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Contenido creado por Valentina Temesio
Literatura
Los libros y sus autores

Leandro Delgado: “Mi escritura no tiene un porqué ni un para qué; apenas es un qué”

El escritor de ficción y ciencia ficción publicó “Inhumanes”, un libro que recopila cuentos de “muy distintas épocas”.

12.10.2023 12:29

Lectura: 6'

2023-10-12T12:29:00-03:00
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Leandro Delgado es escritor de ficción y ciencia ficción, investigador, profesor y editor. Publicó el volumen de poesía Tres noches bajo agua (Noctúa, 1999), las novelas Adiós Diomedes (Ediciones Planetarias, 2005), Ur (Hum, 2013), Elecciones internas (Hum, 2020, epub) y El fuego verde (Hum, 2023). También los volúmenes de cuentos Cuentos de Tripas Corazón (Estuario, 2010), Alerta Naranja (La Propia, 2015) e Inhumanes (Estuario, 2023), además de su investigación Anarquismo en el Novecientos Rioplatense: cultura, literatura y escritura (Estuario, 2017).

¿Preferirías viajar al futuro o al pasado?

Al futuro más remoto posible.

Si pudieras ser un personaje de tu libro, ¿cuál serías?

De Inhumanes, ninguno.

¿Cuál es tu técnica más extraña o inusual para superar el bloqueo de escritor?

No es extraña: escribir a mano.

¿Qué cinco cosas guardarías en una cápsula del tiempo?

Una casa en Miami, un living gigante, un home theatre transmitiendo el apocalipsis, un palo santo prendido y un jaguar de yeso. 

Tu autobiografía en una frase

There is no there there.

Contanos qué estás leyendo ahora

Chronic city, de Jonathan Lethem; Una empresa llamada La Humanidad, de Nicolás Alberte, y Capitalism in The Web of Life, de Jason W. Moore.

Si tus libros fueran adaptados al cine, ¿a quién te gustaría que interpretara al personaje principal?

Me gustaría que mis personajes fueran interpretados por animales vestidos como seres humanos. Con IA [inteligencia artificial] sería fácil. 

El primer verso que te viene a la mente.

Echa tu pan sobre las aguas, que después de muchos días lo hallarás. Reparte a siete, y aún a ocho, porque no sabes el mal que caerá sobre la tierra.

Lo último que comiste va a ser el menú para toda tu vida ¿qué es?

Son dos circunstancias que, en este momento, prefiero que no coincidan. 

Tu idea de felicidad y tu idea de miseria

Mi idea de felicidad es no hacer nada sin pensar que tengo que estar haciendo algo. De lo otro prefiero no pensar.

Si pudieras invitar a tres personajes literarios a cenar, ¿quiénes serían y por qué?

Don Quijote, Sancho Panza y el Lazarillo de Tormes. Sería divertido

¿Por qué Inhumanes?

Mi escritura no tiene un porqué ni un para qué; apenas es un qué.

Leandro Delgado. Foto: Javier Noceti / Montevideo Portal

Leandro Delgado. Foto: Javier Noceti / Montevideo Portal

¿Cuánto tiempo te llevó escribir este libro, desde la concepción de la idea hasta la publicación final?

Son cuentos de muy distintas épocas que no entraron en otras selecciones por distintos motivos. Surgieron los Fondos Felisberto, junté esos cuentos, los revisé, reescribí y mandé. Estoy muy agradecido.

Contanos sobre una lectura que haya tenido un impacto significativo en tu vida. ¿Qué libro fue y por qué fue tan importante para vos?

Me encantaba leer la guía de teléfonos, tanto la alfabética como la de calles. Era una ciudad entera llevada a sus nombres y a sus esquinas. Queda alguna en Mercado Libre.

Si tuvieras que describir tu libro en una sola frase, ¿cómo la formularías?

El/la lector/a modelo de Inhumanes es más joven e inteligente que yo. 

Si pudieras vivir en el mundo de cualquier libro, ¿cuál elegirías y por qué?

Podría vivir en cualquier novela de Phillip K Dick (si tuviera la opción de salir). 

¿Qué consejo o frase inspiradora darías a otros escritores que están buscando su voz y estilo literario?

Si hablamos de ficción: no dar ni recibir consejos nunca a/de nadie sobre cómo escribir nada. 

Portada de Inhumanes. Foto: HUM y Estuario

Portada de Inhumanes. Foto: HUM y Estuario

“No llores por mí” de Inhumanes

Como a la altura de Jaguarão, junto a un boquete gigante que ocupaba toda una manzana, estacionó una camioneta de traslado de pasajeros con turistas norteños, según se escuchaban las exclamaciones, las risas descontroladas y guarangas, ya a dos cuadras. Por el acento marcado, supe que llegaban desde alguna opulenta ciudad, muy lejana, muy al norte de O Reino.

Sin embargo, los turistas bajaron con elegancia y distinción: tres mujeres de piel olivácea y vestidos blancos que parecían vestales y otras dos altas y rubias que parecían ménades. Todas caminaban enjoyadas, lustradas, decoradas.

Iban abrazadas de la cintura por cuatro caballeros grandes y bronceados, de traje pero sin corbata, la camisa blanca y abierta, con tatuajes de dragones y de cadenas que asomaban por el pecho y el cuello y por sus antebrazos, las mangas recogidas.

Parecían llegar de una fiesta, como que, después de un rato de tomar alcohol y sustancias alucinógenas, habían decidido pasear un rato por el maravilloso paisaje de la ciudad en ruinas. O sea, gente careta que jamás iba a admitir que su deseo más poderoso era internarse en las fauces seudopódicas de una Creatura.

Esto los convertiría en adictos como yo, y no estaban dispuestos a dejar sus pisos en Leblón, su fazenda en Metro Pantanal, sus frescas viviendas subterráneas con balcones sobre los acantilados de Nova Aracaju, no tanto por lo que significaba perder todos esos establecimientos para la miríada de seguidores en sus redes sociales, sino porque perderlos significaba echar por la borda todos los obstáculos que debieron atravesar para tener, en fin, lo que tenían para exponerse atléticos y sonrientes al famélico mundo, para explotar vilmente a sus empleados, para ser explotados a su vez con sumisión, mientras el placer físico reprimido anhelaba, oh, un deseo ulterior e irrefrenable por poseer más y más: casas hiperdiseñadas, autos inverosímiles y alados, yates gigantes como boeings, asientos en primera fila en los cohetes a Io.

Sobre Inhumanes

“El cuerpo humano reemplaza diariamente 300 billones de sus células. Esto equivale al 1% de su constitución. Se calcula que, en cien días, el cuerpo sustituye treinta trillones de células, o sea, su totalidad. En pocas palabras: en cien días nos convertimos en otra persona. Si no erramos el cálculo, Leandro Delgado se ha transformado en 29 personas distintas desde la escritura del primer cuento de este volumen y se convertirá en otra persona y media respecto del último, al momento de salir Inhumanes a la luz. Esto quizás explique la incongruencia estilística del conjunto, la confusión de voces narrativas, la ausencia radical de toda concesión al lector desprevenido, las derivas erráticas y desaforadas, los ambientes opresivos y luminosos alternativamente y, como dijeron por ahí, la obra “de un humorista que hace llorar de tristeza”. Se trata de una observación exagerada, pero da una idea aproximada del enigma que rodea a una escritura que no presenta influencias reconocibles, tal la deformación compulsiva de los mundos visitados por el autor.”

Edgar E. Etchenique 

Este libro recibió un incentivo a la edición del llamado "Felisberto"/ InLet.