Lucy Patané canta rock. Pero esto no es una decisión, sino una consecuencia de seguir un impulso que sale de su interior. Como amante de la distorsión, se entrega a ella, y encuentra en el rock un terreno fértil para, como ella lo describe, "distorsionar tranquila". 

Su casa fue la gesta de su arte. Hijas de padre músico, tanto ella como su hermana se dedican a la música, manteniendo un espíritu expresivo que siempre estuvo ahí, impregnado en las paredes de su casa. 

Hija de ruta es su segundo álbum como solista. En él, la distorsión aparece con la indignación ante el sistema. Un sistema cuya naturaleza cruda conoció en la pandemia, cuando sufrió un bloqueo creativo que le nublaba el panorama. 

La cantante argentina se presenta en Montevideo el jueves 26 de septiembre a las 21.00 hrs, en la Sala Corchea. Las entradas pueden adquirirse aquí. 

¿Con qué género musical identificarías tu música si tuvieras que hacerlo?

No sé, yo siempre trato de no quedarme en un solo lugar, si lo tengo que hacer diría rock.

¿Por qué dirías que sentís más comodidad en ese género que en otros?

En realidad no sé si me siento cómoda en un solo género, por eso cuando hago mi música y mis discos trato de poder incluir lo que a mí me pasa o me parece, y a eso después se le pondrá un género o una palabra. Supongo que la distorsión quizás, en otros géneros no sé cuánto puede incluirse, entonces quizás por eso digo rock, como para poder distorsionar tranquila.

Cortesía de producción

Tu nuevo álbum habla sobre burocracia y trámites. ¿Qué te llevó a querer expresarte sobre eso y cómo lo hiciste?

La pandemia me dejó bastante vacía en muchos aspectos, acá en Argentina la cuarentena fue muy muy larga, se reactivó muy de a poco todo, y a mí me dejó bastante vacía, poéticamente y en un montón de cuestiones. No es que me inspiró esa pausa, mucha gente encontró un momento para inspirarse y componer, pero a mí no me pasó. Me frenó bastante de hecho, entonces se me generó una cosa post pandémica en estos últimos tiempos, como muy de hartazgo sobre cosas que tienen que ver con el sistema en el que estamos metidos en general.

Quizás estoy hablando de un trámite burocrático, pero quizás estoy hablando de algo más, de todo el tiempo y la carga mental que lleva hacer un montón de cosas que son muy pesadas. Entonces creo que encontré ese hartazgo y ese cansancio y esa bronca, y también la falta de inspiración, y salieron estas letras que son un poco más crudas que el disco anterior.

¿Cómo vivís el expresar emociones íntimas en canciones, sabiendo que eso será escuchado por mucha gente?

Nunca pienso mucho en cómo lo va a entender o no lo va a entender la gente, porque es una incógnita muy muy grande. Hay canciones que hay gente que las interpreta de una manera, después de otra. Primero me tiene que gustar a mí, me tiene que pasar algo a mí primero. En algún punto confío en que si me pasa algo a mí, a alguien más le va a pasar. Y está buenísimo ese ejercicio, cuando después ves a la gente gritando las canciones y decís, "no puede ser que la gente esté cantando esto que se me ocurrió en el baño de mi casa".

Es un ejercicio super lindo, y también está bueno como para confiar un poco en que cuando estás hablando desde un lugar super genuino, yo creo que se entiende. Si te ponés a pensar una letra que a la gente le guste, y lo hacés desde ese lugar, seguramente pase también, pero a mí me es muy gratificante que algo que sentí, algo que expresé, realmente a otro le puede resonar.

Cortesía de producción

¿Nunca te sentís vulnerada a la hora de transmitir emociones personales a un público masivo?

Sí, ya desde que el disco salió, Hija de ruta me dio mucho pudor en realidad, dije "no, ahora la gente va a escuchar todo esto que hice, que vergüenza". Eso dura unos días, hasta que el disco empieza a escucharse, ves que la gente lo empieza a compartir y ya está, no hay mucho más que hacer.

Hija de ruta: ¿Por qué el nombre?

Podría darte toda una respuesta super conceptual y profunda, pero honestamente te voy a contar la verdad, y es que fue un error de tipeo. Mi manager me escribió un mail, y me dijo "bueno, ahora tenemos que seguir la hija de ruta", y después me manda otro mail al toque y me pone "perdón, la hoja de ruta", que es un Excel de trabajo.

Ahí le dije "gracias, me acabás de dar el nombre del disco", que por supuesto es una frase que me resuena, no es que sea simplemente un chiste que estuvo bueno y que por eso lo haya puesto. Me pareció que era un título buenísimo, porque tiene que ver con el recorrido, tiene que ver con haber tocado con mucha gente, con que esa haya sido mi escuela, el tocar con otros, viajar. Entonces, dije: "me cierra".

En el álbum intervienen familiares: ¿De dónde surge esa iniciativa y cómo fue la experiencia?

El último tema, que se llama "Estoy aburrida", lo grabé a los 12 años, con la ayuda de mi papá. Es un tema familiar, en mi casa se cantaban muchas cosas. Mi papá es músico y mi hermana también. Había música todo el tiempo, estábamos cantando, gritando y tocando todo el tiempo, y ese tema surge ahí. Un poco mi papá nos la cantaba a nosotras, y nosotras lo cantábamos con él. Ese tema quedó registrado de ese momento, y por eso están nombrados ahí.

Cortesía de producción

¿Qué dirías que tiene de diferente este álbum en comparación a creaciones previas?

Creo que es más crudo, es menos amable, es más violento, menos íntimo, es un poco más veloz digamos. No superficial, sino más veloz. Esa diría que es la diferencia con el otro.

Ahora te centras en una carrera solista, pero también integraste bandas (Las Taradas y La Cosa Mostra). ¿Cuales son las diferencias más importantes entre una carrera solista y una grupal, y en qué formato te sentís más cómoda?

Yo formé bandas siempre, desde muy muy chiquita. A los nueve ya tocaba en una banda, a los 17 empecé a armar otros grupos y nunca me detuve. Tuve algunas bandas con las cuales fuimos a Uruguay, Las Taradas, La Cosa Mostra, esas dos bandas en conjunto con Paula Maffía. Siempre fui parte de bandas, y en un momento me di cuenta de que necesitaba mi espacio propio, para poder plasmar muchas cosas que quería plasmar que en los proyectos no estaba encajando digamos.

En su momento no fue con la claridad que lo estoy diciendo, pero comencé entendiendo que quizás tenía que empezar a grabar cosas. De ahí fue que hice el disco que salió en el 2019, Lucy Patané, que fue mi primer disco solista, y me dio y me da mucha libertad, artística, más que nada. Es distinto a tener una banda, las decisiones son propias y uno puede cotejar ciertas opiniones de gente que tiene al rededor, pero no deja de ser solo tu proyecto.

Cortesía de producción

Pero también es cómo lleves adelante tu proyecto solista; si es una cosa mega vertical, o es algo que también se puede plantear desde un lugar un poco más horizontal. Yo pido bastantes opiniones y ayuda. No deja de ser mi nombre y mi proyecto, pero la gente se copa y se involucra, entonces no es que sea una banda, pero hay cosas de un espíritu más colectivo que se pueden lograr igual con un proyecto solista.

¿Dirías entonces que tus canciones como solista son más fieles a lo que sos vos?

Sí, las canciones solistas son mis canciones. En los grupos yo de hecho creo que era más música grupal que otra cosa. Un proyecto solista es bien lo que yo puedo hacer. Quizás con Lesbiandrama, que es el proyecto que tengo con Paula Maffía en dúo, ahí sí son temas de cada una, también componemos en conjunto.