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Contenido creado por Federica Bordaberry
Música
La mirada hacia el futuro

La Foca trae un octavo disco que representa el indie rock uruguayo de ayer y de hoy

La banda uruguaya se estará presentando en La Trastienda el sábado 20 de agosto con su último disco, Los nuevos recuerdos vendrán.

18.08.2022 10:14

Lectura: 7'

2022-08-18T10:14:00-03:00
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Por Leo Silveira

En el ambiente del rock montevideano de los 90, cuando se mencionaba el término indie rock, pensábamos en ejemplos foráneos: Luna, “Yo la Tengo, Stephen Malkmus, los rioplatenses Suárez, El Otro Yo o Jaime sin Tierra y, si bien andaban varios proyectos locales en la vuelta, algunas bandas que hoy ya no están y muchas otras que se saltearon esta grifa para instalarse con mayor o menor éxito.

La Foca es una banda de amigos nacida como un amor a la música en un verano esteño a comienzos de los noventa. Ha cincelado pacientemente su obra y mantenido ardiendo esa llama, con mayor o menor intensidad, durante treinta años. Pasaron de ser un secreto a voces a potenciar e inspirar a nuevos grupos, conectando nuevas generaciones para revitalizarse y lograr editar cada vez discos más profundos con bellas y brillantes melodías, canciones llenas de melancolía y luminosidad. Con sus anteriores álbumes, Ceres y Venus y La fórmula, completan una especie de trilogía involuntaria junto a su nuevo lanzamiento.

En estos días están presentando Los nuevos recuerdos vendrán, publicado en formato digital. Para el show de este sábado, también estará disponible en el ya vintage formato Compact Disc (que parece está volviendo a prender con renovados bríos).

Un disco cargado con la intensidad de una pandemia, sus avatares, y atravesado por el dolor y la pérdida, pero con la mirada puesta hacia adelante, bien plantados con los mismos valores e intereses que los mueven desde siempre, las ganas de juntarse a disfrutar la música y la vida con los nuestros.

Conversamos con Federico González, vocalista, compositor y productor de la banda, a pocos días del show, entre las idas y venidas que tiene la preparación de un evento con invitados internacionales en una de las salas de espectáculos más lindas de la ciudad.

¿Quiénes eran los miembros de La Foca treinta años atrás?

Éramos un grupo de amigos que estábamos por los veinte años, que habían empezado a hacer algunos proyectos musicales porque les gustaba la música y estudiaban juntos. Algunos ya estaban armando una banda, y yo por mi lado había comenzado a armar La Foca y enseguida se vinieron. Y todo derivó en que era inevitable en el proyecto de La Foca. En resumen, hace treinta años éramos los mismos que somos ahora, pero viviendo una vida bien diferente que reflejábamos en la música que hacíamos por entonces.

¿Cuál ha sido el combustible que ha mantenido encendido el motor de la banda tanto tiempo, como para ser considerados referentes del indie local?

Sin duda, el principal, o la condición necesaria, es que tenemos ganas de vernos, de juntarnos dos veces por semana, cuando ensayamos, cuando tocamos, durante todo el año. Pero, por otro lado, es encontrar en la banda una herramienta para ir transitando los distintos momentos de nuestras vidas. Por otro lado, sigue habiendo personas que están esperando algunas canciones que son importantes para ellas y, por supuesto, para nosotros. Por suerte, esas canciones nuevas continúan apareciendo.

A ustedes les ha tocado, o tal vez hayan elegido, el camino de enfrente al supuesto mainstream local. Sin embargo, son una banda que tiene un filme internacional sobre su vida, que lleva hasta el título de uno de sus discos La vida de alguien, del cineasta Ezequiel Acuña.

Nosotros nos encontramos con esa situación de que exista una película en la que hicimos toda la música original. Si bien es una ficción, toma elementos en el devenir de una banda de tantos años y, además, refleja y tiene un montón de canciones de muchos momentos. Creo que tuvimos una especie de golpe de suerte que no tuvimos en otro lado, de encontrarnos con una persona como Ezequiel Acuña que se complementó con la banda y, a partir de ahí, se nos abrió todo un mundo increíble que disfrutamos mucho y que nunca pensamos que nos iba a pasar.

Foto: Lucía Aguirre

Foto: Lucía Aguirre

Así como La Foca tiene claras influencias de otras bandas, hoy ustedes influyen a las nuevas generaciones. ¿Cómo es componer ahora, pensando también en esos nuevos públicos y nuevas bandas del indie rock?

Me parece que somos como los abuelos del indie. Me parece que sí, que desde el lugar de una generación anterior y compartiendo el camino recorrido, más allá que la composición se hace desde tu mundo, en ese mundo también están esas nuevas generaciones. Entonces, es imposible omitirlas. Creo que hay que ser empáticos, responsables con la música que se hace y cómo se hace.

Los nuevos recuerdos vendrán es su octavo disco, ¿cómo ha sido la búsqueda en cada disco y en este último en particular?

Este disco se compuso en su mayoría durante el año 2020 y su grabación transcurrió, prácticamente, en el correr del año 2021. Tiene mucho que ver ese periodo pandémico que a todos nos tocó vivir y, en el 2021, nosotros sufrimos una pérdida de un muy querido amigo, Alejandro Torre. Un miembro de la banda que, si bien no ejecutaba ningún instrumento, era un integrante. Por lo tanto, el disco está atravesado por su partida y cumple también el rol de hacer este proceso de despedida, pero honrando su forma de ser. Era una persona muy alegre y que miraba para adelante. Nosotros cuidamos todo el tiempo que este sea un disco, si se quiere, combativo en cuanto a posicionarse.

Es ir y recorrer el pasado, pero, sobre todo, poner el foco en el futuro. El título no es más que eso y tiene que ver con que hay mucha gente (y aunque no la hubiera sería igual) que, orgánicamente, es un público que va creciendo. Espera el disco y lo hace propio. Entonces, uno tiene que ser responsable con eso, como mencionaba anteriormente, y creo que en este disco fuimos especialmente cuidadosos en ese sentido. Queremos que sea un disco positivo. Nos centramos en que las canciones sean fotos de determinadas épocas de la banda y resistir el paso del tiempo.

La melancolía es un término que le va muy bien a la banda, ¿podríamos decir que la música de La Foca, como en el tango, “hay que esperar, que en algún momento te llega”?

Sí, nosotros elegimos pararnos en la melancolía porque la concebimos como una posición, como perspectiva desde dónde estás recordando, evocando y, en definitiva, ya pasó. Lo bueno, lo regular, lo malo, ya pasó y ahora vienen cosas nuevas. Entonces, es un lugar que puede ser que conecte con gente más grande, pero creemos que también intentamos que sea como un faro para los que son más jóvenes, que se sienten más encerrados en alguna situación. Entendemos que no podemos dejar de intentar que con nuestra música los amigos y amigas que nos siguen se sientan mejor.

Siempre la presentación de un disco de La Foca es una fiesta. ¿Cómo viene la preparación del concierto en La Trastienda para este sábado 20?

Nos sentimos intensamente felices. Se van a encontrar con lo mejor que hemos logrado construir en todos estos años. Para nosotros es poder tocar nuevamente en La Trastienda, poder producir un show donde nos abrirá una banda de Argentina, con lo que significa El Robot bajo el Agua (proyecto de Nicolás Kramer, ex Jaime sin Tierra) y lanzar la edición en CD. Para nosotros es sumamente relevante porque todos nuestros discos tienen formato físico, porque nos gustan los CD, porque somos de los noventa y porque, en definitiva, creemos que el soporte tiene que ver con la preservación, tiene que ver con que el disco es más que el audio.

Todo eso es un logro. Entonces, vamos a dejar todo, vamos a poner todo lo que tenemos, van a estar con nosotros en el escenario todos nuestros amigos, los que grabaron el disco y otros que no grabaron, que son muy cercanos. Es una celebración de amigos y un homenaje. Para nosotros, hacer una Trastienda es clave, hacer un show de este tipo es algo que tenemos que hacerlo, es parte de los que nos va dar, en términos de flipper, un par de bolas extras para seguir jugando.


Por Leo Silveira