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Contenido creado por Federica Bordaberry
Música
Ahora, la claridad

Idles, el crank wave de Brístol que tiñó todo de sonidos oscuros y letras sombrías

Este 2024 la banda inglesa lanzó su último disco "Tangk", prueba de un momento de madurez y asumida claridad sonora.

22.02.2024 14:54

Lectura: 5'

2024-02-22T14:54:00-03:00
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Por María Road

Desde hace más de 10 años que Idles se encuentra construyendo una respetada carrera que los magnifica día a día como uno de los estandartes de la escena alternativa mundial.

Formada en Brístol, en el año 2009 y con sangre inglesa e irlandesa en sus filas, comenzó a ganar su renombre gracias al lanzamiento de algunos EPs como Welcome (2012) o Meat (2015). Después de tanta espera y preparación, finalmente, su disco debut Brutalism vio la luz en el año 2017.

Con los singles “Well Done” y “Divide & Conquer” previamente lanzados, y una acogida excepcional por parte de la prensa musical, es que este disco marca un antes y un después en la carrera de la banda, pavimentando su recorrido hacia un reconocimiento más allá del continente europeo. 

En agosto de 2018 sale Joy As an Act of Resistance, el álbum que marcaría un antes y un después en el recorrido del grupo. Mediante una portada memorable y hits como “Colossus”, “Never Fight A Man with A Perm” o “I'm Scum” este LP catapultó al conjunto hacia la compleja notoriedad ante la crítica y el público que todavía no había caído a sus pies.

Foto: Daniel Topete (cedida por la producción)

Foto: Daniel Topete (cedida por la producción)

Con dos grandes discos posteriores en su haber como Ultra Mono (2020) y Crawler (2021),  logró giras por todo el mundo, incluyendo una que los acercó a Sudamérica en el año 2022, es que el grupo conformado por Joe Talbot (voz), Adam Devonshire  (bajo y coros), Mark Bowen (Guitarra principal, percusión y coros) Jon Beavis (batería, percusión y coros) y Lee Kiernan (guitarra rítmica y coros) es que la banda no tardó en ser calificada como una de las más sobresalientes de la nueva corriente europea.

Fue acuñada como parte del “post brexit” o “crank wave” de bandas jóvenes contemporáneas durante la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Una generación de músicos encargados de teñir las salas, estadios y radios europeas con sonidos oscuros, aproximados al post punk y al rock alternativo y sus derivados, acompañados de letras sombrías e introspectivas. Creciendo a la par de otros conocidos nombres como Viagra Boys, Fontaines D. C. o Shame es que Idles desarrolla su propia visión de una realidad poco amable para la juventud del otro lado del océano atlántico.

Bastante distante del pesimismo sin salida de sus contemporáneas, la salida del disco recién horneado Tangk (2024) encuentra a la banda y sus integrantes en un momento de madurez y asumida claridad al respecto de su búsqueda sonora y en cuanto al camino que piensan seguir recorriendo en su carrera. La potencia característica del conjunto sigue siendo la impronta mayor, pero en este quinto disco complementan el caos con experimentación y melodías, como si toda esa oscuridad finalmente encontrara un puerto de luz al final del camino.

Foto: Tom Ham (cedida por la producción)

Foto: Tom Ham (cedida por la producción)

Esto se demostró por adelantado con singles como “Dancer” (acompañados por nada menos que LCD Soundsystem) y “Gift Horse”. Continúan con la línea catártica del post-punk más furioso y se acercan al dance punk que supo dominar la escena revival anterior, allá por los 00s y principios de los 10s, con la mencionada banda y otros casos como Yeah Yeah Yeahs o Bloc Party. Curiosamente, esta tendencia está a su vez atravesando un “revival del revival” ya que otros actos contemporáneos a Idles como Yard Act o Do Nothing la ponen sobre la mesa nuevamente en los charts británicos en estos últimos meses. 

La producción juega un rol fundamental en este disco y no es para menos resaltar que de ella se encarga Nigel Godrich (Radiohead). Es gracias a su trabajo que se aprecia un giro mucho más atmosférico en las canciones, siendo la carta de presentación inicial del LP uno de los puntos fuertes de esta nueva característica: “IDEA 01”.

Es el track que abre el disco y se trata de un loop de piano. En baladas como “A Gospel” y “Grace” vuelve a tomar fuerza esta intención de atenuar lo áspero que siempre caracterizó a los de Brístol, demostrando de alguna forma que se plantan capacitados para ser escuchados en estadios dignos de corear estos himnos. En “POP POP POP” se vislumbra una base electrónica, en “Hall & Oates” se recupera el sonido agresivo para más adelante cerrar con la quietud de “Monolith”.

Foto: Tom Ham (cedida por la producción)

Foto: Tom Ham (cedida por la producción)

El disco es un juego constante de las diferentes formas en las que la banda moldea su esencia característica, llevándola a horizontes más modernos, para luego volver a retomar su identidad clásica cuando lo desea. De esta manera, logramos observar esta nueva faceta como la incursión hacia un nuevo nivel en el que la banda abraza su esencia disruptiva. Pero también gana notoriedad en las radios y dentro de un público consumidor de rock alternativo también cercano al indie o al pop.

Y, luego de tantos años conquistando los oídos más difíciles de seducir, no merecen más que un reconocimiento mundial de aquello que sus más fieles testigos reconocemos: Idles es una de las bandas definitivas de esta generación. 

Por María Road