Era 1984 en Montevideo. Eso quiere decir que Uruguay estaba saliendo de un período oscuro de dictadura militar y que, por lo tanto, se encontraba sensible al retorno a la democracia después de diez años. Quiere decir que el fenómeno de la música popular estaba en alza. En 1983, el año anterior, Los Olimareños habían salido de la censura. La voz de Daniel Viglietti volvía a sonar. El 31 de marzo de 1984, retornaba Alfredo Zitarrosa.

Que fuera ese año también quiere decir que Eduardo Mateo habría terminado de publicar su disco Cuerpo y Alma y que se realizaría, por primera vez, ese concierto llamado La máquina del tiempo.