Por Gerónimo Kener | @gerokener
Hablan por la Espalda tiene múltiples vidas. Desde 1996, encontraron vía libre para hacer lo que quieren. Jamás importó el contexto. Empezaron como un grupo de hardcore cuando en Montevideo era un género poco explorado. Incorporaron candombe, psicodelia y rock and roll, cuando así lo sintieron. Son una banda que invita a redescubrir, una acción que aplica al sonido y al aspecto personal de sus integrantes.
"Vuelvo a soltar
Lo que adentro fluye
Vuelvo a quemar
Lo que me destruye".
Estas son algunas líneas de “Interior”, que pertenece al reciente EP Nueva Disciplina (2024). “Las canciones son liberadoras, me provocaron una sensación de exteriorizar ciertos fantasmas”, dice Fermín Solana, vocalista de Hablan por la Espalda, en conversación con Latido BEAT. Estribillos directos, guitarras rockeras, gritos desenfrenados y trances instrumentales, son los elementos que atraviesan el camino de estas composiciones.
El 9 de agosto es la presentación oficial en Tazu Bar Cultural. Además, prometen un setlist con pasajes hacia todas las épocas de la banda. Las entradas se pueden adquirir aquí.
En A partir de Afuera (2019), hay una búsqueda más directa, sin tanta zapada. ¿Cómo definirías el proceso de composición de estas nuevas canciones?
Hay una nueva formación y este es el primer registro de grabación, más allá de unos covers en la pandemia, como el homenaje a Los Estómagos, una banda uruguaya de los años 80. Sigue la dinámica de Afuera, ahí empezamos a marcar un nuevo rumbo. De todas formas, quiero aclarar que lo que hicimos en el pasado no está cerrado para nada. En algún momento puede pasar que volvamos a usar teclas o percusión. Estamos abiertos a la aventura.
Partiendo de eso, ahora, somos una formación sólida de cinco integrantes, donde se le está dando protagonismo a la batería y el bajo. Es clásica en ese sentido. Las canciones tienen una determinada coherencia que en Macumba o en otros discos, no sucedía por completo.
La línea de tres, Vegeta (Valentín Guerreros), Tuka (Martín Solana) y yo, que estamos desde siempre, empezó a conocerse y trabajar con dos integrantes recientes como Nicolás (Demczylo) y Esteban (López). Es una etapa que se consolidó en vivo, tocamos mucho y encontramos una nueva interpretación de nuestro lenguaje. Estamos emocionados por la dinámica que hay.
Hay una relación de duetos entre los discos. Le Petit Detail Qui Change Tout (2002) es un hardcore punk intrincado, que fue la puerta para que Hablan Por La Espalda (2004) sea más psicodélico. Macumba (2009) y Sangre (2015) tienen la conexión de explorar otros géneros. Si bien Nueva Disciplina no es un álbum, ¿puede formar un dúo con Afuera?
Hay una línea marcada que podría llegar a durar dos discos. Haber grabado un EP tiene que ver con los tiempos que podemos dedicarle a la banda y, sobre todo, los momentos productivos. A veces no tenemos la frecuencia de ensayo de antes. Cada uno tiene una vida y sus particularidades, hijos, proyectos de laburo con horarios dispares.
Posiblemente, en el corto plazo estemos componiendo canciones para otro EP, que se pueden unir a las de Nueva Disciplina y lanzar un LP, quién sabe.
Nos gustaría que el EP tenga formato físico, principalmente en vinilo. Estamos contentos con la repercusión y esperamos ratificar cuando sea la presentación.
Tienen relación con bandas jóvenes como Obelisco (Uruguay) o Wrrn (Argentina) que tocaron este año. ¿Creen que tienen un legado?
Modestamente, sí. Nos genera gratitud que nos hayan escuchado. El ejemplo de Obelisco es claro, crecieron con nuestra música, los hacíamos entrar a nuestros toques cuando eran chicos.
Cuando tocamos en La Cultura del Barrio en Buenos Aires, me sorprendió la cantidad de personas, que me dijeron lo importante que era la banda. Hace que todo tenga sentido. Nos parece importante que suceda con nosotros activos. Somos una banda longeva que siempre intenta innovar y nos gusta mezclarnos con bandas más jóvenes.
¿Cuál dirías que es la principal diferencia entre el Fermín escritor, periodista y el Fermín letrista?
En una época me ofendía cuando decían que yo era otra persona en el escenario. Me costó aceptar eso, pero es cierto que hay un desdoblamiento de la persona, una liberación contenida.
Yo no me formé como periodista, aprendí ejerciendo el oficio. Siempre me ha gustado escribir desde que tengo noción, relatos personales, fanzines, ese estilo. El ejercicio de adecuarse a ciertos límites y formatos, encontrar una suerte de cordura, no es fácil. De hecho, mis periodistas favoritos son tipos como Hunter S. Thompson o Norman Mailer. Con el tiempo encontré una voz que es distinta a lo que hago como cantante, incluso a mi labor como escritor.
Cuando me subo al escenario o escribo las letras, hay salvajismo, rebeldía que viene desde la adolescencia y de alguna manera buscamos conectar con ese lado de las personas.
Van casi 30 años de toques y discos ¿Te imaginas tu vida sin que Hablan por La Espalda esté presente?
Si hubiésemos imaginado una vida sin la banda, ya se habría terminado. Entiendo que el momento crítico ya pasó, cuando tuvimos cuatro bajas de siete integrantes. Hablan por la Espalda está en el dia a dia, es parte de uno. Sentir la electricidad de grabar, subirte a un escenario, lo pide el cuerpo, está en la sangre. Se que puedo hablar en plural, porque es algo que nos pasa a los cinco y principalmente a Tuka, Valentìn y a mi que estamos desde hace 28 años en esto.
La banda nos mantiene jóvenes, es un entrenamiento, una disciplina. La idea de exorcizar no se da sólo en los recitales, sino que también puede pasar en los ensayos, que son para nosotros y, a veces, son incluso mejor que los toques.
Sin dudas que Hablan por la Espalda y Nacional, el fútbol y la música son dos de tus pasiones más importantes. ¿Se puede trazar una analogía futbolera para describir a la banda?
Ir a la cancha me formó muchísimo. Es un modo de manifestar, exteriorizar e incluso es una acción contestataria. Aquel que fue a una tribuna popular, sabe que hay una cuestión de ir contra la autoridad.
No concibo el fútbol sin música. En la tribuna estoy cantando todo el tiempo, diría que es lo único que hago. Es una sensación real, que viene del corazón y eso es lo que también moviliza a la banda. A mi me pasó con mi club, pero dejando de lado el fanatismo, estoy seguro que le puede suceder a cualquier hincha de fútbol, que esté involucrado todos los fines de semana con su equipo. Muchos podrían creer que con el paso del tiempo el fanatismo va bajando pero es al revés. En todos estos aspectos, hay una relación clara entre Nacional y Hablan por la Espalda.