Los terceros discos de las bandas determinan muchas cosas. Eso creen Juan Saieg, Gabriel "Cocó" Orozco y Lucca Beguerie Petrich, los integrantes de Usted Señalemelo.

Antes de Tripolar (2023), de II (2017), e incluso del disco debut, lanzado en 2015 y con nombre homónimo a la banda, hubo tres pibes de Mendoza que, a partir de las ganas de hacer música, terminaron convirtiéndose en amigos. 

Con el primer disco, sentaron un precedente. Con el segundo, despertaron el furor de un público que estaba comenzando a ser testigo de la movida emergente del indie rock argentino.  

Tras esto, y con la pandemia de por medio, hubo un tiempo de inactividad. Aprovecharon para concentrarse en sus proyectos personales. Sin definir qué estaba ocurriendo, su público se preguntaba si eso sería todo o la banda volvería eventualmente a hacer música y tocar.

Hasta que el 3 de octubre de 2022, un posteo en Instagram comunicó lo que sus fanáticos esperaban. Un gráfico con fondo blanco y solo el logo de la banda. Diecisiete días más tarde, y por la misma red social, anunciaban un nuevo single. "Nuevo comienzo", no solo era su nombre, sino también lo que se propusieron los tres integrantes de Usted Señalemelo. 

Los planes y las ambiciones de seguir llevando su música a más lugares regresaron junto a ellos. Son la primera banda argentina en presentarse en el festival Lollapalooza de Chicago, abrieron los shows del músico estadounidense Ekkstacy y recorrieron Sudamérica. En el futuro, esperan llegar a Europa. 

Este sábado se presentan en el festival esteño Medio Y Medio.  Conversamos con Lucca Beguerie Petrich y "Cocó" Orozco , baterista y guitarrista respectivamente de la banda, sobre Tripolar y lo que les espera de acá en adelante. Las entradas para la presentación de Medio Y Medio se pueden adquirir aquí.

Cortesía de la producción

Hace poco lanzaron Tripolar (2023), su tercer disco de estudio. Entre Usted Señalemelo (2015), su debut, y II (2017), su segundo disco, hay una diferencia. Tripolar tiene elementos de ambos. ¿Cómo lo definirían ustedes? ¿Sería una especie de conciliación?  

Lucca Beguerie Petrich: Puede ser. Personalmente, siento un poco lo mismo que decís vos. Fue algo que no se buscó intencionalmente, sino que cuando vimos el resultado final nos dimos cuenta de que había cosas de composición y estructurales parecidas al primer disco y en cuanto a lo sonoro y la producción un poco más símil al segundo. Fue lograr un hibrido entre esos dos discos que no fue intencionado, salió así. Pero marca también la maduración de la banda. La idea era tratar de unir esos dos mundos. Pensar en la música que nos sale, no tanto en los discos.  

Tripolar surge después de que ustedes se tomaron un tiempo. Por ese entonces, también estuvo la pandemia. Si bien ya tienen dos discos y años de experiencia, el tiempo puede cambiar muchas cosas. Ustedes hablan de que salió bien y a las pruebas me remito. ¿Qué miedos había al momento de levantar el teléfono y volver a juntarse?  

L.B.P.: Había sido un momento donde nosotros nos habíamos tomado una pausa, aprovechando todo lo que había sido la pandemia. Previo a eso, habían pasado un montón de años en los que trabajamos e hicimos música sin parar. Sentíamos que necesitábamos esa pausa.

Cuando nos volvimos a juntar había inseguridades que tras haber estado haciendo música tanto tiempo uno no las tiene, o las pierde, o no les presta tanta atención. Cuando fuimos a hacer este disco empezaron a aparecer, pero nos fortalecieron para poder dar ese resultado y buscar nuevas formas de hacer música.  

En este disco se sumaron Rafa Arcaute y Nico Cotton, dos productores increíbles, que nos ayudaron un montón a ordenarnos y a buscar ese lugar de confort y a la vez de incomodidad para tener nuevos resultados. Siempre vamos a hablar de lo lindo, pero en el proceso también hay partes que son estresantes o de incertidumbre, pero que hacen que el resultado final sea de esa manera. 

Mencionas la producción de Tripolar. Ustedes han tenido un desarrollo particular. El primer disco lo produjeron sus padres, en el segundo ustedes tuvieron un rol fundamental y es recién con el tercero que entran Cotton y Arcaute. Más allá de que hablemos de gente con experiencia, ¿hay un poco de miedo a la hora de delegar la producción?  

L.B.P.: Esa incertidumbre está. Siempre que trabajes con gente nueva no sabes cuál va a ser el resultado. Con Rafa habíamos tenido la posibilidad de trabajar y ya lo conocíamos en el estudio, pero a Nico no. Sabíamos que Nico era un capo y muchos trabajos que hizo nos encantan. Fue un proceso de madurar y crecer. El hecho de soltar en ciertas partes y escuchar a otras personas, también hacernos cargos de la decisión que tomamos en ese momento de hacerlo de esa manera. Son riesgos que uno corre. Nosotros corrimos ese riesgo y salió bien, el disco salió increíble, estamos contentos. Pero perfectamente podría haber sido de otra manera. Son las cosas en las que uno a veces se tiene que tirar y decir vamos a probar, asumir que nos puede ayudar incorporar gente.  

Cocó Orozco: Más allá de eso, el vértigo existió, pero siempre estuvimos en la mano de la producción entonces siempre estuvimos tranquilos con esa decisión y está bueno trabajar de esa manera.  

Hablando de lo que es emprender riesgos, al respecto del nacimiento de Tripolar. ¿Hubo inseguridades sobre la respuesta del público y los fanáticos tras volver? 

C.O.: Inconscientemente sí, después de tanto tiempo. Recibimos mucho cariño de todo el tiempo que estuvimos tocando entonces esa presión estaba, de regalarle algo a la gente que le guste y que valiera la pena. Fue una linda sorpresa también poder sacarse de encima toda esa presión después de tanto tiempo para poder seguir y sacar más música.

Se presentaron el año pasado en la edición uruguaya del Cosquin Rock, el show que ustedes presentan es bueno a nivel musical y visual, ¿es la primera vez que se presentan en Punta del Este?  

L.B.P.: En Uruguay tocamos en la Trastienda, en la Sala del museo y en el Cosquín. Pero va a ser la primera vez que tocamos afuera de Montevideo, vamos con expectativas. Obviamente sabemos que es temporada alta. Pensamos que va a haber público argentino que va a andar por allá, montevideanos también. Pero hay gente que vive ahí y va a tener la oportunidad de vernos. Eso es lo que más crea y con lo que más nos gustaría conectar.  

Fuera de tocar en las capitales, que es donde están los circuitos más grandes de los países, estamos acostumbrados a tocar en lugares que por ahí no son tan grandes ni tienen tanta población o movida. La verdad es que llegar a esos lugares también nos gusta. Sentimos que la gente de esos lugares valora cuando pasan ese tipo de cosas porque por ahí no pasan durante todo el resto del año. Aprovechan para poder ver cosas que, por ahí, en otro momento no podrían.  

Teniendo en cuenta que ustedes no son una banda porteña, además.  

L.B.P.: Lo vivimos también mucho desde nuestra experiencia. Somos de Mendoza, entonces sabemos cómo es tocar en ciudades que son más chicas.  

¿Tienen alguna referencia de la música uruguaya? ¿Alguien a quien admiren? 

L.B.P.: Hay un montón de bandas y artistas uruguayos que han sido y son influencias y referentes. El Negro Rada, Gustavo "el Principe" Pena. En mi caso, yo escuchaba mucho el Cuarteto de Nos. A Gabi le gustaba en su momento La Vela Puerca, con quienes tuvimos la oportunidad de estar con ellos en México el año pasado. Drexler, ni que hablar. Al estar tan cerca los sentimos como una inspiración directa.  

El rock argentino y el rock uruguayo tienen muchos puntos en común pero también muchas singularidades.  

L.B.P.: Son similares sí, pero si conoces bien de que se trata cada cultura te vas a dar cuenta a la hora de escuchar una canción si es de una banda Argentina o de Uruguay. Hay casos en los que no, pero eso pasa con todos los países. Se nota la impronta, la composición y la canción de Uruguay. Siento que tiene mucha identidad y está a la vista.  

Cortesía de la producción

Comenzaron desde muy chicos y se fueron haciendo amigos en el camino, a través de la música, ¿se acuerdan cuando se dieron cuenta de que Usted Señalemelo iba en serio? 

L.B.P.: En realidad, nos conocimos un poco por la música y un poco por la vida. Éramos muy chicos, teníamos entre 12 y 13 años, entonces empezó como un juego y como algo fundamental en nuestra amistad, que hasta el día de hoy es la música y el lugar que ocupa. Cuando terminamos la secundaria, ese momento en el que uno tiene que tomar decisiones más reales de lo que va a querer con su vida, nosotros decidimos apostarle a full a esto.

Teníamos un mínimo recorrido por Mendoza y habíamos comenzado a ir a Buenos Aires a tocar. Nos dimos cuenta de que había buena respuesta de la gente. Era la edad y el momento para apostar todo. Ahí justo salió nuestro segundo disco, nos dio un antes y un después en Argentina a nivel audiencia y todo el público que empezamos a generar. A partir de ahí no paramos.  

Hoy ya no es solamente música. ¿Como conjugan la parte musical, la amistad, la parte del negocio? 

L.B.P.: Esas son partes que también determinan la prosperidad de una banda. Bandas buenas y música hay un montón. Hay que hacer una diferencia de lo musical si uno se quiere despegar de lo que todo el mundo hace y tratar de innovar para hacer algo que tenga una identidad superúnica. Pero también hay una parte de todo lo demás que es fundamental.

Es un trabajo que estamos haciendo y hacemos desde muy chicos. Es un aprendizaje constante, esa dinámica de trabajo que va determinando el éxito. Fuera de lo musical, todas las decisiones repercuten en los objetivos de la banda. Es un camino que se va recorriendo y vamos aprendiendo de los errores, porque todos cometemos errores. De ahí aprendes un montón. Cuando tomas una buena decisión ya pasaste por cosas peores. Es solamente crecer y apuntar a eso, que sea próspero.  

Se presentaron en el Lollapalooza de Chicago. Han hablado varias veces del desafío de presentarse en países que no son de habla hispana. ¿Qué similitudes y diferencias encontraron entre el público sudamericano y el público estadounidense?  

L.B.P.: En la gira estadounidense también tuvimos la oportunidad de abrirle a Ekkstacy, un artista norteamericano cuyo público es enteramente de allá. Por ahí, a diferencia de lo que fue el Lolla en Chicaco, que había mucha gente latina y nos fueron a ver muchos argentinos a nuestro escenario cuando tocamos, la experiencia abriendo sus shows fue bastante sorpresiva.

La gente era super receptiva. Nosotros salíamos, no decíamos nada y empezábamos a tocar rock en español. Todos quedaban bastante de cara, pero disfrutaban del show, por más de que no entendieran las letras y les pareciera loco que hubiera una banda argentina abriéndole a él. Estuvo buena la recepción. 

Ya sacaron el tercer disco. De acá en adelante, ¿cuál es el plan? ¿Piensan volver al estudio o quieren seguir disfrutando un poco más de lo que es Tripolar?  

L.B.P.: El año pasado fue un año muy intenso. Salió el disco y tuvimos la oportunidad de girar por un montón de lugares. Este año la idea es seguir tocando, seguir llevando el disco a los lugares donde todavía no lo hemos llevado. Va a ser un año donde vamos a estar girando mucho, donde vamos a ir, ojala, a lugares donde nunca fuimos.

Esperamos ir a España. Íbamos a ir el año pasado y al final no fuimos. El plan es concretar objetivos que forman parte de la etapa de este disco y tratar de hacer música. Todavía no hay planes concretos de un disco, pero estamos haciendo música constantemente. Eso es parte del ejercicio creativo, estamos aprovechando todo lo que nos da la gira. Esta etapa de nuestra vida que estamos viviendo es muy inspiradora y tratamos de plasmarla en la música.  

Tratamos de que no hayan limitaciones. De que cada uno lo pueda hacer, o si podemos hacerlo entre los tres, en el medio de una gira. Todo sirve como inspiración. Hoy tenemos las oportunidades para que, si queremos hacer una canción donde sea que estemos, lo podamos hacer. Tratamos de no perder esos momentos que son claves a la hora de componer y estar juntos, la química, lo que escuchamos. Nos compartimos mucha música. Muchas cosas que cada uno quiere aportar o quiere ver que se puede hacer que sea nuevo.  

Muchas bandas congéneres a ustedes han hecho giras por Europa, ¿ustedes qué le ven de atractivo a esa idea?  

L.B.P.: Para nosotros, nuestro objetivo con la música es tratar de que nuestro mensaje y nuestras sensaciones lleguen a la mayor cantidad de lugares posibles. Sentimos que España o Europa, principalmente España por ser un lugar donde hablan prácticamente el mismo idioma, es un mercado y un lugar para ir a abrir y ver de qué se trata. Nos gusta mucho lo que pasa allá a nivel musical, entonces queremos tratar de tomar influencias o trabajar con gente de allá el día de mañana. Lo mismo con México.

Son mercados que nos impulsarían a que nos conozcan más personas de más lugares y eso ya lo hicimos mucho en Latinoamérica. Tuvimos la oportunidad de girar bastante en la mayoría de los países de Latinoamérica. Es algo que de a poco y a medida que lo vayamos pudiendo hacer lo vamos a ir haciendo, al igual que con Estados Unidos el año pasado.