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Música
Quizá, un linyera

Melingo, el músico argentino que no extraña su cultura porque la lleva consigo

El músico se estará presentando junto a su banda el 17 de junio a las 21:00 horas en La Trastienda, Montevideo.

07.06.2022 14:51

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2022-06-07T14:51:00-03:00
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Por Federica Bordaberry

Ese que nació en 1957 en Buenos Aires, que es músico y cantante, que pasó por el rock, por el folklore, por el tango y por la milonga, dice que la intención de su obra, de su arte, es “hacerse a sí mismo, no tiene ninguna meta, sino un mismo camino”.

- ¿Un fin en sí mismo?

Por supuesto, acá no hay una conclusión final.

Ese que integró la banda Los Abuelos de la Nada y fue cofundador de Los Twist, que estuvo en el disco Piano Bar de Charly García, en Detectives con la banda de Fabiana Cantilo, en KLUB con los Auténticos Decadentes, que armó Lions In Love, que luego se volvió solista, dice que no pasó del rock al tango, que no pasó de un género al otro.

Lo que hizo, más bien, fue incorporar “diferentes disciplinas musicales, diferentes ritmos, y voy nutriendo a mi voz propia que es mi búsqueda, como la de cualquier artista, la voz propia. Se trata de eso. No de cambiarme de un lado a otro, sino de incorporar y sumar diferentes ritmos, diferentes texturas, diferentes géneros, los cuales me formaron a mí, como es el tango, como es la música clásica, la ópera, el rock, y diferentes géneros que fueron haciendo mi formación musical y que proviene un poco de mi familia”.

Ese que obtuvo en 2015 el Premio Kónex, un diploma al mérito como uno de los mejores cinco cantantes de tango de la década en Argentina, que en 2021 fue distinguido con el título Personalidad Destacada de la Cultura por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, que es una de las personalidades del rock y del tango más importantes de Argentina, dice que sí le importan los reconocimientos.

Aclara que “todo reconocimiento a mi trabajo y a mi recorrido es un mimo para el alma, y es una manera de visibilizar mi trabajo y mi esfuerzo que se da en varias décadas, entonces entonces es importante emotivamente”.

- ¿Estos reconocimientos te hacen pararte diferente en un escenario?

- Creo que la obra va por un lado y los reconocimientos por otro.

Ese que decide en 1996, cuando grabó su primer álbum solista, que su apellido sería su nombre artístico. Que hace 25 años que se presenta así. Que Daniel es solo su nombre de pila. Ese que ha estado en Europa con su tango, que dice que su “cultura la llevo conmigo, entonces no la extraño”.

Ese que alguna vez dijo en prensa que lo reconocen más en París que en el Río de la Plata, pero que esta vez contesta que “soy reconocido donde voy a tocar, me siento reconocido por mis pares, en mi país, en Uruguay y en casi toda Europa. Entonces, no quisiera dar prioridad a un lugar, ni a otro, es un reconocimiento parejo que me gratifica muchísimo”.

- En Europa capaz que no se discute si hacés tango o no, pero acá que estamos más cerca del género esa discusión puede estar más presente. ¿Qué te pasa a ti con esa discusión?

- Es que yo no digo que hago tango, yo digo que hago música. No entro en ese vericueto de discusión porque me parece un poco insostenible.

Ese que incorporó al “linyera” como personaje, como figura, en su obra tanguera. Que comienza a hacerlo por el año 2000 o 2001, cuando empieza a interpretar la canción del Linyera, una canción vieja de los años ´30. Que dice: “fui encontrando una voz y una filosofía importante que podía aglutinar mi mensaje, entonces comencé a darle forma a este personaje mítico que es el Linyera como portavoz de mi mensaje poético y de mi experiencia musical. Ese personaje me da la posibilidad de teatralizar y acompañar la música, no solo desde lo musical y lo poético, sino desde lo gestual".

Foto: difusión

Foto: difusión

¿Y por qué? “Yo fui muy influenciado por Charles Chaplin y Buster Keaton de muy chico, viendo películas mudas y te diría que tiene mucho que ver el vagabundo en ese sentido. También una cuestión atractiva para mí es la filosofia que guarda el linyera, ya comenzada hace tantos años por Diógenes Laercio. Entonces, para mí es una figura emblemática el linyera, y el vagabundo, despojado en búsqueda de su libertad absoluta”.

Ese que incorpora la teatralidad y la gestualidad a sus repertorios musicales, que contrasta lo serio y profundo que es el tango, con un contraste visual que, muchas veces, pareciera que no corresponde. “Es buscar el contraste en esa actitud”, dice. Ese que no necesariamente conoce a su público porque dice estar abierto a quien quiera acercarse a su espectáculo.

Ese, todo ese, es Melingo.

Y se estará presentando el 17 de junio en La Trastienda en Montevideo a las 21:00 horas. Allí, acompañado por Muhammad Habbibi en guitarra eléctrica, Juan Ravioli en bajo eléctrico, Rodrigo Gómez en batería y su hijo Félix Melingo en coros, va a hacer un repaso por su último trabajo, llamado Oasis, publicado en marzo de 2020. No dejará de lado, tampoco, canciones de su repertorio general, histórico.

Melingo es ese al que, cuando se le pregunta qué es el tango para él, para él que es cantante de tango, que es educado en la música, que pasó por varios géneros, responde de forma hermosa. Responde como quién entiende el origen y la raíz del tango. Responde como quien tiene sangre muy viva al cantar el tango.

Y dice:

“El tango es parte de nuestra cultura, tanto uruguaya como argentina y mundial, porque podemos hablar de una cultura mundial sobre el tango. Me refiero a que hay compositores fuera de nuestro Río de la Plata que componen tango y que saben de qué se trata el tango.

No voy a ser redundante explicando que es una música nostálgica, triste, que da alegría al bailarla porque todo eso lo sabemos como rioplatenses, pero creo que el tango equivale a una manera de comunicarse, una red que hay trazada hace un siglo o más entre los puertos del mundo. Es una música que viene de los barcos y que así se fue formando nuestro Río de la Plata.

Yo puedo encontrar por mis giras gente muy interesada en el tango, en otros puertos, el continente europeo, muchísimas ciudades que ya visité las cuales son puertos y tienen este contacto ancestral con el tango y como parte de su cultura. En estas ciudades de las que te hablo podemos incluir Hamburgo, Marsella. El himno nacional finlandés es un tango y así un montón de referencias con nuestro ritmo nacional, nuestra cultura nacional, por llamarle de alguna manera.

Involucra no solo música y baile, sino poesía, filosofía y manera de vida, manera de sentir que nos caracteriza tanto. También te podría decir diferentes modas por las que ha pasado el tango en estos últimos cien años que son muchas, las tendencias y maneras de hacerlo. Tiene la manera más rústica de hacerse, con pocos instrumentos, y de manera instrumental. Y va avanzando en el tiempo, incorporando la poesía e incorporando las grandes orquestas en la década del ´40.

Luego, en la década del ´60 trajeron las guitarras, una reducción de las orquestas de los años ´40 y ´50 que fue la llamada Época de Oro del tango, de las grandes orquestas, hasta nuestros días, pasando por el final del siglo cuando se incorporaron otros elementos hasta ese momento ajenos al tango, como es la electrónica, el danjo, y diferentes materiales sonoros que fueron revitalizando a nuestro gran estilo que es el tango.

Para mí es una manera de ver la vida, si se quiere, el tango y toda su filosofía. Es parte importante de nuestra cultura”.

Por Federica Bordaberry