Cuando era muy niña, un amigo de sus padres se mudó a vivir con ellos. Esa persona fue quien trajo un piano a su casa por primera vez y, desde entonces, la música en todas sus formas fue parte del paisaje. Quizá, ese haya sido el origen de todo, el porqué Meri Deal (1996) hace música, el porqué sigue insistiendo en probar, crear, armar, jugar, con distintos géneros y sonidos. 

Aunque ella no lo sabe, en realidad. Eso dice, que no está segura de que haya sido eso, pero sí sabe que todo lo que la ha rodeado y con todo lo que ha crecido se ha convertido en parte inevitable de cómo suena lo que hace. Haber crecido en El Pinar, en Canelones, en una casa cerca de la playa, esa suerte de vida de balneario constante. Haber trepado árboles, andado descalza por el pasto, dos hermanos mayores, un padre arquitecto y una madre que enseña pintura. El piar de los pájaros, el ladrido de los perros, el viento resoplando e insistiendo, el mar acaparando gran parte de todo eso. Las cuerdas de las guitarras, principalmente las suyas y las de sus tíos o primos, las teclas de aquel piano y los que vinieron después. 

Las clases de canto y haber ido a un colegio que le da gran importancia a la comedia musical, también fueron clave. No es solo haberla conectado con ese mundo, sino que "fue una excelente formación para entender el compromiso, la responsabilidad, el sacrificio, porque es un disfrute pero es muy sacrificado también", dice Meri Deal a LatidoBEAT

Esas ganas constantes de dedicarse a la música fueron las que la llevaron, aún siendo menor de edad, pero en el liceo, a formar Toco Para Vos, una de las primeras bandas de un género de cumbia del que fue precursor Aggapornis. Esa banda, se le transformó en una familia. Bauti Mascia, guitarrista y cantante de la banda, y su primo. Pero el resto de los músicos también, al igual que gran parte del crew que los acompañó por América Latina. 

En todo aquello, presentó su proyecto como solista. Sin abandonar la banda, Meri mostró por primera vez a un público sus canciones más personales en la apertura del show de Ed Sheeran en 2019, una época pre pandémica. Y nunca paró. 

Pasó por Buenos Aires, por Medellín, por Miami, por Madrid, ahora por Ciudad de México, para seguir desarrollando su sonido que, sin querer encasillarse en géneros, se escapa hacia lugares completamente variantes. Desde la cumbia mexicana, hasta en reggeatón o el pop. La música de Meri Deal se da ese lujo: poder jugar para expresarse. 

En 2023, reunió varios de sus singles y compuso otras canciones para formar un disco llamado Amores náufragos. Colaboró con artistas internacionales como Morelli, SAIBU o Juan Vegas, y armó eso que es tan Meri: sonidos varios, ritmos tan latinos como pop, referencias literarias (la canción "Hades" hace guiño al dios del inframundo de la Antigua Grecia) y una cotidianidad inevitable que va desde letras que hablan del café de la mañana hasta el amor y el desamor.

Este próximo sábado 16 de marzo, Meri Deal se estará presentando como show de apertura del concierto de Luis Miguel en el Estadio Centenario, a voz y guitarra. Las entradas pueden adquirirse acá

Foto: Javier Noceti

Hace un tiempo que vivís en México, ¿sentís que has incorporado algún sonido mexicano por eso?  

Estoy convencida de que todo lo que uno escucha, inconscientemente, lo vas absorbiendo y te queda. En la información que tenés procesada, el sonido, capaz que referencias, inspiraciones. El año pasado quise explorar un poco más la cumbia en distintos vértices. En el disco que lancé, solo con una canción, con "Me gusta". Pero, después, en canciones que estuve escribiendo exploré mucho más la cumbia mexicana.

De hecho, "Me gusta" es cumbia más mexicana que otra cosa. Entonces, sí. También, al trabajar con productores de allá, eso se empieza a integrar, el vocabulario de ellos con el mío. Escuché a muchos artistas de allá, al explorar la cultura, la arquitectura, a cada lugar que vas. Vas a un restorán y escuchás música tradicional de allá. Todo eso lo empezás a apreciar, a mirar, te empieza a entrar en tu ADN. A la larga es un recurso, un color más, que inconscientemente tenés adentro tuyo. 

¿Cómo se hace para abrir paso a la identidad de uno, en términos musicales, en una industria que se dedica a repetir fórmulas?

Esa es la parte más difícil, donde uno a veces se marea y cuando te das cuenta tenés que volver a tu centro. Por suerte tengo gente que me conoce. Tengo un entorno con unos pilares en mi vida tan sólidos, tan increíbles, que me conocen muy profundamente, entre los cuales están mis amigos, mi familia, y que cada tanto en una charla con mi mamá me dice "esto es bien vos" y me muestra un ejemplo. Y tiene toda la razón.

Te pueden gustar tantas cosas, tantos géneros, y te podés encontrar y sentirte identificada en tantos lugares que de repente decís, "esto está buenísimo, hagámoslo, juguemos, probemos", pero yo no quiero dejar de hacer aquello otro que, por más que no es obvio y no es lo que está sonando, a mí me resuena. Si a mí me resuena, lo voy a hacer con toda el alma, va a ser muy verdadero, muy real y alguna persona va a conectar con eso. 

Foto: Javier Noceti

Estás trabajando con Martín Buscaglia, él como productor. ¿Qué es para ti un buen productor? ¿Qué hace?

Martín es un artista y productor que yo admiro mucho. Desde la primera vez que lo vi en vivo, hace algunos años. Piré. Tiene un talento, un magnetismo arriba del escenario, te atrapa, va contando una historia con su música, se va divirtiendo, tiene ritmo adentro, un vocabulario increíble, una manera de decir las cosas, de expresarse, es como un juego. Es como un niño súper profundo que tiene mil millones de influencias musicales, como que él trajera historia también. Tiene una carga de personajes históricos uruguayos importantes que marcaron acá y él creció con eso, también. A la vez, él encontró su propio camino, su sonido, es un explorador. 

Tengo una canción que habla del Uruguay, que es una canción para mí muy linda, muy especial. Que escribí con otro artista. El otro artista no lo conocía a Martín y le mostré unas cosas, y se copó. Hablé con Martín con toda la humildad del mundo de tener miedo de que no le interesara, pero yo quería trabajar con él. Se re copó, me dijo que sí. Nos entendimos enseguida, fue como hablar el mismo lenguaje. Nunca tomé una decisión tan acertada como pedirle a Martín que produjera esta canción. Es una canción muy simple, no tiene grandes locuras de producción, pero muy pura y él captó esa esencia.

Para mí un buen productor trae ideas, algo que te refresque, que te vuele el bocho, pero que también te escuche a vos cómo querés producirla. Hay productores que no dan tanto lugar a la decisión de uno y eso para mí es un poco irrespetuoso y no me gusta nada. No es por ahí. Martín, con lo grande que es, la trayectoria que tiene y el artista que es, se pone en un lugar súper humilde donde somos pares y te hace sentir así. Es esa pasión por lo que hacemos, que se empieza a intensificar porque la compartimos.

Ahora estás por abrir el show de Luis Miguel, pero ya has abierto shows de artistas importantísimos, ¿qué se aprende de esas experiencias?

Cada uno de los shows que abrí fue diferente por las exigencias del artista. A veces dice que quiere un artista que toque con una guitarra, a veces dicen tres instrumentos, a veces dicen banda completa con toda la furia. Uno se tiene que acomodar a esas situaciones, se tiene que adaptar y preparar algo con mucho respeto a lo que va a venir después. Tenés que hacer algo que es tuyo, pero que tenga que ver con lo que va a venir después.

Entonces, desde ese lugar, trabajo mucho el show de apertura. Me parece un desafío re lindo y me genera, obviamente, muchos nervios, porque es querer estar a la altura de semejante show, con los recursos que podés tener. Porque no es tu escenario, ni tu show, tenés que acomodarte con lo que tenés. En el caso de Luis Miguel, por ejemplo, me pidieron guitarra y voz, nada más. Estoy preparando un show para esto, que a mí me encanta, porque el show acústico lo que tiene es que las canciones van mucho más puras y genuinas y van al alma de la canción. Te permite como conectar con ellas desde ese lugar, sacando todo lo demás que son accesorios, que son ideal en la producción, pero que cuando lo tenés que defender a guitarra y voz es otro sonido, otra intención y otro acercamiento a la canción y a la gente.

Es mucho más de corazón abierto. Te exponés muchísimo más, pero es una exposición que a mí la verdad me encanta. Tomo este espacio con mucha humildad, con mucha responsabilidad, porque entiendo que la gente viene acá viene a ver a Luis Miguel. A muchos les va a interesar llegar después del momento de la apertura, capaz, y muchos van a venir con el corazón abierto, con respeto, con ganas de escuchar y con ganas de dejarse sorprender. Y con ganas de tomar esto como otra cosa más.

Cuando uno está consciente y presente, baja y mira las cosas con cierta claridad, siento que las recibís de otro lugar. Que si yo vengo al show abierta a escuchar lo que se me presente, voy a estar con ganas de saber quién es, qué puedo sacar de acá, y no voy a estar ansiosa porque llegue lo que llegue después, que va a llegar. Desde mi lugar entiendo esa emoción, cualquiera de las dos. Yo soy más de la que le gusta conocer siempre. A mí cualquier tipo de show me encanta, soy muy de ir a ver música en vivo. Sea lo que sea.

Sé lo que es estar ahí arriba y por eso soy una espectadora que va con mucho respeto y con mucha apertura, a pesar de que a veces te puede llegar o no llegar lo que el artista tiene para dar. Hay que entender que la persona que está ahí arriba está dando y es para que vos recibas, o no, pero desde un lugar de apertura y de gratitud. Capaz que de desinterés también, no pasa nada.

No me ha pasado, pero sí hay público que viene como con bronca. Me ha pasado de estar en el público, ver a un show de apertura, y notar a gente diciendo "que se vaya". Y ya va a venir el otro. Va a venir aunque este toque o no toque. Va a salir a la misma hora. Así que, por lo menos, disfrutemos este momento. Para mí es importante hacer una invitación a la gente desde ese lugar. Yo voy a estar ahí dando lo mejor de mí, haciendo algo para los que están ahí, para que tengan un rato de disfrute antes del show y espero que vengan con apertura y ganas de escuchar.