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Contenido creado por Federica Bordaberry
Literatura
Los libros y sus autores

Mintxo, el uruguayo que hizo un recorrido nuevo para hablar de Eduardo Mateo

Era difícil decir algo nuevo o interesante sobre Mateo solo bien se lame, pero se enfrentó al desafío. Una colaboración con HUM y Estuario.

28.07.2022 11:51

Lectura: 6'

2022-07-28T11:51:00-03:00
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Fermín Méndez (Mintxo) es periodista, productor radial, corrector de estilo y educador. Publicó el libro de cuentos Toda la verdad es imposible (2019) y el de relatos de no ficción El lado B (2015), en coautoría junto a Agustín Lucas. Cuentos suyos han sido publicados en las antologías de narrativa Final (2021), Horror (2018) y Cenizas (2019), y en las revistas Lento (Uruguay) e Isliada (Cuba), entre otras. También participó como prologuista y editor en las antologías de cuentos Pelota de papel (2016) y Pelota de papel 2 (2018).

¿Cuándo empezaste a escribir?

Empecé en 2005, cuando vivía en Euskadi.

¿Te acordás de cuál fue el primer libro que te marcó?

La vuelta al mundo en 80 días, de Julio Verne.

¿Dejar de leer o dejar de escribir? ¿Por qué?

No podría dejar ninguna de las dos por (des)formación profesional: soy periodista.

Contanos qué estás leyendo ahora.

Tea Rooms. Mujeres obreras de Luisa Carnés.

¿Cuáles son tus escritores uruguayos favoritos? ¿Identificás influencias? ¿Cuáles? ¿Alguno que te guste recomendar?

Juan Carlos Onetti, Horacio Quiroga, Felisberto Hernández, Idea Vilariño, Circe Maia, Mercedes Estramil. Los recomiendo a todos. Que yo sepa, no tengo influencias de ninguno.

¿Sos de releer? ¿A qué libro solés volver?

Soy de releer. Cien años de Soledad, Gran sertón: veredas y los Cuentos completos de Onetti son lo que más veces he releído.

Para este fin de semana recomendanos un libro, un disco y una película.

Libro, La balada de Jhonny Sosa; disco, Mediocampo; película, Cinema paradiso.

Contanos sobre esa vez que un lector te reconoció en la vía pública

Me sorprendió tanto que insistí no ser yo. El lector terminó convenciéndome de que sí.

Tu autobiografía en una frase.

Un escombro tenaz.

Tenés que convivir un mes con una autora o un autor: ¿a quién elegís?

Mintxo solo bien se lame.

Un lugar para volver.

Euskadi, todas las veces que sean necesarias.

El primer verso que te viene a la mente.

Si yo fuese Dios

y tuviese el secreto,

haría

un ser exacto a ti;

lo probaría

(a la manera de los panaderos

cuando prueban el pan, es decir:

con la boca)

Montevideo Portal | Javier Noceti

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¿Para qué literatura en el tiempo del desamparo?

Para resguardarse, para sentir alivio, para volver a creer. En ese orden.

Lo último que comiste va a ser el menú para toda tu vida ¿qué es?

Suprema a la plancha con puré casero de boniato zanahoria

Tu idea de felicidad y tu idea de miseria.

Felicidad es el calor del hogar, el que te llama sin preguntar, leer, andar en bici, el buen vino, los goles que no creía; miserable es violar, matar, desaparecer personas. Tan miserables son los que perpetúan los crímenes como quienes los permiten.

Montevideo Portal I Javier Noceti

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Sobre Mateo solo bien se lame:

Mintxo parte de su experiencia personal en relación a este disco de Mateo y, desde ese lugar de enunciación, se lanza a reconstruir el proceso de producción de una obra fundamental, elegida en 2020 como el mejor disco de la historia de la música uruguaya.

Para ello conversa con artistas y estudiosos que iluminan su búsqueda: Diane Denoir, Diego Azar, Guilherme de Alencar Pinto, Estela Magnone, Álvaro Salas, Alberto Mandrake Wolf y muchos otros. A esta lista se suman unas iluminadoras conversaciones con Carlos Píriz, el ingeniero de sonido que grabó el álbum. A partir de todo ese riquísimo material, el autor va tejiendo una serie de interpretaciones de cada canción, relacionándolas, con frecuencia, a períodos y momentos de su propia vida. Ofrece, además, una profunda reflexión sobre el papel de Píriz en la creación del disco.

A pesar de que muchos puedan pensar que a medio siglo de su lanzamiento era difícil decir algo nuevo o interesante sobre este disco, Mateo solo bien se lame adquiere nueva vida gracias a las palabras de los entrevistados y a las reflexiones de su autor.

Un fragmento:

Mateo mira con la guitarra al hombro. Parece un vagabundo con su hatillo, ese bulto con pocas ropas envueltas en un paño atado a un palo que llevaba la gente que caminaba por las vías del tren en otro mundo. Las puertas son cuatro y están abiertas. Puede ser un espejo que algo quiere decir, también. Al sucio cartón le cuesta sostener sus blancos, sus grises, sus negros. Las puntas cluecas hablan del paso del tiempo. Adentro la maravilla, Mateo solo bien se lame.

La verdad sea dicha: cuando conseguí aquella copia en mi juventud, no tenía la más mínima sospecha de que ese disco estaba entre los mejores de la historia de la música uruguaya, entre los más influyentes para varias generaciones de músicos y que muchos de ellos coinciden en que es una de las obras maestras del Uruguay. Nada de eso. A Mateo lo conocí en la calle cuando aquel amigo dijo lo que dijo y tocó lo que tocó. Hablo de la música y de los misterios. Por eso siento el goce sonoro, la cercanía de las letras y ese rollo del idioma propio que es como la libertad.

Mateo abre puertas. Si miran la tapa del disco, Mateo abre puertas. Por más que se las hayan dibujado, las abrió y primero entró él. Las llaves fueron su guitarra, la percusión, dónde puso la voz. Después pasó todo el mundo. Seguimos pasando, casi ninguno habla de nosotros, pero todos hablan de Mateo. Por suerte.

Dentro de las primeras cosas que le pasaron con la música cuando era niño hay un vínculo estrecho con el tamboril. Su padre era español, pero la mayoría de la familia por parte de madre eran negros. Recuerdo una foto en un ómnibus donde la mayoría son negros. Ahora que la miro en Razones locas lo compruebo. Cuenta su hermana, Teresa, que darle a la lonja era como el pan para la vida, como aquello de los genes. «Mi padre compró la cuerda de tres tambores. Tocaban mis hermanos, Eduardo y Carlitos, más un primo. Yo bailaba. Después Eduardo hacía la manga», dice Teresa y se ríe con la picardía de una señora que parece niña.

Montevideo Portal I Javier Noceti

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