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Contenido creado por Federica Bordaberry
Música
(Not) a Lost Cause

La consagración de Beck, Pet Shop Boys y Blur, o de la última jornada del Primavera Sound

El festival que tuvo lugar en Buenos Aires mantuvo una grilla histórica durante dos días, y cerro a puro ritmo bailable de britpop.

29.11.2023 17:45

Lectura: 7'

2023-11-29T17:45:00-03:00
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Por Leo Silveira

En la segunda jornada del festival, la primavera se consagró en verano. Con varios grados de temperatura por encima del sábado y menos viento, el predio del parque Sarmiento confirmó ser una locación más que acertada para esta edición 2023 del Primavera Sound.

Desde las primeras horas de la tarde, con un sol abrazador, ya los escenarios principales contaban con un buen marco de público, sobre todo jóvenes con gorros, protector solar y botellas de agua. La organización del evento colocó solo tres puntos de agua que, en un día de tanto calor y con un parque tan grande, podrían haber sido más.

Gran parte del público, en esas primeras horas de este último y esperado día, disfrutaba sentado en la sombra, algunos en una especie de picnic dominguero en grupos diversos.

El espíritu general, con una grilla súper ecléctica que abarcaba más de una generación, de esa verdadera marea humana que concurrió, tuvo un lema claro: la integración y el respeto para convivir sin un mínimo incidente. Y, realmente, se vivió como una experiencia cultural inolvidable.

Foto: Mora Alarcón

Foto: Mora Alarcón

Uno de los escenarios alternativos –Barcelona– tenía cerca un grupo de árboles que hacían muy placentera la estadía allí debajo. En ese lugar disfrutó de una de las visitas internacionales que llegaba por primera vez a la Argentina: Weyes Blood, una artista californiana que brilla con su nuevo disco In the Darkness, Hearts Aglow.

Canciones con voz cristalina y justo dramatismo, revestidas con capas sonoras de una orquestación meticulosa y buenos arreglos. Música más que perfecta para disfrutar mientras el sol caía entre las flores lilas de los jacarandás.

Luego de caminar esas largas distancias que había entre un escenario y otro, se hacía alguna de las larguísimas filas para poder comprar algo para comer y tomar. Todo mediante la aplicación del teléfono. Una idea bastante buena, pero que provocó problemas por la inestable conectividad. Tal vez, debido a la gran concurrencia, lo que hacía demorar y, a veces, correr para llegar a tiempo al lugar del show elegido.

Cerca de las 20:00 horas, este cronista uruguayo, junto a las casi 50 mil personas que se estima que concurrieron, ya ocupábamos el sector de los escenarios principales que estaban dispuestos de manera gemela. Uno pegado al otro y con idéntica equipación técnica porque se venía la tríada musical más esperada para esta última noche: Beck en el escenario a la izquierda, mientras en el de la derecha preparaban el backline y escenografías para los Pet Shop Boys.

Foto: Mora Alarcón

Foto: Mora Alarcón

A su vez, mientras sonaba, los stages preparaban nuevamente el escenario de la izquierda para lo que sería el cierre del festival con Blur. Toda una ingeniería de precisión cronométrica y trabajo técnico invisible para el público, pero fundamental en un festival de estas características.

A la hora del crepúsculo arrancó Beck con “Devil´s Haircut”, haciendo un set que surfeó principalmente por los discos Odelay, Güero y Mellow Gold. La destreza del astro del buen gusto para pasar de un estilo a otro es increíble: impacta su performance bailando, tocando la guitarra y blueseando en la introducción de su clásico hit “Loser”.

Beck - Foto: Franco Puente

Beck - Foto: Franco Puente

Se lo nota agradecido por el cariño de la multitud e intenta comunicarse en español arengando: “Hola, qué onda güero”, para luego invitar al escenario a Damon Albarn y regalarle al Primavera Sound una canción especial. Cantaron juntos “Valley of the Pagans”, tema que está en el último disco de Gorillaz. También hubo tiempo para los que amamos el hermoso disco Sea Change con “Lost cause”.

El final llegó demasiado rápido y lo hizo con “Where It´s At”. Todo sucedió en apenas una hora. Intensa, robusta, hipnótica, potente. Beck conectó muy bien con el público que a priori en el campo daba la sensación que era el típico que sigue al talentoso músico californiano. Hubo todo: rock, hip hop, folk y blues a la vez. Nos dejó con ganas de más y creo, sin miedo a equivocarme, que fue uno de los mejores shows de la noche.

Casi sin pausa, a las 21:15, comenzó a sonar una música electrónica a media potencia que iba in crescendo. Se prendió la pantalla del escenario, pegado al que dejó Beck, con los colores de la bandera de Ucrania, por unos minutos, para dar luego paso a toda la parafernalia técnica de una de las mejores bandas de la historia del pop electrónico, los Pet Shop Boys.

Beck - Foto: Franco Puente

Beck - Foto: Franco Puente

Vinieron, además, con su catarata de éxitos desde fines de los 80. Neil Tennant y Chris Lowe hicieron cantar y bailar a todo el público con las inoxidables: “You Were Always On My Mind”, “Domino Dancing”, “It´s A Sin” o “It´s a Shame”, un recorrido de casi dos horas con un show visualmente perfecto y efectivo que incluyó cuatro cambios de vestuario y movimientos de escenografías.

A las 23:00 horas, como buenos ingleses y a la hora señalada, con la luna llena brillando en lo alto, arrancó el sonido de guitarra ruidosa de Blur y explotó el público al pisar Damon Albarn el escenario. Damon estuvo siempre muy bien dispuesto e interactuando con el público, agradeció estar de nuevo en Argentina y dijo que era el último show de la noche y que no le importaría que no acabara nunca.

Blur - Foto: Mazza

Blur - Foto: Mazza

Entre canción y canción, cada tanta deslizaba jocosamente que era la última... El público enloquecía y así fueron pasando “Country house”, “Coffee and TV”, “Parklife”, “Girls& Boys” y “Song 2” con una locura total de alegría.

Blur - Foto: Mazza

Blur - Foto: Mazza

Siempre con una sonrisa en la cara y disfrutando a pleno, el británico, en un momento, pidió una bandera que los había acompañado toda la gira de este año. Damon dijo que la gente que se las regaló quería que la banda se la diera cuando volvieran a cantar a la Argentina. Entonces, a manera de ritual, se la devolvieron en el escenario. Subieron, entonces, los dueños de la bandera en estado de euforia y alegría infinita.

El cantante comentó: “la devolvemos para que continúen las buenas relaciones entre Argentina e Inglaterra”. Ahí el campo volvió a estallar al grito de “¡Argentina!”. Y hasta se escuchó el cántico de “el que no salta votó a Milei”. No obstante, antes de comenzar con la canción “Tender”, Albarn fue tajante: “No más política esta noche”.

Blur - Foto: Mazza

Blur - Foto: Mazza

Llegaba el final y el frontman decía en su español cada vez más suelto, que llegaba la última cantata. Y la despedida fue con el himno del britpop de los noventa, “The Universal”, que tuvo un singular tropiezo de sonido al arrancar quedando por unos instantes en silencio total de audio en las primeras estrofas.

La banda, sin inmutarse, decidió arrancar de nuevo desde el principio, haciendo que se extendiera por un momento más el fin de la hermosa noche. Media hora pasada la medianoche, se apagaba la música. Y así terminaba una nueva edición del Primavera Sound, con una sensación de satisfacción que se notaba en el aire. Nos íbamos unos y otros en un río de gente, mientras salíamos del parque silbando bajito al son de la melodía del último hit que venía de sonar.

Por Leo Silveira