a Brasil, porque esta gente ya había estado ahí y habían aprendido un montón de esa música. Entonces las canciones que son de La Comitiva están inspiradas por este periodo formativo de solo jammear juntos o hacer cenas y escuchar a los miembros del grupo tocar una nueva canción latinoamericana que aprendieron.

Foto: Henry W. Laurisch

Foto: Henry W. Laurisch

No es la primera vez que creas en conjunto, sos parte de Kings Of Convenience. ¿Es importante para ti crear en conjunto, o también necesitás tener un tiempo para componer en soledad?

Definitivamente podría componer música solo, pero lo que encuentro muchas veces es que si hacés un proyecto incluyendo a otras personas, las probabilidades de tener mayor motivación para terminar lo que hacés son mayores, porque no solo estás haciéndote feliz a ti mismo, también estás haciendo felices a los demás. Hallo que tiene mucho mayor valor hacer algo en conjunto con otra persona.

¿Qué creés que tiene de especial el público uruguayo?

Es muy divertido ir con una banda italiana a Uruguay. Es algo especial irse tan lejos... aunque debe ser similar a lo que siente una banda británica cuando va a Australia. Solo estuve una vez en Uruguay y también fue con La Comitiva. En realidad, fui dos veces. Una vez a tocar, y luego volví una vez más para ir a Cabo Polonio. Fue una gran experiencia, me gustó mucho ese lugar, hay muy pocos lugares así en el mundo.

Tu canción “La prima estate” tuvo mucho éxito. ¿Cómo viviste la experiencia de hacerte viral con algo que compusiste?

"La prima estate" es el comienzo de mi periodo italiano, y la tocamos con La Comitiva también. Es divertido porque es una canción internacional que está en italiano, y eso no pasa tan seguido. Recuerdo que en 2015 estaba tocando en Corea del Sur y, para mi sorpresa, estaban saltando y cantando en italiano. Se sintió increíble que fueran receptivos a esta idea.

Es similar a lo que hace Nu Genea.

Hay una conexión divertida con Nu Genea porque uno de los miembros de la banda ahora también vive en Siracusa y nos vemos todo el tiempo. Pero es cierto que están haciendo lo mismo, no están cantando tanto en italiano, sino en napolitano, y también en francés. Creo que lo que tenemos en común es que estamos rompiendo con la idea de que tenés que escuchar música en inglés para que sea reconocida mundialmente.

Hoy en día, el tipo de música que hacés es bastante popular, pero no siempre fue así. Tras haber recorrido todo este camino, ¿cómo ves este fenómeno desde tu perspectiva? 

Es cierto que muchas de las cosas que eran más de nicho por ese entonces, ahora son más reconocidas. Es difícil de identificar cuándo cambió. Cuando se trata de música electrónica, me sorprende lo poco que ha sucedido en 20 años. En 2001, 2002, pasaban muchas cosas porque no estaba muy claro hacia dónde iba el género. Pero en cierto punto, quedó muy claro que, si hacías cierto tipo de música dance, podías vivir de ello y convertirte en DJ. Solía haber un montón de música electrónica que no era necesariamente bailable, era más sobre texturas, y esto desapareció porque representa un suicidio comercial. Si sos un artista de música electrónica, tenés que hacer algo más de un cierto ritmo bailable. Era excitante en ese tiempo, pero ahora ya no se siente así. Yo ya no estoy más en ese mundo por mis oídos, no puedo trabajar más como DJ. En La Comitiva no tenemos percusión y eso te soluciona un montón de problemas, no tenés que preocuparte por tener un ritmo untrendy

¿Nunca te preocupó ser popular o vender? ¿Siempre te concentraste en tu música y en hacer cosas que te gusten a ti?

Si hubiera continuado con la música electrónica por el 2004 o 2006, me podría haber convertido en uno de esos tipos que viajan alrededor del mundo y hacen sets por 2000 euros. En Kings Of Convenience podría haber hecho un montón de dinero, pero no quiero subirme al escenario y repetirme demasiado, porque va a dejar de ser divertido. Cuando tengo ese sentimiento en el escenario, trato de hacer otro proyecto, álbum u otra búsqueda de sonidos para no ser aburrido para los otros y para mí.

Por Sofía Durand Fernández
sofdurfer