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J. A. Bayona de “La sociedad de la nieve”: “Una parte de la historia no estaba contada”

Tras el estreno de la película, que llegó a Netflix, entrevistamos a Bayona, Vogrincic y otros protagonistas sobre la tragedia uruguaya.

04.01.2024 13:53

Lectura: 13'

2024-01-04T13:53:00-03:00
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Por Nicolás Medina
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La sociedad de la nieve (2023), dirigida por el español Juan Antonio Bayona, es la más reciente adaptación al cine de la tragedia de los Andes, que se estrena este 4 de enero de 2024 en la plataforma de streaming Netflix. Una historia que ya cuenta en su prontuario con muchos intentos que no han sido precisamente bien recibidos, ni por el público ni la crítica.

¡Viven! (1993), de Frank Marshall, es recordada con cariño por muchos y con vergüenza por otros, principalmente por su naturaleza morbosa —al punto de ser parodiada en un capítulo de Los Simpson—. La sociedad de la nieve, el documental de Gonzalo Arijón del año 2007 pasó sin pena ni gloria por el glosario cinematográfico uruguayo, pero fue gracias a esta que Vierci dio con el material que nutriría su libro. Es este libro el que hoy ha puesto a Uruguay en el radar de la industria del cine mundial. Habría que darle un poco más de mérito.

Esta producción de Netflix carga con una mochila pesada, principalmente ante el público local, al tanto hasta por demasía de los acontecimientos sucedidos en 1972 y relatados en incalculable cantidad de libros escritos por los supervivientes de la tragedia. Aun así, la película parece no dejar de conmover audiencias a nivel nacional e internacional. En Uruguay, se estrenó en cines el 13 de diciembre de 2023.

En la película de Bayona nos encontramos ante una obra que, desde lo técnico, despliega una destreza innegable (y que aparte condimenta el asunto con ese gusto a —parcialmente— hecho acá). Esto, junto con el audaz cambio en el punto de vista desde el que se cuenta la historia en relación a adaptaciones anteriores, promete una experiencia digna de ver en una sala de cine.

No obstante, es preciso señalar que, más allá de estos logros, la película parece hallarse, en ocasiones, excesivamente anclada en la fuerza inherente de su base histórica y en los hechos que ya resuenan en nuestra conciencia colectiva.

Entonces, ¿qué tiene La sociedad de la nieve que la hace distinta de todo el material ya existente?

Foto: Netflix

Foto: Netflix

Previo a su estreno en salas, LatidoBEAT accedió al visionado anticipado de la película y tuvo la oportunidad de acceder a una mesa redonda de preguntas y respuestas en la que participaron J. A. Bayona, Enzo Vogrincic, Michael Giacchino, Pablo Vierci, Gustavo Zerbino y Eduardo Strauch. Las preguntas aquí incluidas fueron exclusivamente realizadas por quien escribe.

¿Por qué se te hacía tan importante contar esta historia?

J. A. Bayona (director): Cuando estaba preparando Lo imposible (2012), el libro de Pablo fue publicado en España, lo leí y quedé shockeado porque pensé que conocía la historia. Es decir, es una historia muy popular en el mundo de habla hispana, pero descubrí que era mucho más grande de lo que pensaba en todos los niveles: espiritual, humano, psicológico e incluso filosófico.

Y eso era un desafío, contar esta historia de nuevo, pero alcanzando eso. Entonces, me di cuenta de que los supervivientes habían contado todo sobre sí mismos, pero había una parte de la historia que no estaba contada, porque los que podían contarla no estaban aquí. Pensé que, quizás, era el momento en el que por primera vez los supervivientes podían hablar abiertamente de aquellos que nunca tuvieron la oportunidad de contar su historia.

Ese fue el ángulo que encontramos y que me pareció muy hermoso. Que, por primera vez, así como los fallecidos dieron todo lo que tenían a los supervivientes, ahora era el momento de que los supervivientes dieran sus palabras para darle voz a los fallecidos.

Pablo Vierci (escritor): Creo que es como si existiera una antorcha aún viva, pero de una manera muy peculiar, nueva, diferente, y que va cambiando en relación a la que ellos —los supervivientes— iniciaron en 1972 cuando crearon esta nueva sociedad diferente de la nuestra. Creo que yo tomé mi pequeña parte de la antorcha al contar la historia porque los conocía desde la infancia y, de esta manera, es que la antorcha se expande cada vez que va pasando de mano en mano.

Creo que sucedió algo mágico cuando Jota [Bayona] tomó la antorcha, allá por 2011. Luego, comenzamos a trabajar en la película en 2016 y él ha continuado manteniendo viva la llama de la antorcha hasta hoy. Él ha hecho que esta llama no se apague y hoy, nosotros, se la pasamos a ustedes con la película.

Enzo Vogrincic (actor): Yo creo que hay dos grupos de personas. Están los que conocen la historia, que para esas personas la película es igual de sorprendente y te vincula desde otro lugar con ella, la redescubrís, y después está el grupo de personas que no conocen la historia. Creo que a esa gente la historia les despierta algo que, aunque no saben muy bien qué es, es como que sienten que la historia los convoca y creo que eso es muy potente.

¿Cómo fue su experiencia trabajando con Pablo y Bayona?

Gustavo Zerbino (superviviente): La historia son los hechos, pero esta historia es distinta porque estamos hablando de lo que hay más allá de los hechos. Esta es la historia de un grupo que regresó de las montañas. Pero la verdadera historia es que éramos 45; en esta película, la gente puede experimentar desde lo más profundo del alma cómo y qué sentimos todos, los que todavía vivimos y los que fallecieron hace 50 años en las montañas, mientras intentábamos sobrevivir. Esa es la magia de esta película hecha por Bayona.

Eduardo Strauch (superviviente): Creo que la manera más magnífica de contar la historia es esta. Es la película que he esperado por 51 años y que hora puedo quedarme tranquilo que fue contada de la manera más artísticamente acertada posible, más respetuosa y sensible posible. Creo que estamos todos muy felices por esto.

Enzo Vogrincic (Numa Turcatti). Foto: Netflix<i style=" >

Enzo Vogrincic (Numa Turcatti). Foto: Netflix

Enzo, por la forma en que se cuenta la película, como actor no solo estás contando la historia de Numa, también contás las historias de los que no regresaron de los Andes. ¿Cómo te preparaste y cómo fue el proceso?

E. V.: En Uruguay uno conoce la historia desde chico, pero de alguna manera tener que contarla te pone en otro lugar. Te empezás a vincular y a fascinar, a querer saber cada vez más y más. Todo te sirve, todo te da una información, todo es alimento para empezar a construir a alguien que no conociste. Eso creo que es de las cosas más complejas que tuvo la película. Poder entender cómo era alguien que no conocí, o por lo menos quién era. Hay algo que fue clave en todo el proceso, que fue empezar a encontrar los detalles de las cosas que no puede decir sobre Numa, pero lo ves.

Por ejemplo, la primera vez que nos conocimos con los supervivientes hicimos una comida y, cada uno, se fue presentando. Cuando me llegó el turno de presentarme, decía: “Yo soy Enzo y hago de Numa”. Fue como que algo pasaba. La reacción era: “Uh, Numa”, y me daban un abrazo. Veía en ese acto silencio, cosas que no pueden decir, cosas que te quedan sobre la otra persona, pero que no se pueden decir con palabras. En esos detalles aparecía la riqueza de lo que Numa dejaba en el otro. Es, de alguna manera, lo primero que agarré para empezar a construir a esta persona. El proceso estuvo lleno de desafíos, pero creo que eso fue lo más difícil, el que hasta el día hoy sigo sin comprender del todo quién era él.

Michael, ¿qué tan difícil fue componer la música para un drama que ocurrió en la vida real? ¿Cómo te inspiraste?

Michael Giacchino (compositor): Esta era una historia que conocía desde que era niño y, en muchos sentidos, era casi como una historia de fantasmas que me contaba la gente, o me enteraba simplemente por las noticias. Cuando me senté con Juan Antonio y me involucré en la película noté que hablaba cada vez más profundamente de ella. Porque cuando crecí, de alguna manera, seguía pensando en esto. En el sentido de que cómo me sentiría si fuera yo, y cada vez que pensaba en ello, cuando era niño, siempre me preguntaba: “¿Qué habrán pasado?, ¿y si yo estuviera allí?, ¿cómo reaccionaría ante esto?, ¿cómo sobreviviría?”.

Creo que fue muy terapéutico, en cierto modo, poder explorar esto tan profundamente y llegar a un punto en el que intentaba crear lo que sentía. Las emociones que estaban sucediendo en la montaña, eso es lo que quería más que cualquier otra cosa, poner al público en un lugar de “así es como se siente estar en esta situación y no tener a dónde ir”. Solo tienes que aceptar este sentimiento como espectador y entender lo que es estar en una situación de supervivencia, lo que es estar ahí para ayudarse unos a otros, apoyarse unos a otros y superar esta experiencia de la mejor manera posible, así que constantemente me ponía en su lugar e intentaba entender, profundizar y sentir para poder traducirlo en la partitura. En el exterior, es la tristeza. En el interior, la verdadera lucha es, ¿dónde estoy?, ¿cómo salgo de esto? Eso es realmente lo que quería retratar a través de la mayor parte de la película.

Juan Antonio, ¿cómo fue la experiencia de volver a hacer una producción de habla hispana después de tantos años?

J. A.: Nunca se planeó que fuera de esa manera. Me llevó más de diez años intentar conseguir financiación para esta película. Como he dicho, leí este libro mientras preparaba Lo imposible. Me obsesioné con la historia y realmente quería rodar esta película hace muchos años, pero parece que vivimos en una industria que, si quieres llegar a cierto presupuesto, es imposible hablar en español. En realidad, Lo imposible se basaba en una familia española y se rodó en inglés.

Pero nunca quise rodar esta historia en inglés. Queríamos hacer esta película, pero queríamos hacerla bien. Eso significaba rodar en español con actores locales, en las mismas locaciones o lo más cerca de ellas que pudiéramos. Así que nos llevó más de diez años conseguir la financiación. Creo que esta película está, de alguna manera, rompiendo ciertos esquemas.

Esta película debe existir porque vivimos en un mundo que no acepta películas con este presupuesto en español, lo cual es muy triste. Así que, para mí, por eso es tan importante que esta película exista. Es una película hecha por españoles con actores uruguayos y argentinos, rodada en Argentina, Chile, España y Uruguay, y en español. Estoy muy orgulloso de lo que hicimos con todos los jefes de departamento, y de que ahora el mundo pueda verla, y ojalá esto se normalice y podamos mostrar más historias en nuestro idioma y con este nivel de ambición.

La película fue rodada en condiciones bastante intensas, en la nieve. ¿Cómo fue el rodaje en estas circunstancias?

E. V.: Intenso. Rodamos progresivo, empezamos por el accidente. Las primeras escenas ya eran metidos en la nieve, sacando cuerpos del avión, metidos en la confusión. Rodar con nieve cambia todo el juego. De repente, estás con un elemento que te distrae, que te hace sentir frío constantemente. Pasa una hora y dejás de sentir los pies y el frío empieza a tomarte todo el cuerpo y pasás a aceptarlo.

Empezás a hacer un cambio de mentalidad para trabajar, que es espectacular y que es lo que te permite entrar en una sensación que no es como la que ellos vivieron, pero sí una que te permite acercarte con frío, con hambre, a lo que tenés que hacer. Muy difícil, muy intenso, pero a la vez alucinante, porque Jota es una persona que escucha muchísimo. Entonces, si bien había un guion, también lo desestructuraba y escribía escenas nuevas de un día para el otro. Todo lo que trabajaste te queda en el cuerpo para poder enfrentarte al desafío improvisado de ese día.

J. A.: Creo que tuvimos mucha suerte de contar con el apoyo y el asesoramiento constante de los supervivientes y las familias de los fallecidos, de manera que los actores pudieran acceder a información de primera mano continuamente. Puse en contacto a los actores con los supervivientes y las familias de los fallecidos antes de empezar a ensayar, y mantuvieron esa relación durante todo el rodaje. El gran reto era que tenían tanta información, es decir, habían leído el libro y hablaban todo el tiempo con ellos que tenía que sorprenderlos de alguna manera todo el tiempo. Mantenerlos vivos para que las actuaciones fueran más orgánicas.

Foto: Netflix

Foto: Netflix

Como sobrevivientes, ¿cuál fue su reacción cuando vieron la película?

E. S.: Creo que a todos nos emocionó mucho. Una de las razones es porque sentíamos que estábamos en el mismo lugar gracias a la tecnología increíble que se usó para hacer la película y la elección de los actores. Es contada en una manera tan pura y realista que realmente nos movilizó cuando la vimos por primera vez, y nos va a emocionar siempre que la veamos.

G. Z.: Para mí fue muy importante compartir en el mismo lugar, en la misma sala, con todas las familias de quienes sobrevivieron y quienes perdieron a alguien en el accidente. Porque fue increíble la manera en la que esta película mostró a todos que esta experiencia perteneció a todos. Y que nadie murió. Esta película que hizo Bayona muestra la máxima expresión de la humanidad, de enfrentar las adversidades, de sobrevivir todos juntos. Y creo que esta película va a dejar una huella que demuestre que más que una sociedad, lo que construimos fue un grupo de solidaridad que se enfrentó a una situación muy difícil, pero que superamos, porque nunca nos rendimos, ni dejamos de tener esperanza. Y creo que eso es muy importante para todos, porque representa que quienes hoy no están, siguen vivos en nuestros corazones.

La sociedad de la nieve está disponible en Netflix desde este 4 de enero y continúa en salas de cine de todo el país (podés chequear todas las funciones en nuestra cartelera).

Por Nicolás Medina
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