Documento sin título
Contenido creado por Federica Bordaberry
Música
O continente vizinho

Marisa Monte y un caldero sonoro llamado Portas que caminará hasta Uruguay

La artista brasileña se estará presentando en el Auditorio Nacional del Sodre, el 27 y 28 de setiembre, con su último disco de estudio.

08.08.2022 17:10

Lectura: 7'

2022-08-08T17:10:00-03:00
Compartir en

Por Federica Bordaberry

A principios de 2020, el plan era entrar al estudio en mayo. El repertorio para grabar ya estaba listo. Pero, en marzo, las puertas se cerraron y los planes también se pausaron. Como el resto del mundo, la grabación de Marisa Monte, la cantante brasileña, entró en un estado flotante de espera.

Cuando estuvo claro el panorama de una nueva realidad (protocolos sanitarios, tests y mascarillas), el repertorio creció. Aparecieron “Vagalumes”, con Arnaldo Antunes, y “Sal” y “Você Não Liga” con Marcelo Camelo. Este último ya había traído una canción suya, “Espaçonaves”, que estaba lista.

Hasta que, en noviembre, el disco no aguantó más: entró a estudio en Río de Janeiro con un equipo pequeño para grabar las primeras ocho bases.

______________________________________________________________________________________

¿Por qué nace Portas? ¿Bajo qué necesidad artística?

Quería hacer un disco a través de reuniones en vivo en el estudio, todos tocando simultáneamente, mirándose unos a otros con una dinámica humana. A medida que las reuniones se pusieron difíciles, tuvimos que rehacer los planes y pasar a un formato híbrido, mitad presencial y mitad remoto. Para mi sorpresa, la tecnología ha hecho posible que experimentemos formas de relacionarnos que no hubiéramos probado de no haber sido por una necesidad extrema. En ese sentido, la conectividad digital del mundo contemporáneo se destacó en la pandemia. Portas terminó siendo un disco que hice con más colaboraciones internacionales, en más ciudades diferentes, sin salir de Río y sin perder la calidez ni el espíritu colectivo.

______________________________________________________________________________________

La idea inicial de Marisa Monte era viajar hasta Nueva York, formar una segunda banda y seguir grabando el disco. Eso, obviamente, se volvió imposible. Así que probaron con la grabación remota, a través de una coproducción con Arto Lindsay, y se arriesgó a grabar “Calma” y “Portas”.

Ellos, en un estudio en la calle 37. Marisa, con el resto, en Río de Janeiro vía Zoom.

La sorpresa fue que ese mecanismo funcionó bien y abrió un nuevo universo de posibilidades. Les dio confianza para grabar a distancia en varias ciudades y, también, con otras formaciones.

______________________________________________________________________________________

¿Por qué elegiste Río de Janeiro para grabar?

Porque durante la grabación no podíamos salir de Río de Janeiro. Grabamos durante la pandemia, cuando estaba prohibido viajar, pero logramos grabar en Nueva York, Lisboa, Madrid, Barcelona y Los Ángeles a través de apps tecnológicas. Fue el disco con más participación internacional aun sin salir de mi ciudad.

______________________________________________________________________________________

De hecho, continuaron alternando grabaciones en vivo en Río (más bases, complementos y arreglos de Arthur Verocai y el trombonista Antonio Neves) y con grabaciones a distancia en Lisboa (arreglos de Marcelo Camelo) y Los Ángeles (la voz de su pareja, Flor).

“Vento Sardo” fue grabado a distancia en Madrid y Barcelona con Jorge Drexler. A pesar de estar listo y formar parte del cuerpo del disco, decidieron editarlo como single cuando puedan encontrarse en vivo y en directo.

El reto no fue solo que Marisa Monte trajera un disco de estudio nuevo después de diez años, sino también fue reinventar métodos de producción musical, experimentar y abrir caminos nuevos.

______________________________________________________________________________________

Durante los últimos diez años hiciste muchísimas cosas, pero volviste a aparecer con un disco de estudio recién ahora. Aunque imagino que la pandemia debe haber atrasado cosas, ¿de dónde nace Portas?

Durante estos años realicé proyectos colaborativos, shows por el mundo e incluso algunos viajes a Uruguay. Las canciones son el resultado de mis encuentros y asociaciones en los últimos años, y el cuerpo de trabajo se fue formando gradualmente. Al principio no tenían mucha conexión entre ellos, pero esta relación se formó a partir de los arreglos, el tejido sonoro, las personas con las que elegí estar y al final puedo identificar algunos temas que se destacan. La intuición, la naturaleza, el arte, la propia música, el tiempo y la exploración del campo imaginario.

______________________________________________________________________________________

Foto: Leo Aversa

Foto: Leo Aversa

Sin que Marcela Cantuária lo supiera, Marisa Monte la siguió a través de las ventanas digitales, a través de la forma de interacción segura que existió durante la pandemia. Es una de las artistas plásticas que siguió durante unos dos años. La vio pintar mujeres, animales, historias, la naturaleza y su universo lleno de misterios, fantasías, oratorias, símbolos, feminismo, colores e imágenes. La encantaron, la sedujeron.

Y, como el medio musical tiende a tener una mayoría de hombres, Marisa Monte quería, a nivel visual, promover un un equilibrio e invitar a una pareja femenina.

Así fue como trabajaron, con un intercambio de referencias intenso y un diálogo profundo entre sus diferentes campos artísticos. Lo hicieron durante dos meses para que ella creara esa serie de pinturas llamada “Portas”, como el disco.

Marisa Monte, esa mujer que nació en 1967, que es brasileña, que es cantante y compositora, que es parte de Tribalistas, que colaboró con otros grandes de su país como Arnarldo Antunes, Carlinhos Brown o Titás, y con grandes de otros países como Julieta Venegas, David Byrne o Jorge Drexler. Esa misma, habló con Beat y se estará presentando en el Auditorio Nacional del Sodre el 27 y 28 de setiembre.

La excusa es todo lo anterior: la presentación de su disco Portas, ese que apareció después de diez años sin discos de estudio. Pero también es ese que vino después de Cinephonia, un proyecto de archivo y memoria. Se trata de canciones que solo habían salido en sus DVD de los 90 y 2000 en audiovisual, que fueron reeditadas en audio streaming.

Desde Uruguay decimos que Brasil es un “continente”, en términos musicales. Tan variado y tan brasileño al mismo tiempo. ¿Qué representa para ti la música uruguaya?

Una mezcla de tradición con toda la riqueza de sus ritmos folclóricos y estilos típicos como el candombe, la milonga, con la modernidad de Luciano Supervielle, la porción uruguaya de Bajofondo y Jorge Drexler. Una cultura única, rica y original.

Foto: Leo Aversa

Foto: Leo Aversa

Dos álbumes tuyos están incluidos en la lista de los “100 mejores álbumes de la historia de la música brasileña” de Rolling Stone. ¿Qué sentís cuando te ponen en ese lugar?

No considero la música una actividad competitiva, ni estas métricas precisas de calidad artística, pero sigue siendo un reconocimiento a mi trabajo en la música brasileña y estoy feliz y agradecida por eso.

Inevitablemente, arrastramos influencias musicales hacia el arte propio, ¿a quién arrastraste hasta Portas?

La música que hago es el resultado de todo lo que he escuchado a lo largo de mi vida, un caldero sonoro que se mezcla creando una nueva combinación de referencias muy personales, fruto de mi experiencia de vida. Es un álbum que celebra el colectivo en el arte y la vida con un formato de producción en vivo en el estudio, con su propia dinámica, intensidad y alivio de la respiración humana.

¿Por qué Uruguay para hacer tu show?

Porque el público ama la música brasileña y siempre me recibió allí. También porque amo Uruguay y Montevideo, y espero volver siempre a celebrar este amor con la música.

Por Federica Bordaberry