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Entrevistas
La plena del barrio

Mariano Bermúdez, el éxito de Roto y el apronte para el show más importante de su carrera

El chiquilín que soñaba compartir cartelera con Gerardo Nieto repasó su trayectoria, marcada por éxitos y traspiés que lo fortalecieron.

01.07.2023 16:20

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2023-07-01T16:20:00-03:00
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Por José Luis Calvete

Mariano Bermúdez prepara Todos de Pie, el espectáculo que él mismo define como “el más importante” de su carrera. Quien es hoy uno de los principales exponentes de la música tropical uruguaya se presentará el jueves 13 de julio a las 21 horas en Sala del Museo del Carnaval, con entradas a la venta a través de Redtickets. Se agotó la primera tanda y está disponible la segunda a $ 740.

Si bien el recinto tiene un aforo de 1.000 personas, ya ha tocado para más gente, pero “fue en eventos más grandes, con otras bandas y público compartido”. Ahora será un mano a mano con su público, el que ya lo acompañó tres veces en el Teatro Movie durante el último año en su temporada 11 como solista, y el que suele seguirlo por los distintos bailes del interior y la capital.

“La idea es darle un cierre al ciclo de estos 12 meses en los que hicimos tres Movies. En vez de hacer un cuarto Movie, decidimos hacerlo en la Sala del Museo, donde entran 1.000 personas. Estaría bueno que vayan 900 para que la gente esté cómoda. Es una primera experiencia para nosotros hacer un recital con la gente de pie”, explicó.

Que la gente pueda estar de pie no quiere decir que se trate de un baile, sino que obedece a “una necesidad de moverse”. “Prefiero que sea un recital, pero de pie. Hace unos días fui a ver a La Vela Puerca y su gente prefiere saltar, hacer pogo y levantar la mano. Son pequeños actos que el cuerpo te pide y que sentado no podés hacer. Queríamos que la gente estuviera de pie porque nuestros recitales anteriores fueron con la gente sentada”, señaló.

A modo de “regalo para la gente”, habrá cuatro invitados entre bandas y solistas, aunque no quiso dar pistas de quiénes serán para que no se interprete como un anzuelo en la venta de entradas. “La idea no es abusar de la popularidad de los artistas que uno invita, que son todos grandes”, contó Mariano Bermúdez, entusiasmado con los preparativos para lo que se viene.

A sus 36 años, lleva poco más de dos décadas entre ensayos y escenarios. Empezó “con 14 o 15 años con Los Gummy’s, en el carnaval de las promesas”. Ensayaba en el Club Industria, donde conoció a un referente de la música tropical uruguaya como Rolando Paz. “Le faltaba alguien para hacer coros y coreografías, que era lo que se hacía en el arranque del pop latino. Me tomó por sorpresa formar parte y arranqué”, recordó.

Si bien los casetes que escuchaba en la niñez eran de Luis Alberto Spinetta, cuya música lo sigue acompañando en sus momentos de relax, se fue acercando a la plena y conociendo a sus principales exponentes. “Los amigos de Rolando eran los grandes referentes de los 80 y 90, y estuvo buenísimo conocer a Yesti [Prieto], Alex [Stella], Miguel [Cufós], el Chino Fuentes y el Chato Arismendi desde temprana edad”, destacó.

La primera oportunidad con mayor visibilidad se le dio en La Revancha, la banda que, con los hermanos Sebastián y Daniel Tata Torres a la cabeza, “funcionaba como una maquinita”. “Cuando Denis Elías decidió irse del grupo y ser solista, me invitaron a formar parte. Denis, además de ser un amigo, era un personaje que llamaba la atención del público más joven. Ocupar su lugar estando con los hermanos Torres era espectacular”, recordó.

“Fueron unos tres o cuatro años hermosos, hasta que en 2010 pasé por otra banda a la que fui buscando producir más y tomar más decisiones, pero las tomé todas mal y toda la expectativa que tenía puesta en mí no había funcionado. Estuve como un año sin cantar”, repasó Bermúdez, quien en La Revancha tuvo la oportunidad de interpretar el primer tema de su puño y letra: “Tus ojitos”. “No es ni cerca uno de los mejores que he hecho, pero le guardo un cariño especial por haber sido el primero”, contó.

Después de ese año alejado de la música, tuvo una nueva chance que duró poco, pero terminó siendo el puntapié inicial para su presente. “Estábamos en una banda y los dueños nos dijeron que no podían seguir bancando el proyecto. Éramos Los otros, la banda “B” de La Revancha. Los dueños querían tener un grupo que ofrecer cuando ellos no pudieran atender todos los pedidos, o cuando se fueran al interior. No era una mala idea, pero duró un mes. No podían hacerse cargo de algo que no funcionaba. Era poner plata para grabación y difusión y estar arriba de 10 personas que tenían a su cargo”, contó.

Y cuando el sueño de trascender en la música parecía desmoronarse otra vez, dio un paso al frente y salió bien, aunque al principio costó. “Hablé con los músicos, porque éramos compañeros de una banda de otro, y les propuse ser solista y ponerle mi nombre a la banda. Al menos para sentir que el tiempo que ensayamos no estuvo perdido. Quería otra oportunidad, que para mí era la última porque venía errándole a todos los tiros. No tenía muchas ganas de seguir intentando. Pero funcionó y mantuvimos la base”, ponderó.

“Les pedí a los dueños de La Revancha para quedarme con los músicos, la ropa y las partituras de los temas, y me dieron terrible mano. Incluso me dejaron la difusión, que ya estaba paga en la radio por un mes más. Grabé mi nombre en la parte que se nombraba a la banda. Esto fue en junio de 2012 y cada toque para nosotros era una fiesta. El hecho de estar en una cartelera con monstruos del género ya me daba felicidad. O tocar en un lugar donde una semana atrás había estado Denis Elías. No nos iba tan bien con la gente, pero lo transitamos re bien”, contó.

A esa altura ya había cumplido el humilde sueño que tenía de pequeño: compartir cartelera con Gerardo Nieto en algún baile. Eso empezó a darse más seguido a partir de “Paisaje”, el cover del éxito que inmortalizó Gilda y que se versionó en plena por primera vez gracias a Mariano Bermúdez.

“En marzo de 2013, después de estar recontra remándola, grabamos en vivo ‘Paisaje’ en un baile. Después de la primera vuelta, el DJ nos dijo de grabarla en la segunda, pero no la teníamos tan masticada. Había ruidos de cable y era imposible editar la voz porque todo salía por un solo cable, que entraba por la computadora del DJ del Tropy. No se editó nada y nos hicimos cargo de que ese formato nos había puesto mano a mano con la gente, pero a partir de ahí teníamos que ensayar y mejorar porque no queríamos hacer eso”, narró, consciente de que, “técnicamente, aquella grabación era un desastre”.

“Fue tan distinto a grabar una canción en seis horas, a pasar por afinadores y a que todo fuera tan frío como una grabación de estudios, que llamó la atención y nos dio la oportunidad de tener una segunda etapa. Ahí teníamos que empezar a sonar bien. Éramos una banda de seis meses”, contó.

“Fue una oportunidad increíble. Era ‘Paisaje’ de Gilda, que la sabía todo el mundo. No íbamos a inventar el agua caliente. Era una canción más de una banda que hacía covers, pero a las dos semanas estábamos haciendo 25 bailes por semana. Veníamos de seis o siete por mes, con algunos fines de semana sin tocar”, recordó sobre aquel tema que fue un punto de inflexión.

“Arrancábamos el martes con El Club de Anita, los jueves hacíamos dos o tres bailes, los viernes siete y los sábados como nueve, empezando a las 15 con cumpleaños y casamientos, y terminando con los bailes que cerraban a las 9. Llegaba licuado de la garganta y de las piernas, pero feliz. Y el domingo hacíamos dos o tres bailes más”, repasó. Hoy prioriza la calidad y, por consejo del Fata Delgado, prefiere tocar menos pero sonar mejor.

Con los años, alternando covers y canciones compuestas por él, siempre se mantuvo entre los mejores exponentes del género, pero le faltaba ese “algo más” que se lo dio “Roto”, elegido por el voto popular como Tema del Año en los Premios Graffiti 2021. “Hasta ese momento, lo mejor que había compuesto era ‘Si la llegan a ver’, interpretada por Damián Lescano en 2012. Pero ‘Roto’ superó todo”, cuenta con visible orgullo.

“‘Roto’ fue la más importante y la más poderosa. La han grabado en Argentina bandas de cumbia y de cuartero que no conozco. Me cambió la vida y la carrera. Es la canción que me envuelve cantando canciones mías”, contó Bermúdez, quien primero grabó su mayor hit solo y después redobló la apuesta con una versión aún mejor junto a Martín Piña y el argentino Rodrigo Tapari, vocalista de Ráfaga durante más de una década.

Antes ya había creado temas con cierto éxito, y que “si los sumás, deben tener sus 20 millones de reproducciones, pero no generaron esa conexión emotiva con el público que generó ‘Roto’”. “Por ‘Roto’ me siguen llegando mensajes de gente que me cuenta qué le pasó con esa canción. Todos los días me llegan las notificaciones del canal de YouTube”, rememoró Mariano, quien también tuvo su momento de viralidad gracias a esa canción en una fiesta del Peñarol campeón de 2021.

“Fui a cantar a la fiesta de fin de año de Peñarol y me dijeron que invitara a subir al escenario a Mauricio Larriera porque cantaba ‘La niebla’ del Zurdo Bessio. Me dijo que no: que podía cantar ‘Roto’. Yo piré. La imagen del jugador con la música tropical está re asociada, pero al entrenador no lo tenía tanto. Soy amigo del Memo López y de Leo Ramos y ya sabía que les gusta la música tropical, pero al Mauri no lo tenía en esa. Y mucho menos que cantaba. Fue espectacular. Después de que él cantara hicimos cuatro canciones. Me fui del show y cuando llegué a la camioneta ya era viral el video y Larriera tendencia, porque los jugadores estaban transmitiendo en vivo”, recordó.

El empujón que le dio ese tema “no lo generó ninguna otra canción”. “Y ahora la tenemos ahí, como espada para seguir luchando. Nunca podemos olvidarnos que somos hijos de obreros, que estamos laburando, y las canciones así para personas como yo, que no tengo un carisma envolvente y que soy un cantor sin agudos, son un golazo. Poder defenderte con canciones es todo”, narró.

Hoy, mientras prepara el show del 13 de julio, todavía no piensa en lo que vendrá después del principal éxito de su carrera. “Lo que me pasa es que la decisión natural es nunca más hacer algo parecido. No quiero hacer nada que se parezca a esa canción. No quiero que, bajo ningún concepto, aparezca un hilo de comercio en la cuestión. Ni que digan: ‘este tipo hace todas las canciones parecidas a Roto’. ¡Qué bajón! Prefiero errar mil veces saliendo para distintos lugares y distintas temáticas”, explicó.

“Encontrar al personaje que viene caminando por la calle borracho, herido y lastimado porque no lo quieren, es un personaje recontra poderoso que no lo inventé yo. Podría haber hecho mil canciones después que hablaran de cosas parecidas, o ir al desamor como fuente para sacar material permanentemente, pero intento que las canciones que vengan a continuación sean más lumínicas e inocentes, y desde una estructura diferente en la armonía y tonalidad”, contó.

“Lo importante es sacar canciones que, primero, me conmuevan a mí, las escriba yo o no. El camino es tratar de buscar canciones lindas. Nunca encontré una fórmula de saber lo que la gente quiere. Si no, hubiera hecho 14 goles, no dos. Con los pies en la tierra trato de dejarle el último filtro a ese juego que jugamos nosotros y en el que cerramos los ojos e imaginamos: ‘Este estribillo lo van a cantar zarpado’. Capaz que de cada 10 veces que siento eso, pasa tres. Pero busco eso, que les guste. No me da igual”, concluyó Bermúdez con la misma humildad que asegura, sobre la relación de nueve años con la boxeadora Chris Namús, que “la famosa es ella”. “La gente en la calle la para a Chris y se saca fotos con ella. Es hermoso lo que genera”, dijo con visible emoción.

Por José Luis Calvete