"Puro destrato y odio, me tratas como un ogro, y yo me quiebro poco a poco", canta Marilina Bertoldi en "El gordo". El videoclip de dicha canción se estrenó hace dos días, y ya estuvo en el centro de varias discusiones. A través de la sátira, se muestran diferentes arquetipos de personalidades argentinas. Bertoldi interpreta a una popstar con ciertas características, como el vestuario y la actitud, que hicieron que el público asociara a Emilia Mernes. 

Hoy en día, una de las divisiones en la música argentina tiene que ver con el posicionamiento político. Están los que deciden tomar postura, y están los que se abstienen. Marilina forma parte del primer grupo. En Para quién trabajás (2025), su nuevo álbum, las letras, la portada y los videoclips son mensajes con referencias directas a la situación política y social del país, desde el lugar de Bertoldi. 

"Lo empecé a componer antes de que asumiera Milei, el actual presidente argentino, estaba muy asustada con lo que podía pasar y con el tono que tenía la gente que lo apoya", explica en entrevista con LatidoBEAT.

La carrera de Bertoldi comenzó en 2010, pero fue en 2016, con el álbum Sexo con modelos, que llegó a la consagración. Fue nominado a Mejor Disco de Rock en los Grammy Latino, además de ganar el premio a Mejor Álbum de Artista Femenina de Rock en los Premios Gardel. Las comparaciones con músicos como Charly García no tardaron en llegar. 

En este momento está formándose para lograr la autogestión en producción e ingeniería de sonido: "A mí me parece muy importante tener un sonido particular, y si yo estoy muy metida en cada parte del proceso nadie me va a estandarizar. Eliminar esa posibilidad de estar estandarizada me da un sonido e identidad propia, e inevitablemente me separa del resto". 

¿En qué lugar estabas cuando empezaste a componer el álbum?  

Lo empecé a componer antes de que asumiera Milei, el actual presidente argentino, estaba muy asustada con lo que podía pasar y con el tono que tenía la gente que lo apoya. En algún punto estaba siendo un poco ingenua respecto a todo lo que podía pasar y qué ahora vemos que está pasando. Ahí compuse “El gordo”, fue la segunda canción que compuse para el álbum. A lo largo del disco creo que me voy dando cuenta de que la gente no se va a despertar un carajo, que está muy preocupada por sobrevivir y no por estar unida, haciéndole frente a esto que está pasando. Tenía mucho miedo.  

¿Qué roles cumplen la portada y el nombre del álbum en esta idea? 

Creo que "Para quién trabajás" habla un poco del tema. La canción dice "quieren alejarme de vos", y yo me doy cuenta de que alguien más quiere que nos peleemos, que es útil separarnos para alguien mucho más poderoso. Pero también es como "no te aguanto más, salí de acá o te voy a pegar una cachetada". Habla un poco de eso, es como decir "no puedo creer que caigas en esta idea de ir en contra de minorías en vez de estar enfrentándote a las personas poderosas a las que defendés siendo un trabajador. No puedo creer que caigas en la trampa, y yo también, porque eso es odioso". En la portada intento reírme de eso a través de un meme, porque lo que está pasando es muy del internet y de las redes. Me parecía un buen tono y enfoque para hablar de algo tan delicado.  

En "Para quién trabajás" usás la voz de tu sobrino al principio.

Estaban mi hermana y mis dos sobrinos en mi casa y yo quería que ella grabara unas guitarras para ese tema. En un momento, mi sobrino agarra el micrófono y hace beatbox, lo empecé a grabar porque me pareció muy gracioso y empezó a hablar. Cuando ellos se fueron, lo usé para volver a hacer el tema y empezar a partir de su audio. Su audio dice, “quiero hacer algo con vos, me estoy riendo, juguemos con la música”, y en un momento casi se cae y yo le digo "cuidado". Entonces decidí loopear la caída de él y el “cuidado”, como un reflejo de época, para decir que yo quiero más de lo que me hace feliz, que son mis vínculos y mi familia, y hablar de que vienen por esto, por lo más lindo que tenemos.  

Hay crítica, pero también hay canciones de amor. ¿Es una visión de la prevalencia del amor en una sociedad fragmentada? 

Si, como un arma de batalla. No nos van a sacar esto ni nos van a individualizar tanto. No nos pueden hacer esclavos del dinero y la productividad, de estar con ansiedad todo el tiempo, de hablar de plata todo el día cuando lo más importante que tenemos es el tiempo y los vínculos. Creo que es una linda manera de pelearle a todo lo que está pasando, que es de todo lo que habla y se queja el disco.  

Actualmente, en Argentina hay artistas que deciden posicionarse políticamente y otros que no. ¿En algún momento dudaste o quisiste dar un paso al costado en ese sentido? 

En un momento decidí dar un paso al costado. Pero no solo porque yo no estaba sacando material, sino porque también sentí que no tenía nada bueno para decir. Fue un momento en el que sentí que me había convertido en ellos, y para mí esa es su gran victoria: hablar todo el tiempo de dinero, individualizarnos, ser violentos —querer pegarle una cachetada es caer en su trampa—. Ahí decidí no hablar porque estaba diciendo cosas terribles en la intimidad y ya mis amigo me estaban mirando raro. Tanto miedo, tanta bronca e impotencia te generan eso, y no está bueno. Siempre entendí que no era el mensaje que quería dar. Entonces me llamé al silencio y decidí componer un disco desde otro lado.  

Cortesía de la producción

¿En qué momento sentís que se encuentra tu carrera? 

Creativamente me encuentra mucho más segura de los roles que ocupo como productora, arreglista, compositora e ingeniera. Creo que logré muchas cosas en la parte más nerd de la música, que era lo que quería para poder hacerlo para mí, después quizá lo haga para alguien más porque me divierte. Estar en el estudio es lo que más me gusta, más que tocar en vivo y que cualquier otra cosa. Entonces creo que me encuentro en un momento muy creativo en el estudio, soy mucho mejor en eso que antes y le quiero sacar todo el jugo, entonces estoy aprendiendo cosas, comprándome equipamiento. Estoy muy nerd.  

Yo produje este disco, pero en el estudio se sumó el dueño, que es un gran productor, compositor y arreglista, se llama Mariano Otero. Le llevé el disco armado y él fue la persona clave para cerrar el disco y estar segura con cada decisión, incluso proponiéndome cosas en caso de que hubiera que solucionar situaciones. Me tomé mucho tiempo para hacerlo porque necesitaba aprender unas cuantas cosas.  

No es usual en esta época que el artista se encargue de componer, producir y tocar. ¿Por qué elegís hacerlo? ¿Es una especie de principio? 

Sí. Hay muchos artistas que la están pegando mucho y que lo podrían hacer, pero no lo hacen porque hay un tema de practicidad de tiempos y hay productores que se encargan específicamente de eso. A mí me parece muy importante tener un sonido particular, y si yo estoy muy metida en cada parte del proceso nadie me va a estandarizar. Eliminar esa posibilidad de estar estandarizada me da un sonido e identidad propia, e inevitablemente me separa del resto, porque si cada uno suena como sí mismo nadie va a sonar igual. En esta época en la que todo está tan estandarizado me parecía una buena decisión.  

El tema es que, como vos decís, lleva tiempo, algo que cada vez es más importante en la industria. 

El siguiente paso después de haber aprendido a hacer esto sola es hacerlo rápido. Lleva tiempo porque también quiero decir algo en particular, hay algo del mensaje que requiere masticarlo. Las canciones más banales —que no tienen nada de malo, bienvenidas sean— requieren mucho menos tiempo de escuchar, de dejar envejecer en tu computadora, de volver a escuchar y modificar. Hay mensajes que requieren que los pienses muy bien. Pero mi próximo objetivo es tardar menos tiempo, absolutamente.  

¿Tenías claro lo que querías hacer con los videoclips?  

Eso fue un poco más difícil, la parte audiovisual está en un momento muy particular en Argentina. Se encarecieron muchísimo los costos y el consumo de videos cambió muchísimo. La gente está entrando mucho menos a YouTube, salvo que le propongas ciertas situaciones, entonces se volvió algo que hay que resolver de otra manera. En ese proceso quizá perdí un poco más el control de las piezas, quería que estén todas más unificadas de alguna manera. Pero lo que sí pude lograr es que todas tuvieran una cuota de humor, y algo muy austero y nacional. En ese sentido, todas las piezas están respetándolo. Pero el día de mañana me gustaría tenerlo tan unificado como en el disco. Pero no es fácil, la gente que se dedica a filmar está demente, es increíble todo lo que tienen que hacer.  

No es común que hagas colaboraciones, ¿por qué? 

La respuesta es que soy de otra generación, nunca me acostumbré a eso y soy muy celosa de mis cosas, entonces no se las quiero dar a cualquier persona. Si hago algo con alguien tiene que ser la persona ideal para eso y tengo que tener algún tipo de vinculo. Estoy más bien para componer y producir para alguien, pero no entiendo el concepto de featuring, no sé cómo desvincularme tanto de una canción de esa manera, o componer con alguien. El único featuring que tuve en un disco fue "Amuleto" con Javiera Mena y lo hice porque era un himno lésbico y ella me parecía perfecta, era un amor, ya la conocía, ya habíamos hablado, y ya había expresado en notas que le encantaba lo que hacía. Pero si no, no sabría cómo hacerlo.  

¿A dónde estás pensando llegar con este disco? 

Estoy pensando en salir mucho del país. Vengo de muchas giras por todas las provincias, me recorrí el país mil veces. Creo que es el momento de empezar a abrirme en la región, tengo ganas de empezar de cero en otros lugares. Uruguay fue el primer país que me recibió con los brazos abiertos y me reciben super bien, pero es hora de empezar a extenderme más allá porque hay artistas muy interesantes e historias en común.