Piazzolla, ese hombre que nació en Mar del Plata, en Argentina, en 1921. Que murió en Buenos Aires, en 1992. Que fue bandoneonista y que compuso tangos. Que compuso sus tangos. Que fue uno de los músicos más importantes de la música rioplatense del siglo XX. Que fue uno de los músicos más importantes del tango, de todas las épocas.

Piazzolla, que revolucionó el tango tradicional, que generó una nueva corriente que podría llamarse tango de vanguardia. Que lo hizo incorporando otros géneros, como el jazz y la música clásica. Que fue llamado “el compositor de música de tango más importante del mundo” por el crítico de música americano, Stephen Holden.

Piazzolla, que en 2022 todavía tiene tributos y tiene una banda entera que le hace honor. Piazzolla, que logró que esa banda argentina llamada L´Evasión, hiciera todo un repertorio basado en sus tangos de los años ´70.

Esa banda, está compuesta por Federico Fernández en bandoneón, Sofía Guerrero en flauta traversa, Fernando Audano en piano, teclados y sintetizador, Steve González en bajo, Iván Belinky en guitarra eléctrica y Juan Pablo Quinteros Rivera en batería.

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¿Por qué un tributo a Piazzolla?

Fernando Audano: Cuando empezamos el proyecto era totalmente distinto. Tocábamos composiciones propias en lenguaje de rock y blues psicodélico con otra formación. Sin embargo, Federico (hoy bandoneón, en ese entonces teclados) y yo, veníamos de varios grupos de tango y siempre tuvimos ganas de seguir con el tango.

Con el tiempo comenzamos a mezclar el tango con el rock y ese fue el núcleo de los primeros tiempos del grupo. En 2019 accedimos a tocar en La Cúpula del CCK en Buenos Aires y decidimos interpretar temas de Piazzolla, más precisamente de la época del Octeto Electrónico, en los ´70, junto con nuestros temas en clave de tango.

Fue para nosotros un gran éxito y nos dimos cuenta que llevar a los escenarios este repertorio no era algo frecuente y el público agradece esto. Tocar “piezas raras” de Piazzolla de manera continua y no para homenajes conmemorativos nos distingue entre los shows y conjuntos que interpretan su música y creo que el lenguaje de rock nos resulta facilitador para poder dar una mirada distinta a esta música.

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Por eso, L’Evasión armó un show llamado Undertango. Recorren los temas y arreglos de la música de Piazzolla en la década de los ’70. Son canciones que, en definitiva, Piazzolla nunca ejecutó en vivo o lo hizo pocas veces. También hay clásicos, pero abordados desde arreglos de espectáculos en vivo.

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¿Cómo arman un repertorio así?

FA: La clave es conocer la historia de Astor. Justamente, algo que él detestaba era la cuestión “de museo” y pensamos que muchas piezas de su repertorio son tomadas como tales. Por este motivo nos centramos en los años ´70 que, a pesar de tener algunos “hits” como Libertango; tiene muchísimos temas muy poco conocidos y a la vez hermosos.

Existió (y existe), además, una resistencia por parte de los “fanas académicos” de Piazzolla hacia estos años porque consideran que es música más “fácil” que otros momentos de su carrera como los ´60 o los ´80. Esto hace que este repertorio haya quedado algo abandonado, lo que para nosotros representa una gran oportunidad aunque tenga dificultades como tener que sacar “de oído” varios arreglos porque directamente no están en ningún lado. Por eso nuestro show de esta temporada se llama “Undertango”: por un lado es una referencia a un tema de esta época y al mismo tiempo es lo que buscamos retratar, el lado “oculto” de su repertorio. Durante el año pasado, también, tocamos completo su disco en vivo de 1977 “Olympia ‘77”.

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Piazzolla, ese hombre que nació en Argentina, pero que desde muy jóven se crió en Nueva York. A quien su padre regaló un bandoneón de niño y gracias a lo cual empezó a tocar ese instrumento muy de joven. Que tomó clases con Alberto Ginastera y ganó el Concurso Fabien Sevitzky. Que, con ese premio, pudo irse a Europa a estudiar armonía, música clásica y contemporánea con Nadia Boulanger (la compositora y directora de orquesta francesa).

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¿Por qué girar por América Latina con este show?

FA: Curiosamente, nos ocurre algo similar a lo que le pasaba a Astor en su época: nos cuesta ser profetas en nuestra tierra. Es decir, si bien nuestro show nos ha llevado a tocar en lugares geniales de Buenos Aires como el CCK o La Usina del Arte, también es cierto que es una plaza donde las opciones tangueras son muchas y muy variadas lo que nos representa cierta dificultad para acceder a muchos lugares. Cuando a principios de 2020 giramos por Chile, nos encontramos con la oportunidad de llevar nuestro show a lugares del calibre del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos o el Parque Cultural de Valparaíso… algo bastante distinto al “under” que acostumbrabamos.

Eso nos dio la certeza de que los países de Latinoamérica cuentan con una oferta mucho más reducida de este tipo de música y la convocatoria se multiplica, lo que nos ofrece la oportunidad de mostrar nuestra música a muchísimas personas. Es así que volvimos varias veces a Chile, estuvimos en Montevideo el mes pasado y tenemos planes de nuevamente volver a Chile y debutar en Brasil.

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Piazzolla, que cuando empezó a innovar en el tango tradicional, los tangueros viejos lo criticaron. Que lo consideraron “el asesino del tango”. Que le dijeron que lo que él hacía no era tango. Que respondió a todo eso que era cierto, que lo que él hacía era música contemporánea de Buenos Aires.

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¿Cómo es tocar a Piazzolla?

FA: Un desafío enorme, no admite distracciones. Varios de nosotros venimos de una escuela más rockera en donde se puede tocar “en piloto automático” y salirte con la tuya. La música de Astor es cambiante, compleja y te obliga a estar siempre atento porque está plagada de contrapuntos, contratiempos y tocar una nota equivocada no es opción. Al mismo tiempo también te confiere la capacidad de emocionar a un auditorio entero. Nos ha pasado de ver gente en el público con lágrimas en los ojos y eso se debe 100% a la belleza de la música de Astor… que también puede ser violenta y excitante. Por eso es un honor y una gran responsabilidad tocar sus temas, tanto como cuando tocamos en lugares de conocedores o cuando llevamos el show a lugares donde no hay tanto tango dando vueltas. Nos damos cuenta si lo hicimos bien por la reacción que obtenemos del público.

¿Cómo lo reciben los distintos públicos?

FA: Uno de los aspectos diferenciales de nuestro show es que, además de tocar los temas de Astor, vamos contando la historia de su música y de su vida. Por eso el orden de los temas tiene un sentido: nos sirve para poder contar la historia de un viaje de Astor por el mundo y sus distintos momentos. No por esto es un orden cronológico ni mucho menos. Esto, sumado a la belleza de los temas en sí, hace que el público se “enganche” muchísimo con el show de una manera más que respetuosa.

Por otro lado, nos pasa cada vez más frecuentemente quedarnos charlando sobre Astor con gente que viene a los shows una vez finalizados. Es decir, en muchos aspectos nosotros y el público somos un gran grupo de fans de Piazzolla y para nosotros es muy satisfactorio poder contar alguna anécdota poco conocida de su vida o tocar un tema de su repertorio que muy difícilmente se pueda escuchar en vivo y observar la hermosa recepción que tiene esto. Cuando giramos por otros países, curiosamente, también solemos encontrar otros fans de Astor y del tango y nos hacernos amigos. Lo más importante en estos casos para nosotros es poder llevar la música de Buenos Aires a un público que no tiene muchas oportunidades de escucharla en vivo y recibir ese cariño nos hace muy felices.