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Contenido creado por Sofia Durand
Música
Do It Yourself

King Gizzard & the Lizard Wizard: entre la experimentación y la libertad creativa

La banda australiana, caracterizada por su sonido ecléctico y su actitud contracomercial, se presenta en el Lollapalooza Argentina.

14.03.2024 15:27

Lectura: 9'

2024-03-14T15:27:00-03:00
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Por María Road

Hoy en día, el mayor mérito de la industria musical radica en la libertad. Aquella que pertenece a los artistas para elegir libremente las riendas de su propio camino y trazarlo a su antojo. Sin grandes intervenciones de las corporaciones o su alrededor.

A simple vista, esto puede sonar como la premisa más básica en la toma de decisiones de cualquier conjunto musical, pero al final del día son realmente pocos quienes tienen la fortuna de diseñar su recorrido artístico de forma casi artesanal, con sus propias manos y fieles a sus ideas.

Desde hace más de una década que King Gizzard and the Lizard Wizard rompe las reglas y se dispone a escribir las propias. Ya sea en forma de discos que exploran cuanta paleta musical desean, hasta un festival propio mediante, donde se presentan las bandas que ellos anhelan dar a conocer. Todo es posible si lo hacés vos mismo.

Luego de una espera interminable, finalmente arriban a Sudamérica esta semana para participar de las diferentes ediciones del festival Lollapalooza de la región. En Argentina la cita es doble: el cierre del Alternative stage en el Hipódromo de San Isidro el domingo 17 y en el Teatro Vorterix junto a Winona Riders el lunes 18. El side show ya se encuentra más que agotado, siendo este hecho el pantallazo de la ansiedad del público gizzhead por una misa psicodélica que promete ser histórica.

Foto: Jason Galea

Foto: Jason Galea

En su clásica categorización dentro del rock psicodélico moderno, exploran diferentes influencias que van desde el jazz, el garage rock y hasta el metal. Con veinticinco álbumes de estudio bajo el brazo, se ganaron el renombre de ser una de las bandas más prolíficas, creativas e impredecibles de la actualidad.

Conformada actualmente por Stu Mackenzie (voz, guitarra, teclados, sitar, bajo), Ambrose Kenny-Smith (voz, armónica, teclados), Cook Craig (guitarra, bajo, teclados, voz), Joey Walker (guitarra, bajo, teclados, voz), Lucas Harwood (bajo, teclados) y Michael Cavanagh (batería, percusión), sus inicios datan en Melbourne, Australia, en 2010. En ese entonces, solo se trataba de un grupo de amigos del vecindario en Deniliquin, que ocasionalmente se reunía para improvisar con sus instrumentos.

Tras un buen tiempo tocando juntos, deciden bautizar a la banda. Un juego de palabras, en forma de guiño a una de sus mayores inspiraciones: Jim Morrison, cantante de The Doors. También conocido popularmente como el “Lizard King” gracias a un texto de su autoría, The Celebration of the King Lizard (1970).

Ese mismo año, y de forma independiente, lanzan los singles "Sleep"/"Summer" y "Hey There"/"Ants & Bats". En 2011, publican el EP de cuatro pistas Anglesea. Así pavimentaron un recorrido difícil de vislumbrar, que tomaría forma en septiembre de 2012, con el lanzamiento de 12 Bar Bruise, su álbum debut. Publicado por su propio sello discográfico, “Flightless”, aquí se anticipa a la perfección la picardía y la creatividad características del conjunto australiano. Para su grabación, se implementaron métodos por demás llamativos, como la colocación de cuatro iPhones en la habitación para captar el sonido. En este debut, los estilos se aproximan al surf punk, el garage rock y el noise.

Al año siguiente estas distorsiones garageras comienzan a transformarse en un abrasivo sonido orientado al psych-rock. Firmes en la producción, al mejor estilo DIY (hazlo tú mismo), lanzan Float Along – Fill Your Lungs, el 27 de septiembre de 2013, un disco cúspide de neo-psicodelia, space rock, acid rock e incluso folk. Pero el dato de color se encuentra en el hecho de que no fue el único álbum de la banda que vio la luz ese año.

En el mes de febrero presentaron Eyes Like the Sky, una suerte de audiolibro western narrado y escrito por Broderick Smith, quien lideró el grupo de rock australiano de los 70 The Dingoes, y además es el padre de Ambrose Kenny Smith, tecladista de la banda. De esta manera, iniciaban una costumbre que iría tomando fuerza en años posteriores hasta llegar a caracterizarlos: la de lanzar más de un disco de estudio por año.

En marzo de 2014 llegaba el turno de Oddments, un disco con guiños ligados al slacker-rock, pero que continuaba por la línea lisérgica de los trabajos anteriores. Sin embargo, un parteaguas en la carrera del conjunto se daría con la salida de I’m In Your Mind Fuzz el 31 de octubre de ese mismo año, en esta ocasión vía Castle Face Records.

El sonido de la banda logra una solidez nunca vista. El concepto alrededor del álbum invade todos los aspectos, desde la lírica que retrata experiencias oscuras alrededor del control mental, hasta el seguimiento de la misma progresión de acordes en las canciones. Este es, tal vez, uno de sus álbumes de estudio más aclamados. Tanto por los fanáticos, como por la prensa especializada.

Dentro del amplio abanico de ideas que los Gizz no escatimaron en explotar, llegó Quarters!, el sexto álbum de estudio lanzado el 1 de mayo de 2015. Se trata de un disco dividido en cuatro partes, siendo cada una de ellas una canción con una duración exacta de diez minutos y diez segundos de duración. Tuvo la - ¿mala?- suerte de salir posteriormente a I’m In Your Mind Fuzz, uno de los materiales más enérgicos de la banda. Resaltó por generar opiniones divididas, al tratarse de un disco más aproximado al jam y mucho más relajado y bohemio que su antecesor.

Además, ese mismo año lanzarían Paper Mâché Dream Balloon y las almas hambrientas de mosh y distorsión tampoco se verían satisfechas. El séptimo álbum, grabado íntegramente con instrumentos acústicos y sonidos más abstractos derivados del folclore, el chamber pop e incluso el twee pop, aquel ingenuo subgénero que podemos escuchar en casos como Kero Kero Bonito y Alvvays.

Foto: Maclay Heriot

Foto: Maclay Heriot

Pero para quienes saben aprovechar cada arista de esta indescifrable banda, esto solo expandía su multiverso musical y de posibilidades. 2015 sería un año doblemente laborioso para estos australianos: fue la primera edición del Gizzfest, un festival 100% propio, que recorre Australia presentando actos del interés de la banda o proyectos paralelos de sus integrantes. La primera edición contó con la participación de bandas como The Laurels, The Murlocs, The Babe Rainbow, The Dandelion, Los Tones y varios DJ sets.

Nunca es demasiado cuando se trata de la banda más inquieta de los últimos tiempos. Para el 29 de abril de 2016 ya salía Nonagon Infinity, uno de sus discos más aclamados hasta el día de hoy y el cual les valió el premio ARIA al “Mejor álbum de Hard Rock o Heavy Metal”. En este LP el conjunto retoma sus raíces más garageras, se inclina al heavy psych e incluso influencias del krautrock, tratándose así de uno de sus discos más feroces hasta la fecha.

Con el cielo en las manos y la aprobación, tanto de la prensa, como de un vorazmente creciente público, uno podría pensar que llegaría el momento de un descanso. Pero si hablamos de King Gizzard and the Lizard Wizard, eso no existe.

Es en 2017 que se aventuran al lanzamiento de, ¡cinco!, álbumes de estudio: Flying Microtonal Banana, Murder Of The Universe, Sketches Of Brunswick East (grabado junto al grupo Mild High Club), Polygondwanaland y Gumboot Soup. Compuestos por canciones aleatorias que la banda fue condensando en los diferentes discos, cada uno con una impronta propia.

La nota de color en medio de todos esos lanzamientos la dio Polygondwanaland. Este álbum fue lanzado bajo una licencia Creative Commons, lo que permitió a los fans descargar y compartir el álbum libremente. "Polygondwanaland es GRATUITO. Gratuito para descargar y, si lo deseas, libre para hacer copias. Hacer cintas, hacer CDs, hacer discos... ¿Alguna vez has querido crear tu propio sello discográfico? Atrévete a hacerlo. Emplea a tus compañeros, imprime cera, empaqueta cajas. Este disco no es nuestro. Tú lo eres”, expresaron en su lanzamiento. La ideología DIY seguía siendo un estandarte en todo lo que Gizz hacía y, sin dudas, inspiró a una legión de seguidores a hacerlo ellos mismos.

Finalmente, en 2018, se tomaron un descanso del estudio, mas no de los shows en vivo, siendo un año donde tocaron sin parar. Retomarían el viejo ritmo en el año 2019 con dos lanzamientos: Fishing For Fishies, con gran caudal de influencias boogie rock e Infest The Rats’ Nest, esta vez influenciados por el thrash metal. En 2020, y con una pandemia de por medio, ve la luz el disco K.G., seguido por L. W. y Butterfly 3000, ambos respectivamente lanzados en 2021.

Un año después volverían a viejas costumbres con la salida de cinco discos de estudio en 2022: Made In Timeland, Omnium Gatherum, Ice, Death, Planets, Lungs, Mushrooms And Lava, Laminated Denim y Changes. Publicar tantos discos puede sonar fastidioso o inútil para cualquier agente discográfico, pero cuando se trata de Gizzard, un suicidio comercial resulta ser una decisión acertada.

Ninguno pasa desapercibido, y siempre encuentran lugar en las más prestigiosas listas de discos del año. Al menos así también ocurrió en junio 2023 con la salida de PetroDragonic Apocalypse; or, Dawn of Eternal Night: An Annihilation of Planet Earth and the Beginning of Merciless Damnation, un álbum de thrash, stoner y speed metal y “The Silver Cord” y toda su inspiración synth pop, acid techno y electro disco, apenas meses después en octubre del año pasado.

Hace ya casi 14 años que King Gizzard se divierte y traza un ecléctico camino marcado por la fidelidad a sí mismos. De esta forma es que se consagran año a año como una de las bandas más relevantes de la actualidad. 

Por María Road