Por Pancho Pastori de Casa Arbus | @casaarbus
Una vez escuché a Mer Cosco (1995) decir que le gustan las listas, por lo que pensé que sería una buena manera de presentarla, teniendo en cuenta los datos que conozco y las sensaciones que tengo sobre su persona.
Licenciada en Comunicación Audiovisual, fotógrafa, escritora, directora de cine, docente, reflexiva, sensible, creativa y muy querida por todos los que se la cruzan en sus múltiples facetas. Transmite paz al hablar y, por eso, sus talleres siempre dejan felices a todas y todos los participantes.
Tiene aspecto joven (lo es), pero cuando habla uno siente que está escuchando a alguien que vivió mucho más. Tal vez realmente vivió más, o diferente, a la mayoría de los menores de 30, no lo sé.
Estrenó un largometraje que se llama Nina & Emma (2023) que la hace sentir segura de llamarse directora. Saca fotos y escribe por amor al arte, pero también comercialmente, lo que le permite llamarse fotógrafa tranquilamente, pero creo que Mer Cosco es todas esas cosas y muchas más, desde mucho antes de que las estructuras le permitan decirlo sin tapujos.
Mientras sigue con sus talleres de narrativa personal, tendremos uno intensivo en febrero en Casa Arbus. Está preparando todo para sacar este año dos fotolibros: “Cómo vivir con las cosas que no puedo controlar” y “Anacahuita”.
¿Cómo empezaste en la fotografía y qué te inspiró a seguir este camino?
Tomé consciencia de lo que era "fotografiar" a los 16, cuando empecé a estudiar fotografía después del liceo con una amiga. Pero la foto había estado presente de forma más intuitiva desde siempre.
Sigo fotografiando porque es mi forma de procesar la realidad y de estar, realmente, presente.
¿Cómo definirías tu estilo fotográfico y por qué?
Documental-poético: hay algo de registrar lo real, lo que existe, enfatizando el carácter emocional de esa realidad.
¿Cómo elegís tus sujetos o temas?
Intuitivamente. Percibo que hay algo que vale la pena ser investigado.
¿Cuál consideras que es tu proyecto/foto más significativa hasta ahora y por qué?
No sé si hay un proyecto o imagen más significativa que otras, cada proceso acompaña una etapa, una búsqueda. De todos modos, creo que fotografiar a mi hermana a lo largo de todos estos años viene adquiriendo un lugar muy estructural.
¿Cómo influyen tus experiencias personales en tu trabajo fotográfico?
Son inseparables.
¿Qué fotógrafos/as o artistas influyen en tu trabajo?
Creo que unx es un poco todo lo que le conmueve. Pienso en el realismo mágico como corriente, en la música de Sade, en fotógrafas contemporáneas como Rinko Kawauchi, Rita Puig Serra Costa, Diana Markosian, en los poemas de Idea Vilariño, en los libros de bell hooks, en los documentales de Petra Costa. Pienso también en lo que se deja entrar cuando se comparten procesos creativos con otras personas.
¿Cómo es tu proceso creativo, desde la idea hasta la captura final (o finalización del proyecto)?
Comienza con una pregunta o una sensación, una convicción de que hay algo que urge que le preste atención. Algunos procesos pueden ser muy intuitivos y rápidos. Pero hay otros que requieren método, constancia. Leer, escuchar, observar. Escribir. Fotografiar. Revisar lo fotografiado. Afinar las preguntas, sacar conclusiones. Este acercamiento me ayuda mucho a disfrutar del proceso.
¿Cómo manejás los desafíos técnicos o creativos en tus proyectos/fotos?
En lo técnico tiendo a ser bastante operativa, estudio y consulto si es necesario. Los creativos estoy aprendiendo a surcarlos mejor. Mi estrategia suele ser volver al origen, al motor que me invitaba a investigar y a descubrir con compromiso, pero sin urgencia.
Más allá de lo que hagas habitualmente, ¿preferís trabajar con luz natural o artificial y por qué?
Si las condiciones lo permiten, con luz natural o, mejor dicho, con la luz que esté presente en el ambiente. Me interesa el desafío de enfatizar sin intervenir tanto en la escena.
¿Cómo seleccionas las imágenes que exhibís o que forman parte de un proyecto?
Observo. Busco entender las conexiones. Construyo un relato, pero apelo también a lo intuitivo. Me abro a otras miradas.
¿Qué equipo fotográfico es esencial para vos y por qué?
Mi canon 3000 analógica y un 35mm, para andar liviana y llevarla conmigo.
¿Cómo ves el futuro de la imagen en tiempos de inteligencia artificial?
Pecaré de idealista, pero la sensibilidad humana siempre será la sensibilidad humana.
¿Cómo considerás que la fotografía puede influir en la cultura y en la sociedad?
La fotografía construye imaginarios y es documento y potencial de evocación. Saber quiénes, cómo y por qué se cuentan las historias en un momento dado es información acerca de nuestra cultura. Por eso urgen relatos diversos. La fotografía puede o no ser un arte, pero siempre tiene lugar de documento social. Revisar los documentos sociales es valiosísimo para la memoria, para el proceso reflexivo de pensarse individual y colectivamente.
¿Cómo influyó la fotografía en tu vida?
Ha sido la columna vertebral y mi forma de decodificar la realidad.
¿Tenés algún proyecto futuro o meta que te gustaría alcanzar en la fotografía?
Sí, hacía mucho que tenía ganas de embarcarme en un proyecto fotográfico participativo. Este año, estoy estructurando el proceso que venía sucediendo de forma espontánea con mi hermana y dándole el lugar a su desarrollo.
¿Que foto te queda aún por sacar?
Quiero creer que muchas.
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