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Contenido creado por Sofia Durand
Música
Seaforth

Furor, tristeza y belleza: crónica de la presentación de King Krule en Argentina

Es la primera vez que el músico británico realiza shows en Sudamérica, algo que los fanáticos de la región esperaban hace tiempo.

08.03.2024 17:50

Lectura: 5'

2024-03-08T17:50:00-03:00
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Por María Road

A esta altura, la carrera y cosmovisión de Archy Marshall estarían más que consagradas. En su música, muchos saben encontrar una suerte de alivio para la soledad, los desencantos y las presiones de la vida. Es bajo esa misma línea que en 2023 sale Space Heavy, su álbum más reciente. Coronado como uno de los mejores discos del año pasado, su presentación fue la excusa necesaria para su llegada a Sudamérica.

Después de una espera que llegó a parecer eterna, esta semana Archy Marshall, más conocido como “King Krule”, arribó en Sudamérica en el marco del Space Heavy Tour. No solamente para presentar su último disco, sino también para repasar todo su repertorio en Argentina, Brasil y Chile.

Este peculiar cantante, rapero, compositor y productor musical comenzó dando sus primeros pasos en 2010, lanzando música bajo el seudónimo “Zoo Kid”. Fue en 2011 cuando comenzó a sacar música bajo el nombre de King Krule. Su estilo musical incorpora elementos del bedroom pop, el jazz, el post punk, el trip hop, la psicodelia y más, convirtiéndolo auténticamente en uno de los artistas más versátiles de su generación.

Foto: Patricio Colombo

Foto: Patricio Colombo

El show en Argentina cargaba con una inmensa expectativa. No solo a causa de tenerlo por primera vez en tierras rioplatenses, sino también por la emoción alrededor de la idea de Archy conociendo al mejor público del mundo. Ese público que ningún artista olvida, además de ser el país de nacimiento de Ignacio “Galgo” Salvadores, saxofonista de la banda. Definitivamente, el colorado y sus músicos no se fueron decepcionados. El amor y la entrega de los asistentes fue inmenso.

La jornada contó con la apertura de Socorro, un conjunto de rock psicodélico oscuro argentino que ganó su lugar como telonero a fuerza de una gran similitud musical con el artista principal. Además de un efusivo pedido del público en redes sociales para que así suceda. Con canciones como “Toman Café”, “Cuide Sus Pertenencias”, la dulce “Japón” y el más reciente lanzamiento “Matacucarachas”, calentaron el escenario y fueron la previa perfecta para una noche imperecedera.

El mismísimo Archy Marshall estuvo en la valla izquierda, disfrutando entusiasmado de estas canciones. El set de Socorro finalizó con “Pura Negatividad”, un espiral de oscuridad y paranoia frenética en forma de psicodelia. Lo que sucedería después sería soñado e inmarcesible.

Había pasado media hora tras la presentación de Socorro cuando el recinto se oscureció. El momento más esperado había llegado: Archy finalmente estaba cara a cara con el público argentino.

Foto: Patricio Colombo

Foto: Patricio Colombo

El show comenzó con un tridente infalible: “Perfecto Miserable”, “Alone Omen 3” y “Dum Surfer”. Para ese entonces el venue ya era una auténtica fiesta y el pogo no se hizo esperar en absoluto.

En todo momento la interacción con la gente fue constante, tanto por parte de Archy como de Galgo, abarcando desde maullidos hasta un pedido de aplauso y amor para Socorro. “A Lizard State”, un auténtico clásico del repertorio del colorado, fue increíblemente coreada. Pero si algo fue característico de este show, fue la intimidad, punto fuertísimo en el universo de Krule.

Como uno de los referentes contemporáneos del bedroom pop, supo desprender la energía introspectiva y desolada de cada uno de sus discos. Para todo aquel que se siente solo, Archy de alguna forma siempre supo ser ese amigo cercano que comprende el aislamiento, la lucha respecto a la salud mental y la eterna nostalgia y pesadumbre por la vida.

La lucha contra la depresión fue una constante en su vida. Lo hizo crecer entre terapeutas y psicólogos. Todos errados, según el incomprendido Marshall. De toda esa experiencia desalentadora es que obtuvo una visión artística sombría y maravillosa, explotada en todas las formas posibles, caracterizándolo como un auténtico pesimista del jazz punk.

Durante la noche del 4 de marzo, no importaba cuánta gente hubiese alrededor, de alguna manera todos los presentes nos sentíamos en completa comunión y soledad con Marshall, como si de una conversación bajo la luna con un viejo amigo se tratase.

Esta sensación llegó a puntos altos con canciones como “Seagirl”, una etérea y onírica colaboración con Raveena perteneciente a su más reciente disco, seguida por “Tortoise of Independence”, “Empty Stomach Space Cadet” y “Flimsy”.

Foto: Patricio Colombo

Foto: Patricio Colombo

El punto alto de la noche llegaría con el tema más cantado a todo pulmón por todos los presentes que fue “Easy Easy” seguida de la enérgica “Stoned Again”. La nostalgia volvió a hacer de las suyas con “Seaforth”, aquella maravillosa canción de tristeza encantadora que el público supo acompañar con los brazos hacia un lado y el otro.

La seguidilla de la balada confesional “Slush Puppy” y “Cellular” sellaron esta noche como una de las mejores de este 2024 que recién empieza. Con temas como “Baby Blue”, “Rock Bottom” y “If Only it was Warmth” la velada comenzaba a llegar a su fin.

Con “It's All Soup Now” parecía que todo estaba concluido, y con la banda fuera del escenario casi afirmábamos que se trató del adiós. Hasta que nuevamente subieron para interpretar “Out Getting Ribs”.

Así se coronó una noche imborrable en el corazón, donde la tristeza y la soledad se purgaron en dos horas de la música más perfecta posible. El vacío es indescriptible después de una noche de ensueño, no podemos afirmar si además de la primera, será la última vez. Mientras tanto, nos seguimos perdiendo en la belleza apesadumbrada de “Seaforth”. Tal vez la vida no sea tan amarga después de todo. O al menos la tristeza parece un poco más hermosa con melodías perfectas de fondo.

Por María Road