Sea a través de su música, sus videos en Youtube o por medio de Instagram, Lichi dice que buscó siempre formas para expresarse. 

El santafesino comenzó a hacer videos en 2018, un lenguje con el que se sintió representado. En su canal de Youtube el artista reflexiona sobre tópicos mundanos: género, comunidad LGBTQ+, diversidad.

Pero también se reconoció con la comunicación y la música. En 2019, comenzó su proyecto solista. Tres años después, en 2022, concretó su primer disco, Tecnología: Colección, que recopila tres EPs.

Lichi estará en Montevideo el sábado 24 de junio para presentarse en Inmigrantes (Paullier y Guaná). Las entradas están a la venta en RedTickets.

Sos periodista, Youtuber y músico. ¿Sentís la necesidad de amplificar tu voz?

Siempre fui un chico retraído, desde chiquito. La música fue la primera cosa que encontré como una vía de comunicación. Me ayudaba a relacionarme con la gente, era un idioma que hablábamos todos, aunque no nos conociéramos. Todo lo que vino después, YouTube, los podcasts, y demás, son también formas que voy encontrando de generar contenido, compartir un mensaje, una idea. Más tangibles que la música, más terrenales, quizás para comunicar otras cosas, o lo mismo, de otra manera.

¿Hay un Lichi en cada formato? ¿O es el mismo?

No, yo siempre digo que todo lo que sale de Lichi sale de un mismo lugar, de unas mismas inquietudes, un mismo debate, una misma curiosidad. Algunas cosas encuentran su lugar en el arte y otras cosas en otras partes. O todo es arte, capaz, no sé. Pero la música comunica cosas que ni idea qué son, a veces. Lo otro es más fácil de explicar.

Intentás huir de las etiquetas, ya sea en la música como en tu propia identidad. ¿Por qué? ¿Cómo llegaste a esta deconstrucción?

No sé si es una búsqueda tan adrede. Simplemente, a lo largo de mi vida, he conocido cosas, sentido cosas, experimentado cosas, de todos tamaños, colores y formas: hablo de música, hablo de vínculos, hablo de momentos, ideas, construcciones. Para mí no es deconstrucción, es construcción. Es usar todas las herramientas que tengo a mano sin limitarme, ¿por qué limitarme?

¿Cómo te iniciaste en la música?

En casa hubo instrumentos y música desde que nací. Para mí la música no llegó a mi vida un día, siempre estuvo ahí. No fue una opción o una elección o algo que empezó en algún momento. Siempre fue parte de la vida. Desde chico me enseñaron a tocar y por los 13, 14 años empecé a pensar en escribir mis propias canciones. Ahí tuve mi primera banda, mis primeros shows. Y acá sigo.

Compraste tu primera guitarra porque Bob Dylan era tu referente. ¿Sigue siendo una referencia?

Creo que mi esencia musical es la relación entre mi voz, mis letras y mi guitarra, y sí, en eso Bob Dylan es rey. Sin dudas está ahí siempre. Incluso cuando se pasó a lo otro, cuando se colgó la guitarra eléctrica, ahí también hay una referencia.

Tus canciones se alejan de eso, ¿cómo fue tu búsqueda para desarrollar tu propio proyecto?

Puse en juego todas las cosas que me movían. No me puse a pensar en estilos o géneros. Yo sí sé que lo que a mí me sale hacer son canciones. No solo música, canciones. Hay músicas que no son canciones. Mi punto de partida fue ese.

¿Quiénes son tus referentes hoy? (Musicales y no musicales, quiénes te inspiran, o con quiénes te identificás)

Los de siempre están siempre: el rock clásico, el folk y la psicodelia de los 60 y 70. Nacional e internacional. Hoy en día muchos de los que me mueven cosas son mis amigos y la gente que me rodea. En Buenos Aires hay de todo. Me inspira mucho cuando veo que aparece algo que no se parece tanto a lo que ya había. O sí, pero viendo cuál es el diferencial que propone. Este año salieron discos de Melanie Willians, Anyi, Barbi Recanati; estuve escuchando todo eso. Pero también King Gizzard, Queens of the Stone Age. O Mahalia, Arlo Parks. Nada que ver. Identificarme creo que me identifica todo, por más que sea todo distinto.

Además de tu identidad sonora, en tus canciones se escuchan conceptos, ideas. ¿Sos consciente de eso al componer? ¿Es lo que buscás?

Fui consciente una vez que ya estaba pasando. Dije: “Ah, acá hay cosas que me mueven y siempre terminan plasmadas en lo que canto”. Una vez que fui consciente, lo pude calibrar y ordenar mejor. Pero sí, claro, creo que es algo muy rico para las canciones.

¿Cuál es tu proceso creativo?

No sé si lo tengo claro ?ríe?. Tengo canciones que nacieron de formas muy distintas. Algo que sí sé es que no puedo estar quieto; físicamente, digo, me molesta componer sentado en una silla. Me llegan ideas cuando camino, aunque sea dando vueltas por mi casa. Mi último tema, “El Plan Mayor”, por ejemplo, la hice en un bondi. Me subí a un bondi con una inquietud y me bajé 20 minutos después con la canción.

Tecnología: Colección, tu primer disco, salió en 2022, ¿cómo viviste el lanzamiento?

Fue interesante porque, justamente, no es un disco. Es un proyecto discográfico que tuvo sus partes, que luego se sumaron en un mixtape. Se fue desarrollando, reinventando incluso con remixes. Empezó con el primer EP, Tecnología #1, en 2021, y fueron pasando cositas. Había un concepto ahí más allá de la música; en la forma de hacerla y de publicarla. Fue toda una aventura, y la gente se reprendió.

¿Es la primera vez que venís a Uruguay? ¿Cómo es viajar con tu música a otros países?

Es la primera vez que voy a cualquier país, de hecho. Nunca salí de Argentina y esta vez salgo para tocar mis canciones. Es realmente hermoso, no se me ocurre una mejor forma. Viajar con y gracias a la música es impagable, para mí.

¿Tenés algún vínculo con la cultura uruguaya?

Se me ocurren varias cosas, pero sí, la cultura uruguaya y la argentina tienen vínculos por todos lados, lo quieras o no, lo sepas o no. Particularmente tengo algunos amigos músicos allá, como Finn Valentino, con quien saqué una canción el año pasado. También soy fan de cositas de Internet, viste, como Harringuy o Tiranos Temblad. Casi todo lo que sé sobre cómo es y cómo se vive en Uruguay lo sé por Tiranos Temblad, creo.

En 2019 predijiste que una invasión de canguros a Uruguay era inminente. ¿Qué pasará?

Una de las cosas que haré en mi viaje es chequear que ustedes estén preparados y ver si necesitan una mano, porque sí, es inminente.